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El 9 moderno: Principales movimientos

The Coaches' Voice en español
El 9 moderno: Principales movimientos
Getty Images
Redacción
The Coaches' Voice en español
Publicado el
febrero 28 2024

En un fútbol cada vez más táctico y con mayor rigor defensivo, el papel del 9 ha evolucionado para tomar protagonismo no solo en las acciones de finalización, sino también en su participación sin balón a través de sus movimientos. Así, es habitual ver a este tipo de delantero, al que podemos definir como 9 moderno, abandonar por momentos su principal área de influencia —la zona central del último tercio de campo— para moverse con libertad por diferentes espacios del campo.

En lo individual, el 9 moderno es un atacante con una buena lectura del juego para anticiparse a las jugadas, aplicación que le permite identificar las zonas vulnerables de la defensa rival y saber por dónde debe ofrecerse como opción de pase.

A nivel colectivo, los movimientos del 9 moderno facilitan fluidez en el juego ofensivo de su equipo. Así realizan circulaciones de balón con mayor rapidez y precisión. Además, también genera desconcierto en la defensa rival, con movimientos impredecibles que provocan dudas y errores en el dispositivo defensivo del equipo contrario. Asimismo, con sus diferentes movimientos, consigue oportunidades de gol al abrir espacios que facilitan mejores situaciones de remate a puerta en zona de finalización.

A continuación, nuestros expertos señalan y analizan los principales movimientos del 9 moderno. Para ello se apoyan en ejemplos de algunos de los delanteros que mejor interpretan cada acción.

Movimiento de apoyo en mediocampo

La posesión de balón es arma clave para dominar el juego. Sin embargo, no basta con tener el balón. También hay que saber utilizarlo de forma efectiva de manera colectiva, sobre todo, en la zona de mediocampo. Dominar este espacio, permite al equipo con balón tres objetivos: controlar el ritmo del partido, generar ocasiones de gol y desajustar al rival. Para ello, tener un 9 que pueda descolgarse a esta zona de mediocampo es fundamental. Esto debido a que, con sus movimientos, permite lograr los tres objetivos señalados, y también llegar a zona de finalización con éxito.

Karim Benzema es uno de los delanteros que mejor interpreta el movimiento de apoyo en la zona central. Esto con el objetivo de facilitar mayor y mejor fluidez al juego ofensivo de su equipo. En sus movimientos, el exdelantero del Real Madrid y ahora del Al Ittihad, aprovecha los espacios libres que la defensa rival genera. Así se acerca entre líneas al poseedor del balón. Este movimiento de Benzema busca construir posteriores triangulaciones que liberarán las marcas sobre los laterales o extremos por el lado débil del rival (abajo).

Álvaro Morata (Atlético de Madrid) es otro ejemplo de delantero que domina este movimiento sobre la zona de creación. En su caso, es utilizado por Diego Simeone para facilitar salir de situaciones de presión intensa y avanzada del rival. También para encontrar al hombre libre exterior por el lado débil del oponente (abajo).

En ambos casos, estamos ante jugadores de una alta capacidad táctica para decidir dónde y cuándo ejecutar este movimiento a zona de mediocampo para participar en la construcción del ataque. Benzema y Morata presentan además un alto entendimiento para ajustar el pase de manera precisa sobre el receptor.

Otro 9 que entiende y ejecuta a un alto nivel los movimientos de apoyo a mediocampo es Harry Kane. El ex del Tottenham y ahora del Bayern Múnich también tiene una alta participaciones en zonas intermedias para facilitar la fluidez de su equipo. 

Movimiento exterior en apoyo

El 9 moderno también participa con sus movimientos en los carriles exteriores. Es decir, se descuelga por fuera para caer a las bandas. Este movimiento exterior es una herramienta valiosa que puede aportar profundidad y dinamismo al ataque del equipo.

Para ejecutar con acierto ese movimiento exterior y que tenga incidencia positivo en el juego con balón de su equipo, el delantero debe cumplir una serie de características. De manera destacada, debe tener la suficiente capacidad de leer el juego para tomar decisiones correctas en función de la posición del balón. También tomar en cuenta la ubicación de sus compañeros y la disposición del equipo contrario.

