Semifinales de la Supercopa de España, 13 de enero 2021
Oyarzabal (51, pen)
De Jong (39)
Marc André-Ter Stegen, a falta de Lionel Messi, baja por lesión, lideró el pase del Barcelona a la final de la Supercopa de España con un espectacular partido, completado por una actuación clave en la tanda de penaltis. El portero alemán detuvo dos lanzamientos de la Real Sociedad, errando el equipo vasco un lanzamiento más por medio de William José, quien estrelló el balón en el palo. Riqui Puig, una de las grandes promesas de la cantera del Barcelona, tomó también un papel decisivo con el gol definitivo en la tanda de penaltis.
Antes de llegar a esa instancia, Real Sociedad y Barcelona mostraron fuerzas muy igualadas. Frenkie de Jong adelantó a los de Ronald Koeman en la primera mitad, igualando poco después el marcador Mikel Oyazarbal al cobrar una pena máxima. Los de Imanol Aguacil gozaron de ocasiones más claras que su rival en los minutos restantes, sobre todo en la segunda mitad de la prórroga, pero no pudieron batir a Ter Stegen.
16 / 8
DISPAROS / A PUERTA
17 / 5
42 %
Posesión
58 %
499 / 408
Pases / Completados
815 / 731
22 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
14 / 2 / 0
Real Sociedad y Barcelona desarrollaron una propuesta de juego fiel a lo que son como equipos. Basado en un carácter ofensivo, ejerciendo una presión alta y buscando juntarse a través del balón para conseguir las ventajas numéricas. Eso a pesar de las bajas sensibles en ambos lados que, por distintas circunstancias, no les permitía contar con la participación de jugadores importantes. Aritz Elustondo -en zona defensiva- y David Silva -en zonas intermedias- por parte de la Real Sociedad; Gerard Piqué y Lionel Messi en el Barcelona, jugadores siempre determinantes a nivel defensivo y ofensivo para su equipo.
La Real Sociedad compitió desde una estructura 4-3-3 (arriba) en fase ofensiva en la primera parte y 5-4-1 en fase defensiva (abajo), para posteriormente en la segunda parte modificar a un 4-2-3-1 buscando protegerse más por dentro. Alguacil apostó por jugar en defensa con Nacho Monreal en el lateral izquierdo, Robin Le Normand de central junto a Igor Zubeldia (centrocampista reconvertido a central por las necesidades del juego) y en el lateral derecho Andoni Gorosabel. En el centro del campo, un pivote defensivo, Ander Guevara, con dos interiores por delante: Mikel Merino y Jon Guridi, ambos con mucho recorrido. Por delante de ellos jugaron Oyarzabal, Portu y Alexander Isak, siendo el delantero sueco la referencia arriba.
Por parte del Barcelona, Koeman tomó el clásico 4-3-3 (abajo) del equipo azulgrana, formando con Óscar Mingueza de lateral derecho, Ronald Araújo y Clément Lenglet de centrales, y Jordi Alba de lateral izquierdo, éste último con mayor proyección ofensiva. En el medio del campo Sergio Busquets fue la punta del vértice, y dos interiores con libertad de movimientos como son De Jong y Pedri, quienes buscaron conectar con la línea de tres atacantes: Ousamné Dembélé en el extremo derecho, Martin Braithwaite en la banda izquierda y Antoine Griezmann. Estos dos últimos intercambiaron posiciones, aunque Griezmann se mantuvo como el jugador más adelantado y referencia ofensiva del equipo.
Búsqueda del tercer hombre iniciando con Ter Stegen:
Una de las principales ideas de juego en el Barcelona son las acciones desde el portero, con la intención de buscar ventajas desde los primeros pases, lo cual lo interpreta y ejecuta al máximo nivel Ter Stegen. Así, el portero azulgrana es el primero en intentar generar superioridades numéricas a través de su capacidad de buscar y encontrar al hombre libre a través de la figura del tercer hombre. Especial interés generaba esta dinámica de juego en los partidos contra la Real Sociedad, equipo que presiona alto y exige esos comportamientos.
