Eurocopa 2020: Octavos de final, 28 de junio 2021
Pedri (20, propia puerta)
Orsic (85)
Pasalic (90+2)
Sarabia (38)
Azpilicueta (57)
Ferran Torres (77)
Morata (100)
Oyazarbal (103)
España se sobrepuso a dos duros golpes durante el partido para clasificarse para los cuartos de final de la Eurocopa 2020 en detrimento de Croacia. Primero fue un grave error de su portero, Unai Simón, en su intento de controlar un balón de Pedri que acabó en la red. Pablo Sarabia logró el tanto del empate minutos después para el equipo de Luis Enrique, llegando igualadas ambas selecciones al descanso.
El segundo golpe llegaría en un electrizante final de partido, donde Croacia logró remontar un 3-1 en contra en apenas seis minutos que extendieron el partido hasta la prórroga. Espacio de tiempo donde España estuvo acertada en ambas porterías, con Simón evitando el gol de Croacia y poco después Álvaro Morata adelantado a su equipo con una gran maniobra dentro el área. Mikel Oyazarbal hizo el quinto tanto de España en un espectacular partido entre dos equipos que en ningún momento se dieron por vencidos.
España se medirá en cuartos de final a Suiza, después de que la selección centroeuropea eliminara de la Euro 2020 a la gran favorita, Francia. Un encuentro que se resolvió desde los penaltis, donde Kylian Mbappé erró el último lanzamiento.
12 / 7
DISPAROS / A PUERTA
23 / 10
32 %
Posesión
68 %
427 / 345
Pases / Completados
883 / 785
26 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
10 / 0 / 0
La selección de Croacia dirigida por Zlatko Dalic partió de inicio sobre un 4-3-3 (abajo) en fase de posesión, con Josip Juranovic en el lateral derecho, la pareja de Domagoj Vida y Duje Caleta-Car como centrales (éste último en sustitución del sancionado Dejan Lovren) y Josko Gvardiol en el lateral izquierdo. Por delante, Marcelo Brozovic fue el centrocampista defensivo con Mateo Kovacic y Luka Modric como interiores, mientras los tres jugadores de arriba -donde la selección croata no pudo contar con Ivan Perisic, baja por coronavirus- fueron Ante Rebic en izquierda, Nikola Vlasic en derecha y Bruno Petkovic en punta.
Luis Enrique mantuvo su clásico 4-3-3 (abajo) en la selección de España, pero de nuevo con cambios en el once titular respecto a los partidos anteriores. José Luis Gayà ingresó como lateral izquierdo en relevo de Jordi Aba, manteniéndose Èric García y Aymeric Laporte en el centro de la zaga y César Azpilicueta en el lateral derecho. Por delante, Sergio Busquets, que fue titular después de la buena imagen mostrada ante Eslovaquia, repitió en el centro del campo con los inamovibles Pedri y Koke. En la línea de tres en ataque, Álvaro Morata ocupó de nuevo la posición de delantero centro, acompañado por Pablo Sarabia y Ferrán Torres en los extremos.
Comenzó España dominando la posesión de balón, en una circulación de balón mediante el pase corto, contactando principalmente con Pedri y Koke, y tratando de buscar los desmarques de ruptura a la espalda de los centrales croatas. Croacia, en cambio, decidió replegar en campo propio con todo el equipo en un 4-4-1-1, dejando a Modric por detrás de Petkovic, ligeramente liberado el jugador del Real Madrid de trabajo defensivo, más allá de algún amago para intentar robar.
Morata, con mucha movilidad en último tercio de campo, empezó a aparecer en espacios intermedios, descolgándose a los costados de Brozovic donde se generaban los espacios a atacar. Mientras tanto, Laporte, con sus conducciones, trataba de provocar la presión de Croacia para liberar jugadores por dentro, intentando conectar después con uno de los centrocampistas ya liberados de marca.
En fase de posesión, Croacia rehuía el juego combinativo ante la presión de España, buscando el juego directo sobre Petkovic, para que el delantero croata aguantara el balón o buscara prolongar, para, desde ahí, darle más velocidad al juego. Los croatas también esperaban la ocasión de robar y correr con Vlasic y Rebic por las bandas, aprovechando a Modric parar darle velocidad al contraataque en sus conducciones hacia adelante. Una situación que España trató de evitar con la presión tras pérdida y los repliegues colectivos rápidos con gran compromiso.
Con el paso de los minutos, el equipo de Luis Enrique logró encontrar los espacios interiores, acciones en las que Busquets le daba al balón la velocidad adecuada jugando a uno o dos toques en función de la situación de partido. Un desarrollo que llevó a una clara ocasión de Koke, fruto de ese juego interior de España (abajo).
El error de Simón:
Sin embargo, cuando España monopolizaba la posesión de balón y las ocasiones, un pase atrás en dirección de la portería fue errado en el control por Unai Simón y se introdujo en la portería de España para darle a Croacia una ventaja inesperada. A partir de este punto, la selección croata empezó a crecer y a encontrar los espacios para correr, generando conducciones y llegadas con jugadores a zonas de ataque con la defensa española corriendo hacia atrás (abajo). Un desarrollo ofensivo donde más cómodos se encontraban los atacantes croatas.
