La Liga, 10 de abril 2021
Benzema (13)
Kroos (28)
Mingueza (60)
Real Madrid y Barcelona se encontraban en el segundo Clásico de la temporada de la Liga -el primero en la historia en el Alfredo Di Stéfano- en dinámicas muy positivas para ambos en la competición: 9 partidos sin perder para el Real Madrid (7 victorias y dos empates), por los 19 para los azulgranas (16 victorias y 3 empates). Un partido en el que los locales arrancaron más acertados, con un primer gol de Karim Benzema finalizando de tacón y después de una gran acción combinativa. El segundo fue obra de Toni Kroos, después de que su lanzamiento de falta fuera desviado hasta por dos jugadores del Barcelona.
Los de Ronald Koeman variaron su estructura y guion de juego en el segundo tiempo, llevando a su rival a defender cerca de su portería, y más desde el 2-1 de Óscar Mingueza. Buscó el Barcelona el empate en la última media hora, aunque no logró encontrarlo a pesar de gozar de diferentes opciones, siendo la más clara el remate al larguero de Illaix Moriba en el último minuto.
14 / 4
DISPAROS / A PUERTA
15 / 4
35 %
Posesión
65 %
622 / 480
Pases / Completados
1043 / 863
16 / 2 / 1
Faltas / Amarilla / Roja
11 / 3 / 0
El Real Madrid partió de inicio sobre un 4-3-3 (abajo) con Casemiro como pivote defensivo en mediocampo, acompañado por Luka Modric y Toni Kroos como interiores. El cambio de Zinedine Zidane respecto a los últimos partidos fue la entrada de Fede Valverde en banda derecha como extremo, jugando Vinícius Junior por la izquierda y Karim Benzema de delantero.
La presión del Real Madrid fue intensa desde la primera línea (abajo), ya fuese en el inicio de juego del Barcelona o más adelantada, durante la circulación de balón entre los centrales azulgranas. El objetivo en este ejercicio defensivo de los de Zidane era limitar los espacios de los que disfrutaba el equipo de Ronald Koeman, tratando también de robar el balón para salir al contraataque con la velocidad de sus jugadores de arriba.
Valverde y Vázquez, doblar la banda:
Una presión en la que destacó el emparejamiento de Lucas Vázquez con Jordi Alba, teniendo que realizar el lateral local desplazamientos muy largos para seguirle desde la línea defensiva hasta el área rival, obligándole después a un repliegue rápido si el Barcelona conseguía salir. También tuvo un importante ejercicio defensivo Valverde, quien en repliegue ayudaba a Vázquez, pero que en la presión alta saltaba sobre Clément Lenglet.
Para salvar esa presión del Real Madrid, el Barcelona, bajo un 3-4-3 en fase ofensiva (abajo), se encomendó a la claridad de Frenkie de Jong con el balón y le buscó constantemente desde los primeros compases del partido en fase de inicio. Un desarrollo en el que el jugador holandés consiguió con asiduidad girar de lado a lado para buscar los espacios en los laterales, obligando a los de Zidane a bascular rápidamente de lado a lado en busca de una presión efectiva.
El mismo objetivo tenía el Real Madrid en su fase de inicio, con la intención de circular el balón por abajo donde trataba de encontrar a Kroos, el jugador más idóneo para comenzar el juego madridista. No obstante, la presión del Barcelona hombre a hombre obligó a aparecer en fase de inicio a Modric, descolgándose de cara para dar nuevas opciones de salida. Esta situación, sin embargo, alejaba mucho al mediocentro madridista de los hombres de arriba, en la zona donde es más determinante.
Atacar los espacios en velocidad
Una vez con balón, la intención del equipo de Zidane en ataque era tratar de llegar a la portería contraria de una forma más vertical, buscando las internadas de Valverde, Vázquez, Vinícius y Benzema. En una de esas acciones de contragolpe llegó el primer tanto local, a través de una conducción hacia dentro de Valverde (abajo), quien encontró en campo rival la incorporación por banda de Vázquez para ejercer este como asistente sobre Benzema. Una acción finalizada por el delantero francés con un brillante taconazo.
El papel de Valverde en banda derecha fue relevante para el Real Madrid en ambas fases del juego. En ofensiva, el jugador uruguayo buscaba la profundidad y los espacios interiores, una acción que permitía sumar jugadores al centro del campo y dejar la banda para un ofensivo Vázquez. En defensa, mientras tanto, tapaba los avances de Alba, aprovechando su capacidad para repetir esfuerzos, convirtiéndose en ocasiones en un segundo lateral en la defensa del Real Madrid.
Atacar por el centro:
El Barcelona buscó llegar a portería rival en un juego más elaborado al de su rival, donde trataba de explotar los espacios a la espalda de Kroos y Modric mediante los movimientos de Messi y Pedri, ambos descolgándose desde las bandas para utilizar los espacios interiores (abajo). Un movimiento que liberaba los carriles laterales para los avances de los laterales, Sergiño Dest y Alba, tratando de priorizar el equipo de Koeman el ataque por el centro.
