julián álvarez
Manchester City, 2022-2024; Atlético de Madrid, 2024-Actualidad
“Julián Álvarez es calidad, generosidad y picardía”, dijo Marcelo Gallardo sobre un nuevo talento ofensivo que emergía en River Plate en 2018. Meses después, y ya con la mayoría de edad alcanzada, el entrenador argentino no dudó en darle entrada en la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors.
Desde entonces, Álvarez creció en River Plate bajo el cuidado de Gallardo, un entrenador con un toque especial para gestionar los jóvenes talentos. Su figura terminó de explotar en 2021, convirtiéndose en objetivo de los dos grandes equipos de Mánchester. El City terminó ganando la carrera por su fichaje, en un traspaso por valor de 22 millones de euros.
"Julián es un jugador que hemos seguido durante mucho tiempo. Es capaz de jugar en muchas posiciones en ataque y creo firmemente que es uno de los mejores delanteros jóvenes de Sudamérica", señaló el director deportivo del City, Txiki Begiristain, para justificar el fichaje de un delantero que también ha conquistado a Lionel Scaloni en la selección argentina.
Tras un paso con títulos por el City y con una Copa del Mundo con Argentina en su haber, Álvarez dio el salto al Atlético de Madrid de Diego Simeone, en búsqueda de un mayor protagonismo.
Análisis técnico
Álvarez es un jugador versátil, con un poder de adaptabilidad que le permite cumplir diferentes roles en el frente de ataque. Así, puede ocupar la posición de delantero centro o extremo derecho en esquemas como el 4-3-3 o el 3-4-3. También puede formar junto a otro delantero, con la facilidad de compartir dupla con atacantes de características diferentes.
A nivel general, en sus funciones en ataque busca fijar a la defensa rival y habilitar espacios para ser ocupados por compañeros que se insertan desde otras líneas. Un trabajo que también puede realizar como mediapunta, —especialmente en un esquema con dos atacantes—, donde muestra una versión más participativa en la creación de juego.
En la salida de balón de su equipo tiene como misión principal generar espacios interiores a través de sus movimientos sobre la línea defensiva rival. En esta función, su buena interpretación del contexto de juego le permite siempre buscar y ofrecer opciones de pase vertical a esos compañeros que participan activamente de la iniciación del juego encontrando diferentes líneas de pase —por detrás o a los costados de los centrocampistas centrales rivales—, al igual que con pases más cercanos con los mediocampistas interiores (arriba).
Una vez que recibe el balón, su juego de espaldas a la portería se caracteriza por ser simple, siempre buscando dar fluidez de las progresiones.
Manejo de los espacios y el juego
Es un jugador determinante en la zona de finalización. Una de sus principales virtudes son los movimientos sin balón, con un excelente entendimiento de los espacios libres para atacar a la espalda de la defensa rival (abajo).
Maneja los perfiles corporales para ganar tiempo en los desmarques de ruptura, acción en la que se caracteriza por mantenerse siempre cerca del límite entre la posición válida y el fuera de juego.
A esas virtudes añade su habilidad para aparecer en el momento oportuno dentro del área rival para las finalizaciones desde los pasillos laterales, ya sea en el primer o segundo palo y la zona del punto de penalti, después de haberse frenado en su carrera para esperar un centro a esa zona.
Al margen de su capacidad goleadora y de su excelente uno contra uno, Álvarez es un jugador con un gran entendimiento del juego colectivo que le permite tomar buenas decisiones en los metros finales. Esto le agrega a su capacidad goleadora una alta estadística en asistencias.
Desde la banda
Alvárez es un jugador de carácter asociativo, buscando tener siempre una alta participación con el balón. Esto provoca que le cueste desempeñarse como un extremo posicional en el que su rol principal sea el de fijar al lateral rival para generar un espacio interior, y participar de forma reactiva en la jugada solo en el momento necesario. Una situación que se genera habitualmente cuando el equipo rival decide ubicar su bloque defensivo bajo con una defensa en zona.
En River Plate, dentro de las variantes ofensivas de Marcelo Gallardo, había un patrón que se repetía: cuando el equipo progresaba en la fase de construcción, los jugadores que mantienen la amplitud permanentemente eran los laterales. Ahí, e independientemente del esquema utilizado, en los partidos que Álvarez cumplía la función de extremo derecho siempre ingresaba a pasillos centrales habilitando el espacio para la proyección del lateral.
Ese automatismo permitía a Álvarez ser uno de los jugadores que permanece próximo al área y en condiciones de finalizar las acciones ofensivas, explotando así una de sus principales virtudes.
Zona central
En sus actuaciones como mediapunta se complementa muy bien con el otro punta. Cuando uno de los dos jugadores desciende para entrar en el circuito de pases y arrastrar a un defensor de su zona, el otro aprovecha los espacios que quedan a espaldas de la última línea, con movimientos transversales y luego verticales para que siempre haya opciones de pases profundos (abajo).
Esos mismos espacios a la espalda de la defensa rival son los que Alvárez también aprovecha con agresividad y determinación en los contraataques, cuando tras recuperación se genera un contexto favorable para generar una oportunidad de gol.
Cuando su equipo es agresivo en la presión con el objetivo de recuperar alto, cualidad que identificaba al River Plate de Gallardo y también al Manchester City de Pep Guardiola, Álvarez es muy intenso en sus desplazamientos como primera línea de la presión. Una acción donde se mantiene permanentemente activo mientras su equipo no tiene el balón.
En esa presión, y actuando como delantero centro, cumple la función de orientar al central rival con balón hacia la banda, con el objetivo después de encerrar a la posesión rival contra el lateral de su equipo (abajo). Mientras, en las otras líneas, el equipo mantiene duelos con los posibles receptores en la zona del balón, liberando el sector opuesto.
En los momentos en que su equipo juega con dos delanteros definidos, ambos jugadores quedan en duelo individual contra los centrales que se disponen a los costados del portero para iniciar el juego.
Si el equipo rival consigue superar la primera presión, Álvarez, independientemente de si actúa como extremo o de delantero centro, repliega para mantener el bloque corto y ejerce presión sobre los mediocampistas rivales en pasillos interior.
En ocasiones, el delantero argentino también marca en duelo individual al pivote rival que queda como organizador del juego, mientras en otras situaciones acompaña a un compañero en una marca doble sobre el mediocampista rival poseedor del balón (abajo). Ese último fundamento defensivo que caracterizaba al Manchester City le permite, en muchas ocasiones, recuperar inmediatamente tras la pérdida y mantener la iniciativa del juego.
Papel en Argentina
Más pronunciado es su rol como delantero en la selección de Argentina, donde en las ocasiones que ha jugado lo ha hecho acompañado por Lionel Messi como mediapunta. Una sociedad que se ha visto consolidada en el Mundial 2022, competencia incluso donde Álvarez se adelantó en el puesto a un delantero de la magnitud de Lautaro Martínez.
Como rol alternativo en Argentina, suele sustituir a Ángel Di María en la posición de carrilero derecho en un 4-4-1-1, con diferentes tareas defensivas a las que suele tener en River cuando se desempeña como extremo derecho.
Su versatilidad ofensiva, agresividad, acierto en la finalización y calidad en el juego asociativo han llevado a Álvarez a alcanzar ya grandes cotas a pesar de su juventud. Virtudes que pudo potenciar aún más bajo entrenadores como Guardiola en el City y Scaloni en la selección argentina, antes de pasar a ser dirigido por Simeone en el Atlético.
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Redacción: The Coaches' Voice en español