Estêvão
Chelsea, 2025-Presente
Las jóvenes promesas brasileñas han sido una constante en el fútbol desde que Pelé se dio a conocer al mundo con solo 17 años en el Mundial de 1958. El último talento en emerger del país sudamericano es Estêvão, de 18 años, quien ofreció una muestra de su calidad en el Mundial de Clubes 2025 al marcar con el Palmeiras frente al Chelsea, a la postre campeón del torneo. Lo que hizo aún más llamativa su actuación fue que lo logró precisamente ante el club al que estaba a punto de incorporarse.
Estêvão debutó con el Palmeiras a los 16 años en 2023 y logró su primera internacionalidad con Brasil en 2024, tras lo cual el Chelsea acordó el fichaje del codiciado atacante para el verano de 2025. Anotó su primer gol con los Blues en los últimos minutos del partido contra el Liverpool en la Premier League, antes de convertirse en el jugador más joven del Chelsea en marcar en la Champions League, con 18 años y 181 días. Un mes más tarde, su gol en la victoria por 3-0 sobre el Barcelona le convirtió en el tercer jugador menor de 20 años en marcar en cada uno de sus tres primeros partidos como titular en la máxima competición europea de clubes, después de Kylian Mbappé y Erling Haaland.
A continuación, nuestros entrenadores con licencia UEFA analizan sus cualidades técnicas y rol sobre el campo.
Análisis técnico
Estêvão es un atacante zurdo que actúa principalmente como extremo derecho. Destaca por su capacidad de regate y por su instinto natural para conducir el balón y encarar a su defensor directo en el uno contra uno, tanto en espacios reducidos como cuando dispone de mayores metros por delante. Es capaz de conducir el balón a gran velocidad incluso cuando realiza muchos toques cortos. El joven brasileño muestra, además, un timing excelente en las paredes, descargando el balón y, casi a la vez, arrancando hacia el espacio libre. Así efectúa dos acciones en el mismo movimiento, lo que le permite recibir de nuevo y avanzar.
En su control de balón, Estêvão suele utilizar la planta del pie como preparación para hacer un regate. Esto puede atraer a su oponente hacia delante mientras se prepara para arrancar. Calcula el momento de su impulso cuando el oponente todavía está en movimiento, sin haberse detenido por completo, y a partir de ahí acelera con un cambio de ritmo explosivo.
Ha tenido algunas dificultades cuando se enfrenta a rivales especialmente físicos, fuertes en el duelo y que utilizan bien el cuerpo para bloquear cualquier intento de desborde por fuera. Su respuesta ante ello es perfilarse hacia dentro, amagar y arrancar de inmediato con el siguiente toque. Esto genera una especie de movimiento en zigzag mientras dribla (abajo), lo cual es muy útil para progresar en zonas con alta densidad defensiva. Este amague le abre opciones para finalizar, centrar o filtrar pases en profundidad al interior del área rival.
Sus frecuentes regates hacen que, de forma natural, busque finalizar con disparos al ángulo más lejano, buscando el segundo palo con efecto hacia dentro. Tal como se ha expuesto antes, Estêvão adereza sus acciones con amagos, fintas y pequeños desplazamientos del balón —especialmente de derecha a izquierda— para generarse oportunidades de disparo. Siempre lo hace con muy buen timing. Además, ha demostrado serenidad en estos remates al segundo palo, incluso cuando se mueve a gran velocidad (abajo).
Tiene un disparo potente, especialmente cuando recibe el balón por zonas centrales y entre líneas. Algunos de sus remates desde larga distancia destacan por su fuerza, trayectoria con caída y rosca. Incluso cuando tiene el balón muy encima —ya sea por los toques cortos propios de su conducción o porque el espacio interior está congestionado— es capaz de generar una potencia de tiro considerable.
En ocasiones busca atacar el espacio a espaldas de la defensa rival, normalmente por el costado exterior del lateral rival, cuando se filtra un pase hacia el lateral izquierdo. Desde ahí puede perfilar el cuerpo para finalizar en diagonal, aunque también es capaz de utilizar la pierna derecha para finalizar con potencia arriba al primer palo. Poco a poco está incorporando más desmarques que se cruzan por la trayectoria de su defensor —al estilo de Bukayo Saka en Arsenal— para recibir en carrera, aunque necesitará prodigarse más en este tipo de carreras para añadir mayor variedad a su juego en el último tercio de campo.
El internacional brasileño ha demostrado predisposición para atacar el segundo palo, sumando goles gracias a desmarques a las espaldas o cruzándose por delante del lateral que lo marca, especialmente al atacar centros rasos y tensos. Cada vez está llegando a estas zonas de remate con más regularidad para aprovechar rechaces, desvíos o paradas del portero, sumando a sus estadísticas ese tipo de goles claves en las cuentas goleadoras de cualquier extremo.