Hasta ese momento, Azpilicueta se había quedado atrás en los inicios de juego formando como tercer central para facilitar la salida limpia, aún sin presión croata. Pero en esta fase del partido, y con desventaja en el marcador, le costó más a los centrocampistas de España recibir dentro del bloque defensivo de Croacia, provocando que Pedri y Busquets dejaran de encontrar los espacios, quizá fruto también del estado emocional generado por el gol encajado.
Con el paso de los minutos, el equipo de Luis Enrique logró recuperar sensaciones y volver a su estilo de juego, también con una férrea presión alta que obligaba al portero croata a liberarse del balón, ganado por los centrales españoles una vez que pasaba el centro del campo. Asimismo, España volvió al guion inicial en fase de posesión, haciendo circular el balón de lado a lado hasta encontrar los espacios interiores para terminar finalizando por banda. Tras varios intentos, Sarabia anotó el empate a uno.
Después del empate, los laterales de España se mostraron incisivos en ataque con desdoblamientos para buscar los centros laterales, ganando así el equipo de Luis Enrique en amplitud ante una selección de Croacia que le costaba llegar a las bandas a tapar las internadas del extremo y lateral.
El segundo tiempo arrancó con España manteniendo un alto ritmo de juego, pero con una presión más alta de Croacia, situación que le dio espacios a la selección de Luis Enrique para jugar por dentro y poder llegar a portería con mayores garantías. Así fue la jugada del 1-2, que empezó en una acción combinativa desde el portero, continuada por Pedri en una apertura por banda para Ferran Torres y finalizada con un remate de cabeza de Azpilicueta dentro del área rival, después de un centro lateral del jugador del Manchester City.
Croacia, obligada a dar un paso adelante, llevó más arriba su presión, variando también a una defensa de tres para jugar sobre un 3-5-2 (arriba). España, a pesar de las presión de su rival, siguió arriesgando en el inicio de juego a sabiendas que superada esa primera presión podría darle la opción de generar ocasiones en situación ventajosa. Unas acciones combinadas en algunos momentos con el juego directo hacia Morata para que el delantero español, después de ganar el duelo ante su rival, se asociara de cara con algún compañero que se incorporaba al ataque (abajo).
La selección de Dalic consiguió hacer replegar a España en su campo durante algunos minutos con su nuevo dibujo para gozar de algunas ocasiones de gol salvadas por Simón con mucho acierto. Minutos donde también hubo cambios en ambas selecciones, aunque con diferentes objetivos. Dalic dio entrada a Andrej Kramaric y Mislav Orsic en posiciones adelantadas, mientras Luis Enrique mantuvo el dibujo con Pau Torres y Dani Olmo en sustitución de Èric García y Pablo Sarabia, respectivamente.
Precisamente el defensa central del Villarreal fue clave en el 1-3 en una acción de juego directo de España, sacando rápido una falta en campo propio para conectar con acierto con Ferran Torres en el área rival. Torres, que esperaba en banda contraria solo, se plantó delante de Dominik Livakovic para definir cruzado con la zurda para poner una ventaja de dos goles en el marcador para España. Con ese resultado, España siguió defendiendo hacia adelante (abajo), recortando espacios con una intensa presión en cada pase atrás de los croatas, al mismo tiempo que dejaba a sus delanteros en fuera de juego.
Croacia optó en los últimos minutos por un juego aún más directo para intentar la remontada. El 2-3 llegó después de un saque de banda donde Ante Budimir, quien también había entrado en el segundo tiempo para ganar precisamente los balones aéreos, se descolgó a banda derecha para dar un pase filtrado a Modric. El jugador del Real Madrid llegó hasta el área pequeña de España, asistiendo después atrás a Orsic.
Mucho más vertical fue la acción del gol del empate, llegando Croacia en pocos toques a banda izquierda, para que Pasalic conectara de cabeza un centro lateral (abajo). Una acción defensiva que el equipo Luis Enrique, como ya pasó también ante Polonia en la segunda jornada, tiene problemas para controlar.
Ya en la prórroga, la tensión y el cansancio dibujaron un partido menos táctico y más de ida y vuelta. Así, el equipo más acertado en ambas áreas se terminaría llevando la clasificación. Croacia tuvo su oportunidad en una internada de Orsic por banda izquierda, que acabó con un remate a bocajarro que salvó Simón casi bajo palos. Acción a la que respondió España en una recuperación tras pérdida que acabó con el centro de Dani Olmo al segundo palo desde la banda derecha para encontrar a Morata. En pocos segundos, el delantero de la Juventus controló y golpeó con pierna izquierda para firmar un tanto decisivo.
Con este resultado y gran parte de la segunda parte de la prórroga por disputar, Croacia se echó arriba con muchos efectivos dejando a España correr al contraataque. En uno de ellos, el equipo de Luis Enrique firmó el quinto y definitivo gol, de nuevo con Olmo ejecutando un centro desde banda derecha finalizado por Mikel Oyazarbal. En el resto de la prórroga, España alternó entre buscar las carreras a estos espacios, principalmente en banda derecha con Olmo, y controlar la posesión para tranquilizar el partido. Un desarrollo con el que evitó la posible reacción de Croacia y terminó conquistando el pase a cuartos de final.
Redacción: Héctor García