copa mundial semifinales, 13 de diciembre 2022
Messi (34, pen)
Julián Álvarez (39,69)
Argentina inscribió su nombre en la final del Mundial 2022 después de derrotar a Croacia. Un duelo donde brilló Lionel Messi, en la que posiblemente haya sido su mejor actuación en una Copa del Mundo hasta la fecha, sobre todo por su acción en el tercer gol argentino. También tuvo un papel destacado Julián Álvarez, provocando el penalti que abrió el marcador (sellado con acierto por Messi), y siendo autor de dos goles.
Croacia, a diferencia de otras eliminatorias, no pudo sobrevivir ante una Argentina que dejó encarrilado el pase a la final con dos goles del minuto 34 al 39 de la primera mitad. "Felicito a Argentina por la victoria. Tenemos que levantar la cabeza. No puedo culpar a los chicos por nada. Ahora debemos luchar por la tercera plaza. Ellos merecieron el triunfo", señaló Zlatko Dalic, seleccionador de Croacia.
"A veces el rival te puede someter y superarte y ahí es cuando se remanga y se regenera el equipo. En el segundo tiempo sufrimos menos. La virtud es saber afrontar el partido cómo viene en cada momento", destacó Lionel Scaloni, entrenador de Argentina, quien también destacó la actuación de Messi. "Creo que no hay duda de que es el mejor de la historia. Es emocionante verlo. Cada vez que lo ves genera algo, a sus compañeros, a la gente".
Las claves tácticas
Argentina:
Construcción de juego contra el bloque bajo de Croacia
Argentina formó inicialmente con un 4-4-2, pero el volante derecho Rodrigo De Paul se movía con regularidad hacia dentro para formar un centro del campo de tres unidades, con Leandro Paredes como pivote y Enzo Fernández como interior izquierdo. Esa estructura protegía el espacio por delante de los centrales, y dictaba la mayor parte del juego.
Mientras, los dos laterales se adelantaron para dar amplitud al equipo, y el centrocampista Alexis Mac Allister se desplazó hacia el interior para convertirse en un segundo mediapunta junto a Lionel Messi (abajo). Julián Álvarez fue la mayor amenaza ofensiva de Argentina, buscando atacar los espacios a la espalda de la defensa rival.
Problemas iniciales con la defensa croata
En el primer tramo del partido, Argentina tuvo muchas dificultades para superar el bloque bajo croata. El extremo derecho Mario Pasalic se replegó junto a los cuatro defensas y siguió los avances de Nicolás Tagliafico desde el lateral izquierdo. Quedaban cuatro jugadores en el centro del campo croata, que se estrecharon para bloquear el acceso central a los interiores argentinos. Messi optó por retrasarse más para tratar de conectar con el balón y dictar el juego por delante del mediocampo croata (abajo).
El problema para Argentina fue que eso limitó seriamente sus posibilidades de tener jugadores con la posesión entre líneas en los primeros 30 minutos. Fue necesario un pase directo a la espalda de la defensa croata para que Álvarez adelantara a Argentina. Messi transformó desde el punto de penalti una falta cometida sobre el propio Álvarez. El delantero del City dobló la ventaja de Argentina en un contragolpe tras un saque de esquina. En esta ocasión, los de Scaloni ni siquiera necesitaron superar el bloque bajo de Croacia.
Contraataques
Con ventaja de dos goles, Argentina pasó a defender en un bloque bajo. Esto significaba que su principal amenaza llegaba a través de contraataques a los espacios por fuera de los centrales croatas. Los laterales croatas se situaban muy arriba durante la fase de ataque, y De Paul y Mac Allister se veían obligados a seguirles en profundidad, lo que dejaba espacio a Argentina para la transición.
A menudo eran De Paul o Mac Allister quienes iniciaban los contraataques desde el fondo, encontrando a un centrocampista en progresión o a Messi, que se dejaba caer por el centro. Álvarez utilizó su velocidad para estirar a la oposición y amenazar constantemente el espacio a la espalda de la defensa croata (abajo).
