copa mundial grupo c, 30 de noviembre 2022
Mac Allister (46)
Julián Álvarez (67)
Argentina se metió en octavos de final del Mundial de Qatar 2022 después de ganar a Polonia en el tercer y último partido de la fase de grupos. Un escenario que se esperaba antes del comienzo del Mundial, pero que se les complicó a los de Lionel Scaloni con la derrota ante Arabia Saudí en la primera jornada. La Albiceleste, algo más liberada en lo emocional respecto a la victoria ante México en la segunda fecha y con más opciones en la ofensiva con la entrada de jugadores como Enzo Fernández y Julián Álvarez, dominó a Polonia en todas las facetas del juego.
Ni siquiera un penalti errado por Lionel Messi varió el rumbo del equipo sudamericano. El gol estaba cerca de llegar y apareció nada más comenzar la segunda parte, con Alexis Mac Allister como autor. Álvarez, en el 67, hizo el segundo y definitivo gol de Argentina, que pasa como primera de grupo acompañada por Polonia. Los europeos, a pesar de la derrota, son segundos de grupos con cuatro puntos. Los mismos que México, pero con mejor diferencia de goles a favor.
"Perdimos y no hemos jugado el mejor fútbol, pero al final conseguimos el objetivo", señaló Czeslaw Michniewicz, seleccionador de Polonia. Mientras, Scaloni, entrenador de Argentina, destacó la satisfacción por el partido de sus jugadores: "El contexto del partido no era fácil. Había que jugar y ganar porque a Polonia que le valían dos resultados. Interpretamos la situación de una manera correcta".
Las claves tácticas
Polonia:
Defensa conservadora
Czeslaw Michniewicz dispuso a Polonia sobre su habitual 4-4-2 en fase defensiva y con una clara actitud conservadora (abajo). Y es que a Polonia, si Arabia no ganaba su duelo ante México en el otro partido del grupo, le podía valer hasta una derrota ante la Albiceleste para pasar de grupo, como así ocurrió.
En el dispositivo sin balón, el seleccionador polaco trató de temporizar las acciones ofensivas de Argentina compactando sus líneas a través de generar profundidad defensiva en zona de creación. Un planteamiento que tenía el objetivo de reducir las distancias entre la primera línea defensiva y el mediocampo. Sin embargo, con el transcurso del encuentro, ese dispositivo defensivo polaco replegó en exceso, lo que provocó que el equipo europeo no tuviera las estructuras consolidadas en su defensa ante los ataques argentinos.
Desajustes en transición defensiva
En la segunda mitad, el equipo polaco bajó su velocidad defensiva tras las pérdidas de balón en campo rival. Pérdidas que se vieron aumentadas con el inicio de juego directo por parte de su portero. Aquí, la línea medular polaca quedaba sesgada, también sin escalonamientos defensivos que le garantizara una ocupación racional de los posibles espacios adonde poder dirigir los segundos balones.
Debido a esa situación de desajuste, el balance defensivo de Polonia en repliegue generaba espacios interiores difíciles de proteger por sus laterales y centrales, quienes priorizaban mantener su posición en campo propio antes que activarse sobre la zona de pérdida de balón y achicar ese espacio para ralentizar la contra de Argentina. En la segunda mitad, los contragolpes de la Albiceleste, precisamente aprovechando estos espacios, fueron muy peligrosas (abajo).
Transición ofensiva precipitada
Después del robo de balón en campo propio y con el dispositivo defensivo en repliegue, los extremos polacos intentaron aprovechar los primeros espacios que generaban los argentinos en su primera presión tras pérdida de balón. Conducciones realizadas hasta la línea de mediocampo por parte del jugador que recuperaba el balón.
Posteriormente, y ya en zona central, esas conducciones se ralentizaron, facilitando a Argentina el retorno y, por consecuencia, la reorganización y reducción de espacios a la espalda de los últimos defensores rivales. El poseedor de balón, con tiempo para visualizar y valorar otras posibles opciones entre líneas, optaba generalmente por buscar en profundidad a Lewandowski, pese a que el delantero del Barcelona estaba siempre en inferioridad y con su marcador en cercanía y replegando. De este modo, las opciones de Polonia de conseguir éxito en la contra se desvanecieron continuamente (abajo).
