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Formar parte de un gran grupo

Formar parte de un gran grupo
Fotografía cortesía de Mumbai City FC.
Redacción
The Coaches' Voice
Publicado el
octubre 25 2023

des buckingham

Mumbai City, 2021-2024.
Oxford United, 2024-Presente

"¿Dónde quieres entrenar?"

Eso es lo que me preguntó un tutor de la Federación Inglesa (FA por sus siglas en inglés) cuando yo tenía 21 años y estaba haciendo el curso para sacar la Licencia A.

Por aquel entonces, nunca habría pensado que estaría luego entrenando al Mumbai City, que forma parte del City Football Group (CFG), llevándolo a ganar la Superliga india. O que me convertiría en el entrenador más joven de la historia de la A-League. O llevar a Nueva Zelanda más lejos de lo que nunca había llegado en un Mundial Sub-20, antes de sellar su clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Yo había vivido en Oxford toda mi vida y era feliz entrenando en la academia del Oxford y trabajando como profesor. Así que le dije a mi tutor: "¿Qué quiere decir?"

Buckingham ha trabajado en su carrera como entrenador con diferentes grupos de edad, desde niños a profesionales. Fotografía cortesía de Mumbai City FC  

En aquella época, a principios de la década de 2000, la única verdadera vía para llegar a ser entrenador a tiempo completo era haciéndolo con el primer equipo. No había una estructura en las academias; así que trabajar en el fútbol base era principalmente un empleo a tiempo parcial.

El tutor dijo: "Todo el mundo tiene prisa por llegar a entrenar al primer equipo. Sin embargo, a lo largo de tu viaje, puedes descubrir que eres el mejor entrenador del equipo Sub-12, o que eres mejor entrenador de Sub-18. Si puedes trabajar todo el espectro, puede que aún descubras que quieres dedicarte al fútbol de primer nivel. No hay problema. Pero en ese camino puede que descubras que eres un especialista muy bueno en un área determinada".

Eran palabras sabias, y yo tuve la suerte de acabar adquiriendo ese abanico de experiencia como entrenador.

"ACABÉ DISFRUTANDO MÁS ENTRENANDO QUE JUGANDO"

Hice las prácticas mientras mientras estudiaba. Mi entrenador cuando jugaba en Oxford, Mickey Lewis, me tomó bajo su tutela. Por él me metí a entrenador, y descubrí que me gustaba mucho.

La forma en que Mickey era capaz de involucrarte me fascinaba. Así que empecé tres trabajos de entrenador a tiempo parcial: uno por la mañana, otro por la tarde y luego en la academia de Oxford por la noche.

Al final disfruté más entrenando que jugando. Después, el Oxford dijo que no iban a renovar mi contrato como jugador, por lo que fue una transición natural a la carrera de entrenador.

Mickey Lewis, entrenador en el Oxford United coach, ha sido la mayor influencia para Buckingham. Phil Cole/Allsport UK

Había un ambiente de colaboración, en el que trabajaba entre el Oxford United y un instituto universitario al que había asistido como parte de mi beca. Cuando Mickey se fue al Doncaster Rovers con Dave Penny, me ofrecieron su trabajo en el instituto.

Eso terminó siendo un puesto de cuatro años a tiempo completo, entrenando en el instituto y obteniendo el título de profesor. Pude compaginar la docencia con el entrenamiento de las categorías Sub-16 a Sub-19 en el instituto, y luego entrenar en la academia todas las tardes.

El Oxford me contrató a tiempo completo para entrenar al equipo juvenil e impartir formación para los becarios. Entonces se introdujo el Plan de Rendimiento de Jugadores de Élite, y los clubes debían estructurar las cosas de una determinada manera. Así que pasé a desempeñar el cargo de director de entrenadores a los 23 años.

"EN LA LIGA INGLESA, SOBRE TODO, NO HABÍA MUCHOS JUGADORES DE 29 AÑOS EN EL PRIMER EQUIPO"

Luego, ya con 28 años Chris Wilder me dio una oportunidad maravillosa. Justo antes del comienzo de la temporada 2013/14, uno de los entrenadores del primer equipo se había caído por unas escaleras y no podía participar en las sesiones de entrenamiento. Me pidieron que le sustituyera.

Ganamos al Portsmouth a domicilio por 4-1 y después ganamos los dos siguientes partidos de liga, y creo que Chris no quería cambiar demasiado. Me apoyó mucho en esos primeros momentos, lo que me permitió asentarme en el entorno del primer equipo.

Había pasado de tener un papel más de desarrollo a otro en el que lo importante era ganar. Le cogí el gusto.

Chris Wilder facilitó a Bunckhingham, entonces con 29 años, su primer paso en un entorno profesional. Dean Mouhtaropoulos/Getty Images

Por aquel entonces, hicimos una evaluación de la academia. Steve Brown, que se convirtió en el coordinador principal en la identificación de talentos en el Arsenal fue uno de los participantes. Me llevó aparte y me preguntó: "¿Qué quieres hacer? Llevas diez años aquí, tu currículum y tus cualificaciones son muy sólidas. Trabajas en varias áreas, lo cual es estupendo porque te da una gran variedad de habilidades. Pero, ¿adónde quieres ir?".

