Pedro Caixinha
Red Bull Bragantino, 2023-Actualidad
Todo comenzó cuando todavía era jugador. Ser profesional era un sueño de la infancia.
Y yo hice todo lo posible para hacerlo realidad. Sin embargo, lo máximo que alcancé fue ser el tercer portero del Portimonense, equipo de la Primera División de Portugal.
Decidí entonces intentar volar más alto a través de la ruta académica. Soy licenciado en Ciencias del Deporte, con especialización en fútbol. Tengo un Máster en Entrenamiento de Alto Rendimiento. Además de haber realizado los cursos requeridos por la UEFA para ser entrenador profesional.
Otra parte importante de mi formación fue la curiosidad por conocer la realidad de otros profesionales. En varias ocasiones me colgué la mochila a la espalda y fui a averiguar cómo trabajan los equipos grandes.
Visité clubes como Real Madrid, Atlético de Madrid y Manchester United. Pero la formación de un buen profesional debe ser continua.
Intento actualizar mis conocimientos en todo momento.
El fútbol tiene ciclos interesantes. Cuando comencé como entrenador, el deporte abría las puertas más fácilmente a los exjugadores. Las oportunidades eran más asequibles para ellos.
En Portugal, en particular, los entrenadores que se formaban por la ruta académica solo pasaron a tener más espacio en el mercado después del éxito de Carlos Queiroz (arriba) y José Mourinho. Ellos demostraron que era posible ser un técnico del más alto nivel sin haber sido un jugador destacado.
Lo curioso es que vine al Sporting por mi Master. El tutor de mi maestría era el director de la Academia del Sporting de Portugal, el profesor Pedro Mil-Homens. Él fue quien me invitó a asumir la tarea de analista en el cuerpo técnico de Fernando Santos, hoy día entrenador de la selección portuguesa.
"La formación de un buen profesional debe ser continua. Intento actualizar mis conocimientos en todo momento"
Hice una entrevista rápida con Fernando Santos. La empatía fue inmediata. Le estoy muy agradecido por esa oportunidad. Cuando dejó el cargo, su sucesor en el club fue José Peseiro (abajo).
Casualmente, Peseiro había sido colega en el Master. Entonces, teníamos una conexión y, como ya formaba parte de la estructura del Sporting, terminé asumiendo el papel de asistente técnico.
En la temporada 2004/05 llevamos al Sporting a la final de la antigua Copa de la UEFA (actualmente Europa League). Desafortunadamente, perdimos el encuentro ante el CSKA de Moscú. Pero fue una experiencia fantástica. El equipo tenía mucha calidad. Trabajar con tanta gente competente solo me hizo evolucionar como técnico.
Fueron siete años como asistente de José Peseiro (abajo). Si tuviera que resumir esa relación en una palabra, elegiría 'lealtad'. En mis cuerpos técnicos, hay tres cosas esenciales: lealtad, competencia y espíritu para cumplir la misión.
Junto a Peseiro, trabajé en cinco equipos diferentes. Empezamos en el Sporting, luego estuvimos en Al-Hilal, en Arabia Saudita; Panathinaikos, en Grecia; Rapid Bucarest, en Rumanía y, finalmente, en la selección saudí.
En cualquier relación es necesario dejar muy claras las cosas desde el principio. Y Peseiro siempre supo que tenía el deseo de convertirme en primer entrenador. Simplemente no sabía cuándo sucedería eso. Pero de que sucedería, algún día, no había duda.
"Los entrenadores que se formaban por la ruta académica solo pasaron a tener más espacio en el mercado después del éxito de Queiroz y Mourinho"
Mi primera gran muestra de fidelidad a Peseiro tuvo lugar en el Sporting. Cuando dejó el cargo, el club me invitó a quedarme y establecer un departamento de scouting. En el fútbol, los principios a menudo se olvidan para obtener ventajas personales.
Pero no podía pensar solo en mí mismo. Entonces hablé con él, y me hizo sentir que tenía que ser mi propia elección lo de aceptar el trabajo. Ya que él no se iba a comprometer con otro proyecto hasta el final de la temporada.
Me quedé en el Sporting hasta que Peseiro aceptó un nuevo desafío. Mientras tanto, mi trabajo en el club de Lisboa consistió, en un principio, en hacer un análisis de los deportistas del propio club.
Luego comenzamos a producir informes sobre jugadores cedidos por el Sporting. Además de analizar a los rivales del equipo. Y, finalmente, también monitoreamos el mercado para sugerir posibles contrataciones.
