¿Qué es un 4-3-3?
El 4-3-3 es una formación que utiliza una línea de cuatro defensas –compuesta por dos centrales y dos laterales– detrás de una línea de mediocampo de tres. La configuración más frecuente en el mediocampo incluye un jugador más retrasado – el pivote– y dos interiores un poco más avanzados a cada lado. La línea atacante está compuesta de dos extremos -habitualmente a pierna cambiada- que juegan a cada lado de un solo delantero centro.
¿Dónde tiene su origen el 4-3-3?
En respuesta a la derrota en la final del Mundial de 1950 ante Uruguay, Brasil comenzó a utilizar una defensa de cuatro en una formación 4-2-4. Fue un dibujo que desarrollaron posteriormente en el Mundial de 1958, un torneo que lograron conquistar. Ya para 1962, Brasil había efectuado una nueva adaptación para generar una estructura 4-3-3 en la que el seleccionador Mário Zagallo demandaba a sus atacantes descolgarse a mediocampo.
En el siguiente Mundial, en Inglaterra en 1966, los anfitriones y ganadores del campeonato utilizaron un mediocampista más defensivo –Nobby Stiles– en una formación 4-1-2-3. Aunque el 4-3-3 se utilizó en Italia, Argentina y Uruguay en los próximos años, la selección holandesa y el Ajax de los setenta de Rinus Michels y Stefan Kovacs y fueron dos de los famosos conjuntos que inspiraron el uso de este dibujo. Las tácticas de esos equipos llevó al concepto de Fútbol Total y alentó a figuras como Johan Cruyff a utilizar el 4-3-3 cuando él también se convirtió en entrenador.
¿Cuáles son las responsabilidades de los jugadores en el 4-3-3?
La principal responsabilidad de los extremos es aislar a los laterales rivales y atacar en situaciones de uno contra uno, ya sea por fuera de sus oponentes para centrar o en diagonal por dentro para asociarse. Esta última opción es frecuente para extremos a pie cambiado o delanteros interiores que buscan salir de la banda, también con opciones de disparar a puerta. Los extremos que mantienen una posición exterior pueden ayudar a habilitar un espacio para ser ocupado por las carreras de un interior. Mientras, un extremo que se mueve por dentro genera espacio por fuera para el desdoble de un lateral.
El único delantero centro de la formación se desplaza por el campo a medida que se desarrolla la acción ofensiva, fijando al central rival situado cercano al balón. El delantero puede descolgarse en corto para asociarse y generar superioridades en el centro del mediocampo, o proporcionar carreras directas a la espalda de la defensa rival. Estas carreras buscan muchas veces intentar llegar a balones lanzados en profundidad, y en el proceso empujar hacia atrás a la defensa. Esto, a su vez, creará espacios centrales para que los mediocampistas o los extremos puedan ocuparlos.
El mediocampo de tres unidades suministra opciones de pase tanto para la salida desde atrás como para el juego de ataque. Los dos interiores con más vocación ofensiva suelen ser posicionados en los pasillos interiores y brindan carreras hacia adelante entre el extremo y el centrodelantero para situarse en posiciones para centrar. Si están más atrasados, conectan el lateral y el defensa central de su lado con el extremo y el delantero. El pivote es el enlace primordial entre la línea defensiva y el mediocampo, también el principal jugador a través del cual se efectúan los cambios de juego para progresar.
La línea defensiva, especialmente los centrales, se concentran en acceder al bloque del mediocampo central durante la salida de balón, especialmente si tienen una superioridad en esa zona. Frecuentemente, los centrales también se reposicionarán para permitir al pivote en mediocampo descolgarse a la línea defensiva durante la salida. Los laterales entonces empujarán hacia adelante, proporcionando la amplitud del equipo cuando los extremos a pie cambiado ingresen por dentro. De ese modo, los interiores pueden mantenerse más retrasados, brindado cobertura en caso de que el avance no prospere.
¿Cuáles son las responsabilidades de los jugadores sin el balón en un 4-3-3?
Tener tres jugadores en ataque significa que un 4-3-3 es un buen dibujo para ejercer una presión alta. Los extremos pueden comenzar en zonas interiores para bloquear las zonas centrales antes de presionar hacia afuera para forzar el balón hacia las bandas, con los delanteros centros buscando bloquear cualquier intento de cambio de juego. Es también posible que los extremos comiencen más hacia afuera y presionen hacia adentro, si el propósito es forzar el juego hacia la trampa del mediocampo. Otra opción es que los extremos se posicionen en línea con los dos interiores para formar un bloque en 4-1-4-1.
Los tres mediocampistas centrales dan cobertura y protegen las zonas centrales y pueden adaptarse rápidamente para convertirse en dos mediocampistas defensivos y un mediocampista avanzado, si es necesario. Esto puede ocurrir ya sea cuando se forme un bloque o al ejercer la presión. Cuando estén organizados sobre un 4-3-3, más tradicional, los interiores pueden presionar individualmente en banda por detrás de los extremos o saltar para presionar al delantero centro.
