Las derrotas ante el Brighton y el Brentford en el arranque del mandato de Erik ten Hag en Old Trafford, allá por el mes de agosto de 2022, dejaban entrever la envergadura del reto al que se enfrentaba el nuevo entrenador del Manchester United. Tras esos resultados, con el equipo ocupando el sótano de la Premier League, muchos se cuestionaron si el neerlandés estaba capacitado para un trabajo tan grande, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de su primera incursión en una de las cinco mejores ligas de Europa.
Cinco meses después de ese mal comienzo, sin embargo, el United está entre los cuatro primeros equipos de la Premier League. Próximos al ecuador de la 2022/23, sigue vivo en el resto de las competiciones que disputa (Europa League, Copa de la Liga y FA Cup), y el equipo deja entrever que Erik Ten Hag ha dejado su impronta.
Pero, ¿qué ha cambiado exactamente y qué está funcionando particularmente bien? A continuación, analizamos en este informe de The Coaches’ Voice las cinco mejoras que Ten Hag ha introducido en el United.
El impacto de Casemiro
Casemiro ha demostrado ser una pieza fundamental para el doble pivote en el 4-2-3-1 de Erik Ten Hag, donde normalmente ha formado pareja con Christian Eriksen.
Desde la primera titularidad del brasileño en la Premier League (contra el Everton en octubre), el United sólo ha perdido un partido de liga, con siete goles en contra en 11 encuentros; tres de ellos en la derrota por 3-1 ante el Aston Villa. Casemiro, por otro lado, está entre los primeros puestos en la Premier League en la media de duelos por 90 minutos, y también es uno de los jugadores más destacados en la estadística de intercepciones. En comparativa, ningún jugador del United estuvo entre los 30 primeros de la Premier en duelos o intercepciones en la temporada 2021/22. Eso señala su impacto en el cambio del United.
La capacidad de Casemiro en tareas defensas (romper el juego rival, frenar a los oponentes, retrasar su avance, proteger el centro del campo, detener los contraataques, hacer faltas tácticas y recuperar el balón) han marcado una enorme diferencia para el United en los momentos sin balón. Tiene una gran experiencia al más alto nivel, y lo demuestra con su inteligencia táctica para cubrir los pasillos interiores y proteger el espacio a la espalda de sus laterales (abajo).
Otra cosa que Casemiro hace bien es elegir los momentos para obviar su marca y, en su lugar, saltar de manera directa a la presión hacia el portador del balón. Mientras que otros jugadores optarían por lanzarse en la entrada y posiblemente verse superados, dejando a sus centrales expuestos, Casemiro temporiza su acción a medida que se acerca a su oponente.
De ese modo, frena el ataque rival y permite que sus compañeros recuperen su posición. Por lo general, Eriksen empujará hacia adelante desde el doble pivote en las acciones ofensivas del United, por lo que Casemiro desempeña un papel importante en la cobertura del danés y en la recuperación del balón cerca de la portería rival. La presencia de Casemiro también permite a los laterales del United avanzar más a menudo. Por la izquierda, Luke Shaw o Tyrell Malacia se desdoblan en posiciones de ataque, mientras que el lateral derecho Diogo Dalot juega más por dentro, en el rol de lateral invertido. La influencia de Casemiro en el United ha generado mejoras en las actuaciones de los laterales.
Un delantero centro diferente
Erik Ten Hag decidió dejar fuera del once inicial a Cristiano Ronaldo, quien terminó marchándose en enero de 2023 al Al-Nassr de Arabia Saudita. Su salida generó cambios en el ataque del United. Marcus Rashford ha pasado a jugar al centro, aportando amenaza a la espalda de la defensa rival y capacidad para liderar una presión alta o un contragolpe, en lo que representa un cambio radical con respecto a Ronaldo en la delantera.
Anthony Martial, por su parte, también ha sido utilizado por el centro, pero se descuelga a posiciones intermedias para enlazar con el centro del campo más a menudo que Rashford (abajo). La sincronización de su movimiento hacia el balón ha demostrado ser eficaz, y Bruno Fernandes ha sido el principal beneficiario. El internacional portugués aprovecha el espacio generado por el atacante en ese movimiento para hacer carreras hacia adelante desde segunda línea.
Erik Ten Hag demanda generalmente a sus jugadores que se muevan más a la espalda de la zaga rival, pero esto se nota especialmente en los jugadores que no son delanteros centro. Sus extremos, centrocampistas e incluso sus laterales se posicionan en muchas ocasiones por delante del delantero centro.
La principal diferencia cuando el United tiene a alguien como Martial o Rashford en la posición de delantero centro, en comparación con Ronaldo, es que estos dos jugadores pueden amenazar la espalda rival con su velocidad, mientras que Ronaldo no podía hacerlo a estas alturas de su carrera. Eso obliga a los defensas rivales a tener más trabajo y dudas que cuando se enfrentaban al veterano delantero portugués.
