Darwin Machís
Cádiz, 2023-Actualidad
El Perfil:
Darwin Machís comenzó jugando al fútbol sala, donde llegó a jugar con las selecciones de su edad en Venezuela en esta disciplina. Fue a los 18 años cuando dio el salto al fútbol once, hasta ser llamado por Udinese, luego de haber ganado la Copa Venezuela con Mineros de Guayana.
El club italiano decidió cederlo a varios equipos durante las siguientes temporadas buscando su desarrollo, pasando por el Granada, Vitoria de Guimarães, Huesca, Leganés y Cádiz, club al cual regresaría en la 2023/24. Ya en su segunda etapa en el Granada (el club español formalizó su compra por 3 millones de euros en el verano de 2019) se convirtió en uno de los grandes protagonistas del equipo, siendo probablemente la pieza ofensiva más importante en el conjunto que dirigía Diego Martínez.
Un jugador también determinante y resolutivo en la selección de Venezuela. “Uno de mis máximos sueños sería formar parte de esos jugadores que llevan por primera vez a Venezuela al Mundial”, había señalado Machís, mientras con el Granada aspiraba "a jugar la Champions League”.
Análisis táctico:
Siendo un jugador apto para jugar en todas las posiciones del frente de ataque, se siente más cómodo cuando actúa por las bandas, de manera más regular en la izquierda, dentro del 4-2-3-1 que acostumbraba a jugar el Granada de Diego Martínez. Un rol también desarrollado en Venezuela en la etapa de Rafael Dudamel (2016-2020), añadiendo también la posición de mediapunta.
Ofensivamente, Machís tiene registros muy diversos, pero muy reconocibles, que varían dependiendo de su posición. Uno de sus aspectos más característicos cuando actúa en banda izquierda es salir del recorte hacia dentro con el exterior del pie, para buscar después el centro o el disparo a puerta (abajo).
Si juega por la banda derecha, al ser diestro, desarrolla mayor capacidad para correr al espacio. En este perfil busca llegar a línea de fondo para centrar al área pequeña buscando al delantero centro, situación que realiza a menudo con buenos resultados consiguiendo bastantes asistencias de gol (9 la temporada 2019/20). No obstante, también utiliza con soltura su pierna izquierda. Así, se le puede ver realizar pases precisos, centros al área o finalizar con un golpeo muy potente. También con un buen desplazamiento en largo al pie o al espacio que en alguna ocasión ha supuesto pase de gol.
En los momentos en los que actúa por dentro es capaz de detectar los espacios para recibir y realizar una conducción con gran velocidad para castigar defensas que se encuentren desprotegidas en el repliegue. Asimismo, ante la ausencia de espacios, recibe el balón y lo protege con garantía con su cuerpo, ayudando a la creación de líneas de pase con sus compañeros para acabar realizando un pase de seguridad que permita al equipo ordenarse mediante la posesión del balón.
Técnicamente es un jugador que posee una gran velocidad de movimientos, lo que le permite realizar una conducción de seguridad con el exterior del pie, siempre con el balón muy pegado y protegiéndolo del rival, interponiendo su cuerpo como barrera. Esta velocidad, a su vez, le permite ser muy efectivo en las situaciones de uno contra uno, buscando a continuación el disparo a puerta. Acción en la que es muy difícil de detectar su momento de golpeo, ya que arma la pierna muy rápidamente y casi sin necesidad de apoyo, restándole bastante tiempo de reacción al portero. También destaca su capacidad de golpeo desde fuera del área (abajo) con dos registros diferenciados. Disparo seco y disparo con efecto, que se va escapando de la trayectoria del portero para luego acabar encontrando portería.
En el apartado técnico es importante destacar la precisión en el pase, donde con poco espacio suele colocar el balón en el pie del compañero siempre en situación ventajosa aprovechando la orientación corporal de este. Por otro lado, su acción técnica más característica es el golpeo de interior con mucha rosca, asemejándose al que acostumbra a hacer el argentino Lionel Messi, en el que siempre se busca al hombre que entra en carrera al área para que pueda controlar o desviar con la cabeza. Un golpeo que va de fuera a adentro, muy difícil de detener para los defensas rivales.
En el último tercio de campo, se puede distinguir a Machís con registros en todas las situaciones, ya que sus desmarques de ruptura son muy determinantes gracias a su percepción del juego y su velocidad (abajo), donde, además, tiene una gran capacidad para definir con acierto por abajo en el mano a mano, regateando al portero o con una vaselina. Otro de sus fundamentos es la capacidad de interpretar la jugada cuando discurre por banda contraria, atacando el segundo palo para rematar de cabeza con buenos resultados.
A nivel defensivo se suele situar en cualquiera de las dos bandas en el 4-1-4-1 que desarrollan sus equipos en repliegue, mostrando compromiso en las basculaciones y un trabajo de bloque. A nivel individual es capaz de detectar un mal control o una situación comprometida para realizar una presión al poseedor del balón muy agresiva e intensa, donde muchas veces logra la recuperación.
Llega a las ayudas a su lateral si es necesario y realiza la cobertura defensiva. Es un jugador que, sin ser potente en el juego aéreo, es capaz de disputar con intensidad esas acciones, llegando a ganar estas acciones en muchos momentos. Sin embargo, casi siempre con despejes que no llegan a conectar con sus compañeros.
En transiciones defensivas, es capaz de activarse en la presión tras pérdida con facilidad y acosar al poseedor de una manera rápida y agresiva, sin otorgar tiempo a colocarse. Si no existe esa primera presión, se repliega hasta meterse en su línea de 4 protegiendo zona central y portería, mientras en las situaciones de contragolpe su velocidad y espíritu de sacrificio le permite llegar a las ayudas defensivas.
En cuanto a las transiciones ofensivas tiene dos opciones diferenciadas que generalmente ejecuta con buenas decisiones. Si encuentra una posibilidad de progresar rápido en contraataque con superioridad numérica, (cualitativa y posicional) ataca la defensa rival con velocidad para tratar de finalizar con éxito la jugada. Si, por el contrario, no contempla una superioridad clara tratará de asegurar la posesión buscando una línea de pase de seguridad con un compañero para desarrollar una nueva jugada de ataque.
En las acciones a balón parado, era el encargado de ejecutarlas en el Granada y en Venezuela, optando por centros tensos que generalmente buscan atacar el área pequeña. Y especialmente enfocados sobre dos socios en cada equipo: Domingos Duarte y Germán Sánchez en el Granada (abajo); Salomón Rondón y Yordan Osorio en Venezuela. Cuando no ejecuta el córner, su rol puede ser ir a realizar el 2 contra 1 con el sacador, o quedarse en la frontal para proteger un posible contraataque o finalizar la jugada si hay balón muerto.
A todas sus cualidades técnicas y tácticas, el jugador venezolano suma la intensidad que le imprime a las acciones, que le permiten llegar con mucha fuerza para ganar duelos individuales en cargas con el tren superior.
Además, no solo posee una gran velocidad en sus movimientos si no que la compagina con una gran rapidez de desplazamiento desde distancias cortas, lo que facilita las ventajas que genera con sus desmarques de ruptura al espacio, toda vez que además es capaz de interponer su cuerpo por delante para dificultar la defensa de la jugada. A nivel de resistencia, es un jugador que aguanta bien los partidos por la velocidad y ritmo que imprime en sus acciones.
A la edad de 29 años se muestra como un futbolista veloz y muy completo, que tras sus pasos por Granada, FC Juárez de México y Valladolid, intenta afianzarse en esta, su segunda etapa en el Cádiz..