CHAMPIONS LEAGUE 2021/22 GRUPO e 30 DE SEPTIEMBRE 2021
Núñez (3), (79, pen)
Silva (69)
Triunfo de renombre del Benfica ante un Barcelona que ve muy comprometidas sus opciones para lograr la clasificación a los octavos de final de la Champions League. Los locales se adelantaron muy pronto en el marcador con un gol de Darwin Núñez en una gran maniobra individual.
Intentó reaccionar el equipo de Ronald Koeman al gol, pero sin la suficiente claridad de ideas sobre cómo dañar a su rival. Sí lo hizo el Benfica en la segunda mitad, que agrandó la ventaja en el marcador con goles de Rafa Silva y de nuevo Núñez. Los lisboetas se sitúan segundos de grupo, con una distancia de cuatro puntos sobre el Barcelona, que acumula dos derrotas, seis goles en contra y cero a favor en las dos primeras jornadas.
12/6
DISPAROS / A PUERTA
8/1
40%
POSESIÓN
60%
350/300
PASES / COMPLETADOS
524/466
12/4/0
FALTAS / AMARILLA / ROJA
15/3/1
Fase de posesión: Benfica
El equipo local se desarrolló en ataque sobre un 3-5-2, un esquema con tres defensores centrales como Lucas Verissímo, Nicolás Otamendi y Jan Vertonghen, acompañados en los carriles por Valentino Lázaro y Alejandro Grimaldo. Por delante, Julian Weigl y João Mario se ocuparon del centro del campo, mientras Rafa Silva jugó por detrás de la línea atacante formada por Roman Yaremchuk y Darwin Nuñez.
El Barcelona se protegió sobre un 5-3-2 en su fase defensiva. Gerard Piqué, Èric García y Ronald Araújo como centrales, mientras Sergi Roberto y Sergiño Dest ocuparon los puestos de los carrileros, jugando este último a pierna cambiada en la izquierda. Sergio Busquets, Frenkie De Jong y Pedri ocuparon las posiciones interiores y Luuk De Jong y Memphis Depay se repartían las posiciones más ofensivas.
La fase de inicio del Benfica trataba también de ser combinativa, buscando encontrar los jugadores interiores y acabar cambiando la orientación del juego al lado contrario, zona donde los visitantes no podían ahogar el juego de su rival en la presión.
El Benfica también mostró una actitud presionante ante el inicio de juego del Barcelona, y fruto de ello robó los primeros balones que le permitieron pasar los primeros instantes del partido en campo rival. En los momentos en que el Barcelona conseguía salir de la presión de su rival, el Benfica se replegaba en un 5-3-2 donde protegía la zona central y trataba de robar y salir al contraataque.
En uno de los primeros contraataques nació la acción del primer gol, en la que Darwin Núñez, después de recortar a Èric García en el área con cierta facilidad, batió a Marc-André Ter Stegen.
Ya en la segunda parte, y tras un ajuste en la presión del Benfica que pasó a igualar en número a los centrales para no dejar a De Jong solo en salida de balón, los locales lograron pasar más tiempo en campo rival. Un desarrolló que le permitió robar y agobiar más el juego de posesión del Barcelona, que seguía sin ser capaz de explotar las bandas, aún contando con un rematador como es Luuk De Jong, quien no recibió centros laterales.
Eso llevó a que João Mario y Rafa Silva pasaran a tener mayor contacto con el balón, lo que obligó al Barcelona en ciertas fases de la segunda mitad a tener que juntar sus líneas y defenderse sin balón. Al estirarse el Benfica y seguir siendo vertical, el equipo de Jorge Jesús generó alguna ocasión atacando la espalda de la defensa rival con los desmarques de ruptura de Darwin Núñez.
En la recta final, el Benfica optó principalmente por tener salida a través de ataques rápidos. Una vía por la que encontró el segundo tanto, un gol de Rafa Silva después de cazar un balón suelto en el área para rematar con acierto, y después generar la acción del penalti que Núñez llevó a la red.
