diego pablo simeone
Atlético de Madrid, 2011-Presente
No hay duda de que el Atlético de Madrid es otro equipo después del Mundial 2022. Los de Diego Pablo Simeone cerraron el primer tramo de la temporada en la Liga con 24 puntos en 14 jornadas, después de sumar solo 7 victorias. Números que lo situaron en la quinta plaza y fuera de los puestos de la Champions League en la Liga. Al margen de la eliminación de la Champions League 2022/23, en la última plaza de su grupo.
Cuatro meses después, el Atlético acumula 57 puntos en la Liga, con 10 victorias en las últimas catorce jornadas. Eso ha hecho que los de Simeone no solo se hayan situado terceros, sino también que estén cerca de asegurar el objetivo principal de clasificarse para la próxima Champions League 2023/24.
Pero no solo han cambiado las estadísticas. Cambió también el juego, mucho más fluido y atractivo que recuerda al equipo que ganó el campeonato de Liga 2019/20. Nuestros expertos señalan los principales cambios introducidos por el técnico argentino en un nuevo Atlético de Madrid.
Mario Hermoso y la salida de balón
Con una participación mínima antes del Mundial, todo cambió para Mario Hermoso cuando se reanudó la competición. Diego Pablo Simeone volvió a apostar por él y lo hizo porque le asegura una salida de balón limpia y efectiva.
Ante las dificultades del equipo en el primer pase, Hermoso es capaz de saltar líneas de presión para encontrar al hombre libre en pasillos interiores. Su aportación en el juego se ha visto multiplicada y su importancia a la hora de comenzar el ataque es clave para entender el salto cualitativo y evolutivo que ha dado el Atlético en el juego de posición.
Pero Hermoso no solo destaca por su buen pie a la hora de iniciar el juego desde atrás. También su posición ha ido variando, condicionado esto por la lesión de Reinildo y los constantes cambios de sistema que promueve Simeone. Así, el jugador rojiblanco ha ido mutando de su posición natural de central hasta jugar en el lateral izquierdo, para ocupar también posiciones por dentro donde se ofrece como un apoyo cuando se produce un cambio de orientación (abajo).
A las soluciones que habilita Hermoso al equipo con balón, siendo el primer jugador en iniciar las jugadas posicionales desde atrás, se une su concentración defensiva. Esto se ha ido multiplicando a la vez que el Atlético se ha convertido cada vez más en un equipo hermético en su área. De ese modo, Hermoso es uno de los jugadores importantes en defensa en cuanto a duelos defensivos y balones aéreos.
Libertad táctica de Antoine Griezmann
Es difícil definir la posición que ocupa Griezmann en el esquema de Diego Pablo Simeone. Y es que pese a la rigidez táctica del técnico argentino, cuando el Atlético tiene el balón le abre las puertas al internacional francés para que pueda ocupar y realizar los movimientos que considere oportunos.
Acercarse por dentro a los mediocentros o cayendo a banda, la principal función de Griezmann es generar superioridades para progresar con el balón. Siempre como una referencia por delante fijando centrales, la sutileza del jugador rojiblanco a la hora de ocupar espacios libres le permite girar y buscar el último pase cuando la jugada necesita de velocidad cerca del área rival.
Con esa libertad que dispone Griezmann, su espacio natural y a la vez el más productivo se encuentra en la base del equipo rival, entre los centrales y los mediocentros (abajo). Koke, el centrocampista del Atlético con mejor pie en la distribución, le busca constantemente entre líneas. La versatilidad de Griezmann a la hora de construir jugadas de ataque le han hecho participar hasta en un 40% de los goles que ha convertido el conjunto rojiblanco hasta la fecha esta temporada.
Sin balón, siempre ha sido Griezmann un jugador sacrificado para la recuperación y disciplinado a la hora de alistarse en el bloque para ayudar defensivamente. Diego Pablo Simeone conjuga habitualmente en fase defensiva entre un 4-4-2 y un 5-3-2, dependiendo de la posición de Carrasco. Lo que nunca cambia es la disposición arriba del francés jugando en línea para ejercer la primera presión.
