champions league, 10 de diciembre 2024
De Ketelaere (45+2, pen)
Lookman (65)
Mbappé (10)
Vinícius (56)
Bellingham (59)
El partido en Bérgamo no defraudó las expectativas levantadas por ninguna de las dos partes. Atalanta fue fiel a la identidad que imprime su técnico Gian Piero Gasperini, entre otros aspectos, con una presión individual y un equipo siempre en búsqueda del gol. En el Real Madrid, sus tres grandes estrellas resultaron decisivas: marcaron Kylian Mbappé (que se fue lesionado antes del descanso), Vinícius Júnior y Jude Bellingham.
Arrancaron los de Carlo Ancelotti más activos debido a la urgencia de sumar los tres puntos, lo que llevó al gol de Mbappé cuando tan solo se llevaban diez minutos. Tuvo el francés una contra poco después para hacer el 0-2, pero el portero del Atalanta repelió el fuerte disparo del francés. Tomaron aire los locales desde entonces, que pasaron también a llevar el control del partido y encontrar el gol del empate antes del descanso con el penalti anotado por Charles De Ketelaere.
En el segundo tiempo, el Real Madrid mostró su pegada con los goles casi consecutivos de Vinícius y Bellingham (del minuto 56 al 59), este último después de una brillante maniobra en los metros finales. Aunque no se dio por rendida la Atalanta, que recortó distancias a través de Ademola Lookman. A pesar de los intentos del equipo italiano de conseguir la igualada, incluso con una clara ocasión en la última jugada, el Real Madrid resistió para sumar tres puntos vitales en su recorrido en la Champions League.
Análisis de los entrenadores
"Ha sido un homenaje al fútbol", señaló Gasperini como conclusión del partido. A pesar de la derrota, el técnico del Atalanta destacó el trabajo de sus jugadores: "Sólo puedo dar la enhorabuena a mis chicos. Estoy contento al 99,9%”. Aunque ese 0,1% tiene su explicación: Empatar reflejaba mejor el partido. Nos lo merecíamos. Pero perder nos llevará a mejorar".
"El partido era exigente, porque la Atalanta te exige mucho. Era un partido de duelos y de movilidad. Salió bien. Estamos muy contentos, porque era una victoria importante", señaló, por su parte, Ancelotti. "Si llegamos vivos a Navidad, todo irá bien", cerró el técnico del Real Madrid sobre el devenir de su equipo en la Champions.
La presión alta del Atalanta y el rol de Brahim Díaz
Gasperini utilizó en la Atalanta su habitual 3-5-2 con una presión alta y agresiva, que buscaba recuperar el balón lo más pronto posible en campo contrario y, sobre todo, por el carril central. Para ello, los delanteros Ademola Lookman y Charles De Ketelaere eran los encargados de iniciar la presión sobre los centrales rivales, Antonio Rüdiger y Aurélien Tchouaméni, obligando así al portero Thibaut Courtois a jugar por dentro (abajo).
Justo en este momento del pase de Courtois a zonas interiores, la presión coordinada del Atalanta ejercía su objetivo, con el salto de Marten de Roon, Éderson y Mario Pasalic sobre los centrocampistas del Real Madrid. De esta manera y durante toda la primera mitad, los de Gasperini bloquearon los intentos de inicio combinativo del equipo blanco.
En los momentos que el Real Madrid sí consiguió superar la presión de su rival en la salida, los de Ancelotti apostaron por un juego rápido y vertical, con Fede Valverde en la ayuda de los centrales Rüdiger y Tchouaméni para encontrar en ventaja a Brahim Díaz en zona de creación.
Es esa zona de creación, los de Gasperini no ejercieron una presión suficientemente férrea sobre los pivotes del Real Madrid, como tampoco lograron organizarse de manera efectiva para no generar espacios interiores. Espacios interiores por los que Brahim Díaz aparecía con libertad, para conectar posteriormente con Mbappé y Vinícius en zona de ataque (abajo).
Laterales superados y desajustes en repliegue
En el apartado defensivo, el Real Madrid se vio constantemente superado en la primera mitad por los carriles exteriores en los ataques que ejecutaba la Atalanta desde zona de creación. Los laterales Lucas Vázquez (en la derecha) y Fran García (en la izquierda) no ajustaban sus saltos de presión sobre los carrileros Matteo Ruggeri y Raoul Bellanova cuando estos estaban en posesión del balón (abajo).
Ese desajuste por los carriles exteriores provocaba a su vez que Tchouaméni se viera obligado a salir por fuera para tapar a Lookman, generando de ese modo un intervalo relevante por donde se adentraban los atacantes locales.
La Atalanta también tuvo problemas defensivos durante el primer acto ante las ofensivas rivales. En su caso, en las acciones de repliegue cerca de su área, en la que los de Gasperini no lograron ser lo suficientemente contundentes y agresivos para tapar las líneas de pase sobre Mbappé.
A pesar de estar en superioridad numérica tanto en la zona de juego como en la posible zona de enlace, es decir, en los espacios para combinar, los locales permitieron a Mbappé recibir con espacios en situación de 1x1 contra De Roon dentro del área. De ese modo, llegó el 0-1 del delantero francés (abajo).
Atacar la descoordinación defensiva del Atalanta
En el segundo tiempo, la última línea defensiva del Atalanta tampoco fue capaz de encontrar los mecanismos defensivos necesarios que impidieran los avances ofensivos del Real Madrid en sus ataques verticales por dentro. Berat Djimsiti y De Roon no se coordinaban con Kolasinac y Bellanova, sobre todo porque los dos primeros intentaban achicar el espacio, mientras los dos jugadores siguientes se replegaban. Es decir, una descoordinación defensiva que facilitó los espacios interiores al Real Madrid (abajo).
El Real Madrid castigó con dureza esos espacios generados por el dispositivo defensivo del Atalanta. Y lo hizo por medio de Ancelotti, quien ya sin Mbappé sobre el campo, habilitó los espacios necesarios a Vinícius por dentro para que recibiera en ventaja sobre su marcador, Isak Hien. Pero también con Bellingham, quien pasó a ocupar y aprovechar el espacio libre a la espalda de De Roon para hacer el 1-3.
Gestión y efectividad en las áreas
La principal diferencia entre la Atalanta y el Real Madrid estuvo en la efectividad dentro del área. La colocación previa al disparo de Mbappé y Vinícius, al igual que saber leer el posible error rival, llevaron a ambos a la definición acertada. Como también Bellingham, quien suma su sexto partido consecutivo haciendo gol.
Sin embargo, la Atalanta de Gasperini, a pesar de generar numerosas situaciones, no logró el suficiente acierto. Especialmente por el sector izquierdo con Lookman (autor del 2-3), donde los locales no consiguieron aprovechar la ventaja de tener a un extremo con desequilibrio que atrae defensores y libera a los rematadores dentro del área (abajo). Como se vio sobre todo en la última acción del partido, con una internada de Lookman por fuera y un remate errático en boca de gol.
Por otro lado, los locales tampoco se mostraron cómodos en las situaciones de alta densidad defensiva que propuso el Real Madrid desde el 2-3, sin capacidad para encontrar situaciones claras de remate.
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