Esa situación fue complicada para defender para el Real Madrid, al que le costó emparejar a sus mediocentros, y fue Vázquez el encargado de saltar con Pedri cuando Valverde le cubría su sitio. Éder Militão, por su parte, se emparejó con Ousmane Dembélé, dibujándose así un bonito duelo individual dada la velocidad de ambos jugadores, quienes se midieron cuando el Barcelona trató de buscar la profundidad con el francés ante la presión madridista. Una presión que con el paso de los minutos y el peso del gol fue siendo cada vez más efectiva para los locales, permitiendo robar en bastantes ocasiones en las inmediaciones del área defendida por Marc-André ter Stegen.
Con el paso de los minutos, el Barcelona trató de bajar el ritmo en fase de creación, alargando las posesiones e introduciendo a sus centrales en campo contrario (abajo). También defendiendo hacia delante en la pérdida aun siendo consciente de los espacios a sus espaldas en un posible contraataque, donde el emparejamiento de Vinícius con Mingueza fue muy peligroso para los intereses culés. Precisamente en una de esas acciones, el brasileño provocó la falta cercana de Ronald Araújo en la ayuda sobre Mingueza. Fue una acción que finalizó con el 2-0 después del golpeo de Kroos y del desvió de la trayectoria de balón por dos jugadores del Barcelona.
5-4-1 en defensa:
El Real Madrid veía como su plan de juego funcionaba con éxito con la ventaja de dos goles, y se posicionó muy bajo en repliegue, con Benzema trabajando sobre la frontal del área y poblando la zona central, un desarrollo que llevaba al equipo local a formar con un 5-4-1 en defensa (abajo), ya con Valverde como lateral para proteger la banda derecha. Del mismo modo, Vinícius y Modric también trataron de cerrar los avances de los carrileros blaugranas.
Para intentar superar la defensa del Real Madrid, Messi comenzó a descolgarse a mediocampo para iniciar el cambio de ritmo y asociarse con paredes frontales con Pedri para internarse en el área (abajo), buscando también encontrar pases filtrados para los desmarques de ruptura de Dembélé, que se realizaban en muy poco espacio por lo que la precisión tenía que ser prácticamente milimétrica. Pero fue el Real Madrid el que siguió gozando de ocasiones más claras, teniendo cerca el 3-0 con un remate el palo de Valverde.
Un nuevo Barcelona:
Koeman varió piezas y el dibujo en el descanso. Dejó a Dest en el banquillo para posicionar a Mingueza en el carril derecho y dio entrada a Antonie Griezmann en ataque, desarrollándose desde entonces el Barcelona sobre un 4-2-3-1 ya con Dembélé en banda y Griezmann, Pedri y Messi intercambiando posiciones de ataque como viene siendo habitual con mucha movilidad.
Zidane, por su parte, también hizo cambios en el transcurso del segundo tiempo, aunque quizá pensando más en el partido de Anfield ante el Liverpool de Champions League. Marco Asensio, Isco, Marcelo y Mariano sustituyeron a Valverde, Kroos, Benzema y Vinícius.
En la última media hora, y bajo una intensa lluvia que marcó el desarrollo del juego, el partido terminó por instalarse definitivamente bajo los principios de juego que ambos equipos habían desarrollado desde el primer momento: el Barcelona buscando dominar la posesión para llegar a la portería rival y el Real Madrid intentando dañar a su rival a la contra. Fue el Barcelona, que tras un centro lateral de Jordi Alba, acabó rematando para acortar distancias gracias a la definición de Mingueza.
Con el 2-1 y con el paso de los minutos, Koeman volvió a mover al equipo con la entrada de Ilaix Moriba y Sergi Roberto en mediocampo, para pasar el Barcelona a un 4-3-3 más ofensivo, en el que De Jong modificó su posición para jugar como defensa central. Los visitantes arrinconaron al Madrid en su área en los últimos instantes del partido, forzando faltas muy cerca del área rival y centros al área. Moriba fue el jugador azulgrana que más cerca tuvo el empate con su remate, pero el balón se estrelló en el larguero, evitando así el empate del Barcelona.
"Lo importante para nosotros es lo que hicimos en el campo. Tuvimos muchas ocasiones y luego sufrimos porque el Barça es muy buen equipo. Podemos estar contentos y no podemos sólo decir que ha sido por el árbitro", señaló Zidane. El entrenador del Real Madrid, por otro lado, mostró su preocupación por la acumulación de partidos: "No sé cómo vamos a acabar la temporada, físicamente estamos al límite. Nos cuesta para terminar los partidos. Pero estamos vivos y vamos a descansar bien y ver cómo hacer para descansar mejor y preparar el partido del miércoles (ante el Liverpool)".
"Llevamos la iniciativa en el juego y tuvimos ocasiones para un mejor resultado. Mala suerte al final con una decisión equivocada del árbitro y del VAR", señaló el entrenador del Barcelona. Koeman, después de mostrar su descontento por el juego del equipo en la primera mitad, insistió en rueda de prensa sobre el posible penalti del Real Madrid en los últimos minutos. "Para mí es clarísimo. Lo ha visto todo el mundo. No entiendo a un linier que está a diez metros, porque de la manera en que cae Martin (Braithwate), tiene que ser falta. Puede ser que el árbitro no vea la jugada, pero tenemos un VAR para situaciones como ésta".
Redacción: Héctor García