Premier League, 23 de mayo 2021
Mané (36, 74)
Después de una complicada temporada marcada por las lesiones, y donde por momentos el equipo estuvo lejos de los puestos de cabeza en la Premier League, el Liverpool selló su clasificación para la edición 2021/22 de la UEFA Champions League.
Lo hizo con su victoria ante el Crystal Palace, la quinta victoria en los últimos cinco partidos de la temporada, un pleno con el que los de Jürgen Klopp terminan terceros en la tabla, acompañados en la máxima competencia europea por el Manchester City, United y el Chelsea de Thomas Tuchel que, a pesar de perder en la última jornada ante los Spurs, logró el cuarto puesto y el boleto a la Champions por mejor diferencia de goles que el Leicester.
El Liverpool salió mucho más activo que el Palace, ya sin nada en juego, tomando el control del partido desde el inicio. Aunque el primer gol no llegó hasta pasada la media hora de partido, por medio de Sadio Mané, que repitió como goleador en la segunda mitad para asegurar el objetivo de los Reds.
19 / 5
DISPAROS / A PUERTA
5 / 4
70 %
Posesión
30 %
588 / 500
Pases / Completados
263 / 160
10 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
8 / 2 / 0
El Liverpool formó sobre su habitual 4-3-3, con los laterales en posiciones avanzadas buscando superar el 4-1-4-1 en fase defensiva del Crystal Palace (abajo), desarrollado en bloque medio o bajo. Con Trent Alexander-Arnold y Andrew Robertson facilitando la amplitud en ataque, Mo Salah y Sadio Mané pudieron jugar por dentro, mientras Thiago Alcántara y Georginio Wijnaldum realizaban la cobertura a los laterales.
Variabilidad ofensiva:
Hubo fases del partido donde Salah también se mantuvo abierto en banda (abajo), combinando con Alexander-Arnold en el lado derecho del ataque del Liverpool, generalmente en las acciones donde el Palace tenía numerosos jugadores posicionados en su bloque bajo en defensa. Cuando el Liverpool no ejecutaba un cambio de juego a la izquierda, optaba por combinaciones rápidas para buscar superar el bloque defensivo rival, con Mané y Roberto Firmino en posiciones intermedias en ataque.
La posición abierta de Salah también facilitó atacar la espalda de la defensa rival con pases más directos desde la defensa (abajo) o desde un centrocampista del Liverpool, cruzándose el internacional egipcio después hacia adentro con su control de balón. A pesar de encontrar con facilidad la espalda de la defensa del Palace en su juego abierto, los de Klopp se adelantaron en el marcador en una acción a balón parado, finalizada con un remate de Mané.
La movilidad de Wijnaldum :
En el lado izquierdo del Liverpool hubo menos variedad de movimientos entre la sociedad extremo y lateral, con Mané ocupando exclusivamente una posición interior, mientras Robertson era el jugador que proporcionaba amplitud y profundidad por banda. El lateral local esperaba desde una posición retrasada, para progresar desde ahí a primera línea o con el interior Wijnaldum.
Con Robertson a menudo más retrasado, Wijnaldum podría posicionarse más arriba para recibir en los espacios entre los mediocampistas del Palace. Mientras, Thiago buscaba tener más contacto con el balón en el desarrollo de la jugada, situándose como otro mediocampista por delante de la defensa o intercambiando la posición por completo con Fabinho. Desde aquí, Wijnaldum habilitaba una opción de pase al área rival cuando era necesario, facilitando al Liverpool la progresión en ataque. El jugador holandés sumó también carreras similares cuando el equipo de Klopp buscaba conectar con Salah en juego directo.
Cambio de desarrollo:
Otra variante ofensiva se producía cuando Alexander-Arnold recibía en posiciones retrasadas, buscando un envío a la espalda de la defensa rival, una acción diferente al desarrollo de Robertson, quien optaba por progresar hacia adelante combinando con Mané. Con el jugador africano en posiciones interiores, cualquier movimiento de Firmino por esta zona se vio limitado, por lo que el jugador brasileño enfocó más su desarrollo en el pasillo derecho, con Salah abierto en banda.
Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, y Thiago y Wijnaldum pasaban más tiempo en los lados opuestos, Firmino podía variar sus movimientos, ahora combinando más a la izquierda del Liverpool (abajo).
De ese modo, el Liverpool tuvo más variedad en ataque, adaptando mejor su juego para atacar los espacios en el bloque medio del Palace, especialmente entre el extremo y el interior. Esto también ayudó a tener más dominio de la posesión, y con un segundo gol a través de una de las características transiciones del Liverpool finalizada de nuevo por Mané, logró certificar la clasificación de los de Klopp a la Champions League.
