La Liga, 16 de mayo 2021
Lodi (82)
Suárez (88)
Budimir (75)
"Entramos en la zona Luis Suárez", avisó Diego Pablo Simeone en la previa al partido ante Osasuna. Poco más de 24 horas después, el delantero uruguayo fue decisivo para el Atlético de Madrid, anotando un gol que le dio vuelta al resultado ante Osasuna y devolvió al equipo rojiblanco al liderato en la Liga. Los de Simeone llegaron a perderlo durante algunos minutos, al estar 0-1 en contra con el gol de Ante Budimir y con la victoria simultánea del Real Madrid ante el Athletic de Bilbao.
Un escenario que dio un giro de 180 grados en la recta final, con el gol de Renan Lodi en el minuto 82 de partido y el señalado ya de Suárez en el 88. Con esta victoria, el Atlético, con dos puntos más que el Real Madrid, llega a la última jornada dependiendo de sí mismo para cantar el alirón. Para ello, los rojiblancos tendrán que ganar a domicilio al Valladolid o igualar el resultado del equipo blanco, que se mide en Valdebebas al Villarreal.
26 / 9
DISPAROS / A PUERTA
5 / 2
73 %
Posesión
27 %
649 / 538
Pases / Completados
244 / 139
2 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
13 / 2 / 0
El equipo de Diego Pablo Simeone se dispuso sobre el terreno de juego bajo un esquema de 4-4-2 (abajo) muy flexible y versátil. Con la obligación de conseguir los tres puntos en su objetivo de ganar la Liga, el Atlético tuvo que tomar la iniciativa del juego, y fue a través de ataques posicionales como intentó romper la estructura defensiva desarrollada por el equipo visitante.
Cerrar los volantes externos:
Asimismo, con un posicionamiento en despliegue en campo rival, los locales supieron ser eficientes en la presión tras pérdida, consiguiendo recuperaciones inmediatas, como también la temporización de los contraataques de Osasuna para favorecer la reorganización defensiva en estas acciones.
En fase ofensiva, el Atlético alteró su esquema de partida, pasando en muchas situaciones a generar juego en zona media del campo sobre un 3-5-2. Un dibujo donde cerró a sus volantes externos Marcos Llorente y Yannick Carrasco hacia los pasillos interiores (abajo), posiciones claves para conseguir progresiones con buenos contextos de juego para finalizar.
El Atlético fijó a los tres centrales rivales con sus dos delanteros, Luis Suárez y Ángel Correa, ubicando también a sus laterales, Kieran Trippier y Mario Hermoso, en posiciones intermedias, siempre estos por detrás de los volantes externos, pero no altos para poder recibir con espacio ante de la presión de los laterales rivales.
Una estructura que favoreció la toma de decisión de los jugadores implicados en la salida de balón desde atrás: Savic, Felipe, Koke y Sául Ñíguez. De este modo, el Atlético conseguía habilitar situaciones a partir de pases entre líneas a espaldas de los mediocampistas rivales o pases profundos cuando Osasuna no mantenía la presión sobre la pelota en zonas centrales del campo de juego (abajo).
Romper al espacio:
El posicionamiento de Llorente y de Carrasco en posiciones interiores, también João Félix en el segundo tiempo, arrastró hacia dentro la marca de los laterales rivales en reiteradas oportunidades (abajo). Esta creación de espacio facilitó la ruptura a los cuadrantes de Trippier y Mario Hermoso, como de Renan Lodi en el gol del empate del Atlético.
En cada desdoble por banda o duelo ofensivo ganado y posterior centro, el conjunto local ocupó el área de manera ambiciosa, con sus dos delanteros, el volante externo opuesto, un jugador del doble pivote y en algunas acciones también el lateral opuesto, como sucedió en el segundo gol del conjunto rojiblanco (abajo).
La necesidad de ganar el partido, hizo que se viera un Atlético muy agresivo en la presión, principalmente alta durante todo el partido con el objetivo de recuperar en campo contrario. Esto hizo que en pocos momentos los de Simeone tuvieran que replegar para armar la defensa organizada en campo propio.
Con el objetivo de la salvación saldado desde hace algunas fechas, Osasuna salió sin la presión de tener que sumar puntos, pero no por ello con menor intensidad. Jagoba Arrasate posicionó a su equipo bajo un 5-4-1, donde el planteamiento general fue sostener los ataques del Atlético para salir al contragolpe. No obstante, el gol de los visitantes llegó por otra vía, a raíz de uno de los escasos ataques combinativos que pudieron hacer, que fue finalizado con acierto de cabeza por Budimir después de conectar un centro desde la banda.
Cambio de dibujo:
En fase defensiva, Osasuna propuso una defensa organizada en bloque medio, con el esquema transformado por momentos a un 5-2-3 (abajo) para iniciar la presión con su delantero centro Budimir y los dos mediocampistas externos, Kike Barja y Jony Rodríguez, contra la disposición del Atlético. En muchas iniciaciones altas, los visitantes insertaron a un mediocampista a la altura de los dos centrales para cubrir mejor el campo y poder circular con una mejor estructura.
De la defensa al ataque:
En bloque bajo, Osasuna mantuvo la estructura del esquema inicial, 5-4-1, y realizó una presión zonal sobre la pelota y coberturas de línea de pase con los compañeros de la misma línea defensiva para mantener cerrados los intervalos (abajo). En transiciones ofensivas, mientras tanto, optó por contraatacar de forma directa. Sin embargo, no consiguió aproximaciones que pudieran generar situaciones de gol.
En los reinicios de juego, tanto desde saque de arco como de tiros libres en sector defensivo, los de Arrasate no tomaron riesgos y apostaron por el juego directo en la búsqueda de su delantero de referencia, Budimir, y las diagonales a espaldas de los carrileros, Barja y Jony, con cada pelota aérea.
En esas acciones ofensivas de juego directo, los jugadores del doble pivote, Jon Moncayola y Darko Brasanac, también se activaban, acortando distancias para recibir la descarga o la captura del rebote (arriba) con el objetivo de progresar en ataque.
"Tuvimos ocasiones de gol, no pudimos ser contundentes hasta que apareció el gol de Budimir y el equipo respondió. Cuando menos ocasiones de gol tuvimos fuimos contundentes y cuando más ocasiones tuvimos menos contundencia tuvimos", analizó Simeone. "Sabía que era un momento en el que no le tocaba salir y con tanto juego cercano a la portería de ellos algo podía aparecer y apareció. Una buena jugada por derecha, un buen centro y una buena definición", añadió sobre el gol de Suárez.
"Ha sido una pena, lo hemos visto cerca, íbamos ganando a falta de 10 minutos pero el gol del empate cambió todo. Fueron dos desajustes provocados y no es fácil defenderles. Hemos competido hasta el final", destacó Arrasate. "Creo que tenemos que estar orgullosos de haber dado la cara hasta el último segundo del partido. No nos rendimos y este equipo no se deja llevar. El equipo tiene unos valores interiorizados que los lleva hasta su máxima expresión", sumó el entrenador de Osasuna.
Redacción: Héctor García