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Análisis táctico: Argentina 1 Brasil 0

Pascal Marechal
Análisis táctico: Argentina 1 Brasil 0
Getty Images
Redacción
Pascal Marechal
Publicado el
julio 11 2021

Copa américa final, 10 de julio 2021

Argentina 1Brasil 0

Di María (22)

Argentina ganó su primer título de la Copa América desde 1993 al derrotar  a Brasil en el estadio Maracaná. Un triunfo histórico para la Albiceleste, que había caído en sus cuatro últimas finales, tres de ellas en tandas de penaltis, desde su última victoria en el principal torneo internacional de América del Sur.

Su espera de 28 años terminó gracias a un gol de Ángel Di María en la primera mitad, en una brillante definición del atacante del Paris Saint-Germain, elevando por encima el balón ante la salida del portero brasileño Ederson. También termina la espera para Lionel Messi, quien a sus 34 años conquista su primer gran título internacional con la selección de Argentina.

Alineaciones iniciales
ArgentinaBrasil
2381913420571110222324316517871910
Argentina4-4-2
Brasil4-3-3
23Emiliano Martínez
23Ederson
8 MMarcos Acuña
Danilo
19Nicolás Otamendi
4Marquinhos
13Cristian Romero
3Thiago Silva
4Gonzalo Montiel
16Renan Lodi
20Giovani Lo Celso
5Casemiro
5Leandro Paredes
17Lucas Paquetá
7Rodrigo De Paul
8Fred
11Ángel Di María
19Everton
22Lautaro Martínez
10Neymar
10 Lionel Messi
7Richarlison
Estadísticas
ArgentinaBrasil

6/2

DISPAROS / A PUERTA

11/4

42%

POSESIÓN

58%

378/269

PASES / COMPLETADOS

488/419

19/5/0

FALTAS / AMARILLA / ROJA

22/4/0

Fase de posesión: Argentina

El seleccionador argentino Lionel Scaloni estructuró a su equipo sobre un 4-4-2, con Ángel Di María y Giovani Lo Celso operando como volantes en mediocampo y el capitán Lionel Messi en la dupla en ataque con Lautaro Martínez. Uno de los patrones claves del equipo argentino en fase ofensiva fue posicionar a su lateral izquierdo, Marcos Acuña, adelantado, dejando a Argentina con una defensa de tres; desarrollo que permitía a Lo Celso ocupar una posición más centralizada desde su punto de partida en banda izquierda. Di María, por su parte, se mantenía abierto en el flanco derecho, lo que habilitaba a Messi a descolgarse por el pasillo interior de ese lado, mientras Martínez operaba como delantero centro ocupando la vigilancia de los centrales brasileños.

El posicionamiento centralizado de Lo Celso junto a Leandro Paredes y Rodrigo De Paul, le facilitó a Argentina tener la cobertura suficiente en caso de situaciones de pérdidas de balón en campo de Brasil. Lo Celso y De Paul protegían los espacios por dentro de Di María y Acuña, dejando a Paredes focalizarse en el acceso central de los delanteros de Brasil. Esta segunda línea de tres jugadores gestionó bien las opciones de contragolpe del equipo de Tite, que empezó a utilizar un bloque defensivo más bajo para defenderse ante la primera línea de Argentina.

Brasil variaba a un 4-4-2 en fase defensiva, con Neymar adelantando su posición para unirse a Richarlison en el frente de ataque y Everton situado más atrás, a la misma altura del mediocampo, lo que facilitó a Argentina a progresar en su salida de balón por las bandas. Cuando Brasil se posicionaba en bloque medio, el equipo de Scaloni adaptaba su dibujo a defensa de tres para progresar por fuera de los delanteros brasileños, con Nicolás Otamendi conduciendo a mediocampo para iniciar el intercambio de posiciones en el flanco izquierdo.

A pesar de las buenas construcciones de juego desde atrás, fue en una acción de juego directo sobre la defensa de Brasil el modo en que Argentina encontró el gol. De Paul asistió a Di María con un pase perfectamente coordinado con su desmarque, para finalizar el atacante del PSG con un toque elevado por encima de Ederson.

Con ventaja en el marcador, Argentina adaptó su ataque, con Messi descolgándose a mediocampo para participar más en la construcción de juego, especialmente en zonas centrales. Eso llevó a Di María a moverse más arriba y por dentro, actuando como un segundo delantero. Por su parte, Gonzalo Montiel adelantó su posición desde el lateral derecho por primera vez en el partido, con los centrocampistas en la cobertura de los laterales, especialmente cuando Messi se situaba en mediocampo para mantener la igualdad numérica ante Brasil.

Después de que Brasil modificara su estructura en ataque en la segunda parte, Argentina tuvo que afrontar periodos más largos en defensa, también formando en un bloque medio para emplear el contraataque como principal estrategia de ataque.

La posición ligeramente más abierta de Messi dentro de la pareja de delanteros les proporcionó una salida de balón clara y rápida, para, desde ahí, sortear a su marcador y permitir la construcción de juego elaborada de su equipo. Sin embargo, la presión más intensa de Brasil sobre los laterales y los centrocampistas argentinos les impidió recuperar el impulso ofensivo del primer tiempo y limitó su avance a campo rival.

