Moussa Dembélé
Cedido por el Lyon al Atlético de Madrid
El Perfil:
La llegada de Moussa Dembélé al Atlético de Madrid, con 24 años, supone para el prometedor delantero quizás su mayor reto. La marcha de Diego Costa había dejado al Atlético Madrid con la necesidad de un ariete más, aunque el equipo no esté exento de un gran talento ofensivo con jugadores como Luis Suárez, Marcos Llorente y João Félix. Todos ellos representan competencia para Dembélé, quien tiene por delante el objetivo de consolidarse en el Atlético, algo que no consiguieron otro atacantes de alto nivel bajo la dirección de Diego Pablo Simeone, entre los que se encuentran Álvaro Morata, Raúl Jiménez o Jackson Martínez.
Llega cedido por un coste de 1,5 millones de euros, guardándose el Atlético una opción de compra al final de la temporada 2020/21 por 33 millones. "Tendremos tiempo para hacerle saber lo que queremos de él exactamente, mientras tanto le dejamos que se asiente de la mejor manera con sus compañeros", dijo su técnico, Diego Simeone. "Le veo ilusionado y contento. Es un número nueve y esperamos de él todo lo bueno que vimos para traerlo al Atlético de Madrid".
Análisis táctico:
La mayor fortaleza de Dembélé está en sus carreras a la espalda de la defensa rival (abajo). A menudo busca posiciones interiores para poder recibir más allá de la línea defensiva del rival, pero siempre dentro de los límites de los márgenes del área. Utiliza su impresionante aceleración para alejarse de sus marcadores, ganando el tiempo necesario para adoptar la mejor posición corporal mientras frena para disparar. Asimismo, se mantiene tranquilo en el mano a mano con el portero, por lo que suele rematar con facilidad.
Cuando se desplaza a posiciones más retrasadas, realiza un doble movimiento, similar a los que ejecuta Romelu Lukaku. El primero tiene como objetivo arrastrar la marca rival y generar una mejor línea de pase hacia la trayectoria del que será su segundo movimiento, ejecutado en dirección contraria, facilitando así la posibilidad de recibir el balón con menos presión, lo que aumenta sus posibilidades de marcar. Es igual de eficaz con los movimientos de fuera a dentro y de dentro a fuera, tanto en su sentido de la oportunidad como en la precisión de su disparo.
Cuando puede, Dembélé prefiere atacar el espacio a la espalda en el perfil derecho, desviándose ligeramente de su posición central antes de volver para disparar a portería. En el perfil izquierdo, busca recortar a su rival antes de disparar, por lo que necesita más tiempo con el balón en sus pies. En zonas interiores, mientras tanto, suele optar por remates al primer toque.
En los disparos con pierna izquierda, opta por la potencia, y ha tenido cierto éxito en ello, pero no cabe duda de que es más preciso con la derecha (su pie dominante). Un perfil desde el que puede variar más sus remates, con potencia cuando es necesario, pero también amagando el lanzamiento para eludir al portero o buscar elevar el balón por encima de él.
Sin embargo, en los centros, y cuando ataca por delante de sus rivales, Dembélé opta ocasionalmente por mantenerse detrás de la línea de pase. Cuando la acción ofensiva se desarrolla por delante de él, se posiciona para intentar el envío al área (abajo). Para ello, necesita las carreras de un compañero para generar la oportunidad de rematar esos centros, ya que, de lo contrario, los defensores rivales pueden intervenir y despejar. En las acciones de ataque de los envíos aéreos dentro del área, en lugar de competir por los remates de cabeza contra los defensores centrales más grandes, intentará golpear con el pie, preferiblemente de volea.
El juego asociativo de Dembélé, cuando no se mueve por detrás, puede ser eficaz, pero su mejor momento es cuando mira hacia delante. De espaldas a la portería, le cuesta frenar a los defensores y proteger el balón mientras busca a un compañero para asociarse. Así, y al igual que ocurre con sus remates, cuantos menos toques realice, más eficaz será en la combinación con sus compañeros.
Rol en el Lyon:
Antes de fichar por el Atlético, Dembélé marcó 45 goles en 108 partidos con el Lyon, es decir, un gol cada 2,4 partidos, un promedio de goles algo inferior a su etapa en el Celtic, donde marcó 51 veces en 94 partidos. En el Lyon mostró un gran impacto dentro del área, desde donde llegaron el 93% de sus goles.
En el Lyon se le utilizaba principalmente como único delantero, y era apoyado por una serie de centrocampistas ofensivos que avanzaban desde segunda línea o se movían hacia el interior desde banda. Su entrenador, Rudi García, volvió a utilizar un 4-3-3 durante la temporada 2020/21 después de un breve pero, exitoso periodo -sobre todo en Europa- con tres centrales hacia la conclusión de la temporada 2019/20 y en las primeras semanas de la 2020/21. Fue tras esa reconversión a un 4-3-3 cuando Dembélé perdió su puesto como delantero centro del Lyon.
Anteriormente, Tanguy Ndombele y Nabil Fekir eran los dos principales jugadores creativos del Lyon en las zonas centrales, y habilitaban con frecuencia las escapadas de Dembélé hacia adelante y las carreras de apoyo de su extremo Bertrand Traoré. Tras las salidas de Ndombele y Fekir en 2019 al Tottenham y al Real Betis, respectivamente, Houssem Aouar, Lucas Paquetá, Bruno Guimarães y el influyente Memphis Depay pasaron a ser sus principales fuentes creativas. Desde banda, Karl Ekambi y Tino Kadewere ofrecían potentes movimientos hacia el interior, tanto con el balón como sin él, y proporcionaban carreras en profundidad desde la banda; también adoptando regularmente posiciones interiores en fase defensiva.
Como consecuencia, Dembélé, que antes era el principal jugador que atacaba los balones a la espalda, se encontró con que otros compañeros de equipo realizaban movimientos similares y se agolpaban en su espacio. Los actuales jugadores de banda del Lyon ofrecen carreras por detrás con mucha más frecuencia que sus predecesores, y obligan a los laterales rivales a situarse antes en posiciones más estrechas. Por tanto, los dobles movimientos de Dembélé se encontraban a menudo con la presión de esos laterales, lo que dificultaba su capacidad de recibir de cara a portería y reducía considerablemente su influencia ofensiva.
Las posiciones de partida más amplias de sus extremos estiraban horizontalmente las defensas rivales, generando mayores espacios para los balones interiores. Esos pases en profundidad en los pasillos interiores también podían servir para liberar a Dembélé, a esos extremos o a los laterales en su progresión ofensiva, quienes a su vez eran capaces de buscar el centro hacia él.
Sin embargo, la línea atacante del Lyon más estrecha en la 2020/21, redujo esos espacios interiores, lo que hizo que Dembélé tuviera dificultades para superar a sus oponentes con suficiente frecuencia, por lo que se movió más hacia el balón (arriba) y a los espacios centrales entre líneas. Como consecuencia de esto, encontró mayor oposición a la hora de disparar. A lo largo de la temporada 2020/21 con el Lyon, casi un tercio de sus disparos se produjeron desde fuera del área, frente a sólo un 16% en sus dos primeras temporadas. Una situación donde es menos eficaz, como lo demuestran sólo dos de sus 45 goles con el Lyon en disparos desde media distancia.
Redacción: Héctor García