Cuando no incide directamente en el gol, Estêvão también contribuye a la construcción de los ataques, profundizando con frecuencia en el área. Sus pases filtrados a la espalda de la defensa rival son útiles para combinar con compañeros que atacan los espacios, y suele ejecutarlos tras perfilarse con amagues hacia dentro (abajo). En las inmediaciones del área ha demostrado inteligencia para asociarse con sus compañeros, especialmente cuando disimula sus acciones. Aunque podría ser un poco más vivaz con sus pases una vez dentro del área, previsiblemente mejorará en este aspecto con la edad.
Sus centros rasos y tensos atraviesan con potencia el área pequeña rival y generan todo tipo de problemas a las defensas, mientras que en otras acciones emplea fintas inteligentes para ejecutar pases atrás. Esa variedad le está permitiendo atacar mejor por fuera cuando juega en la banda derecha. Con más trabajo, debería convertirse en un extremo capaz de atacar con eficacia por ambos perfiles, algo fundamental en el fútbol moderno.
Extremo derecho
En el Palmeiras, Estêvão actuó principalmente como extremo derecho dentro de una estructura 4-2-3-1, aunque en algunas ocasiones también jugó como extremo o carrilero en sistemas con defensa de tres.
Durante la temporada 2024 del Brasileirao fue el jugador que más goles y asistencias combinadas registró en toda la competición (22). Se vio especialmente favorecido por los movimientos variados y fluidos del costado opuesto del equipo. Al fijar la amplitud por la derecha, los cambios de orientación hacia su banda le permitían recibir en espacios más amplios, con el rival basculando previamente hacia la izquierda.
Desde ahí, a menudo quedaba aislado para atacar situaciones de uno contra uno, con el lateral derecho Marcos Rocha eligiendo bien cuándo incorporarse para dar apoyo y cuándo dejarlo enfrentarse solo a su marcador (abajo). Como resultado, en 2024 Estêvão registró el mayor número de regates de cualquier jugador en una sola temporada de la Série A desde 2021. Con ello demostró su capacidad para superar a su oponente, perfilarse hacia dentro, finalizar en diagonal y penetrar en el área. Además, fue el tercer jugador con más remates en la Série A en 2024.
En el 4-2-3-1 del Palmeiras, el doble pivote solía bascular hacia su lado, ofreciéndole a Estêvão una línea de pase interior para combinar por dentro, incluso mediante paredes. Con el mediapunta —Maurício o Raphael Veiga— participando a menudo en las combinaciones por el lado izquierdo, también se generaban espacios interiores que Estêvão aprovechaba para conducir de forma agresiva hacia dentro. El mediapunta realizaba desmarques de apoyo por dentro que Estêvão sabía identificar con pases filtrados y verticales. Además, el propio Estêvão ejecutaba carreras en diagonal, cruzándose o atacando zonas cercanas al delantero centro, José Manuel López, para asociarse. También realizaba desmarques curvos, ya fueran en diagonal o hacia José Manuel López, para combinar. De hecho, Estêvão quedó empatado en el tercer puesto de pases clave en la Série A en 2024.
Con los jugadores del lado izquierdo del Palmeiras desplazándose para incursionar por dentro y alrededor del área, Estêvão tenía opciones para lanzar centros hacia dentro, así como envíos potentes hacia compañeros en el centro o en el segundo palo. También podía ejecutar pases atrás, con el doble pivote, delanteros retrasados o el lateral izquierdo avanzando y acechando en el borde del área.
A su llegada al Chelsea siguió atacando principalmente desde la derecha dentro de una formación 4-2-3-1. Pero a menudo el equipo londinense ha mutado en una defensa de tres bajo la dirección de Enzo Maresca, con uno de los defensas pasando a formar parte de un mediocampo de cuatro. En esta formación adaptada, Estêvão ha mantenido la amplitud por la derecha, pero sin el apoyo del lateral que tenía en el Palmeiras. Sin embargo, ha tenido opciones para meterse por dentro, combinando hacia atrás con el jugador más próximo del doble pivote, hacia delante con el más cercano de los dos mediapuntas, o con un delantero centro que se mueve por el frente cuando hay rotaciones en la línea de ataque.
En el Chelsea, Estêvão ha tenido más oportunidades de mover el balón hacia compañeros que buscan llegar al área. También ha podido realizar combinaciones en pared más tempranas, especialmente si el lateral rival ha saltado a la presión. Aun así, ha seguido teniendo muchas ocasiones para encarar y atacar en diagonal hacia portería. Y con un delantero centro, dos mediapuntas y un extremo por el lado opuesto listos para atacar el área cuando él progresa, ha contado con opciones para dar asistencias con sus centros, que pueden ser envíos con efecto hacia el primer palo o el segundo, sobre todo para el mediapunta del lado opuesto y el extremo lejano.
Pero dado que la unidad ofensiva de Maresca es un poco más estructurada que la del Palmeiras, ahora en el Chelsea cuenta con apoyos más cercanos cuando dribla hacia dentro, lo que significa que atacar por su lado derecho podría ser una opción cada vez más fructífera para centrar.
“Es un talento enorme”, dijo Maresca tras enfrentarse el Chelsea a Estêvão en el Mundial de Clubes. “Va a ser un jugador importante para este club”.
Y, sin duda, lo está siendo.
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