Premier League, 7 de febrero 2021
Salah (63, pen)
Gündogan (49,73)
Sterling (76)
Foden (83)
El Manchester City abre una importancia distancia con el Liverpool (diez puntos y un partido menos para los de Pep Guardiola) tras su contundente victoria en Anfield. Los goles llegaron en el segundo tiempo, después de que Ilkay Gündogan se resarciera de su penalti errado en el primer acto anotando dos goles. Un brillante Phil Foden -al margen de un gol dio dos asistencias- y Raheem Sterling le acompañaron en la faceta anotadora. El gol del Liverpool lo firmó Mo Salah desde los once metros.
Además de importante para encarrilar el camino a ganar la Premier League, la victoria permite a Guardiola romper su mala racha en Anfield, un estadio en el que no había conseguido ganar hasta la fecha ni como jugador, ni como entrenador.
8 / 3
DISPAROS / A PUERTA
7 / 5
54 %
Posesión
46 %
670 / 592
Pases / Completados
537 / 472
12 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
8 / 1 / 0
El Liverpool se estructuró en su habitual 4-3-3 (ofensiva) con Fabinho y Jordan Henderson en el centro de la defensa; Thiago Alcántara, Georginio Wijnaldum y Curtis Jones en el mediocampo. Arriba, Klopp apostó también por su clásico ataque: Mo Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané.
En fase defensiva, el City dibujó un 4-3-3 (abajo), con Rúben Dias y John Stones en el centro de la zaga, acompañados en los laterales por Joao Cancelo y Oleksandr Zinchenko. El Liverpool tuvo que ser paciente en la construcción de juego e intentó jugar a través del mediocampo en la medida de lo posible. Para contrarrestar a su rival, el City utilizó en la presión a los atacantes exteriores Raheem Sterling y Riyad Mahrez en la presión por fuera sobre Fabinho y Henderson, respectivamente, obligando a los centrales a jugar por dentro. La idea aquí era detener el acceso directo a los laterales del Liverpool.
La presión del City:
Phil Foden se ocupaba de Wijnaldum, pero también se desplazaba hacia fuera para cerrar la salida de Alisson Becker, si la distancia era lo suficientemente pequeña y si contaba con suficiente apoyo a su alrededor para apoyar la presión. Ilkay Gündogan y Bernardo Silva se mantenían cerca entre sí, habilitando una estructura defensiva compacta en el centro del campo para que Mahrez y Sterling obligarán al Liverpool a jugar a esos espacios.
Inicialmente, el Liverpool tuvo muy poco éxito en sus intentos de avanzar a través del centro del campo, y sus delanteros brindaron una amenaza limitada a espaldas de la defensa rival. Como suele hacerlo, Roberto Firmino (abajo) cayó en zonas intermedias para intentar crear una ventaja numérica en el centro del campo, pero Dias siguió su marca, permitiendo así que el City mantuviera la paridad numérica en el mediocampo, e incluso llegando a contar con superioridad cuando Foden se ocupaba de Wijnaldum. Ante esto, el Liverpool intentó emplear pases más cortos atrás para arrastrar a Foden de esa posición.
Buscar a los laterales:
El Liverpool, en el desarrollo del partido, comenzó a buscar acceso a las bandas, lo que lo hizo más peligroso. Lo hicieron avanzando por el medio con un central en la posesión de balón para hacer más estrecha la estructura del City, antes de hacer un cambio de juego por banda en el avance de los laterales (abajo). Ya con la posesión por fuera, el equipo de Klopp entonces intentó apelar a la calidad de Trent Alexander-Arnold y Andy Robertson para hacer centros al área, aunque el City consiguió lidiar bien con estas situaciones. Si bien los centros de Robertson parecían ser más efectivos, fueron los movimientos del Sadio Mané por la izquierda lo que hizo que los envíos desde la derecha llevaran mayor peligro, con el internacional senegalés efectuando incisivos desmarques por dentro atacando el lado débil de su marcador.
En el intermedio, Guardiola optó por cambiar a un 4-4-2 en defensa, con Silva y Foden liderando la línea de ataque (abajo). Esto permitió al City seguir aplicando presión sobre los centrales, al tiempo que también se ocupaban de Wijnaldum, pero, crucialmente, los cuatro jugadores en la línea del medio proporcionaron una mayor cobertura horizontal, reduciendo, por lo tanto, la amenaza que representaba el Liverpool por bandas.
Los errores marcan el partido:
El Liverpool se adaptó a esa situación retrasando la posición de sus atacantes. Un movimiento que hizo que el mediocampo del City se hiciera más estrecho, ya que tenían que darle más ayuda a los dos mediocentros, por lo tanto abriendo una vez más espacios para el avance de los laterales rivales. Los de Klopp también comenzaron a jugar pases más largos a espaldas desde zonas más retrasadas y fue a través de esta estrategia que consiguieron ganar un penal y anotaron su único gol del partido.