Cuando la Real Sociedad saltaba a la presión, igualando marcas sobre centrales, Ter Stegen intentaba jugar de manera directa sobre el mediocentro, Busquets, quien casi encimado buscaba conectar con los centrales liberados, Araújo o Lenglet (abajo). A partir de esa secuencia de pases, el central encontraba a los laterales, Jordi Alba o Mingueza, quienes con tiempo y espacio podría conectar las siguientes líneas para avanzar a campo contrario.
Liberar la posición de Pedri:
El Barcelona buscaba posicionar a sus interiores más cerca de la portería contraria, con capacidad y posibilidad de llegar a zonas de finalización. Para ello utilizaba el mecanismo de posicionar a Busquets entre los centrales (abajo), para que a su vez éstos pudieran situarse en posiciones más exteriores y poder conectar rápido con los laterales o los extremos, ya posicionados en campo contrario.
En la fase ofensiva, el Barcelona buscaba intercambiar posiciones constantemente entre Griezmann, Braithwaite, Pedri, Dembélé o De Jong con la intención de modificar conductas defensivas de la Real Sociedad. Inicialmente, Braithwaite se posicionaba en espacios exteriores para trazar diagonales de fuera a dentro, buscando la espalda de la línea defensiva rival, especialmente de los centrales, acción generada a través de un pase de Griezmann (abajo), quien se descolgaba de posiciones intermedias para participar del juego en zonas más atrasadas.
Construcción de juego para ser agresivo:
La Real Sociedad se enfrentó a una presión media-alta del Barcelona, organizada a través de las marcas individuales y persecuciones. Guevara, pivote en medio del campo, se desplazaba entre los centrales para disponer de un 3 contra 1 (abajo) en inicio por dentro contra los jugadores presionantes rivales - Braithwaite, Griezmann y Dembélé-. Esto habilitaba que uno de los centrales de la Real Sociedad en posesión del balón pudiera conducir de forma agresiva e intensa para encontrar a los laterales posicionados en altura, eliminando así jugadores rivales y poder progresar en el juego hacia zonas ofensivas.
Presión alta de la Real Sociedad:
Siguiendo la primera consigna de la identidad de juego de su entrenador, la Real Sociedad buscaba recuperar lo más arriba posible, asumiendo riesgos en la presión desplazando el bloque alto e igualando marcas, para someter al Barcelona a duelos individuales y dividiendo el juego (abajo). Isak saltaba a la presión sobre Araújo, Guridi con Lenglet, Mikel Merino sobre Busquets y Portu en vigilancia sobre el lateral Alba. A lo que se sumaba la persecución de los intermedios sobre la siguiente línea de pase, con Guevara saltando sobre De Jong. A partir de ahí, Ter Stegen decidía si arriesgaba en los duelos en zonas próximas a portería propia o prefería buscar a los jugadores avanzados para que los duelos fueran en campo contrario, generando la posibilidad de ser vertical.
Con el paso de los minutos, y el consecuente cansancio, se fue perdiendo eficiencia en los mecanismos de presión y ritmo en las circulaciones de balón, pero en ningún momento se perdió la intención de atacar por parte de ambos equipos. La clave del partido pasó entonces en determinar qué equipo saldría mejor de las estructuras presionantes, eligiendo bien la altura de éstas y los duelos a ganar.
“Hemos hecho un partidazo, tanto ofensivo como defensivo. El aficionado al fútbol, no sólo de la Real Sociedad, estará contento con el partido de mi equipo. Había mucha gente llorando en el vestuario, yo he estado cerca, pero esto nos ayuda a crecer”, señaló Alguacil. El entrenador de la Real Sociedad también destacó el papel de Ter Stegen: “Hay que darle el mérito que tiene a su portero, durante el partido y en la tanda de penaltis, que es una lotería".
“Jugamos muy bien en la primera parte después de que en el inicio tuviéramos problemas, ya que hubo muchas acciones de uno contra uno al principio. Después hemos tenido más control. En todos los sentidos hemos cumplido”, analizó Koeman. Al margen de Ter Stegen, el entrenador del Barcelona destacó la valentía de Puig: “Tenía cuatro nombres en mi papelito y he preguntado quién era el último y Riqui lo ha pedido”.