
Sonia Bompastor
Chelsea, 2024-Presente
Sonia Bompastor, entrenadora del Chelsea, es una de las mujeres más exitosas en la historia del fútbol francés. Si bien es cierto que ser una gran jugadora no es un requisito para tener éxito en los banquillos, en el caso de Bompastor su desarrollo como entrenadora de élite estuvo precedido por una carrera como futbolista igualmente brillante. Entre sus muchos logros, destaca por haber sido la primera persona en ganar la Champions League Femenina en el campo y en el banquillo.
Nacida en 1980 en Blois, Francia, Bompastor fue capitana de su selección nacional, con la que disputó 156 partidos. En 2013, tras retirarse como jugadora, trabajó en la academia del Olympique de Lyon durante ocho años antes de asumir, en 2021, la responsabilidad de entrenar al primer equipo. Aceptando este cargo se convertía también en la primera mujer en entrenarlo en toda su historia.
Bajo su mandato, el Lyon consiguió un doblete de liga y Champions League en su primera temporada, seguido de un doblete nacional en 2023, otro título de liga en 2024 y una final más de Champions League, en la que cayó contra el FC Barcelona de Jonatan Giráldez.
Cuando Emma Hayes dejó el Chelsea, campeón inglés en 2024, Bompastor fue elegida por el club londinense para tomar el relevo. Las de Londres apenas han perdido el ritmo bajo su dirección — estuvieron invictas en sus primeros 31 partidos —, incluyendo una victoria en la final de la Copa de la Liga 2025 (abajo, en el vídeo). Era el primer título de Bompastor como entrenadora de las blues.
A continuación, nuestros entrenadores con licencia UEFA analizan el perfil táctico de Bompastor.
Estilo de juego
A nivel general, los equipos de Bompastor han puesto en práctica un estilo netamente ofensivo. Algo que los hace peligrosos tanto en posesión como en transiciones ofensivas. En los momentos sin balón sus equipos suelen ser muy agresivos, con una presión intensa sobre el rival para recuperar el balón lo más rápido posible.
Bompastor suele optar por una defensa de cuatro, generalmente en un 4-3-3 o un 4-2-3-1. Aunque ha demostrado flexibilidad táctica para cambiar a una línea de tres en los momentos que estima necesario. Normalmente hace esto para igualar al oponente cuando juega con tres jugadoras en defensa.
Construcción de juego
En la salida de balón, Bompastor suele organizar a sus equipos sobre un 4-3-3 —especialmente en el Lyon— o en un 4-2-3-1. La elección entre jugar con un pivote o doble pivote ha dependido a menudo de los desafíos tácticos planteados por el rival.
Por ejemplo, cuando el Chelsea se enfrentó al Real Madrid en la Champions League 2024/25, Bompastor optó por un 4-3-3 (abajo), con interiores altas para ahogar a las mediocampistas centrales del Madrid.
Cuando el balón circulaba hacia el sector derecho del Chelsea, Erin Cuthbert caía al carril más escorado hacia el costado. Esto generaba más espacio en la zona central, alrededor de las dos delanteras del Real Madrid, que quedaban aisladas. El Chelsea pudo explotar de ese modo la superioridad numérica, con la portera Hannah Hampton, las centrales Nathalie Björn y Millie Bright, y la pivote Sjoeke Nüsken en la salida. La altura de las laterales de Bompastor también puede variar: bajan para apoyar y combinar cuando se juega bajo presión contra equipos con presión alta. O bien se mantienen arriba para recibir tras la primera línea de presión ante equipos más conservadores.

Cuando se requiere, los equipos de Sonia Bompastor también construyen la salida con un doble pivote. Esto ayuda a la línea defensiva y a las pivotes a combinar más fácilmente bajo presión, gracias a la cercanía y las conexiones entre ellas. Esto se pudo ver en el partido ante el Brighton & Hove Albion (abajo) en la WSL (Women's Super League) en marzo de 2025. Una estructura que permitió al Chelsea sobrecargar el centro y escapar cuando cualquier jugadora central del Brighton salía a presionar a Hampton, Bright o a la debutante Naomi Girma.
En los momentos que la delantera Nikita Parris presionaba de fuera hacia dentro, Keira Walsh (o Nüsken en el lado opuesto) apoyaba como pivote más cercano al balón (abajo). Walsh, por su parte, combinaba detrás de la presión para encontrar a Lucy Bronze en el lateral derecho, superando así la presión. Una vez ahí el Chelsea aceleraba el ataque. Esto debido a que su última línea mantenía fija a la defensa del Brighton, que no seguía la presión de forma agresiva.