Los cuatro defensas permanecerán compactos la mayor parte del tiempo posible al defender en un bloque organizado, protegidos por el mediocampo de tres. Los rivales puedes atacar los espacios por fuera, en el intervalo entre el lateral y el extremo. Aquí, la línea defensiva puede atravesar el campo agresivamente. Los laterales puede saltar hacia adelante para apoyar un presión más alta, especialmente si el extremo del mismo lado está en posiciones adelantadas. La línea defensiva, nuevamente, se movilizará atravesando el campo para dar apoyo al lateral.
¿Cuáles son los mejores ejemplos de equipos que utilizan un 4-3-3?
Pep Guardiola ha utilizado un 4-3-3 como su dibujo inicial más principal. Con Barcelona, la amplitud era generada por los extremos como Lionel Messi, Pedro, Cristian Tello o Alexis Sánchez; o delanteros exteriores convertidos como Thierry Henry y David Villa (arriba). Actuando con jugadores exteriores altos funcionaba para fijar a la línea defensiva rival. Esto generaba espacio en los pasillos internos para que Xavi, Andrés Iniesta o Thiago dominara la posesión, y alimentaran el juego hacia los delanteros. Un centro delantero retrasado – o falso nueve – como Samuel Eto’o, Messi o Cesc Fábregas, ayudaban a generar ventajas numéricas en la zona central del mediocampo.
El Liverpool de Jürgen Klopp
En el 4-3-3 de Klopp, los extremos a pie cambiado, Mo Salah y Sadio Mané, se desplazan por dentro, permitiendo que los laterales, Trent Alexander-Arnold y Andy Robertson, se desdoblen y envíen centros, recortes hacia adentro y ofrezcan la mayor amplitud al equipo (arriba). Dos interiores jugando por delante del único pivote dan apoyo por detrás del balón. El delantero centro, Roberto Firmino, ofrece carreras a la espalda de la defensa rival para combinar en último tercio de campo, aunque es más proclive a descolgarse a zonas intermedias del mediocampo para generar superioridades en esta zona.
El Napoli de Maurizio Sarri:
El 4-3-3 de Sarri utilizaba una mezcla de extremos y laterales superpuestos para proporcionar la amplitud del equipo, a menudo con un dibujo asimétrico y con diferentes combinaciones en cada banda. En la izquierda, el extremo diestro Lorenzo Insigne recortaba hacia dentro, y el lateral izquierdo Faouzi Ghoulam se superponía. Marek Hamsík avanzaba por el canal interior izquierdo como parte del intercambio de posiciones por ese lado. En la derecha, el extremo José Callejón mantenía la amplitud, y el lateral Elseid Hysaj mantenía más a menudo su posición más conservadora, especialmente cuando Ghoulam se adelantaba (abajo).
¿Cuáles son las ventajas de jugar con un 4-3-3?
El 4-3-3 genera triángulos de manera natural (vídeo), dando a menudo al poseedor del balón varias opciones de pase en cualquier momento. Esto hace que implementar un estilo de juego basado en la posesión sea algo más fácil que otras formaciones.
La unidad de tres jugadores en el centro del campo puede generar ventajas numéricas en las zonas centrales, lo que potenciará más la intención de dominar la posesión. Un delantero centro descolgado o un lateral en posiciones interiores pueden añadir otro jugador más en el centro del campo. Esto puede ayudar a mantener una superioridad en el centro, en caso de que el rival también disponga también de centrocampistas centrales.
La formación también facilita que muchos jugadores se muevan hacia adelante y ataquen. Muchos equipos que juegan con un 4-3-3 acaban con una línea delantera de cinco, donde el delantero centro y los extremos son acompañados por los laterales o los interiores.
El 4-3-3 también es una buena formación para presionar. Una línea de tres delanteros proporciona un buen número de jugadores para agobiar a la defensa rival. El mediocampo de tres hombres proporciona cobertura y protección en las zonas centrales. Esto es útil tanto cuando se presiona alto como cuando se convierte en un bloque medio.
¿Cuáles son las desventajas de jugar con un 4-3-3?
El espacio que se deja en las bandas entre el lateral y el extremo en un 4-3-3 puede quedar al descubierto y ser el objetivo del rival. Esto suele ocurrir mediante rápidos contraataques y cambios de juego rápidos y directos.
Con esta formación, que anima a los jugadores a adelantarse e incorporarse al ataque, los equipos pueden quedarse cortos de efectivos a la hora de frenar o detener los contraataques rivales. Los adversarios pueden progresar más después de una transición, lo que significa mayores y más frecuentes carreras de recuperación bajo este dibujo. Esto aumenta la exigencia física de los jugadores.
Un único delantero centro puede quedar aislado en ataque si no cuenta con el apoyo de los atacantes de banda o de los interiores, por lo que puede encontrarse en inferioridad numérica frente a los centrales rivales. Esto también puede suponer una escasa presencia ofensiva en el área si los compañeros de equipo no realizan carreras de apoyo.
Puedes aprender más sobre táctica y el trabajo de los entrenadores en The Coaches' Voice Formación.