Roméo lavia
Chelsea, 2023-presente
Al igual que ocurrió con el traspaso de Moisés Caicedo, el Chelsea de Mauricio Pochettino le ha ganado el pulso al Liverpool de Jürgen Klopp, al asegurarse el fichaje del mediocampista Roméo Lavia en un traspaso calculado inicialmente en cerca de 60 millones de Euros.
Procedente del Southampton, equipo acostumbrado a ver que sus figuras emergentes terminen jugando en los clubes grandes de la Premier League, Lavia había sido uno de los pocos puntos brillantes en una difícil temporada 2022/23 para los Saints, reafirmando su prodigioso talento, a pesar de que su equipo terminó en el sótano de la división de honor.
En 34 partidos para el Southampton mostró que a pesar de su corta edad, ya estaba listo para ser titular al más alto nivel. Su debut internacional con Bélgica ante Alemania en marzo de 2023, apenas dos meses después de cumplir los 19 años, fue otra prueba más de que posee una madurez futbolística que está por encima de su edad.
Fue nada menos que Pep Guardiola quien notó su potencial cuando lo vio jugar con la selección Sub-15 del Anderlecht en 2018. Así que no fue casualidad que, en menos de dos años, Lavia fichara por el Manchester City. El entonces entrenador del Anderlecht, Vincent Kompany, trató de convencerle para que se quedara, pero como explicó entonces el director ejecutivo del club belga: "El chico tiene un carácter muy fuerte y quería dar el salto en su carrera".
Lavia pasó rápidamente de la selección Sub-18 del City a la Sub-23 y, a los 17 años, fue nombrado mejor jugador de la temporada cuando Enzo Maresca los condujo al título de la Premier League 2 2020/21. Guardiola le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo en la Copa de la Liga inglesa en la siguiente campaña, pero después de aparecer brevemente siete minutos en la FA Cup, el deseo de Lavia de jugar regularmente con el primer equipo le llevó al Southampton en 2022.
A continuación, nuestros expertos analizan el estilo de juego de Lavia y otros atributos que pueden llevarlo al máximo protagonismo.
Análisis técnico
Lavia es un centrocampista defensivo diestro muy agresivo en la presión (abajo). En su afán por recuperar el balón, da prioridad a ganarlo por encima de mantener vigilancias, dar cobertura o temporizar. Se trata de una actitud positiva, pero con la experiencia debería lograr un mejor equilibrio entre los intentos de recuperar la posesión y proporcionar una adecuada cobertura defensiva, especialmente en situaciones en las que es poco probable que gane el primer contacto.
No obstante, su naturaleza enérgica es un punto fuerte, y sus fuertes entradas a menudo consiguen despojar a los rivales en el momento oportuno. Suele conseguir alejar el balón del contrario, lo que en espacios más amplios le permite dominar la acción con su físico y recuperar la posesión. En zonas más congestionadas, esta técnica puede requerir la llegada de un compañero en la segunda fase.
Su agresividad en el contragolpe es otro punto a su favor, especialmente en el centro del campo, donde Lavia presiona con inteligencia en los momentos en que su equipo ha perdido la posesión. Puede instigar o apoyar el pressing, y es mejor cuando salta hacia delante, especialmente en las transiciones. El belga también puede cubrir zonas amplias cuando es necesario.
En posesión
El control y precisión en los pases de Lavia es notable, especialmente cuando juega hacia adelante, buscando romper la última línea (abajo). Trabaja bien en tándem con movimientos en penetración por delante, y tiene la habilidad de jugar balones a espacios más altos y a espaldas de la defensa. Saca rápido los balones en penetración, tomando desprevenidas a las líneas rivales que esperan un pase más corto. En el último momento, dará un potente envío entre líneas. Aunque esas habilitaciones no le han generado muchas asistencias, sí han ayudado a sus compañeros a romper líneas y crear ocasiones.
A Lavia le gusta regatear cuando no dispone de pases inmediatos hacia delante. Normalmente lo hace para eludir la presión, más que con el objetivo de superar a un adversario para avanzar por el campo. Con calma, gira y cambia de dirección con el balón (abajo), de forma parecida a como lo hacen Sergio Busquets o Mateo Kovacic. Esto le permite evaluar sus opciones, reaccionar ante cualquier presión rival y buscar el mejor pase. El principal reto para cualquier centrocampista es encontrar un equilibrio entre permanecer con el balón y hacer progresar el juego con toques mínimos, y Lavia hace esto muy bien.
También puede utilizar su cuerpo para proteger el balón cuando es necesario. Mantiene a raya a los jugadores con su tren superior mientras busca un pase hacia delante, utilizando la fuerza para mantener la posesión ante rivales agresivos.
Doble pivote
En la campaña 2022/23 en el Southampton, Lavia jugó a las órdenes de tres entrenadores diferentes: Ralph Hasenhüttl, Nathan Jones y Rubén Sellés. Con Hasenhüttl, jugó junto a James Ward-Prowse en un doble pivote 4-2-3-1, o en la base de un mediocampo en cuadrado. Al colocarse más profundo, conectaba a los dos centrales con los corredores avanzados. Esto debido a que Hasenhüttl prefería una unidad de ataque estrecha entre líneas siempre que fuera posible (abajo). La amplitud creada por los laterales avanzados daba a Lavia amplias opciones de pase si no disponía de pases en profundidad o por encima del bloque contrario.
Terminó la temporada bajo la dirección de Sellés, jugando sobre todo en una pareja de mediocentros en un dibujo 4-4-2. En la posesión, el equipo de Sellés formaba una estructura similar a la de Hasenhüttl. Sin el balón, Lavia cubría las zonas anchas cuando los laterales avanzaban. También saltaba hacia delante con determinación para apoyar la presión en torno a los dos delanteros centro del Southampton. Cuando el Southampton estaba en un bloque defensivo más bajo y fijo, solía ser él quien saltaba desde el centro del campo para instigar la presión arriba, cazando agresivamente el balón.
Pivote único
Bajo la batuta de Jones, Lavia volvió a formar parte de un doble pivote. Pero, también, jugó como pivote único en el centro de un mediocampo de tres en un 3-5-2. Esto le proporcionaba muchos corredores y compañeros por delante, a través de carrileros altos, dos delanteros centro y dos mediocentros (abajo).
Con Ward-Prowse a menudo dejándose caer hacia las bandas para encontrar posiciones desde donde centrar, Lavia tuvo espacio para deambular -hacia su lado derecho en particular- al tiempo que era el principal pivote de apoyo por delante de los tres centrales. Con dos delanteros centro ocupando a los dos centrales contrarios, tuvo más oportunidades de lucirse con sus pases hacia corredores de primera línea. A menudo encontraba el espacio entre el central y el lateral contrarios. Así habiltaba a un delantero centro que corría por fuera o a un carrilero que incursionaba hacia dentro.
En este sistema, cuando no tenía la posesión, no podía saltar con tanta agresividad. En una defensa de tres y con centrales más anchos, Lavia cubría la retaguardia, batiéndose en duelo mucho más atrás. También se mantenía más atrás cuando el Southampton pasó a jugar con cinco defensas. Esto se debe a que los mediocentros se lanzaban al ataque para instigar el pressing. Cuando esto forzaba la salida del balón hacia las bandas y los mediocentros del Southampton le seguían, esa era su señal para saltar y presionar.
Teniendo más tiempo de juego a su disposición en Stamford Bridge, Lavia debería mejorar aún más y asentarse como un centrocampista de presencia imponente y gran capacidad.
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