A nivel general, son claves la coordinación del 9 moderno con los jugadores exteriores, el lateral o el extremo. También la sincronización en los movimientos con esos jugadores exteriores para aprovechar al máximo las jugadas por fuera.

Por otro lado, en los movimientos a los carriles exteriores, también es habitual que el 9 moderno ayude a formar estructuras para generar las triangulaciones de balón. Estas triangulaciones suelen tener al delantero como destino final (arriba).

Para realizar con éxito esta acción, el 9 moderno es un jugador con dominio de la cobertura técnica del balón. Es decir: asegurar la posesión, para después encontrar al centrocampista libre sobre el carril central. Será este último jugador, y después de combinar con el 9, el encargado de percutir sobre los espacios interiores que genera el rival en su fase defensiva.

Darwin Núñez es uno de los jugadores que mejor ejecuta este tipo de movimientos desde su posición de delantero centro hacia los carriles exteriores. El jugador del Liverpool, partiendo desde dentro, es parte activa dentro de la creación del juego y avance de su equipo hacia zona de finalización por los carriles exteriores.

Es la zona de finalización en la que el equipo de Jürgen Klopp busca desbordar a su oponente atacando los espacios relevantes que provoca Núñez con sus movimientos diagonales de apoyo sobre los laterales. Para ello, de manera habitual, el lateral izquierdo del Liverpool, Andy Robertson, ejerce como pivote para generar paredes exteriores con el objetivo de profundizar a último tercio de campo rival (abajo).

Darwin Núñez asociándose en un costado. 9 moderno del Liverpool

Movimientos asociados con otro punta

Habitualmente, el 9 moderno tiene presencia en sistemas de juego con un solo punta. No obstante, este tipo de delantero también puede estar acompañado por otro atacante. Habitualmente este cuenta con características diferentes, como la de menor movilidad en el campo, pero sí más presencia en los metros finales.

Cuando juega acompañado por otro delantero, el 9 moderno ejecuta movimientos coordinados con su compañero de línea. Esta es una herramienta esencial para crear un ataque dinámico y efectivo por dentro. De este modo, el 9 moderno debe ofrecer sincronización con su compañero, al igual que la comprensión de sus movimientos. Todo ello, pilares fundamentales para su movimiento con otro atacante con el objetivo de superar a la defensa rival y generar ocasiones de gol.

El 9 moderno debe realizar movimientos constantes. Con ello genera espacios para el otro delantero, así como para ofrecer una línea de pase para los compañeros de segunda línea. Además, el 9 moderno debe coordinarse en los movimientos con su compañero de línea. Así genera confusión en la defensa rival, lo que abrirá nuevas opciones de ataque a su equipo.

En sistemas de tres delanteros —generalmente con dos extremos ofensivos a los lados—, el 9 moderno realiza movimientos coordinados con sus otros compañeros de línea. Movimientos contrapuestos, es decir, en direcciones opuestas, que buscarán desajustar la última línea defensiva rival y, por ende, intervalos relevantes en la defensa rival.

Un ejemplo de un ‘9 moderno’ acompañado por otro atacante o dos atacantes —dos extremos— es Robert Lewandowski en el Barcelona. El internacional polaco suele anticiparse a las acciones rivales, y siempre es consciente de dónde y cuándo se va a mover su compañero o compañeros de línea. Esa compresión permite a Lewandowski tomar ventaja posicional sobre su marcador, algo que le facilita llegar hasta zona de finalización con opciones de gol (arriba).

Ernesto Valverde suele jugar en el Athletic Club con  dos delanteros dentro de su sistema de ataque, siempre utilizando entre ambos desmarques o movimientos paralelos en zona de finalización, con el objetivo de encontrar los intervalos en la última línea defensiva.