Cabe destacar que, ante presiones más agresivas, Sonia Bompastor no descarta jugar de manera directa hacia la línea ofensiva. Es una variante en la salida para atraer la presión en zonas profundas y luego explotar el espacio disponible en zonas avanzadas.
Generar juego y definición
Una fortaleza clave de los equipos de Bompastor —reflejada en las primeras actuaciones con el Chelsea— es su eficacia en zonas ofensivas. En su última temporada al frente del Lyon su equipo terminó la campaña de la Première Ligue como el más goleador (90) y con mayor xG (79,37). Sus equipos saben generar ocasiones en múltiples situaciones de ataque.
Ese perfil tan ofensivo tiene frecuentemente a una delantera de referencia en zonas centrales. Esta jugadora recibe y fija a las defensoras rivales, para luego asociarse con mediocampistas que llegan en carrera a los espacios generados por una línea defensiva más profunda. Ahí, se asocian a través de movimientos y combinaciones de tercera jugadora. Por ejemplo, un mecanismo habitual es ver a Maika Hamano filtrar un pase inteligente hacia Mayra Ramírez, para encontrar después la carrera de Aggie Beever-Jones, quien previamente ha trazado un desmarque a la espalda de la defensa rival.

También destaca la cantidad de centros desde banda que realizan los equipos de Bompastor. Tras 17 partidos de la WSL 2024/25, su Chelsea promediaba más centros por partido (20,2) que cualquier otro equipo. Tras recuperar la posesión, suelen encontrar rápidamente a las jugadoras de banda y generar ataques peligrosos desde esas zonas. Un hecho que obliga al rival a defender su área y aprovechando cualquier oportunidad.
Cuando sus jugadoras más abiertas enfrentan en el 1x1 a las laterales rivales en zonas avanzadas, los equipos de Sonia Bompastor logran buena ocupación del área. Esto con la delantera central atacando el intervalo entre defensoras centrales o el lado débil de la central más cercana, hacia el primer palo. Esa situación genera espacio para una segunda oleada ofensiva: la extremo del otro lado ataca el segundo palo, y una o dos mediocampistas llegan desde segunda línea (abajo). Estas pautas también se repiten en transiciones ofensivas, aprovechando los espacios aún más amplios en los intervalos centrales y laterales rivales.

Fase defensiva
Sin balón, los equipos de Bompastor han desarrollado una identidad basada en la presión agresiva. Así fue el caso del Lyon, el equipo que más presionó en la Première Ligue 2023/24, con el PPDA (Pases permitidos por acción ofensiva) más bajo. Esto se repitió en el Chelsea, que tuvo el PPDA más bajo tras 17 jornadas de la WSL 2024/25.
En la salida del rival, el Chelsea ha mostrado una presión orientada a la jugadora (abajo) con balón. La defensa arranca lo más alta posible, sobre la línea del medio campo, para comprimir distancias entre líneas. El equipo presiona directamente desde el primer pase de la portera rival, atacando las líneas de pase desde el inicio. Esto buscando encerrar al rival en las bandas o forzarlo a jugar en largo.

Los equipos de Sonia Bompastor se identifican por la flexibilidad táctica también en los momentos sin balón. Pueden presionar con una jugadora menos en la primera línea para mantener superioridad en la línea defensiva. Esto ocurre especialmente en estructuras de presión en juego abierto o cuando salen de un bloque medio a presionar. Lo que termina en una adaptación a formaciones como 4-4-2, 4-2-3-1 o 4-4-1-1.
Esas estructuras son similares, pero con diferencias sutiles, al minimizar los puntos fuertes del rival y exponer sus debilidades. Por ejemplo, un 4-4-2 permite liberar a más jugadoras para presionar la primera línea rival de forma inmediata. En cambio, un 4-2-3-1 —como el que utilizó el Lyon contra el Barcelona en la final de la Champions 2024 (abajo)— permite al equipo mantenerse más compacto en el centro. Las jugadoras pueden entonces esperar el pase hacia las bandas para encerrarlas allí. Eso limita las opciones de pase y usando la línea de banda como una defensora más.

Aunque el equipo de Bompastor perdió esa reñida final de Champions League contra el Barcelona, su impacto positivo en el Lyon fue incuestionable. Ahora, con un título ya en su primera temporada en el Chelsea —la señalada Copa de la Liga— consolida su reputación como una de las mejores entrenadoras del fútbol femenino.
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