La Liga, 24 de octubre 2020
Ansu Fati (8)
Valverde (5)
Sergio Ramos (63, pen)
Modric (90)
Barcelona y Real Madrid llegaban con dudas al primer Clásico de la temporada 2020/21 después de perder ambos equipos en la jornada anterior en La Liga. Sumado, en el caso del Madrid, la derrota en Champions League entre semana ante el Shakthar Donetsk.
Desde el comienzo el partido se jugó a un alto ritmo, con dos goles en apenas ocho minutos. Así, Ansu Fati respondió de manera inmediata al tanto de Fede Valverde para los visitantes. Discurrió el resto del choque parejo, dominando el Barcelona el juego, ante un Madrid que buscó generar peligro principalmente en rápidas transiciones ofensivas.
Un penalti transformado por Sergio Ramos -previa falta de Clément Lenglet sobre el central del Real Madrid- desniveló el Clásico, encontrándose desde entonces el equipo de Zinedine Zidane más facilidades para llegar arriba, mientras protegía su defensa. Luka Modric, que salió en la recta final, firmó el tercer tanto y la victoria del Madrid, que abre una distancia de seis puntos con el Barcelona.
11 / 4
DISPAROS / A PUERTA
15 / 10
50 %
Posesión
50 %
634 / 558
Pases / Completados
572 / 503
11 / 3 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
14 / 2 / 0
Ronald Koeman apostó por el habitual 4-2-3-1 (abajo) que viene desarrollando en su primer Clásico como entrenador del Barcelona. Un equipo formado en la zaga defensiva por Sergiño Dest, Gerard Piqué, Clément Lenglet y Jordi Alba. Sergio Busquets y Frenkie De Jong en el doble pivote en el medio del campo, con Pedri, Lionel Messi, Philippe Coutinho por delante en línea de tres, mientras Ansu Fati fue la referencia arriba. Un equipo titular donde no estuvo presente Antoine Griezmann, quien salió en la segunda mitad.
El Real Madrid, por su parte, formó en un 4-5-1 (abajo) en fase defensiva, con Nacho, Raphaël Varane, Sergio Ramos y Ferland Mendy atrás. Casemiro, Marco Asensio, Vinícius Junior, Toni Kroos y Fede Valverde en el medio del campo, quedando Benzema en la primera línea de presión.
Vías ofensivas del equipo de Koeman:
El Barcelona tuvo la mayor parte de la posesión, buscando utilizarla para superar la estructura defensiva del Madrid. Como se esperaba, Messi caía a zonas intermedias con el objetivo de conectar con el balón y participar en la construcción de la acción ofensiva. A partir de ahí, el equipo de Koeman tenía diferentes maneras de atacar por dentro y por fuera a su rival.
Con Messi en posiciones centrales, el Barça podía llevar a los extremos por dentro para facilitar el ataque de los laterales por fuera. La proximidad de los centrocampistas azulgranas les facilitaba la asociación en corto, con diferentes opciones de pase alrededor del medio del campo del Madrid.
Messi, Coutinho y Alba generaron una pequeña sociedad de manera regular, donde la estrategia general era mover el balón a un lado entre dos jugadores y utilizar al tercero para acatar el lado débil del rival y recibir un segundo pase.
En bandas, mientras tanto, el equipo de Koeman tuvo un desarrollo más simple, utilizando movimientos opuestos entre sus jugadores para desajustar la defensa del Madrid y generar espacios para avanzar. Esencialmente Coutinho se desplazaba hacia el balón, mientras Alba avanzaba a su espalda (abajo). Fue por banda izquierda donde el Barcelona se mostró más peligroso, atacando la espalda de la defensa del Madrid, como se evidenció en el gol de Ansu Fati.
Corrección defensiva en el Madrid:
La línea defensiva del Madrid consiguió adaptarse a esa carreras para restringir los accesos por banda y el posible pase final al área. Esto lo hizo presionando al portador del balón para cerrar el ángulo de pase o bloqueándolo cuando el balón salía de los pies del pasador, como también restringiendo las zonas más peligrosas cuando defendía cerca de su portería.
Con 1-2 en el marcador, el Madrid pasó a defender más atrás, mostrándose muy compacto en su estructura defensiva. Esto facilitó al Barcelona tener más posesión de balón, pero menos espacio por donde operar en los metros finales. Con este desarrollo, los movimientos opuestos en bandas no tuvieron tanto éxito como en el primer tramo del partido porque la defensa del equipo de Zidane no permitió ningún espacio por donde progresar.
Una situación que generó combinaciones más previsibles en la búsqueda del gol del empate, encontrando el Barcelona muchas dificultades para superar a su rival. Algo que se tradujo en menos disparos y menos oportunidades de llegar con claridad a la portería de Thibaut Courtois.