Oihan Sancet, acompañado en la línea de ataque por Gorka Guruzeta, es el jugador que interpreta en el Athletic Club el papel de ‘9 moderno’. Habitualmente, Sancet se descuelga con el objetivo de buscar la espalda del lateral alejado, para llegar al remate por sorpresa sin ser detectado por el dispositivo defensivo rival (abajo).

Sancet, del Athletic, atacando a porteria. 9 moderno

Movimientos de ruptura en beneficio propio

El movimiento de ruptura es una herramienta fundamental dentro del bagaje del 9 moderno. A nivel general, este movimiento consiste en una acción explosiva y veloz, que tiene como objetivo superar en velocidad la línea defensiva rival y generar una ocasión de gol.

Para conseguir esos objetivos señalados, el 9 moderno debe ser un atacante capaz de realizar un esprint explosivo con el que dejar atrás a su marcador y aprovechar el espacio a la espalda de este lo antes posible. El movimiento de ruptura debe ser preciso y dirigido hacia un espacio libre en la defensa rival y ser ocupado de manera efectiva. Cabe destacar también que no todo se basa en la velocidad. El 9 moderno debe tener una buena lectura del juego para identificar estos espacios previamente. Esto debido a que la anticipación sobre el marcador es clave para obtener beneficios en este movimiento. 

Erling Haaland es posiblemente uno de los mejores delanteros en la ejecución del movimiento de ruptura en beneficio propio. En el juego del delantero del Manchester Ciy tienen una gran importancia la velocidad, la potencia y la finalización. Acciones en la que busca prioritariamente movimientos de ruptura en profundidad para recibir balones al espacio por parte de sus compañeros de líneas anteriores. En estas acciones para atacar el espacio, el delantero noruego aprovecha su velocidad para superar a los defensores rivales y enfrentarse al portero con ventaja (arriba).

Haaland también presenta una buena movilidad cuando se desmarca constantemente por intervalos entre centrales y laterales. En estas zonas busca recibir el balón en ventaja. Una vez en zona de finalización, traza movimientos circulares entre los centrales rivales, siempre con una alta velocidad. Esta acción le permite ganar la espalda a su oponente directo y, aunque es un jugador de alto instinto goleador, también optar por la opción de asistir con facilidad a un compañero mejor posicionado de cara al gol (abajo).

Erling Haaland atacando un espacio del Manchester City. 9 moderno

Movimientos para generar espacios interiores a otros compañeros

Dentro de los planteamientos ofensivos, los movimientos de ruptura del 9 moderno en zonas interiores son una herramienta táctica clave para el ataque de cualquier equipo. Estos movimientos no solo sirven para generar ocasiones de gol en profundidad, sino que también pueden ser utilizados para generar espacios interiores en la defensa rival.

Los espacios interiores que genera el 9 moderno con sus movimientos pueden ser aprovechados por los compañeros que tienen buen juego interior y saben crear ocasiones de gol con pases filtrados o disparos desde media distancia. Asimismo, los movimientos para generar espacios interiores pueden sorprender a los defensas rivales. Esto debido a que les hace dudar entre salir de zona para seguir la marca del delantero o temporizar. Aquello facilita opciones ofensivas a diversos compañeros de ataque, como el mediapunta, segundo punta en apoyo, interior o extremo.

Lautaro Martínez generando un espacio. 9 moderno del Inter

Lautaro Martínez es uno de los 9 modernos con mejor ejecución de los movimientos interiores para generar espacios. Ya sea en beneficio propio, o en favor de su compañero de línea, generalmente, Marcus Thuram, o jugadores de segunda línea.

Cuando el Inter de Milán ataca por exterior, por cualquiera de las dos bandas, Martínez busca acercarse al jugador con balón, previamente identificando los espacios por donde moverse con objetivo de atacar el espacio entre lateral y central rival (arriba).

En acciones de ataque más centralizadas, es decir por el carril interior, el delantero argentino realiza un movimiento exterior que genera espacios a los jugadores de segunda línea. En ese movimiento hacia fuera en el carril exterior, Martínez atrae con él la marca de uno o dos jugadores rivales (abajo). 

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