Inferioridades en banda
Como hemos señalado anteriormente, los de Michniewicz fueron de más a menos en su fase defensiva, especialmente en un segundo tiempo en el que la selección europea no supo afrontar el juego exterior de Argentina.
Los de Scaloni detectaron en las bandas que las ayudas defensivas de Polonia llegaban tarde, algo que facilitaba espacios para habilitar situaciones de superioridad numérica. Argentina, en una segunda acción sobre banda, también atacó la debilidad posicional sobre los flancos derechos e izquierdo, después de un cambio de juego directo hacia cualquiera de las dos bandas. Ahí, el extremo polaco correspondiente saltaba tarde sobre su oponente directo y las ayudas por parte de su lateral no se producían (abajo). Todo esto se tradujo en desajustes defensivos de Polonia en los momentos donde tuvo que replegarse.
Argentina:
Bloque compacto
Lionel Scaloni dispuso a su equipo en un 4-3-3 tanto en ataque como en defensa (abajo), con Lionel Messi con libertad de movimientos y cambios en el equipo inicial, entre ellos Enzo Fernández y Julián Álvarez. Los compañeros de la línea de Messi tuvieron que realizar continuas permutas para dificultar las evoluciones ofensivas polacas en zona de creación.
Por detrás, el dispositivo defensivo argentino intentó orientar las acciones verticales rivales hacia las bandas, con la intención táctica defensiva de acortar los espacios de intervención de los medios. Una acción que también buscó forzar a los laterales a realizar conexiones directas con Lewandowski en inferioridad numérica. Los defensores de Scaloni se mostraron solventes en fase defensiva y no sufrieron demasiado para recuperar el balón en campo propio.
Espacios de remate
En fase de ataque y tras orientar sus acciones ofensivas por el carril exterior derecho, los atacantes de Argentina generaron continuos desajustes dentro del dispositivo defensivo rival en su proceso de repliegue, situación que les facilitó tener opciones de gol.
Después de superar acciones de dos contra dos, con los desdoblamientos ofensivos de Nahuel Molina sobre Ángel Di María, el ataque de Argentina conectaba con los jugadores que ocupaban y aprovechan el espacio de remate que facilitaban los defensores polacos entre sus centrales y los dos pivotes en mediocampo. Una acción que nuevamente llevó a Argentina a conseguir remates sobre la portería rival, como se vio en el primer gol de Mac Allister (abajo).
Pases en ventaja
En un partido de alto carácter ofensivo por la necesidad del resultado y la actitud defensiva de Polonia, Messi fue el jugador que más ventajas generó a través de sus pases. El capitán argentino jugó en su zona de confort ofensivo. Es decir, el carril exterior izquierdo y entre líneas, desde donde conectó con los compañeros de más adelantados, facilitando también líneas de pase por los espacios que generaba Polonia en su última línea defensiva.
Previamente a entrar en acción con el balón, Messi detectaba su zona de intervención ante un dispositivo defensivo de Polonia que se dividía, habilitándole al 10 de Argentina conectar de manera directa con Álvarez en profundidad (abajo).
Atraer para liberar
Los mediocampistas argentinos fueron superiores a los defensores polacos en fase de ataque y en todas las zonas de juego dinámico del terreno de juego. Asimismo, la interpretación de las acciones ofensivas de ataque a lo largo del partido fue determinante para los jugadores argentinos en posesión del balón, quienes tenía como objetivo superar líneas defensivas, desajustar a la última línea defensiva rival más cerca del área de meta y conectar con un compañero mejor situado.
Aunque los centrocampistas argentinos se enfrentaron a defensores que temporizaban y replegaban, consiguieron superar las marcas polacas mediante conducciones simples para atraer a un rival, liberando así el espacio para un compañero, que podía encontrar el tiempo y espacio para rematar con garantías. Por esta vía llegó el segundo gol de Argentina, con Álvarez como goleador (abajo). Un tanto que fue definitivo para la victoria del grupo de Scaloni.
Puedes ver los análisis tácticos de los partidos más importantes en The Coaches' Voice Análisis/Partidos.