Fase de posesión: Barcelona
El equipo de Koeman, asentado sobre un 3-5-2, tuvo a Èric García como principal protagonista en la labor de filtrar balones interiores para que pudieran jugar los mediocentros, especialmente con De Jong para buscar profundidad. El neerlandés leyó con acierto los espacios y las zonas donde el Benfica podía sufrir en su repliegue defensivo, atacando principalmente los intervalos entre central y lateral para generar ocasiones que bien pudieron acabar en gol mediante desmarques de ruptura.
La rápida tarjeta amarilla a Piqué y varias acciones llevadas al límite del central culé, que le acercaron a la segunda tarjeta, precipitaron la decisión de Koeman de sustituir al central por Gavi a la media hora. Un cambio que llevó a De Jong a jugar como central, tomando protagonismo en fase de inicio. Si bien esta decisión de Koeman le aportó mayor verticalidad y facilidad a la salida de balón al Barcelona, le restó la profundidad arriba limitando las ocasiones visitantes a las acciones de uno contra uno que Depay pudiese encontrar.
El Benfica organizó su presión tratando de evitar que Ter Stegen iniciara en corto desde portería, aunque sin asumir demasiados riesgos en la retaguardia para mantener siempre la superioridad numérica en su defensa respecto a la delantera culé. Esto provocó que el Barcelona tuviera jugadores liberados de marca, generalmente en las bandas, quienes, sin embargo, no necesariamente eran encontrados por el portero culé.
Esa presión del Benfica se organizaba con los dos delanteros repartiéndose con los tres centrales, cubriendo principalmente a los dos cercanos a la jugada. Así, cuando Ter Stegen recibía el balón, los delanteros locales tapaban a Araújo y Éric García, dejando a Rafa Silva la decisión y responsabilidad de saltar a la presión de Piqué, con Busquets quedando libre.
Si el equipo de Koeman conseguía superar esa primera línea de presión del Benfica, podía encontrar jugadores a las espaldas de los mediocentros que carecían de marca en el repliegue del equipo portugués, que juntaba y retrasaba mucho su línea de cinco defensores para defender en muy pocos metros.
Con desventaja en el marcador, el Barcelona comenzó a exponerse mucho más atrás y permitió que el contraataque del equipo local gozase de mayores espacios, provocando claras ocasiones de gol como la de Núñez después de una mala salida de Ter Stegen.
A falta de veinte minutos para el final, Koeman decidió hacer tres cambios con el objetivo de darle la vuelta por completo a la situación que vivía en el campo, donde el Barcelona se mostró incapaz de generar ocasiones de gol. Sergio Busquets, Luuk De Jong y Pedri dejaron su lugar a Nico González, Ansu Fati y Coutinho.
El Barcelona, ya con De Jong en su posición habitual en mediocampo y el equipo reconstituido en defensa de cuatro con dos laterales muy ofensivos, trató de cercar la portería rival volcándose al ataque. Sin embargo, lejos de intimidar a su rival, le facilitó las vías para tener salida al contragolpe.
Entrenadores:
"El Barcelona tuvo más posesión, como es habitual, pero fue importante para nosotros que el último pase no fructificase. Entonces fuimos muy fuertes para romper y lograr tres goles", analizó Jorge Jesús. "Creíamos que para vencer al Barcelona teníamos que marcar más de un gol. Yo contaba con encajar un gol, pero el equipo lo hizo muy bien defensivamente. Nuestro portero no tuvo que interceptar grandes ocasiones, excepto algunos centros", añadió el entrenador del Benfica.
"El Benfica tiene mucho físico y son muy rápidos. Creo que en el primer y el segundo gol teníamos que haber defendido mejor. Blando puede ser una palabra, pero hay muchos equipos que físicamente son mejores que nosotros", señaló Koeman. "Solo puedo opinar de mi trabajo con el equipo. Me siento respaldado por mis jugadores y su actitud. Del club no sé", señaló el entrenador del Barcelona sobre su futuro.