josé luis mendilibar
Sevilla, 2023-Presente
José Luis Mendilibar llegó a finales de marzo de 2023 al Sevilla. Entonces, el gran objetivo del equipo era salvarse del descenso a Segunda, dejando al margen a la Europa League. Dos meses después, el equipo se ha salvado con holgura y, lo más importante, es campeón de la Europa League tras noquear al Manchester United, la Juventus y a la Roma en la final.
“A la primera oportunidad que ha tenido de entrenar con grandes jugadores, con un gran club, con historia, a la primera oportunidad está jugando una final de la Europa League. Y después tácticamente para mí es un honor jugar contra Mendilibar, porque para mí representa un poco a un grupo de entrenadores, que son tantos, con trabajos enormes en clubes más pequeños, sin posibilidad de ganar títulos. Y se pasó su carrera así”, ha destacado José Mourinho sobre Mendilibar y su trabajo al frente del Sevilla.
Nuestros expertos señalan cinco puntos clave de la espectacular transformación del equipo en tan poco tiempo bajo las órdenes del técnico español.
Sencillez táctica
Mendilibar ha apostado por el 4-4-2, con su variante en 4-4-1-1, como sistema principal. Un dibujo habitual en su carrera como entrenador y que, por otro lado, ha dejado atrás la variabilidad de sistemas que el Sevilla tuvo antes, sobre todo con Jorge Sampaoli.
El 4-4-2 le permite al Sevilla organizarse de manera óptima para llevar a cabo los principales conceptos de juego que demanda su entrenador: presión alta en todo el terreno de juego, salida rápida tras robo, superioridad en banda para generar centros laterales y ocupación del área rival con el mayor número de jugadores posible.
Asimismo, Mendilibar ha conseguido con el 4-4-2 generar un esquema equilibrado entre líneas y compacto para defender, también con una ocupación del terreno muy favorable para atacar llegando lo antes posible a campo contrario para buscar después a los rematadores en el área (abajo). A todo esto, se suman movimientos colectivos que permiten recuperar la estructura de manera rápida y concediendo la menor ventaja al rival en espacio y tiempo.
Presión en todo el campo
Sin balón, el Sevilla tiene como característica principal la presión en todo el campo. Esto con el objetivo de recuperar la posesión lo antes posible y tener más opciones de atacar. Esto implica, si es necesario, que el equipo llegue a presionar el saque de meta rival.
En algunas ocasiones, el Sevilla facilita el espacio suficiente al contrario para favorecer ese saque en corto. Una vez ahí, y ante el primer pase del oponente, activa la presión con los delanteros orientando sus carreras hacia el portero rival para cerrarle las opciones de pase (abajo).
En el resto de las situaciones de juego del oponente, como pueden ser un pase atrás, un balón dividido o un rival que recibe de espaldas, el Sevilla aprovecha también para presionar hacia delante.
En el caso de los envíos directos, Mendilibar demanda a sus tres líneas, del 4-4-2, volver a sus zonas de repliegue para evitar dejar espacios y recuperar la posesión en las segundas jugadas.
Organización eficaz del juego ofensivo
Mendilibar no solo ha optado por la sencillez con respecto al sistema de juego. El señalado 4-4-2, sino también en su juego ofensivo, siempre con la clara intención de ser eficaz. Así, sencillez y eficacia son dos parámetros muy marcados en el juego con balón del Sevilla. En la salida, el equipo no arriesga a la hora de alcanzar el campo rival.
Si el rival no permite sacar en corto de meta, el Sevilla se agrupa entonces con los cuatro defensas cerca del círculo central y el resto de los jugadores en torno a la posible zona de rechace. Desde ahí, golpea en largo a los delanteros o a bandas para ganar la segunda jugada.
En el caso de que el rival facilite espacio para poder jugar en corto desde atrás, la idea es que los centrales o laterales encuentren a los compañeros entre líneas. Esto gracias a los movimientos de apoyo de los laterales, quienes generan espacio. También los centrales y laterales buscan los desmarques al espacio o en apoyo de los puntas, para arrastrar a los defensores rivales, y a las bandas, donde los medios aparecen de cara y puedan recibir el balón.
El balón al espacio, a la espalda de la línea defensiva o a uno de las dos puntas son otras opciones utilizadas por el Sevilla de Mendilibar para superar las primeras líneas de presión del oponente (abajo). En estas acciones, busca hacer salir de su zona a los centrales rivales y generar así espacios interiores. Espacios que pueden ser aprovechados en segundas y terceras acciones.
Búsqueda del área rival
El ataque del Sevilla de Mendilibar tiene como objetivo llegar lo más rápido posible al área rival. Aunque no de cualquier manera. Tras robo, la organización del equipo permite encontrar a los delanteros y a los jugadores de banda en posiciones ventajosas. Es decir, con espacio y cerca del arco contrario. En estas situaciones, el balón va a la banda, mientras los puntas y los jugadores de segunda línea atacan el área rival.
Cuando se encuentra ante un oponente bien posicionado en defensa, el juego del Sevilla tiende entonces a buscar a los jugadores de banda. Lo hacen para generar superioridad con los laterales que se incorporan por fuera.
Desde el momento en el que el Sevilla llega al último tercio de campo, la prioridad es buscar un centro lateral para sus rematadores (abajo). Los centros lejanos permiten aprovechar el espacio a la espalda de centrales. También que los centros desde más cerca de la línea de fondo dan pie a disponer de más referencias ofensivas en el área rival.
Nombres propios y las rotaciones
La mejora colectiva del Sevilla no podría entenderse sin la mejora individual que han experimentado varios jugadores con Mendilibar. Sobre todo en la línea de mediocampo y la delantera, donde el técnico español también ha aplicado acertadamente las rotaciones.
Los atacantes Youssef En-Nesyri y Rafa Mir, muy cuestionados anteriormente, se han convertido en jugadores relevantes. Sobre todo En-Nesyri, determinante en la Europa League, con goles ante el Manchester United o la Juventus. El técnico español también ha gestionado de manera acertada los descansos del delantero marroquí. Esto ha potenciado a vez su a Mir, relevo importante en la posición de '9'. Los dos delanteros atienden a las demandas de Mendilibar para esta posición: futbolistas destacados en el juego aéreo y el remate al primer toque (abajo), incesantes en la búsqueda de los desmarques y agresivos en la presión sobre el rival.
En la posición de mediapunta, Óliver Torres ha tomando un papel relevante con Mendilibar, alternando en esta posición con Suso e Ivan Rakitic. Torres es un jugador que sirve de enlace entre el mediocampo y la línea de ataque. Lo hace con creatividad para encontrar de igual modo el pase final (abajo). A su juego con balón, se añade solidaridad en la presión alta que quiere el técnico español.
En el doble pivote en mediocampo, Fernando y Pape Gueye son los jugadores que más han participado en esa posición bajo la batuta de Mendilibar (abajo). Los dos también han aparecidos acompañados en el once junto a Rakitic, Joan Jordan o Nemanja Gudelj. Estos tres últimos jugadores han sido igualmente utilizados de manera inteligente por el técnico del Sevilla. Esto para repartir minutos, aprovechar estados de forma y afrontar dos partidos por semana, con la Liga y Europa League.
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