La entrada de Nicolás Tagliafico en el lateral izquierdo permitió a Acuña adelantarse y establecer un esquema defensivo más sólido ante el creciente peligro de Brasil por banda derecha, manteniendo la misma estructura ofensiva. Messi continuó en el centro y Acuña se movió hacia adentro para apoyar a Martínez y Di María. La pareja de centrales, con la entrada de Guido Rodríguez por Paredes, formó un doble pivote junto con De Paul para protegerse de cualquier contraataque brasileño.

En la segunda parte, Argentina se centró en defender en campo propio y aguantó muchas fases del partido sin posesión, utilizando los contraataques ocasionales para ayudar a aliviar la presión de Brasil más que para buscar un segundo gol. Un desarrollo conservador con el que logró mantener la ventaja en el marcador.

Fase de posesión: Brasil

Tite estructuró a su selección brasileña en un 4-3-3 en ataque, con Neymar y Everton apoyando al centrodelantero Richarlison como extremos. Fred y Lucas Paquetá, por su parte, comenzaron como mediocentros avanzados, por delante del único pivote, Casemiro. 

Sin embargo, en los primeros ataques de la selección brasileña, Fred se posicionó junto a Casemiro para luego desplazarse a la izquierda. Esto habilitó a avanzar al lateral izquierdo, Renan Lodi, lo que, a su vez, ayudó a Neymar a descolgarse por dentro para recibir y combinar más cerca de Richarlison en punta.  Para combatir esto, al volante derecho de Argentina, Ángel Di María, se le pidió vigilar las carreras de Brasil por su lado, con el lateral derecho, Gonzalo Montiel, agresivamente avanzando hacia la nueva posición de Neymar. 

La construcción del juego brasileño, sin embargo, careció de velocidad y la fortaleza del contragolpe argentino hizo que los de Tite tuvieran problemas. Casemiro y Fred retrasaron más su posición en la salida de balón, lo que les dio más protección a Brasil, pero también contribuyó con el ritmo lento que permitió a Argentina colocarse en un compacto y cómodo bloque medio. 

Brasil tendió a concentrarse a jugar por fuera, salvando la presión de los dos delanteros argentinos y alejados de los congestionados espacios interiores. Sin embargo, no consiguieron generar verdaderas oportunidades que destacar, ya fuese con supremacías en el uno contra uno o mediante combinaciones en espacios reducidos por dentro y fuera de los laterales argentinos. Cuando pudieron enviar balones por bandas, Richarlison representaba la única amenaza aérea contra una línea defensiva argentina que se veía cómoda defendiendo en su propia área. 

En desventaja al intermedio, Tite dio entrada a Roberto Firmino para reemplazar a Fred. El atacante del Liverpool operó como delantero centro, con el apoyo en los flancos ahora a cargo de Richarlison y Everton. Casemiro, por su parte, siguió siendo el único pivote, mientras que las carreras hacia delante de Paquetá, en el pasillo interior derecho, permitían a Neymar encontrar el espacio para moverse por dentro y operar cerca de Firmino. 

El cambio originó más combinaciones por bandas, algo que estuvo ausente en el juego brasileño durante la primera mitad. La influencia de Neymar para perturbar al dúo de mediocentros argentinos fue en aumento y sus pases en profundidad desde su actualizada posición interior izquierda funcionaron para crear más oportunidades a la línea delantera. 

Pero el gol del empate no llegaba y Tite decidió lanzar a varios jugadores más hacia adelante contra el bloque bajo de Argentina. Los dos laterales avanzaron y los volantes en mediocampo se colocaron por dentro, cerca de Neymar y Firmino, permitiendo a Brasil, con este apoyo adicional, aumentar la presión sobre la portería argentina hacia el final del partido. Sin embargo,  los defensores del título terminaron fracasando en su intento de romper el compacto bloque bajo y salieron derrotados 1-0 ante sus mayores rivales en su propio campo y en el mítico Maracaná. 

"Al final fuimos los mejores, siempre el campeón es el mejor. Fuimos sólidos, contundentes cuando debimos serlo. Sabemos lo que es jugar con esta camiseta; nuestros jugadores lo entendieron", destacó Scaloni. El DT argentino, por otro lado, señaló el papel de Messi en el equipo: "Hace dos partidos que está jugando con un problema en el isquiotibial. Haberlo dirigido es único. Si el argentino conociera a Messi, lo amaría mucho más de lo que lo ama".

"A pesar del sentimiento de tristeza, lo primero es el reconocimiento del otro. Argentina fue más efectivo y conquistó el título", señaló Tite. "Defensivamente (Argentina) es un equipo muy bien colocado, con el portero entrando muy bien, con una línea de cuatro con calidad, un recambio importante. Vuelvo a decir: tiene mérito en el otro lado. Solo existe este factor al que quizás se refería César (Sampaio, asistente de Tite), que es el juego antiguo, pero tenemos que repasar eso", añadió el seleccionador de Brasil.