Cambiar a defensa de cinco
Con Croacia dominando el balón y persiguiendo el gol, Argentina pasó a jugar con cinco atrás, después de la sustitución de Leandro Paredes por Lisandro Martínez. Tagliafico y Nahuel Molina se convirtieron en carrileros, aportando amplitud al ataque. Mac Allister y De Paul pasaron al centro del campo, y Argentina se enfrentó hombre por hombre a los tres centrocampistas croatas (abajo).
Bajo esa línea de cinco, Croacia siguió teniendo dificultades para progresar por el centro, incluso después de la introducción de varios jugadores ofensivos en la segunda parte. Ya estando Messi y Álvarez como dos delanteros, se compenetraron mejor, y un extraordinario regate de Messi sirvió a su compañero de ataque para marcar el tercer gol, que sentenciaba el duelo semifinal.
Croacia:
Ventajas numéricas en el centro del campo
Zlatko Dalic dispuso a Croacia en un 4-3-3, con el delantero centro Andrej Kramaric descolgado en profundidad en el mediocampo. Esto permitió a los interiores, Luka Modric y Mateo Kovacic, encontrar a alguien más arriba en una posición central, ya que Croacia aprovechó al máximo su ventaja numérica contra los dos centrocampistas argentinos. Una situación que los llevó a dominar los primeros compases del partido.
Los extremos Ivan Perisic y Mario Pasalic se convirtieron entonces en los máximos atacantes de Croacia, con ambos laterales avanzando por fuera (abajo). Croacia progresó bien por las zonas anchas en los primeros compases, pero tuvo dificultades para crear algo digno de mencionarse.
Una zaga reconvertida
A pesar de los largos periodos de posesión del balón, Croacia apenas generó peligro sobre la portería rival en la primera parte, y la defensa central argentina se mostró prácticamente imperturbable. Kramaric se mantuvo arriba y uno de los mediocampistas centrales se colocó entre los centrales para formar una línea de tres (abajo).
Con los laterales muy arriba junto a los extremos, Modric y Kovacic quedaron mano a mano contra los dos centrocampistas argentinos, y su calidad con el balón les permitió dominar estas batallas, avanzar y enlazar con los tres delanteros. Sin embargo, Croacia siguió creando poco en la primera parte y fallando en su último pase.
Cambio de esquema
Croacia cambió a un 4-2-3-1 para la segunda parte, con Marcelo Brozovic fuera para dejar a Modric y Kovacic como doble pivote. Los dos formaron un rectángulo con los dos centrales para proteger los espacios centrales ante los contragolpes argentinos.
Los laterales pasaron a ser Josip Juranovic y Perisic, que avanzaban con regularidad para intentar generar amplitud con los desbordes de los extremos. Kramaric jugó por delante de Bruno Petkovic (abajo), proporcionando una opción de pase para que el centrocampista central croata hiciera progresar el juego.
Combinaciones centrales
A medida que avanzaba el partido, Croacia consiguió generar más peligro por el centro gracias a su cambio de estructura. Argentina se contentó con asentarse atrás en un bloque bajo profundo, mientras que Croacia construía con paciencia a través de Modric y Kovacic. Mientras, los extremos croatas se movían hacia dentro para añadir más opciones de pase central alrededor de los dos delanteros centro. Esto mantuvo ocupados a los laterales argentinos, dejando a los laterales croatas más espacio para progresar por el exterior y enviar centros (abajo).
Sin embargo, a pesar de su dominio del balón y de la mayor presencia entre líneas, a Croacia le seguía costando generar buenas ocasiones o disparar a puerta. Argentina se multiplicaba en la cancha para frenar ataque tras ataque sus ataques y logró una victoria histórica que le dio el pase a la final de la Copa Mundial.
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