Análisis táctico Champions League: Real Madrid 2 Chelsea 0

Dos goles de ventaja. Es la renta que acumula el Real Madrid en la eliminatoria de cuartos de final ante el Chelsea después de la victoria en el Santiago Bernabéu. Un resultado, por otro lado, que el Chelsea no da por malo, ya que jugó la mayoría del segundo tiempo con un jugador menos tras la expulsión de Ben Chilwell.

Karim Benzema adelantó al equipo local, tras unos primeros minutos en los que el Chelsea llevó peligro sobre la portería de Thibaut Courtois con rápidos contragolpes. En el segundo tiempo, con la señalada ventaja de jugar con un futbolista más, el Real Madrid dominó el partido, para firmar un gol más por medio de Marco Asensio con un gran golpeo del extremo blanco. El Chelsea resistió en la eliminatoria y también tuvo cerca hacer un gol, que lo habría encontrado en los últimos minutos de no ser por una brillante acción defensiva de Antonio Rüdiger que evitó el tanto Blue.

"Hemos dado el primer paso con un partido muy completo. Ahora falta hacer lo mismo en la vuelta", destacó Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid. Frank Lampard, quien señaló que la eliminatoria aún está abierta, lamentó la falta de acierto de sus jugadores en ataque: "Con once jugadores estuvimos en el partido y tuvimos ocasiones. Cuando no marcas en esas ocasiones, más o menos a la media hora, ya empiezas a pensar que las cosas pueden ser complicadas".

Real Madrid-Chelsea: Las claves tácticas

Real Madrid

Formación en ataque

El Real Madrid operó en un 4-3-3 en ataque, pero con el Chelsea rara vez presionando alto, el equipo blanco mostró fluidez y amplitud en su dibujo.. El lateral derecho Dani Carvajal tomó posiciones adelantadas, operando cerca del extremo derecho, Rodrygo, mientras que Fede Valverde también dio apoyó a Carvajal (abajo) e intercambio posiciones con Karim Benzema cuando el francés se descolgaba a zonas intermedios.

En el perfil izquierdo, Eduardo Camavinga, que actuó como lateral, mantuvo su posición o en ocasiones también se desplazó al centro del campo para convertirse en un segundo pivote, con Vinícius Júnior manteniendo la amplitud por ese lado. Toni Kroos, el centrocampista más retrasado del Real Madrid, marcó el tempo de juego del equipo blanco y también realizó un buen trabajo a la hora de romper los contraataques del Chelsea con la ayuda de los dos centrales del Real Madrid.

Profundidad por dentro

A pesar de que al principio le costó abrirse paso entre los tres centrocampistas del Chelsea, el movimiento de Kroos a la línea de fondo permitió a los centrales del Real Madrid ser más amplios, lo que les ayudó a llegar al centro del campo con balón. Como resultado de esto, los dos delanteros del Chelsea se dividieron, facilitando a Kroos penetrar hacia delante con sus notables pases.

De igual modo, los laterales del Real Madrid proporcionaron la amplitud del equipo, con los extremos por dentro para acercarse a Benzema, y uno de los interiores, bien Valverde o Modric, facilitando a Kroos una opción de pase por dentro (abajo). Así, los de Ancelotti pudieron avanzar por zonas centrales y llevar el balón a espacios cercanos a los centrales del Chelsea.

Carreras centrales a la espalda

Unos pases relativamente sencillos por encima de la zaga del Chelsea generaron los dos momentos más significativos del partido. El primero, un envió de Carvajal a Vinícius en el área, que Benzema aprovechó para hacer gol tras un rechace de Kepa Arrizabalaga. Después, al principio de la segunda parte, con los tres centrales del Real Madrid actuando ligeramente más retrasados —en gran parte debido a un mejor momento de juego del Chelsea—,  se generó un espacio a la espalda del bloque del equipo de Frank Lampard.  Un pase similar al de Carvajal por parte de Valverde puso a Rodyrgo en boca de gol tras un inteligente movimiento para sacar de posición a Marc Cucurella (abajo). Sin embargo, Ben Chilwell frenó a Rodrygo en falta y se ganó la tarjeta roja.

