NAHUEL MOLINA
Atlético de Madrid, 2022-Presente
El Perfil:
Desde la salida de Kieran Trippier en enero de 2022 rumbo al Newcastle, Diego Pablo Simeone pedía la firma de un lateral derecho. Nahuel Molina era el objetivo número uno del argentino para esa posición. Un futbolista que finalmente ha llegado al Atlético de Madrid procedente del Udinese en un traspaso por 20 millones de euros.
“Es un honor que una institución como ésta y un cuerpo técnico como el del 'Cholo' se hayan fijado en mí”, señaló el lateral argentino en su presentación con el Atlético de Madrid. Molina espera alcanzar como rojiblanco el protagonismo del que gozó en la Serie A, donde fue uno de los jugadores de banda más destacados de la competición italiana, y que posee actualmente en la selección de Argentina dirigida por Lionel Scaloni.
Análisis táctico:
Nahuel Molina es un lateral derecho con un destacado perfil ofensivo, lo que le lleva también a desenvolverse como un atacante más, actuando como carrilero. En cualquiera de estas dos posiciones, posee una gran versatilidad técnica y táctica para ejecutar las tareas exigidas por sus entrenadores.
Dentro de su perfil ofensivo es un jugador que rinde a la perfección, sobre todo, en un equipo donde sus jugadores se despliegan en ataque con rapidez para ganar los espacios libres que puede dejar el rival en su proceso de reorganización defensiva. En estas acciones, el internacional argentino es un futbolista con enorme recorrido ofensivo. Es capaz de llegar hasta último tercio de campo rival, virtud acompañada de una gran zancada y un gran juego asociativo.
En los momentos sin balón, Nahuel Molina necesita mejorar ciertas facetas defensivas individuales para ganar los duelos con sus oponentes directos. Entre esos aspectos defensivos a perfeccionar, uno de los principales es la entrada o tackling.
En ciertas ocasiones, y por su marcado carácter ofensivo, no llega a medir bien los tiempos en estas acciones. Por ello puede ser superado por el rival, dejando así expuestos a sus compañeros de última línea defensiva (abajo).
También deberá crecer en la gestión de las situaciones de centros laterales, donde debe guardar una distancia más ajustada entre el poseedor del balón y su orientación defensiva. Ajuste que también necesita mejorar cuando los oponentes conducen el balón o se desmarcan en diagonal desde el carril interior para buscar una oportunidad de disparo a portería. Situaciones donde se suele mostrar dubitativo en la elección del momento correcto para entrar en acción e interceptar el avance del oponente.
A pesar de no ser un lateral todavía completo en el plano defensivo — el trabajo con Diego Pablo Simeone le ayudará a conseguirlo—, no comete muchas faltas innecesarias cerca de su propia área. Esto le evita ser sancionado con tarjetas evitables. Este es un aspecto siempre importante. Más aún para un equipo como el Atlético de Madrid, que en muchas ocasiones defiende en bloque bajo.
Movilidad y juego con el balón:
Entre sus fortalezas ofensivas, Molina destaca por su seguridad en zona de inicio de juego desde la banda. Aquí llega a alcanzar cifras de un 76 % de efectividad en el pase. En una formación con una línea de tres centrales, como jugó en Udinese en la última temporada, el internacional argentino salta de línea y se incrusta en zona de medios, en una posición avanzada con la máxima amplitud.
Mientras, en línea de cuatro en defensa y actuando como lateral, es un jugador que trata de ganar profundidad cuando el pivote en el mediocampo va en apoyo sobre el portero o centrales. Esto, para después recibir a espalda de la primera línea de presión rival por el flanco derecho (abajo).
Ya en zona de creación, desde su posición intenta generar espacios interiores al atraer al extremo, como también al lateral rival. Una acción que genera espacios relevantes por donde los interiores puedan filtrar pases en profundidad que hagan llegar el balón a zona de finalización. Allí aumentan sus prestaciones ofensivas.
