Martin Odegaard
Real Madrid, 2015–
El Perfil:
El noruego Martin Odegaard tenía solo 16 años cuando en enero de 2015 se unió al Real Madrid procedente del Stromgodset por cerca de 3 millones de euros. Despertando comparaciones con Lionel Messi, asumió sin embargo lo que se veía como un riesgo. Como Odegaard, Sergio Canales también fue considerado en su momento como uno de los jóvenes talentos más prometedores del mundo, pero que al mudarse al Santiago Bernabéu, vio su carrera estancarse, no alcanzando todo su potencial hasta temporadas después, sobre todo en el Real Betis.
Antes de llegar al Real Madrid, Odegaard se había convertido en el jugador más joven en jugar y marcar en la Premier League noruega (contribuyó con cinco goles y siete asistencias en 23 apariciones con el Stromsgodset). Ya como jugador blanco, y después de un periodo en el segundo equipo, el club apostó por su desarrollo a través de las cesiones al SC Heerenveen y al S.B.V. Vitesse de Holanda y la Real Sociedad, equipo donde mostró un alto nivel de juego que no ha podido reproducir en su vuelta al Real Madrid.
Zinedine Zidane lo utilizó en los dos primeros partidos de la Liga 2020/21, jugando como interior o mediapunta, pero desde entonces su presencia ha sido casi testimonial. Una situación que lo ha llevado a optar por una nueva cesión, firmando por el Arsenal de Mikel Arteta hasta el final de temporada.
Análisis táctico:
La vocación ofensiva de Odegaard es evidente, buscando avanzar con el balón cada vez que puede, normalmente a través de sus precisos e incisivos pases. Su habilidad para romper líneas, o incluso superar bloques defensivos, es una característica destacada de su juego. La velocidad de sus pases no solo ayuda a esta función, sino que sus balones son enviados con tal precisión que facilita al receptor la mejor oportunidad de realizar la próxima acción en clara ventaja (abajo).
Ha alcanzado la madurez necesaria para comprender bien el juego y cómo tener el mejor acceso a los movimientos de apoyo de sus compañeros de equipo. La elección del momento oportuno para el pase suele permitirles a sus compañeros colocarse en la mejor posición posible para recibir, asegurándose de que el equipo no pierda la posesión.
La fluidez de sus movimientos también le da a Odegaard el impulso extra en sus pases, además de una gran energía en su fase ofensiva. A pesar de su juventud, es un jugador inteligente tácticamente. Sabe reconocer cuando debe buscar el espacio después del pase, retrasar su posición o conducir el balón para generar situaciones a favor de 2 contra 1.
Cuando no hay opciones de pase por delante, también es capaz de mantener el balón y maniobra con él hasta encontrar espacios. Aunque no es un jugador veloz, sí tiene suficiente equilibrio y agilidad para cambiar rápidamente de dirección, a menudo evadiendo cualquier presión. Esto es útil con y sin balón, ya que sus cambios de dirección en espacios tan cortos ayudan a liberarse de la presión que se le avecina.
Otro aspecto clave del juego de su juego con balón es su capacidad de girar y seguir la acción cuando no hay opciones por delante. Con estos giros internos o externos, bastante simples, pero efectivos, el noruego lleva a los defensores rivales hacia delante si se perfila de cara a su portería o los fija en defensa por completo cuando sale por fuera o en diagonal. Esto crea espacios para jugar a la espalda o entre líneas rivales, especialmente cuando los defensores deciden presionarlo cuando él gira. Además de esta acción, cuando está bajo una presión intensa, utiliza "la croqueta" (abajo), intercambiando rápidamente el balón de un pie a otro, para superar a su marcador. Ejecutada a un alto nivel, no es muy diferente al regate que era uno de los sellos de Andrés Iniesta.
Sin embargo, a diferencia del exjugador del Barcelona, solo juega con la pierna izquierda (su perfil dominante), lo que a veces puede afectar su juego, especialmente desde el lado izquierdo del campo. Aunque parte desde la derecha, cada vez que se mueve lejos del balón, sus opciones de pase se reducen. Es entonces cuando más depende de los movimientos de apoyo de sus compañeros, reduciendo así su capacidad de progresar.
Rol en la Real Sociedad:
Durante su etapa en Holanda, Odegaard jugó principalmente en el perfil derecho. Aunque el Vitesse alternó entre el 4-3-3, 4-2-3-1 y 4-4-2, el noruego siempre se mantuvo en ese perfil, jugando como interior o extremo. Mientras tanto, en su paso por la Real Sociedad volvió a ocupar posiciones interiores o de mediapunta; también siempre arrancando desde el perfil derecho.
Sobre un 4-3-3, la Real Sociedad construyó su juego sobre dos jugadores zurdos con carácter ofensivo en el medio del campo, Odegaard y Mikel Merino. Merino adoptaba una posición más retrasada en el doble pivote, con una versatilidad y habilidad de recuperación de balón mayor que la del noruego, especialmente en los momentos de transición defensiva.
Arrancando desde la derecha, Odegaard era el jugador más creativo de un triángulo en el medio del campo (abajo), con el lateral derecho Joseba Zaldúa en desdoblamientos por banda ante la estructura defensiva rival. Desde ahí, los extremos Adnan Januzaj o Portu se movían por dentro, creando más espacio para los ataques de Zaldúa. A esto se sumaba su habilidad en la conducción en estos espacios para penetrar en ataque. Además, como partía desde atrás, su amplia variedad de pases podía tener más desarrollo, con más jugadores por delante de él o de la línea de pase.
Cuando el lateral derecho Zaldúa era bloqueado o muy presionado, los movimientos por dentro de Januzaj habilitaban espacios para su conducción en ataque. Aquí, las rápidas combinaciones entre Odegaard y Januzaj –dos jugadores con un alto entendimiento- ante el bloque defensivo rival daban oportunidad a los extremos para atacar por dentro o por el lado izquierdo.
Sin embargo, el carril izquierdo de la Sociedad no reflejaba ese patrón de ataque, a pesar de que los zurdos Aihen Muñoz o Nacho Monreal también avanzaban constantemente y se unían al extremo izquierdo Mikel Oyarzabal, con quien Odegaard tenía también una gran conexión. El pivote defensivo en mediocampo le proporciona el apoyo desde la derecha y Merino, en las coberturas en transiciones, le permitía más libertad para sus carreras verticales.
Odegaard también actuó en algunos momentos como mediapunta. Sin embargo, a pesar de jugar en un papel más central, sus movimientos todavía tuvieron una fuerte presencia desde el carril interior derecho. Sin embargo, la diferencia cuando adoptó esta posición fue recibir más abierto, ya que sus oponentes directos no le acompañaron en la marca cuando fue a zonas más retrasadas.
Un desarrollo que le permitió avanzar más con el balón para generar combinaciones entre líneas, en lugar de buscar la carrera vertical ante la defensa. Debido a su carácter ofensivo, Odegaard atacó los espacios por dentro y alrededor del área rival con mayor frecuencia mientras continuaba sus carreras hacia adelante, especialmente durante los momentos de transición.
Redacción: Héctor García