El primer desafío tras la salida del Sporting fue en el fútbol saudí. Curiosamente, fue en el mismo país donde terminó la asociación entre Peseiro y yo. Estábamos en el equipo de Arabia Saudita y me invitaron a dirigir el equipo olímpico, que luchaba por un lugar en los Juegos de Londres 2012.
"Si tuviera que resumir la relación con José Peseiro en una palabra, elegiría 'lealtad'"
No llegué a desempeñarme en esa función, pero la oferta me hizo comprender que había llegado el momento de cortar el cordón umbilical. No tenía ningún proyecto activado. No cambié un proyecto por otro.
Tomé la decisión de irme porque sentí que había llegado el momento de seguir mi propio camino.
Afortunadamente, la espera por una oferta de trabajo fue corta. Aproximadamente un mes después de salir de Arabia Saudita, asumí el mando de União de Leiria.
Era mi primera oportunidad, pero me sentía muy preparado. Todos esos años como asistente, desempeñando numerosas funciones diferentes, me proporcionaron la experiencia ideal para dar un nuevo rumbo a mi carrera.
Leiria estaba en la primera división de Portugal. Sin embargo, el club atravesaba momentos de extrema dificultad en su administración. No podía cumplir con los compromisos salariales. Había jugadores con dificultades por mantener a su familia. Y así, no hay nadie que pueda mantener la cabeza bien para lograr metas profesionales.
Gestionar momentos así resulta ser una gran aprendizaje. Necesitaba crear diferentes dinámicas de trabajo para intentar olvidar el contexto. Todo profesional del fútbol es un apasionado del fútbol. O sea, estás viviendo un sueño al tener la oportunidad de ejercer esa profesión.
"De todos los clubes en los que he trabajado, Santos Laguna fue el mejor organizado. Con una visión clara y bien definida de sus aspiraciones"
Ese fue el camino que elegí: recordarle a esos jugadores - que vivían una injusticia - sus sueños de la infancia. Así, dejamos de lado los problemas que había fuera del campo y logramos grandes resultados en la cancha.
El técnico necesita, ante todo, conocer a las personas. De nada sirve tener mucho conocimiento técnico y buenas ideas de juego si no entiendes que antes del deportista hay un ser humano.
La situación me enseñó la importancia de conocer la realidad de cada individuo. Y ayudarlo siempre que sea posible. Primero, conoces al ser humano. Luego, convence al jugador de que adopte tus ideas.
Leiria comenzó la segunda mitad de la temporada en el cuarto lugar de la liga, sólo detrás de los tres grandes de Portugal. Terminamos la temporada en décima posición, logrando con cierta holgura el objetivo principal de evitar el descenso.
Mi segunda oportunidad como técnico fue en Nacional, en Madeira. La última oportunidad que tuve de dirigir en mi país, hasta ahora. Después de Nacional, el fútbol mexicano apareció en mi vida cuando Santos Laguna me abrió sus puertas.
En las experiencias que tuve en Portugal, una llamada telefónica bastó para firmar un acuerdo tanto con Leiria como con Nacional. Fue un proceso de selección muy anárquico.
En México fue diferente. Me entrevistó la dirección del club. Tuve que hacer una presentación sobre mis ideas antes de ser elegido para dirigir a Santos Laguna.
"Estaba muy orgulloso de unirme al Rangers. Miras atrás y estás feliz de asumir esa responsabilidad"
De todos los clubes en los que he trabajado, Santos Laguna fue el mejor organizado. Con una visión clara y bien definida de sus aspiraciones. No es casualidad que este club tan joven haya ganado tantos títulos. Para mí, en ese momento, el mercado mexicano era una novedad. Hoy, estoy muy agradecido con el país. Los cinco títulos que gané en mi carrera los gané en el fútbol mexicano. Tres con Santos Laguna, dos con Cruz Azul (arriba).
Antes de trabajar en Cruz Azul, decidí dejar México e irme a Catar, donde dirigí al Al-Gharafa. No sé qué hubiera pasado de haberme quedado en el fútbol mexicano. Las cosas iban muy bien en Santos Laguna.
Quizás haya pecado de no vivir el momento. No conseguí dimensionar la importancia de todo lo que habíamos construido en Santos Laguna. Cuando decidí irme, mi salario era prácticamente el doble de lo que recibía cuando llegué al club.
Resulta que en mi cabeza, y solo en mi cabeza, pensé que tendría un destino en Europa. ¿Por qué no me abriría las puertas uno de los grandes de mi país, después de todo el crecimiento profesional y los títulos ganados en México?