También posee un golpeo de balón con mucha potencia, ejecutado con el empeine interior y frontal de su pie derecho. Una potencia adquirida que le hace ser un auténtico peligro desde la frontal del área rival o en zonas exteriores (abajo).
Su golpeo, no obstante, le hace ser menos exquisito, fino y efectivo en centros laterales cuando llega a zona rival o en los envíos con una dirección concreta, como puede ser un cambio de orientación o buscar a un compañero en media distancia.
En su relación con el balón, se muestra como un jugador virtuoso en la conducción de balón en campo rival. Sus porcentajes en los regates llegan a alcanzar un éxito del 61%, números a la altura de los mejores dribladores.
En esas acciones tiene adquiridos patrones técnicos muy finos para realizar fintas a alta velocidad que le hacen, en zonas de finalización, aparecer por sorpresa para ofrecer el último pase de gol o intentar armar el tiro en un corto espacio y tiempo.
Un jugador de banda:
Puede jugar como lateral en línea de cuatro defensores y como carrilero en línea de tres centrales. Independientemente de si juega como lateral o como carrilero, su ubicación por el carril lateral exterior no cambia. Su capacidad para realizar conducciones superiores a alta velocidad le hacen ser desequilibrante por su flanco de ataque.
Cuando sus compañeros se mueven en zonas interiores, sus carreras hacia adelante también son más efectivas. Un aspecto que está relacionado con su capacidad de conquistar espacios a la espalda de su oponente.
En línea de cuatro defensores, Molina ofrece mayor recorrido ofensivo a su equipo. Esto le permite tener más presencia en ataques posicionales en campo rival, pero participando con más efectividad en campo propio dentro de la construcción de juego de su equipo.
Sus acciones más determinantes vienen a través de paredes y conducciones en diagonal en campo rival. Así puede buscar tiros exteriores y la llegada de segunda línea a la frontal del área rival.
Es un jugador que se relaciona muy bien con su compañero de carril, el extremo, ofreciendo continuos desdoblamientos ofensivos en profundidad para superar situaciones de igualdad —uno contra uno— o inferioridad numérica, —dos contra uno o tres contra dos— ante el rival (abajo).
Como carrilero derecho en línea de tres centrales, su papel en la construcción de juego en fase de inicio pasa más desapercibido. Así aumenta sus acciones en fase de transición ofensiva principalmente desde mediocampo. Con el sistema de cuatro defensas conquista más espacios a la espalda de su oponente directo o central de la zona de balón.
A nivel general, y desde ambas posiciones, su potencial como atacante aflora en toda acción ofensiva. Lo logra con un gran número de duelos ofensivos ganados, ya sea a través de un regate o con un desmarque de ruptura en profundidad que supere una línea ofensiva rival.
Asociación con Messi:
Hoy en día es el lateral derecho titular de la selección argentina. Cuenta con plena confianza de Lionel Scaloni, quien le tiene muy en cuenta dentro de su 4-3-3 y 4-2-3-1 como lateral derecho ofensivo.
Una de las características principales de la selección argentina es su dinamismo ofensivo por los carriles exteriores. Esto, en gran parte, por la incidencia de Molina. Es un futbolista que si se encuentra en situaciones de uno contra uno es desequilibrante, por lo que los oponentes tratan de frenarle siempre con ventajas numéricas, al menos dos contra uno.
Una situación que facilita a Messi para jugar entre líneas cuando el ’10’ de Argentina se acerca al carril interior derecho. Aquí, Messi se asocia con Molina a través de paredes para superar los dispositivos defensivos rivales en repliegue (arriba).
Sin duda, una importante sociedad para el juego ofensivo de la selección Albiceleste y que habla una vez más de la enorme capacidad de Molina en las situaciones de ataque.
Puedes conocer a más jugadores y su juego en The Coaches' Voice Análisis/Jugadores.