europa league 2023/24, final 22 de mayo 2024
Lookman (12, 26, 75)
Atalanta se proclamó campeón de la Europa League 2023/24 con una contundente victoria ante el Bayer Leverkusen. En una final con un marcado protagonismo de los entrenadores, Xabi Alonso en el Leverkusen y Gian Piero Gasperini en la Atalanta, la gran estrella fue Ademola Lookman.
Lookman hizo historia, ya que es el primer futbolista que anota un hat-trick en la historia de la final de la Europa League desde que el torneo, antes llamado Copa UEFA, tiene esta denominación (2009-2010) y también desde que el desenlace de la competición es a partido único (1998). Pero también con sus tres goles, el delantero de la Atalanta acabó con el récord de imbatibilidad del Bayer Leverkusen, que queda finalmente en 51 partidos sin perder.
Dos de sus tres tantos llegaron en el primer tiempo, en el que la Atalanta, con el planteamiento de Gasperini, maniató el poderío ofensivo del Bayer Leverkusen. Pero también fue certero el equipo italiano en ataque, buscando siempre una situación de igualdad numérica para que Lookman pudiera marcar. Así fue también el definitivo 3-0, con otra nueva espectacular acción individual y definición de un jugador que hizo suya la final.
Análisis de los entrenadores
"Parecían invencibles, pero el modo en el que lo hemos hecho es increíble. Es una gran hazaña, pero no creo que ahora sea mejor entrenador que antes", señaló Gasperini en rueda de prensa. "Hemos impedido que el Bayer Leverkusen haya jugado su juego y hemos merecido esta copa", añadió.
"No fue nuestro día. La Atalanta fue mejor que nosotros. Es una pena que haya sucedido en la final, pero no podemos hacer más que aceptarlo. Ha sido la primera derrota, algo nuevo para nosotros, pero la vida sigue", analizó Xabi Alonso, quien fue consciente de la manifiesta superioridad rival en la final.
A continuación, nuestros expertos analizan los principales detalles tácticos de la final de la Europa League 2023/24.
Timing defensivo
Xabi Alonso planteó el partido con un sistema 5-2-3 tanto en ataque como en defensa (abajo). En los momentos sin balón, los carrileros del Leverkusen, Josip Stanisic y Álex Grimaldo, no ajustaron adecuadamente el timing defensivo para saltar a la presión sobre el correspondiente lateral rival en la zona de creación. Este déficit generó un espacio libre a su espalda y un intervalo relevante que el Leverkusen no fue capaz de solventar durante todo el encuentro, restándole eficacia en los momentos sin balón.
En Atalanta, Gasperini organizó a su equipo en un 4-3-3, con un bloque compacto y agresivo que redujo los espacios de ataque a los jugadores más influyentes del Leverkusen, sobre todo, a Florian Wirtz (abajo). Cuando el jugador alemán trataba de conectar con el balón y con sus compañeros de ataque, los centrales de la Atalanta, Isak Hien y Sead Kolasinac, efectuaron persecuciones férreas y ajustadas sobre él, pero también sobre Jeremie Frimpong. Mientras, los centrocampistas Éderson, Berat Djimsiti y Teun Koopmeiners impidieron el juego interior rival, clave para que el Leverkusen no llevara el control del partido a través del dominio de la posesión.
La presión
Gasperini utilizó su habitual presión alta agresiva para impedir la progresión del juego de Leverkusen desde su salida. Este estilo defensivo de la Atalanta fue fundamental, ya que consiguió arrebatar el control del juego ofensivo del rival, especialmente con una conducta sin balón muy bien ejecutada.
Como hemos señalado, los jugadores de la Atalanta presionaron al Leverkusen en la salida del balón, llevándoles así a cometer errores y dificultándoles también la construcción de jugadas. De igual modo, la defensa individual proactiva del equipo italiano obligó al portero del Leverkusen, Matej Kovar, a jugar directo sobre los atacantes, que perdieron todos los duelos directos contra los centrales de la Atalanta (abajo).
Si analizamos la presión del Leverkusen, el equipo de Alonso no logró sus objetivos. Generalmente, los defensores llegaban tarde a los receptores del balón del Atalanta, provocando de ese modo continuos desajustes en cadena. Asimismo, las distancias entre compañeros y las vigilancias a los atacantes de la Atalanta fueron muy amplias, lo que facilitó al equipo de Gasperini encontrar líneas de pase por los intervalos y controles de balón en ventaja cerca del área (abajo).
La verticalidad de la Atalanta
La Atalanta optó por aplicar un juego directo y vertical en fase de ataque y en los contraataques, buscando constantemente pases en profundidad hacia sus delanteros: Ademola Lookman, Charles De Ketelaere y Gianluca Scamacca. Este planteamiento ajustado a las capacidades físico-tácticas de sus tres atacantes —como la velocidad, el desmarque y el 1x1—, generaron constante peligro sobre la portería del Leverkusen.
Lookman recibió con espacio y tiempo en el sector izquierdo del ataque italiano, zona donde la última línea defensiva del Leverkusen estaba casi siempre desorganizada y sin ayudas (abajo). Una situación determinante en los tres goles anotados por el atacante nigeriano.
Conclusiones
La final medía también el estilo táctico de Xabi Alonso y Gasperini, con victoria para este último. El Leverkusen no encontró sus vías habituales de ataque. Pero la mayor diferencia respecto a su espectacular rendimiento durante toda la temporada estuvo en sus constantes debilidades defensivas.
En la Atalanta, destacó el planteamiento de Gasperini tanto en ataque como en defensa. Ambas fases, sustentadas por un continuado esfuerzo físico durante todo el partido. A nivel individual, sin duda, Lookman fue el protagonista por sus goles, pero también porque fue el atacante que mejor interpretó su ubicación previa y la acción posterior a realizar, tanto exterior en el 1x1, como interior en conducción y tiro (abajo).
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Redacción: The Coaches' Voice en español