Atacar por bandas:
El Palace también se desarrolló sobre un 4-3-3, buscando inicialmente los espacios para contraatacar a la espalda de los laterales del Liverpool. Sus pases más directos hacia adelante también se centrarían en las bandas, lejos de los dos centrales locales, y con el objetivo de ganar la segunda jugada. Zaha, como delantero centro, también se desviaba hacia el exterior para apoyar estos pases de contraataque, con la esperanza de aislar a un defensa en el uno contra uno y progresar hacia delante gracias a sus habilidades en el regate (abajo).
Cada vez que el Palace se dirigía a sus laterales con pases desde el interior de su propio campo, el interior más cercano del Liverpool se desplazaba para presionar en banda. De este modo, la línea de retaguardia local se mantenía lo más unida posible, a la vez que permitía a un central intervenir y seguir los movimientos de Zaha, que ahora se ubicaba también en los espacios centrales.
El plan de Klopp:
En su desarrollo defensivo sobre un 4-3-3 (arriba), el Liverpool presionó agresivamente a los dos centrales del Palace, obligándoles a menudo a apurar sus pases hacia delante (abajo), lo que contribuyó a reducir ligeramente la amenaza ofensiva. Los pases resultantes se realizaban a menudo con menos precisión, lo que dificultaba ligeramente el trabajo de la primera línea visitante para ganar el balón en el campo del Liverpool.
Klopp dio prioridad a minimizar los espacios detrás de su centro del campo (abajo) cuando no tenía la posesión del balón durante largos periodos de tiempo, por lo que tenía un espacio mucho mayor detrás de su trío de delanteros. Ante esto, el pivote en mediocampo del Palace, McCarthy, se ofrecía como el principal enlace para facilitar la salida de balón desde atrás, pero de nuevo centrándose en mover el balón hacia las zonas amplias para superar por el exterior del estrecho bloque defensivo del Liverpool. Aunque el Palace no logró por medio de esta vía generar acciones de ataque, sí tuvo la primera gran oportunidad del partido por medio de Andros Townsend, con un remate que no encontró su objetivo.
Se impone la defensa del Liverpool:
Con el paso de los minutos, el juego directo del Palace dejó de tener relevancia, superado por la impresionante intensidad defensiva del Liverpool y su capacidad para ganar los duelos individuales. Pero incluso en los pocos momentos en los que el Palace conseguía tener más tiempo el balón en campo rival, carecía de amenaza alrededor de los centrales locales, y Zaha a menudo tenía que sacrificar su posición de delantero centro para hacerse con el balón en primera instancia.
Los visitantes trataron de rectificar esta situación empujando a uno de sus interiores -normalmente el más cercano al balón- hacia los centrales del Liverpool, mientras Zaha se desviaba hacia el exterior para combinar con los laterales. Estas carreras hacia adelante añadieron jugadores para apoyar movimientos más amplios, tanto desde un contraataque, como durante secuencias de pases más largas. Sin embargo, el equipo visitante seguía careciendo de una persona con la suficiente presencia como para desbaratar entre líneas, así como para crear con el balón.
Sin reacción:
No obstante, los primeros pases hacia delante del Palace ayudaron a evitar el agresivo contraataque del Liverpool en el centro del campo, ya que los locales mantuvieron su 4-3-3 en el centro del campo cuando defendían durante periodos algo más largos. Cada vez que el Palace se veía obligado a competir y a batirse en duelo por la posesión del balón en las zonas centrales del campo, el Liverpool dominaba esos momentos de transición, y el juego ofensivo visitante quebraba antes de que pudiera superar a su rival en mediocampo.
Cheikhou Kouyaté abandonó entonces el centro del campo y pasó a ocupar el puesto de defensa central del Palace debido a la lesión de James Tomkins. La presencia de Jeff Schlupp en el centro del campo significó que sus carreras de apoyo hacia adelante ayudaron a aumentar el peligro en las acciones ofensivas por bandas. Sin embargo, la falta de posesión y la capacidad de progresar desde esas posiciones más amplias hicieron que el Palace generara muy poca amenaza sobre la portería del Liverpool, y que el último partido de Roy Hodgson al frente del equipo acabara en derrota.
Klopp felicitó a sus jugadores por su actuación: "Deben estar orgullosos de los pasos que dieron esta temporada. Luchar contra todo lo que hemos tenido esta temporada y terminar terceros es la mejor lección que puedes aprender de la vida". "Si alguien me hubiera dicho hace siete u ocho semanas que terminaríamos terceros en la tabla, no le hubiera creído", añadió el entrenador del Liverpool.
"Es extraño. Afortunadamente he tenido un poco de tiempo para prepararme. Pero he sido un torbellino los últimos días", señaló Hodgson, quien puso fin a su larga carrera como entrenador en Anfield, estadio que conocía bien de su paso por el Liverpool en la temporada 2010/11. "Es uno de los templos del fútbol. Los jugadores lo hicieron extraordinariamente bien. Jugamos contra uno de los mejores equipos, y en el estado de forma en el que están, a la altura del Manchester City".
Redacción: Héctor García