Jack Grealish
Manchester City, 2021-Presente
El Perfil:
Después de convertirse en el hombre clave del Aston Villa, el equipo desde que siguió desde niño, y de demostrar su capacidad en la escena internacional con varias actuaciones destacadas para Inglaterra en la Eurocopa 2020, Jack Grealish ya ha tenido la oportunidad de ponerse a prueba jugando al más alto nivel con regularidad.
Tras anotar el gol que le aseguró al Villa la permanencia en el día final de la temporada 2019/20, Grealish dejó atrás cualquier posibilidad de estar en una pelea por evitar el descenso al unirse a Pep Guardiola en el Manchester City, tras cerrarse su transferencia por casi 117 millones de euros, cifra récord para la Premier League. “Estoy increíblemente contento de unirme al City”, dijo Grealish al fichar. “El City es el mejor equipo en el país con un entrenador considerado como el mejor del mundo. Es un sueño hecho realidad ser parte de este club”.
Análisis táctico:
Grealish es un centrocampista de gran talento a quien le encanta tener el balón y habilitar siempre una opción de pase a sus compañeros. No es un interior, ni un mediapunta tradicional, ni tampoco se le puede definir como un delantero al uso. Su juego prospera cuando se le da libertad para moverse en cualquier posición en la que tenga más posibilidades de encontrar el espacio y llegar al balón.
En el Aston Villa gozaba de esa libertad: moverse por el campo para encontrar la opción de pase y buscar rápidamente la forma de girar para jugar de cara a los delanteros. Los rivales suelen seguir su marca cuando se desplaza a posiciones más retrasadas para recibir (abajo), porque Grealish se muestra más amenazante cuando tiene la más mínima oportunidad de girarse y encarar la portería. Con el balón en sus pies, su instinto inmediato es conducir hacia delante con determinación, llevando a su equipo hacia arriba lo más rápido posible. El Villa se veía a menudo acorralado por sus adversarios; una situación en la que Grealish es capaz de aliviar la presión poniendo rápidamente a esos adversarios en apuros.
Es uno de los mejores regateadores de la Premier League, con un centro de gravedad bajo y una técnica que le permite mantenerse perfectamente equilibrado cuando mueve el balón con el pie derecho, y, por lo tanto, es capaz de girar en cualquier dirección lejos de su marcador. A veces puede parecer que se mueve con demasiada lentitud y que permite a los rivales recuperar su posición defensiva, pero lo hace para aprovechar su veloz cambio de ritmo. Espera el momento oportuno para cambiar rápidamente de dirección y eliminar a su adversario directo antes de dar un pase o buscar el disparo a puerta.
Es claramente más fuerte con el pie derecho (su perfil dominante), por lo que los adversarios intentan hacerle jugar con su pierna izquierda, pero Grealish ha trabajado con detalle su regate cuando juega con el balón con su pie no dominante, normalmente por fuera, porque tiende a jugar por este perfil. Mueve el balón hacia su pierna izquierda, justo fuera del alcance de su oponente, antes de seguir en camino directo rápidamente con su siguiente toque.
Un toque que le habilita para atacar el lado débil del defensor rival, que a menudo tendrá que recurrir a cometer una falta para frenarlo, algo que se repite a menudo. Así, en la temporada 2019/20, Grealish estableció un nuevo récord por ser el jugador que más veces recibió faltas en una temporada de la Premier League, con un total de 167, una media de cinco por partidos.
Puede que en ocasiones caiga al suelo con demasiada facilidad, pero, más que ningún otro jugador de la Premier, también se coloca en posiciones en las que los defensores tienen que tomar medidas evasivas para no verse superados.
Rol en el Aston Villa:
Grealish solía jugar como extremo izquierdo, aunque también era titular en muchos partidos en el centro del campo o como mediapunta. Independientemente de su posición, optaba por perfilarse hacia la izquierda y tener el balón al espacio en ese lado del campo.
Su objetivo cuando llega allí es desplazarse por la banda y combinar con un jugador por dentro (arriba), antes de buscar un pase de vuelta que le permita tener el balón y encarar la portería por el lado débil del mediocampo rival. Esta es la posición en la que Dean Smith quería que Grealish se posicionara lo más a menudo posible, y precisamente la situación que los rivales del Villa querían evitar, porque es donde más peligroso se muestra.
Cuando Grealish se enfrenta a un defensa, los rivales tienen que tomar una decisión importante. Salir y enfrentarse a él -y arriesgarse a que supere la última línea de defensa- o retroceder con la esperanza de que un centrocampista pueda recuperar la posición defensiva. Grealish es una amenaza tan grande que, en esas situaciones, suele atraer a más de un rival hacia el balón, algo que libera a un compañero con el que puede asociarse, tomando en esas situaciones un rol como asistente (abajo).
Menos acertado se muestra cuando busca el disparo a puerta en esas situaciones, una faceta de su juego que puede mejorar todavía. Si representara una mayor amenaza de cara al gol con su golpeo, los defensores casi siempre tendrían que cerrarle el paso en lugar de retroceder. Si los rivales tuvieran esa amenaza extra de la que preocuparse, su juego ofensivo aumentaría en prestaciones, con remates desde corta o media distancia.
Otro aspecto en el que Grealish puede mejorar es su movilidad sin balón. En el Villa era el jugador diferencial y el futbolista por el que pasaban todas las jugadas de ataque, pero es algo que podría utilizarlo en beneficio de su equipo realizando más carreras de desmarque que aparten a los rivales de las vías de pase clave para otros atacantes. La mejora de sus movimientos podría ayudarlo a convertirse en un atacante aún más eficaz en un equipo como el City, donde los rivales se tendrán que ocupar de muchas otras fuentes de peligro.
Grealish es un jugador de un nivel excelso todavía con margen de mejora y con un enorme futuro por delante. Y bajo la guía de Guardiola lo terminó ganando todo un par de temporadas después de su arribo.