Cuando juega Rashford, también eleva la amenaza de contraataque del United. Esto debido a que su velocidad y su carrera directa reducen la necesidad de hacer pases hacia atrás combinar para construir jugadas. El atacante tiene la habilidad de explotar una línea alta y luego enlazar con jugadores de segunda línea desde la banda. Cuando se enfrenta a un bloque defensivo rival más fijo, intercambia la posición con uno de los extremos del United en lugar de quedarse por dentro. Esto hace que la primera línea del equipo de Ten Hag sea mucho más flexible e imprevisible.
Movilidad en el centro del campo
Con el doble pivote Casemiro-Eriksen, la acumulación de jugadores en el centro del campo ha mejorado notablemente. Incluso en comparación con el comienzo de la temporada 2022/23. Por el momento, parece que Erik ten Hag se conforma con que su equipo no domine la posesión del balón. Pero, en este caso, se aseguró que sean más eficientes en la construcción. De este modo aprovechan mejor el tiempo cuando tengan el balón.
Casemiro ha añadido una red de seguridad muy necesaria en las situaciones en las que el United pierde el balón. Algo que ha hecho que se castiguen muchos menos los errores en la posesión.
La relación entre Casemiro y Eriksen también ha sido clave para mejorar la salida de balón del United. Los dos saben cuándo dejarse descolgar e invitar a la presión rival. Además, ambos están mostrando una mejor comprensión de lo que Erik ten Hag quiere de su equipo. Esto significa que los jugadores pueden anticiparse a los movimientos de sus compañeros y habilitar pases a zonas débiles del oponente.
El resultado es que los centrales, sobre todo Raphaël Varane y Lisandro Martínez han mejorado su accionar al enlazarse con el centro del campo. Asimismo, los centrales saben cuándo saltarse la línea de mediocampo y jugar un pase más directo más adelante. Dalot también se suma a zonas del centro del campo, donde se acumulan cuatro jugadores. De ese modo, con Fernandes también por dentro, el United puede generar ventajas numéricas en la zona de creación (arriba).
En resumen, ahora el United es una unidad mucho más cohesionada cuando juega en el centro del campo.
La flexibilidad de Fernandes y Eriksen
Aunque Eriksen actúa principalmente en el doble pivote junto a Casemiro, cuando el United tiene el balón también juega a veces más como interior. Esto genera más espacio para Casemiro y habilita a su vez a sus compañeros más retrasados otra opción de pase hacia delante en los espacios centrales.
El resultado es que el United de Ten Hag realiza más pases verticales y se mueve de defensa a ataque con mayor rapidez y eficacia. Los tres delanteros se mantienen altos y estiran al rival, mientras que Fernandes se descuelga para recibir al pie. En los momentos en que el portugués cae en profundidad de esta manera, Eriksen puede jugar temporalmente como mediapunta entre líneas. Especialmente cuando Rashford juega en punta, o si Martial aún no ha descendido al mediocampo.
Una vez en el tercio final del campo, Fernandes y Eriksen han sido cruciales para la mejora del juego ofensivo del United. Su comprensión de cuándo adoptar simultáneamente la posición de interior y variar la estructura del equipo a un 4-3-3 ha sido muy útil. Esto, mientras que Erisken también reconoce el momento adecuado para insertarse en el doble pivote.
Tanto Fernandes como Eriksen poseen la habilidad de conectar con el balón en carrera a la espalda del rival. Esto, tanto cuando hay espacio hacia el que jugar como cuando se cruza desde una posición interior contra un bloque bajo rival (arriba). Disponer de dos jugadores con su habilidad, visión y comprensión del juego es un lujo que la mayoría de los demás entrenadores no tienen. Ten Hag está sacando lo mejor de ambos.
La amenaza goleadora de Rashford desde la banda
La llegada de Ten Hag ha revitalizado a Rashford, cuya energía e incesantes carreras ayudan a su equipo de varias maneras. Su posición adelantada y sus movimientos a la espalda obligan a la defensa rival a retroceder, lo que habilita más espacios para Eriksen y Fernandes.
Además, sus carreras en diagonal desde la banda —principalmente la izquierda, aunque también ha jugado por la derecha— han provocado intercambio de posiciones con un Martial que se descuelga y con Fernandes, al que le gusta moverse hacia el perfil izquierdo. La coordinación entre las carreras de Rashford y un pase de su compañero ha mejorado. Gracias a ello el delantero inglés se sitúa con más frecuencia en mejores posiciones para marcar.
Con tantos otros jugadores haciendo carreras en profundidad a la espalda de la defensa rival, hay más opciones para Rashford. También está haciendo carreras de apoyo para respaldar al jugador más adelantado. Como resultado de todo esto, Rashford está añadiendo a su juego goles y centros (arriba). Esto le ha convertido claramente en un futbolista más completo en general.
Es cierto que aún quedan cosas por mejorar, pero el Manchester United tiene muchas razones para ser optimista con los cambios que ha introducido Erik ten Hag.
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Redacción: The Coaches' Voice