No supe cómo vivir el aquí y ahora. Quería irme del Santos Laguna. Y la oferta que recibí fue de el Al-Gharafa, donde permanecí aproximadamente un año y medio.
"Si fuera posible volver atrás a mi etapa en el Rangers, probablemente tomaría decisiones diferentes"
Tardó más de lo que imaginaba, pero por fin surgió la oportunidad de volver al fútbol europeo. Después de un nuevo proceso de selección en mi carrera, el Rangers FC, de Escocia, me eligió para dirigir el club. Como todavía tenía contrato con Al-Gharafa, el equipo escocés tuvo que pagar un millón de euros al club de Catar para conseguir mi liberación.
Estaba muy orgulloso de unirme al Rangers, un club con tanta tradición y gloria. Miras atrás y te sientes feliz de haber assumido esa responsabilidad. No tengo ninguna duda de que el Rangers fue el club más grande que dirigí.
Nunca olvidaré mi primer partido en el Ibrox Stadium, con la cálida bienvenida de la afición. En cada partido, hubo 50.000 aficionados apoyando incondicionalmente.
Para mí, trabajar en el Rangers fue una experiencia fantástica a pesar de haber sido interrumpida a la mitad. Vivir el clásico 'Old Firm' (arriba) fue absolutamente fascinante. Una rivalidad que trasciende el fútbol. Mi trabajo en el Rangers, desafortunadamente, duró poco.
Pero me complació escuchar recientemente a Steven Gerrard (abajo) elogiar a sus predecesores. Gerrard hace un trabajo brillante y también muestra una gran generosidad al agradecer a quienes ayudaron a allanar el camino para el éxito actual.
"Si organizas todo de la mejor manera y tu equipo es capaz de salir al campo preocupado única y exclusivamente por el juego, el resultado positivo tiende a aparecer"
Si fuese posible volver atrás, probablemente tomaría decisiones diferentes. Es decir, en relación a la elección de la plantilla. En ese momento, optamos por un grupo formado por muchos extranjeros.
Eso creó un gran choque cultural en el vestuario. En las mesas de la cafetería del centro de formación, la división estaba clara. En una mesa, los escoceses. En otra, los demás británicos. Y en una tercera mesa, los extranjeros. Fue difícil crear una unión. Hoy, la plantilla de los Rangers es mayoritariamente británica.
De ahí tuve el privilegio de poder regresar a México, a luchar con Cruz Azul. Allí construimos un equipo muy competitivo. Y el contexto del club no era el más agradable. La larga pausa por el título de la Liga MX representó un peso enorme a las espaldas de los jugadores. Y generó en ellos lo que Jorge Valdano bien definió como 'miedo escénico': un bloqueo psicológico que no les permite llegar a la cúspide de su potencial.
Pese a ello, logramos crear, en los casi dos años y medio que trabajé en Cruz Azul, una mentalidad ganadora. Entramos en todas las competiciones con el objetivo de ganar el título. Fuimos campeones de la Copa México y la Supercopa.
"No me siento realizado con mi carrera como entrenador. Satisfecho, sí. Realizado, no. Siempre fui muy ambicioso"
Además de las copas, el trabajo también estuvo marcado por el buen fútbol practicado por el equipo. Pero no es lo único que me enorgullece. Todo el proyecto se construyó bien.
El trabajo de proteger a la plantilla de los fantasmas de la sequía de títulos, además de la configuración en sí de la plantilla, fueron pasos previos a la ejecución exitosa de nuestra idea de juego en el campo.
Esto me hace recordar la biografía de Bill Walsh, legendario entrenador del equipo de fútbol americano 49ers de San Francisco. En México estuve muy cerca de la cultura deportiva de Estados Unidos. El título del libro por sí solo dice mucho: 'The score takes care of itself"' ("El resultado cuida de sí mismo").
Es decir, si organizas todo de la mejor manera y tu equipo es capaz de salir al campo preocupado única y exclusivamente por el juego, el resultado positivo tiende a aparecer. Cruz Azul fue el proyecto futbolístico que más me llenó hasta ahora.
No me siento realizado con mi carrera como entrenador. Satisfecho, sí. Realizado, no. Siempre fui muy ambicioso. Me pongo metas y no descanso hasta alcanzarlas. Quiero vivir muchos otros retos profesionales.
Estoy preparado para alcanzar el máximo nivel en el fútbol. Y vencer.
Redacción: Héctor García