enzo fernández
Chelsea, 2023-Presente
El premio al mejor Jugador Joven que la FIFA concede en cada Copa Mundial suele augurar un futuro muy brillante al galardonado. Entre los ganadores del pasado figuran Pelé en 1958, Franz Beckenbauer en 1966, Marc Overmars en 1994, Michael Owen en 1998, Thomas Müller en 2010, Paul Pogba en 2014 y Kylian Mbappé en 2018. Por consiguiente, todo apunta a que ha sido el enorme potencial de Enzo Fernández, elegido mejor Jugador Joven en Qatar 2022, lo que animó al Chelsea a pagar al Benfica una cifra récord (120 millones de euros) por sus servicios en el último día del mercado de fichajes de enero de 2023.
Fernández desempeñó un papel clave en la victoria de Argentina en el Mundial, pese a no ser titular en ninguno de sus dos primeros partidos. Fue entonces cuando Lionel Scaloni introdujo cambios en su alineación y dio entrada al centrocampista. Algo que coincidió con el alzamiento de una Albiceleste que logró conquistar el campeonato del mundo por tercera vez en su historia.
Fernández formó parte de un mediocampo que protegía a la defensa y servía de plataforma para que Lionel Messi desplegara toda su magia. El Chelsea y Graham Potter esperan de él que tenga un efecto similar sobre el equipo londinense.
En The Coaches’ Voice analizamos el juego del nuevo centrocampista Blue y pilar de la selección argentina campeona del mundo.
Análisis técnico
Enzo Fernández es un centrocampista diestro, que puede desenvolverse tanto como interior o en una posición más retrasada para interpretar el papel de medio defensivo. En ambas posiciones posee una gran habilidad y aporta mucho tanto en ataque como fase defensiva.
Le gusta descolgarse en corto para conectar con el balón, ya sea por delante o en torno de los defensas centrales. A menudo es el jugador que se inserta entre los centrales para generar una línea de tres en la salida y permitir el avance de los laterales. Desde ahí, sirve de enlace con el lateral avanzado de su banda o con un extremo que haya incursionado por dentro. Se siente muy cómodo con el balón y no duda en salir de la defensa en conducción, antes de dar pases verticales y de ruptura entre líneas hacia el centro del campo.
También ofrece muy buenos pases en largo, y es capaz de cambiar el juego con eficacia desde las posiciones de falso lateral (abajo). Antes de la pausa por el Mundial de 2022, Fernández había completado con éxito más pases largos que cualquier otro jugador de la liga portuguesa en la temporada 2022/23.
En esas acciones para jugar en largo, Fernández suele caer a la izquierda de los centrales, antes de cambiar el juego hacia el perfil derecho. Detecta oportunidades para avanzar alrededor de la estructura del rival en el lado opuesto del campo y se salta compañeros con estos balones largos para cambiar rápidamente el juego. Sus pases en largo son muy variados, ya que puede elevar el esférico delicadamente por encima de los rivales o enviar balones más planos.
Cuando se posiciona más arriba —por ejemplo, ante un bloque bajo—, Fernández también tiene la capacidad de romper la última línea rival con pases precisos e incisivos. Suele buscar movimientos en profundidad a la espalda de los centrales rivales, y conectar esas carreras de sus compañeros con balones bombeados al espacio entre la última línea y el portero (abajo). También tiene la habilidad de penetrar sobre la estructura del rival con pases rasos y orientados hacia la carrera de un compañero.
Sus pases con los jugadores de banda —que quieren situarse en posición de centrar — podrían ser de mejor factura, sobre todo en la sincronización de su lanzamiento, ya que a menudo no pasa el balón en el momento óptimo para encontrar a su compañero en la mejor posición posible. No obstante, se trata de un déficit fácil de solucionar para un jugador con la impresionante capacidad de pase que tiene Fernández para penetrar en los espacios centrales.
En la faceta defensiva, el argentino es un brillante recuperador de balones. Es tenaz en los duelos, presiona con agresividad y siempre está dispuesto a ir al choque. Su energía y agilidad le permiten cambiar rápidamente de dirección en la lucha por los balones sueltos, lo que le permite recuperar la posesión con frecuencia.
Esas características le ayudan a mantenerse cerca de su oponente cuando acosa y hostiga buscando ganar el balón. Destaca por su forma de frenar el juego del rival, no necesariamente ganando la posesión directamente, sino temporizando el avance del rival por las zonas centrales.
Fernández presiona con inteligencia y trata de llevar el balón a una zona específica del campo, normalmente hacia la línea de banda, donde un compañero intentará interceptarlo o hacer una entrada. Uno de los problemas es que es tan agresivo y está tan dispuesto a saltar y presionar (abajo) que en ocasiones puede ser superado, sobre todo si su oponente directo utiliza bien los brazos para retenerle o amaga con salir a un lado para girar hacia el otro.
Cuando su equipo se repliega en un bloque bajo, Fernández hace un buen trabajo protegiendo los espacios centrales por delante de la defensa. Aunque puede tener problemas en el juego aéreo, ya que no es muy corpulento, siempre está atento a los segundos balones y tiene una notable habilidad para barrer en la segunda fase de la jugada, una característica muy parecida a la del centrocampista del Chelsea N'Golo Kanté.
Fernández también muestra una buena percepción defensiva para ajustar su posición con rapidez, ya sea vigilando a determinados rivales entre líneas o desplazándose para cubrir la espalda de un central que se ha adelantado para intentar ganar el balón en el primer contacto.
Centrocampista defensivo
Como pivote en el mediocampo, tanto en el Benfica como en River Plate, Fernández se desplazaba hacia la banda izquierda en la salida de balón, permitiendo al lateral izquierdo de su equipo avanzar y aportar amplitud por ese lado. A continuación, el extremo invertía su posición para recibir el balón por los pasillos interiores.