A pesar del éxito del Liverpool en progresar por las bandas y la ocasional amenaza al espacio por detrás de la defensa, raramente pusieron en problemas a Ederson. Por el contrario, fue su propio portero, Alisson, quien terminó propiciando la derrota, cometiendo inusuales errores en la salida desde atrás. Le regaló el balón al City en zonas peligrosas en varias ocasiones, algo que llevó a los goles del City en la segunda parte.
El City formó sobre el papel en un 4-3-3 en fase ofensiva, pero en la práctica era un 3-2-5 (abajo), con John Stones, Rúben Dias y Oleksandr Zinchenko en la zaga defensiva de tres, con Joao Cancelo y Rodri en el doble pivote en mediocampo, y Riyad Mahrez, Bernardo Silva, Phil Foden, Ilkay Gündogan y Raheem Sterling en línea de cinco.
Un sistema ofensivo que buscó superar el 4-3-3 (abajo) propuesto por el Liverpool en fase defensiva. Desarrollaron los de Klopp un modelo de presión similar al de su rival, con Salah y Mané presionando la salida por fuera de los centros con el objetivo de obligarlos a jugar en zonas interiores. Firmino, por su parte, ocupaba la marca sobre Rodri, mientras los tres centrocampistas se enfocaban en los movimientos de los atacantes del City que caían al medio del campo.
El rol de Cancelo:
Los movimientos diagonales de Cancelo desde banda para emparejarse con Rodri ayudaron al equipo de Guardiola a solventar la presión del Liverpool de manera regular. La razón para esto fue que la línea de presión de Mané estaba enfocada en la salida por fuera, por lo que no podía proteger la línea de pase directa que Cancelo abría con su nueva posición en el medio del campo.
Además, eso abría la oportunidad para que uno de los atacantes del City ocupara ese espacio liberado en el lateral, haciendo dudar al jugador del Liverpool en la presión, si seguir la marca de su rival y dejar un espacio a su espalda o mantener la posición y permitirle recibir sin presión. El atacante del City, bajo esta nueva posición, podía recibir un pase de vuelta de Cancelo o directamente del central si Mané se desplazaba para cerrar el pase interior (abajo).
Foden desde la derecha:
Más adelante, los cinco atacantes del City desarrollaron movimientos opuestos para dividir la zaga del Liverpool. Por ejemplo, Sterling, Foden y Mahrez atacaban la espalda de su rival, mientras Silva y Gündogan buscaban colocarse para recibir. El mediocampo del Liverpool a menudo se volvió más estrecho debido a la acumulación de jugadores del City por dentro, lo que facilitaba a Mahrez y Sterling recibir al pie por fuera, con ambos extremos buscando atacar en acción individual al lateral rival. Sterling mostró un alto índice de acierto ante Trent Alexander-Arnold en este tipo de situaciones, como fue el caso en el penalti de la primera mitad.
La entrada de Gabriel Jesus en el segundo tiempo desplazó a Foden a banda derecha, continuando el canterano citizen el trabajo que había hecho Mahrez en el desborde sobre Robertson en cada oportunidad. El uso de los extremos a pie cambiado hacía previsible que el City buscara moverse por dentro una vez en la banda, sobre todo porque sus laterales rara vez se desdoblaban, pero el Liverpool se vio desbordado por ese planteamiento.
"La actuación era como nos habría gustado durante la mayoría del partido, no así el resultado. Los dos errores mataron el partido por completo. Quiero que mis futbolistas entiendan que si jugaran siempre como hemos hecho casi todo el partido, tendríamos más puntos", señaló Klopp. El entrenador del Liverpool disculpó a Alisson en sus dos errores: "Está muy decepcionado, obviamente. He hablado con él hace unos segundos. Uno no puede elegir cuándo comete errores, sólo puede aprender de ello. Los de hoy (por el partido ante el City) han sido decisivos, pero... ¿Cuántas veces nos ha salvado la vida? Es un portero de clase mundial, pero hoy ha fallado"
"Estoy muy orgulloso de los chicos, han roto un récord negativo que teníamos desde hace mucho tiempo. Eso muestra lo difícil que es ganar aquí, ojalá tengamos una actuación similar con público cuando volvamos la próxima vez", celebró Guardiola. "Al descanso no dijimos nada. Los jugadores tomaron la decisión, ellos mismos, y manejaron la situación. Nuestros centrocampistas jugaron fantásticamente, especialmente reaccionando a un penalti fallado contra el Liverpool en Anfield", añadió el entrenador del City.