Memphis Depay, continuidad al juego de espaldas
Depay, que llegó al Atlético en el mercado de invierno de 2023, aporta a Diego Pablo Simeone un futbolista que no tenía al comienzo de la temporada 2022/23. Ese factor diferencial del delantero neerlandés es su juego a espaldas y posterior definición.
Desde su posición de delantero centro, se descuelga al centro del campo para generar superioridades y dar continuidad al juego. Esta característica de Depay favorece también ejercer de soporte para la participación de un tercer hombre cuando Griezmann tiene marca o no dispone del espacio para crear o dar soluciones para jugar por dentro (abajo).
De igual modo, ese juego de espaldas y capacidad para girar del neerlandés, permiten al Atlético dominar aún más el juego a través del balón. Entre las múltiples soluciones que Depay aporta no solo está su capacidad para elaborar, sino también para definir con ambas piernas y ser resolutivo en el área.
Pese a no tener la regularidad necesaria para ver todo su potencial debido a diversas lesiones, su fichaje en el mercado invernal ha permitido al Atlético contar con un atacante con mucho criterio cuando se descuelga y conecta con los medios. Acciones en la que el neerlandés provoca que los centrales rivales pierdan la referencia. A la vez que los hace dudar si tienen que saltar a robar el balón a zonas alejadas. En resumen, Depay es un tipo de jugador del que Simeone está sacando mucho partido para que el Atlético siga aumentando los niveles de juego.
Presión más alta
Uno de los entrenadores que mayores resultados han sacado en las últimas temporadas del repliegue intensivo y el bloque bajo es Simeone. Pero desde la reanudación de la Liga después del Mundial, el Atlético ha optando por ir mucho más arriba a la hora de recuperar el balón. Dejando así su línea defensiva con mayor espacio a su espalda.
No obstante, según las situaciones en las fases del partido, la presión, al igual que la composición táctica, puede ir variando. Pero sí es una constante evidente en los últimos meses que el bloque rojiblanco está lo más alto posible para robar cerca del área rival.
Otro momento de presión en el que se ha visto la evolución del Atlético en en su presión para no dejar jugar a los mediocentros rivales. En ocasiones, incluso, se favorece que haya pases por dentro para ser agresivos en el robo (abajo). Los mediocentros del Atlético no dudan en descubrir su espalda, ya que tienen tres centrales a su espalda en caso de ser superados.
Buscar la profundidad
Aunque el juego posicional del Atlético ha crecido en el 2023, eso no ha eliminado los conceptos adquiridos durante mucho tiempo y que tan buenos resultados le ha dado al equipo de Simeone. Así, atacar la profundidad sigue siendo una de las bases del ataque rojiblanco.
Dentro de la plantilla, los jugadores que mejor interpretan el perfil de velocidad y potencia son Yannick Carrasco y Álvaro Morata. Jugadores que buscan atraer a través del pase para luego romper al espacio. Mientras futbolistas como Griezmann, Koke o Rodrigo De Paul se encargan de sumar pases para elaborar la jugada, Carrasco suele partir desde la banda para realizar diagonales o ganarle carreras horizontales al lateral que tiene por delante. A su vez, Morata, desde la posición de delantero centro, suele tirar continuos desmarques para estirar la línea defensiva rival o para que los jugadores de segunda línea del Atlético le encuentren al espacio. Es allí donde más destaca el punta rojiblanco (abajo).
Sin laterales que se proyecten en ataque con mucha asiduidad, la responsabilidad de ser más profundos está más sujeta a jugadores de última línea que necesitan de ese pase al espacio o de un ataque rápido tras robo. Son todos conceptos que siempre han estado en el ideario futbolístico del entrenador del Atlético. Pero en los últimos meses los ha vuelto a reforzar con buenos resultados.
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