El Chelsea, con 10 jugadores

Una vez expulsado Chilwell, el Real Madrid buscó superar la nueva estructura defensiva del Chelsea, que pasó a jugar con un bloque bajo permanente, manteniendo su línea defensiva de cinco. En esa defensa visitante, los tres mediocampistas protegieron los espacios centrales, sin posibilidad de saltar a las bandas. Los interiores, N'Golo Kanté y Mateo Kovacic, tuvieron que permanecer más tiempo cerca de Enzo Fernández, ya que el delantero Kai Havertz, solo en punta, no podía impedir el acceso a los pasillos interiores.

En su lugar, el Chelsea permitió el pase en largo, y luego intentó bloquear el balón en un lado del campo, con Havertz tratando de filtrar el acceso de vuelta a los centrocampistas centrales más retrasados (abajo), pero fue una tarea difícil. El Chelsea hizo un buen trabajo con un jugador menos, aunque no pudo impedir el segundo gol del Real Madrid en una acción de estrategia en saque esquina, con la finalización de Marco Asensio al borde del área.

Chelsea

Primeros contraataques

Lampard dispuso al Chelsea en un 3-5-2, que durante la primera parte mutó a un 5-3-2 cuando el equipo fue más conservador. Las mejores ocasiones visitantes llegaron a través de contragolpes, después de que uno de los tres mediocampistas saltara a presionar mientras que, al mismo tiempo, bloqueaba el posible pase a Benzema.

En cuanto tenían el balón, los dos delanteros, João Félix y Raheem Sterling, atacaron los espacios dejados por los laterales avanzados del Real Madrid (abajo). Félix tuvo una buena ocasión al contragolpe, pero, en general, los jugadores del Chelsea que avanzaban quedaban aislados, por lo que les costó generar mucha presión en la primera parte.

Construcción por la derecha

A partir de su 3-5-2 en ataque, los cambios de juego de izquierda a derecha, especialmente de Enzo Fernández hacia James fueron especialmente eficaces, en gran parte porque el extremo izquierdo de la Real Madrid, Vinícius, rara vez recobraba todo el camino de vuelta. Cuando James recibía alto y abierto, dividía a Camavinga de los defensas centrales. Del mismo modo, cada vez que Kanté incursionaba por dentro de Camavinga o apoyaba de cerca a James, el Chelsea pudo progresar con facilidad (abajo).

Ese movimiento arrastró a uno de los centrocampistas centrales de los anfitriones hacia la banda, lo que generó un espacio por dentro para que Sterling o Félix se dejaran caer para recibir entre líneas o atacar los centros. Chilwell atacaba entonces el segundo palo, mientras el Chelsea conseguía mantener ocupado a cada uno de los integrantes de la zaga del Real Madrid. Sin embargo, a los Blues les faltó contundencia en el área y no lograron materializar sus ocasiones.

La presión del Real Madrid

Una vez que el Chelsea se quedó con 10 jugadores, se replegó mucho y no planteó ninguna amenaza ofensiva. Incluso con 11 jugadores sobre el terreno de juego, tuvo dificultades para hacer frente a la presión del Real Madrid. Esto se complicó aún más después de la expulsión de Chilwell. Los laterales del Real Madrid saltaban agresivamente, presionando a los carrileros del Chelsea. En el mediocampo, se produjo una batalla de tres contra tres, mientras que los dos extremos del Real Madrid presionaban orientados hacia dentro.

Cuando fue posible, los extremos locales presionaron a los centrales exteriores del Chelsea, Kalidou Koulibaly y Wesley Fofana. Incluso se desplazaron para agobiar a Kepa. Ante esa presión local, el Chelsea se mostró incapaz de abrirse paso a través de la presión por medio de su pivote o de enviar balones por encima de la presión. También a Sterling y Félix les costaba asegurar pases directos. Con 10 jugadores, el Chelsea se redujo a limitar los daños, y el equipo hizo un buen trabajo para mantenerse con vida en la eliminatoria.

Puedes ver los análisis tácticos de los partidos más importantes en The Coaches' Voice Análisis/Partidos.