La principal ventaja de que Fernández ocupe este tipo de posiciones es que proporciona cobertura defensiva y protección en la transición. Su agresividad en la presión y su combatividad le hacen ideal para frenar los contraataques rivales, como también para forzar la salida del balón hacia un compañero en fase de recuperación o una zona más poblada en la que sea más probable que un compañero gane el balón.
Cuando está en posesión del balón, Fernández suele buscar envíos largos. Ya sea cambiando el juego hacia el lateral derecho que avanza o enviando balones a la espalda de la defensa rival para que los persiga el lateral izquierdo. En el Benfica, Fernández entabló una sociedad muy estrecha con el lateral izquierdo Alejandro Grimaldo, un jugador que desempeña un papel clave en ataque, avanzando en cada oportunidad, en parte gracias a la cobertura que le proporcionaba Fernández. El centrocampista Fredrik Aursnes se desplazaba entonces desde la izquierda para sustituir a Fernández en el centro del mediocampo (abajo).
João Mário también ha sido utilizado como extremo izquierdo, pero realiza movimientos más profundos para recibir más arriba que Aursnes. Fernández seguía conectando con él de forma efectiva, utilizando su potente rango de pase para buscarle más allá de la defensa rival. El delantero Rafa Silva, por su parte, bajaba entonces al centro del campo para asegurarse de que el equipo siguiera teniendo un recambio para Fernández en el centro.
El Benfica siempre se aseguraba de tener amplitud por la derecha cuando Fernández tenía la oportunidad de llegar al balón para recibir uno de sus cambios de juego. Estos jugadores de la derecha, como Gilberto o Alexander Bah, atacaban el área una vez que el juego hubiese progresado más adelante de Fernández.
Producción ofensiva
Además de su capacidad para realizar pases en profundidad, Enzo Fernández también puede ser el jugador que efectúe carreras a espaldas de la defensa rival. No es el tipo de jugador que puede superar a un rival con regates. Pero si sincroniza su llegada para disparar con su primer o segundo toque puede ser efectivo en estas situaciones.
Esa sincronización de sus movimientos hace que Fernández sea difícil de marcar. Esto debido a que se incorporará desde segunda línea con un repentino cambio de ritmo en el momento oportuno. En River Plate, en particular, desempeñó un papel importante en las situaciones de ataque. Hacia el final de su etapa allí protagonizó una impresionante racha goleadora, marcando nueve goles en 12 partidos como titular entre marzo y mayo de 2022. Sin un marcaje férreo y definido de los centrocampistas rivales, no hay duda de que puede ser una gran amenaza en el último tercio.
Enzo Fernández también es una amenaza cuando se trata de enganchar balones en segunda o tercera fase. También cuando llega desde atrás a la frontal del área para recibir un pase a la segunda línea. Tiene una capacidad de anticipación le permite estar en el lugar adecuado en el momento oportuno para recibir balones sueltos. Así mismo, cuenta la habilidad de generar potencia en sus disparos, incluso con poco tiempo para prepararse para disparar.
Su impresionante racha goleadora con River incluyó algunos penaltis. Pero también se lució en las llegadas desde tercera línea después de que un miembro de la primera línea se alejara de la portería. Su capacidad de disparo —especialmente cruzado— y su peligro en la transición lo convierten en un jugador útil en situaciones de ataque.
Interior
Cuando Fernández actúa un poco más adelantado en el centro del campo, mantiene su posición y tiene más presencia en los espacios centrales. Sin embargo, su juego no cambia mucho en la posición de interior. Sigue aportando cambios de juego precisos y pases hacia en profundidad que buscan corredores centrales a la espalda de los centrales rivales.
Cuando juega en un mediocampo de dos, le gusta conectar con un compañero que tenga un tipo de juego similar. En el Benfica en 2022/23, Florentino ha aportado movimientos similares a los de Fernández por la derecha, dejando al argentino como principal pivote central. Aquí, Enzo Fernández se convirtió en el jugador a través del cual se cambia la orientación del ataque. Desde estas posiciones, no dará tantos pases en penetración. Más bien moverá el balón rápidamente con pases más cortos que le otorguen ritmo a su equipo.
Sin el balón, Fernández tiene licencia para presionar más arriba cuando es utilizado en el centro del campo. Eso solía ocurrir en el 4-4-2 del Benfica, a diferencia del 4-2-3-1 en el que Fernández juega como parte de un doble pivote más retrasado.
En el 4-4-2 del equipo luso, Fernández tenía la libertad de saltar con agresividad para presionar en el centro. Esto con los laterales estrechos y en posición de cubrir en los pasillos interiores. Al menos uno de los delanteros del Benfica presionaba hacia atrás, incluso antes de que Enzo Fernández se comprometiera a saltar hacia afuera.
Bajo esa dinámica, Fernández puede ser entonces uno de los jugadores que presione más alto. Esto le convierte instantáneamente en una pieza más importante de todo contraataque tras una recuperación. No es ni mucho menos su faceta más fuerte, pero su pase y su visión de juego le permiten habilitar corredores en posiciones peligrosas.
Enzo Fernández, un centrocampista completo con un futuro brillante, aportará mucho a su nuevo equipo, tanto con balón como sin él. Hacer valer los 120 millones de euros que el Chelsea pagó por él es mucho pedir. Pero hay muchas posibilidades de que mejore al equipo, y con el tiempo él debería mejorar también. Esto le puede dar la capacidad de ser un gran activo Blue en los años venideros.
Puedes conocer a más jugadores y su juego en The Coaches' Voice Análisis/Jugadores.