La verdad es que hasta entonces había estado disfrutando de lo que hacía, pero le dije: "Quiero ser primer entrenador". Entonces era consciente de que sólo tenía 29 años. En la liga inglesa, sobre todo, no había muchos entrenadores de 29 años en el primer equipo.

"Vale, analiza lo que crees que necesitas para ser primer entrenador", me dijo Steve. "¿Vas a adquirir más experiencia aquí, o puede que haya oportunidades en otros sitios que te permitan estar mejor posicionado para cuando llegue esa oportunidad?".

"ESTÁBAMOS ÚLTIMOS, PERO ACABAMOS PERDIENDO LOS PLAYOFFS POR UN PUESTO. FUE UN CAMBIO RADICAL"

Tenía los títulos y la experiencia como entrenador. Lo que no tenía era experiencia en gestión de grupo o manejo de presupuestos, en trabajar con la junta directiva, en medios de comunicación y todas esas cosas.

Así que empecé a buscar trabajo, y las responsabilidades que conllevaban. Owain Prosser, que había entrenado a la selección Sub-12 conmigo en Oxford, había aceptado un puesto como director de desarrollo del fútbol base de Nueva Zelanda. Me envió una oferta de trabajo que cumplía prácticamente todos mis requisitos. Así que me presenté y me ofrecieron el puesto de director de desarrollo del fútbol base.

Trabajé en ese puesto durante un año y, como parte de mi trabajo, tuve una reunión con el Wellington Phoenix de la A-League. Su segundo entrenador se iba y me dijeron: "¿Podrías venir a ayudarles un par de partidos?". Después quisieron que fuera a tiempo completo, así que pasé a tiempo completo.

Buckingham supervisa una sesión de entrenamiento de Wellington Phoenix, en el pintoresco Newtown Park en 2016. Hagen Hopkins/Getty Images

A mitad de la segunda temporada, el primer entrenador, Ernie Merrick, se marchó. El club me ofreció el puesto. Con 31 años, era el entrenador más joven de la historia de la A-League.

Entonces éramos colistas, pero no se trataba de llegar e intentar cambiar todo lo que Ernie había estado haciendo. Era el entrenador más laureado de la A-League, por los campeonatos que había ganado con otros clubes. Esta vez, sin embargo, algo no había funcionado para que el equipo estuviera donde estaba.

Se trataba de trabajar con los jugadores, de aprovechar su experiencia y sus conocimientos. Reconocer lo bueno que teníamos y cambiar un par de cosas. Acabamos fuera de los play-offs por un puesto, así que fue un cambio drástico.

"NOS PROPUSIMOS CAMBIAR EL ESTILO DE JUEGO, COMPETIR Y GANAR"

Poco después, Gareth Jennings, del Stoke City, se puso en contacto conmigo y me dijo que buscaban un entrenador para el Sub-23. Sentí que la experiencia neocelandesa me había dado lo que necesitaba y que era el momento propicio para volver y trabajar en un club de la Premier League. Mark Hughes era el entrenador, pero lo destituyeron. Trajeron a Paul Lambert, pero no pudo salvar al equipo del descenso.

Sin embargo, yo ya me había marchado antes del final de la temporada. La federación de Nueva Zelanda me llamó y me ofreció un trabajo que combinaba ser seleccionador Sub-20, seleccionador olímpico Sub-23 y segundo entrenador del equipo nacional.

Me preocupaba saltar de un trabajo a otro, pero la oportunidad de llevar a la Sub-20 a un Mundial, y a la Sub-23 a los Juegos Olímpicos, fue algo a lo que no pude resistirme.

Un grupo de 24 jugadores neocelandeses de diferentes categorías de edad escribieron a la Federación de Nueva Zelanda solicitando que la federación mantuviera los servicios de Buckingham en medio de los recortes de personal por el Covid. Greg Bowker/Getty Images para NZOC

Anteriormente, Nueva Zelanda había acudido a las grandes citas simplemente para no perder. Los informes técnicos tras esos torneos siempre destacaban el buen espíritu de equipo y el alto ritmo de trabajo. Nunca había nada sobre su juego. Nos pusimos manos a la obra para intentar cambiar el estilo de juego, para competir y ganar. En el Mundial Sub-20 de 2019, llevamos a Nueva Zelanda a la fase eliminatoria por primera vez, lo que cambió la percepción de lo que podían hacer los jugadores.

Entonces llegó el Covid, y la federación de Nueva Zelanda hizo recortes de personal. Pero no me quedé sin trabajo mucho tiempo, porque surgió una oportunidad en el City Football Group. Ceri Bowley, uno de los tutores principales del máster que yo había cursado, se había convertido en jefe de metodología del CFG.

Con mi licenciatura, había compartido con él lo que estábamos haciendo con Nueva Zelanda. Pudo ver lo que hacíamos y cómo lo hacíamos. Había muchas coincidencias entre lo que buscaban en CFG y lo que habían visto en mí.

