Adama Traoré
Woles, 2018-Presente
El Perfil:
Adama Traoré firmó por su tercer equipo en la Premier League con solo 22 años, cuando, en agosto de 2018, el Wolves pagó 20 millones de euros al Middlesbrough por su traspaso. Había jugado dos años en el “Boro” después de dejar el Aston Villa, club que invirtió 10 millones de euros en su fichaje, procedente del Barcelona, en 2015. Sin embargo, el delantero no llegó a jugar ningún partido en la Premier League con la camiseta de los “Villanos”.
En el Middlesbrough, su entrenador, Aitor Karanka, quien lo conocía desde que a los 8 años entró a formar parte de las categorías inferiores del Barcelona y la selección española, le hacía cambiar de banda en cada tiempo para que siempre estuviera cerca del banco, desde donde podía darle instrucciones. El director técnico español entendía que al delantero le faltaban conocimientos tácticos, y requería esa guía precisa que él le daba.
Incluso durante su primera temporada en el Wolves fue más bien un suplente de lujo, pero durante su segunda campaña finalmente ha sido capaz de añadir la necesaria comprensión del juego a su deslumbrante poderío físico. En forma, Traoré está entre los jugadores más llamativos de la Premier League. “Su manera de crear juego, el modo de superar a los rivales... Puede hacer esto y otras cosas”, ha señalado su entrenador Nuno Espírito Santo mientras continúa su evolución.
La deslumbrante actuación que esta desarrollando esta temporada le ha llevado también a estar en los planes de la selección española. El ex seleccionador Robert Moreno ya lo convocó para los partidos amistosos de finales de 2019, pero finalmente no llegó a la concentración debido a una lesión. Será ahora Luis Enrique quien defina su presencia en el equipo nacional.
Análisis táctico:
Traoré muestra su mejor versión desde el perfil derecho en una línea atacante de tres, desde donde su velocidad, potencia y capacidad para driblar en el 1 contra 1 representan su mayor amenaza. Regularmente intenta posicionarse por fuera del lateral rival y cerca de la línea de banda, atacando su espalda para superarlo.
Si el lateral responde retirándose a una posición más retrasada, Traoré ofrecerá entonces una opción de pase al pie. Si recibe el balón de cara a la portería rival, acelerará con toques en largo para superar a su rival o correrá directo hacia él antes de reducir la velocidad, a veces hasta detenerse por completo, asegurando que ese oponente también disminuya la velocidad para luego acelerar nuevamente para pasarlo.
Sus intentos para superar a un rival son a menudo predecibles (abajo); lo más común es que utilice la parte exterior de su pie derecho para adelantar el balón por delante del oponente antes de correr hacia él y progresar con el balón. Su preferencia después de superar a un defensor implica buscar el centro aéreo hacia el segundo palo.
En esta temporada ha aumentado su variedad; con un toque en diagonal hacia atrás ante ese mismo defensor para tener una mejor visión de juego y asociarse con un compañero de equipo, en lugar de buscar un centro sin un objetivo claro dentro del área.
Cuando recibe de espaldas a portería, y por tanto con presión por detrás, su respuesta es de nuevo más rutinaria: utiliza su cuerpo para proteger el balón, hace un toque interior con el pie derecho (ayudado de su brazo) y luego pasa por delante del defensor.
Rol en el Wolves:
Desplegado regularmente como atacante en el perfil derecho en la formación 3-4-3 ofensiva del Wolves, la relación de Traoré con Matt Doherty, también por el lado derecho de esa estructura (abajo), sigue evolucionando. Regularmente intentan crear situaciones de 2 contra 1 ante los defensores, permaneciendo uno de ellos por fuera y el otro (generalmente Doherty, debido a la superioridad de Traoré para correr por dentro bajo presión desde menos ángulos) en la derecha, en zonas intermedias y ofreciendo carreras en superposición.
Cuando juega en la izquierda tiene mucho menos potencial debido a su deseo de jugar con su pierna derecha, pero en zonas más congestionadas que las que puede encontrar en el costado derecho. También se ha destacado como un recambio de impacto saliendo del banquillo y como carrilero en el 3-5-2 de Espírito Santo. No obstante, cuando actúa bajo este rol lo hace desde una posición mucho más retrasada, provocando que sea menos peligroso en las transiciones.
En fase defensiva, el Wolves adopta con mayor regularidad un 5-2-3 en bloque medio. Traoré se muestra pasivo cuando no tiene el balón, pero eso lo hace capaz de ofrecer una salida inmediata tras recuperación. Realiza un papel similar si el balón está en el perfil izquierdo: permanece separado de los centrocampistas, en una posición más avanzada, y solo retrocede su posición si el ataque en contra se desarrolla por su lado.
Es en las transiciones donde representa mayor amenaza (abajo). Las posiciones que adopta cuando el equipo está sin balón, invitan a sus compañeros a encontrarlo tras la recuperación de balón. La habilidad de juego de João Moutinho y Rúben Neves complementan particularmente ese enfoque, ambos ayudándolo a aumentar los goles (6) y las asistencias (10) a través, principalmente, de un juego directo.
Si bien Raúl Jiménez es uno de los compañeros que se ha beneficiado de las acciones de Traoré –los movimientos del delantero mexicano han contribuido a crear oportunidades de gol-, el atacante español también está demostrando una mayor disposición a buscar el disparo desde fuera del área, y a provocar faltas que ofrecen la oportunidad a Moutinho de cobrar tiros libres desde posiciones peligrosas. Más allá de todos los progresos y el entusiasmo que genera, la productividad de Traoré frente al arco sigue siendo un motivo de frustración.
Con una mejora en la definición y el último pase, no sólo generaría más opciones de gol, sino que aumentaría sus registros de cara a puerta. Por otro lado, tiene un gran potencial cuando corre con el balón, pero en algunas ocasiones aún sigue utilizando demasiados toques en un espacio demasiado pequeño, facilitando a los defensas contrarios la recuperación de su posición en defensa.
Si además continúa mostrando una mayor inteligencia, y, por lo tanto, una mejor comprensión de cuándo jugar a uno o dos toques, o más, podría finalmente alcanzar su máximo potencial. "Tiene mucho margen de mejora", como señaló Espírito Santo, quien también agregó que están "construyendo un jugador".
Redacción: Héctor García