El ataque del equipo de Zidane:
Varió el Real Madrid su estructura de juego en fase ofensiva, formando en un 4-2-3-1 (abajo), con Kroos y Casemiro en el doble pivote en el medio del campo, Asensio, Valverde y Vinicíus por delante y Benzema como ‘9’ con mucha movilidad por todo el último tercio de campo.
También cambió el Barcelona su dibujo en los momentos que tuvo que defender, pasando a un 4-4-2 (abajo), con Pedri y Coutinho situándose a la misma altura que Busquets y De Jong en el medio del campo, mientras Messi y Fati ejercían la primera línea de presión.
La posición de Kroos:
Los de Zidane rápidamente buscaron explotar la superioridad numérica de 3 contra 2 en el medio del campo utilizando los movimientos de Kroos para generar problemas en el posicionamiento de los centrocampistas azulgranas. Kroos a menudo caía a banda operando más como un falso lateral, permitiendo a Mendy ir hacia arriba y a Vinícius moverse por dentro (abajo).
Eso ayudó al Real Madrid a progresar de manera regular sobre la primera y segunda línea de presión de su rival, que intentó solucionarlo con Fati y Messi en la presión sobre uno de los dos jugadores del doble pivote del Madrid en medio del campo –el más retrasado en cada momento- con el objetivo de desactivar esas superioridades en la zona central (abajo).
Ese movimiento tuvo algo de éxito cuando el balón se movía por la zona central, pero no funcionó cuando el esférico se dirigió hacia la posición de los laterales del Real Madrid, ya que ni Ansu Fati, ni Messi tenía la intención de perseguir a los mediocampistas del conjunto madridista hasta esas posiciones.
Las carreras desde posiciones interiores:
El equipo de Zidane logró crear peligro a través de las carreras de sus mediocampistas buscando el lado débil de sus homólogos azulgranas. Valverde realizó este movimiento en varias ocasiones durante la primera mitad, provocando en una de ellas la consecución del primer gol del encuentro.
También el Real Madrid buscaba conectar con sus laterales, falsos laterales o mediocampistas abiertos a banda. Una situación que obligaba al Barcelona a bascular en defensa para presionar a estos jugadores de los costados, lo que liberaba espacios a su espalda que podían ser atacados libres de marca por los centrocampistas visitantes (abajo). No solo fue Valverde el que realizó estos movimientos. Kroos y Mendy también obligaron al mediocampo blaugrana a vigilar su espalda.
El equipo de Zidane reconoció esta ventaja, y obligó al Barcelona a desplazar a su extremo del lado contrario hacia la zona central para evitar la superioridad numérica del equipo blanco en este sector.
Cambiar el juego:
Tras ese movimiento, el Real Madrid buscaba girar el juego hacia el otro costado, donde el extremo del equipo visitante se ocupaba del lateral del Barcelona. El jugador del Real Madrid se movía entonces por dentro para atraer al defensor local, permitiendo con ello que el lateral tuviera mucho más espacio para recibir en banda. La capacidad para combinar a un solo toque de los jugadores del equipo de Zidane fue también determinante en su fase de posesión.
Los jugadores de Zidane utilizaron continuamente sus movimientos al lado débil para crear espacios y líneas de pase. Cuando el balón iba a llegar a un jugador, este se aseguraba de tener claro cuál sería su siguiente pase, buscando además la precisión necesaria para que el receptor pudiera encadenar otro pase a un solo toque. Esta velocidad de juego, junto a los movimientos inteligentes de los jugadores blancos, pusieron en dificultades al Barcelona en muchas ocasiones.
"Al principio hay falta de Ramos a Lenglet. Mi jugador le coge de la camiseta, pero no tanto como parar tirarse hacia atrás”, señaló Koeman sobre la acción del penalti. “El VAR puede ser muy bueno, pero tiene que serlo para todos los equipos”, recalcó el técnico del Barcelona, quien también analizó lo ocurrido después del 1-2. "Dejamos de controlar el partido. Ellos cerraron espacios y tuvimos problemas para encontrarlos. En general hemos jugado bien, no merecíamos perder".
"Estoy orgulloso de mi equipo. Lo hemos hecho ante un equipo que siempre te mete en problemas. Hemos tenido a Courtois dos veces, pero también hemos tenido ocasiones para hacer cuatro goles. Al final, contento por sumar tres puntos", celebró Zidane, quien no quiso hablar de la acción del penalti. El técnico del Real Madrid sí destacó el rol de Sergio Ramos en el equipo y señaló: "Me alegro por él, pero él tiene que estarlo por él mismo y por el resto del equipo".