"CUANDO VI LA ESTRUCTURA DEL CLUB Y LO QUE QUERÍAN HACER, ERA UNA OPORTUNIDAD DEMASIADO BUENA PARA RECHAZARLA"

Me ofrecieron la oportunidad de ir al Melbourne City como ayudante de Patrick Kisnorbo. La idea era que, si tenía éxito, tendría la oportunidad de progresar dentro del grupo. Era aprender la forma de hacer las cosas a la manera del City.

Acabamos haciendo el doblete de A-League y Gran Final por primera vez en la historia del club. El plan era quedarme en Melbourne, pero surgió el puesto de entrenador del Mumbai City.

Nunca había pensado en la India como lugar de trabajo. Pero cuando vi la estructura del club y lo que querían hacer, era una oportunidad demasiado buena para rechazarla. Cuando te apoyan, como es el caso en el grupo City, sabía que confiarían en mí.

Buckingham llevó al Mumbai City a las primeras victorias de un club indio en la fase de grupos de la Liga de Campeones de la AFC. Fotografía del Mumbai City FC

Ahora hay 13 clubes en todo el grupo. Eso te permite establecer una gran red de contactos, hablar con otros entrenadores del grupo y acceder a conocimientos que no obtendrías estando en un club aislado.

Finalizada la temporada, visité Nueva York y Yokohama, dos clubes que también forman parte del grupo del City. Me abrieron las puertas de las reuniones de equipo, las reuniones de personal, los entrenamientos o los días de partido, para darme la oportunidad de ver lo que hacen y cómo lo hacen. Además, contamos con el apoyo desde Mánchester. 

Luego está la manera como se quiere que jueguen los equipos del City Football Group. La idea es que, si enciendes la tele y no eres consciente del equipo que estás viendo, puedas mirar y decir: "Ése es un club del CFG".

"NUESTRO PLANTEAMIENTO ES SIEMPRE SALIR A GANAR UN PARTIDO, DE LA MANERA QUE DECIMOS QUE QUEREMOS HACERLO"

Habrá diferencias entre los clubes. No podemos jugar como el Manchester City, pero lo que sí podemos hacer es seguir principios similares. Eso encaja perfectamente con mi forma de entrenar.

La implicación de Pep Guardiola con el City fue sin duda un factor para que me uniera al grupo. Crecí admirando a Sir Alex Ferguson, y cómo dirigía y gestionaba. O a Arsène Wenger, que llegó y casi que cambió la idea de cómo son los entrenadores de fútbol.

Ahora es Guardiola. Ha tenido un éxito continuado, pero sigue evolucionando y probando siempre cosas nuevas. 

Mumbai City rompió 17 récords de todos los tiempos de la Superliga india en su camino hacia el título de liga en 2023. Fotografía de Mumbai City FC

Es inspirador, y me alegro de que hayamos podido tener éxito en el Mumbai City. En 2023 ganamos la League Winners' Shield, invictos en aquel momento. Alcanzamos un récord de puntos y marcamos más goles que nadie en esta liga.

Tenemos muy claro cómo queremos jugar. Somos un equipo que siempre tendrá alrededor del 60% de posesión. Siempre intentaremos superar a nuestros rivales, disparar más que ellos. Nuestro planteamiento siempre es salir a ganar un partido, de la manera que decimos que queremos hacerlo. Fútbol de ataque.

Se trata de establecer un marco en torno a lo que queremos hacer, de que la gente lo tenga claro, y de permitir a los jugadores que muestren lo que pueden hacer dentro de ese marco. Es más un entrenamiento basado en principios que en sistemas o detalles específicos, partido a partido.

"PARA MÍ SON IMPORTANTES LA COLABORACIÓN Y EL EMPODERAMIENTO. TAMBIÉN ME GUSTA MANTENER LA CALMA"

Ahora tengo 38 años. Tengo más conocimientos que cuando tenía 31 en la A-League. Pero también soy consciente de lo poco que sé en comparación con parte del personal que tenemos aquí, algunos de los jugadores que tenemos y, desde luego, algunas de las personas con las que estoy en contacto en el grupo. Creo que soy fuerte en algunas áreas. Y donde no lo soy, permito que otros lo hagan.

La colaboración y la capacitación son importantes para mí. También me gusta mantener la calma y tomarme el tiempo necesario para tener en cuenta toda la información posible a la hora de tomar decisiones.

Quiero entrenar al más alto nivel posible. Ahora mismo, eso es en el Mumbai City.

'Aamchi City' se traduce como 'Nuestra ciudad', y Buckingham ha disfrutado de las oportunidades que se le han brindado en Mumbai. Fotografía del Mumbai City FC

Lo que sí sé es que tienes que hacer un buen trabajo en el puesto que ocupas y yo estoy en un entorno en el que me apoyan, confían en mí y tengo posibilidades de progresar dentro del grupo. Eso es todo lo que busco en este momento. El trabajo me está brindando oportunidades maravillosas para aprender y ponerme a prueba.

Haste ahora, el club y el proyecto del grupo City han tenido éxito. Y siempre tenemos ganas de más.