Análisis
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la Liga, 29 de septiembre de 2024
Correa (90+9)
Militão (64)
Ángel Correa, jugador siempre decisivo para el Atlético de Madrid en los últimos minutos de los partidos, lo volvió a ser una vez. Esta vez en el derbi ante el Real Madrid, con un gol a falta de tres minutos para el final que no solo sirvió para empatar, sino que evitó que los blancos abrieran una importante brecha de cinco puntos respecto a su vecino en la tabla.
El 1-1 de Correa llegó después del gol de Éder Militão en el minuto 64 y una suspensión temporal del encuentro de veinte minutos por el lanzamiento de objetos a Thibaut Courtois, por parte de un sector de la afición del Atlético de Madrid. Este lamentable suceso empañó un derbi igualado en juego, goles y también riesgos asumidos por cada equipo. En muchos momentos, sobre todo durante el primer tiempo, el encuentro pareció más la ida de una competición de eliminatorias, en el que nadie quería cometer un error, que un duelo de la Liga de finales de septiembre.
Esa precaución en ambos equipos seguramente estuvo precedida por la derrota del Barcelona el día anterior; la primera de los azulgrana en la Liga 2024/25 a manos de Osasuna (4-2). De ese modo, y con este punto, Real Madrid y Atlético de Madrid recortaron distancia en la clasificación a los de Hansi Flick.
Análisis de los entrenadores
"El primer tiempo fue plano y el segundo todo lo contrario. Mejoramos en el juego y tuvimos la pelota. Koke (ingresó en el campo en la segunda mitad) nos dio más juego. Llegó el gol, vino el parón, que, entre paréntesis, nos vino mejor. Ahí hablamos, explicamos situaciones y dimos un cambio importante en los últimos 20 minutos", señaló Diego Simeone, quien también habló sobre el papel de Correa. "Nos sirve mucho cuando entra porque es un revulsivo".
Carlo Ancelotti, a pesar del 1-1 en los últimos minutos, valoró positivamente el punto: "Es un empate bastante distinto porque estuvimos muy cerca de ganarlo. Es una pena que ha sido en el último minuto, pero empatar aquí puede ser un buen punto para el futuro". Sobre los cambios realizados en la recta final, para jugar con doble lateral en ambas bandas, el italiano señaló que "no me arrepiento, porque fueron por el cansancio de los jugadores".
A continuación, nuestros entrenadores UEFA Pro analizan los principales detalles tácticos de un nuevo derbi de Madrid.
1323224161941457912223238101457114-4-2 y variaciones del sistema
El Atlético de Madrid de Simeone optó por el 4-4-2 en fase defensiva, con una sorpresa posicional: Rodrigo De Paul como extremo derecho y Marcos Llorente en el doble pivote junto a Conor Gallagher (abajo).
Ese sistema fue el empleado durante toda la primera mitad, ubicándolo en campo propio para generar espacios sobre los intervalos centrales-laterales del Real Madrid. Es decir, espacios por donde transitar ofensivamente tras el robo de balón.
En la segunda mitad, desde la entrada de Samuel Lino por Alexander Sørloth hasta el gol del Real Madrid, Simeone optó por la variante 5-3-2, con Antoine Griezmann y Julián Álvarez en punta. Tras el gol de Militão y la entrada de Correa, el entrenador rojiblanco volvió a cambiar de sistema, empleando entonces la variante ofensiva de 4-3-3, con Griezmann, Correa y Lino en el tridente de ataque.
Con la baja de Kylian Mbappé por lesión, Ancelotti volvió al sistema de la temporada anterior. Es decir, 4-4-2 en fase defensiva con Vinícius y Rodrygo en punta y muy abiertos, posicionado Jude Bellingham por la banda izquierda y Fede Valverde en la derecha (abajo).
Anceloti mantuvo el 4-4-2 hasta los últimos minutos del partido y con 1-0 a favor, para pasar a jugar sobre un 5-4-1 de perfil muy defensivo con la entrada Fran García por Rodrygo y Lucas Vázquez por Luka Modric. Es decir, doblar las bandas con dos laterales.
Ataque de intervalos sobre los carriles interiores
Como hemos señalado, la entrada de Correa fue determinante para el Atlético de Madrid. A través de sus desmarques de ruptura, el delantero argentino estiró poco a poco el dispositivo defensivo del Real Madrid, facilitando así a los pasadores tiempo y espacio para contactar con él.
Su libertad de movimientos y posicional, partiendo siempre desde el sector derecho, también sorprendió a la última línea defensiva del Real Madrid, desajustada al pasar a línea de cinco defensores en los últimos minutos. Los desmarques de apoyo de Griezmann atraían a Militão, sin ayuda el central brasileño de sus compañeros de línea, habilitando así intervalos relevantes que aprovechaba Correa.
De ese modo llegó el 1-1 del Atlético, tras un gran pase de Javi Galán que permitió al delantero argentino marcar el empate en el mano a mano ante Thibaut Courtois (abajo).
En su fase ofensiva, Real Madrid trató de controlar el encuentro desde la posesión del balón y los ataques posicionales, evitando al máximo las transiciones rápidas que les pudiera hacer correr demasiado y, sobre todo, generar situaciones de igualdad en caso de pérdida de sus centrales contra los dos puntas del Atlético.
De ese modo, el objetivo principal de los de Ancelotti pasó por estabilizar el ataque, con la intención de generar el intervalo central entre Robin Le Normand y José María Giménez, para que fuera aprovechado por un jugador de segunda línea.
En la primera mitad, Luka Modric fue el jugador del Real Madrid que mejor detectó ese espacio por donde llegar al área rival. Esto en su intercambió de posición con Valverde en la banda derecha. Sumado también el desmarque de apoyo de Rodrygo para atraer la marca de Giménez (abajo).
Mientras, Vinícius se encargaba de fijar a Le Normand por el sector contrario para generar ese intervalo que también era aprovechado por Modric.
Salida de balón
En el inicio de juego y a pesar de encontrarse en superioridad numérica, el Atlético de Madrid no encontró una salida de balón clara por los carriles interiores. Justo allí por donde más daño podía hacer al Real Madrid, que se ubicaba en bloque medio.
En la salida, el primer dispositivo del Atlético de Madrid estaba formado por Le Normand, Giménez y el lateral del lado débil, ya que lateral del lado activo, es decir, el más cercano al balón, adelantaba su posición con la intención de arrastrar la marca de Vinícius o Rodrygo. A esa estructura en la salida se sumaban también los dos pivotes, De Paul y Gallagher. Sin embargo, los dos pivotes locales no conseguían conectar para aprovechar el espacio del Real Madrid en su presión. Esto fue algo que provocó en muchas ocasiones un pase atrás de los centrales con Oblak (abajo).
A nivel general, la falta de conexión entre las líneas del Atlético de Madrid dificultó la generación de jugadas claras, al igual que la lentitud de los atacantes locales en los desmarques de apoyo.
En el caso del Real Madrid, Courtois temporizaba con balón en la salida. Lo hacía para atraer al punta del Atlético que se distanciaba de Griezmann y habilitar así el intervalo para poder jugar con Modric en movimientos del tercer hombre del croata. En esa acción, el croata se anticipaba a Gallagher para jugar posteriormente con Militão, libre de marca el brasileño por la presión anterior del punta rojiblanco sobre Courtois.
Justo en ese momento, con Militão con balón, Carvajal atraía a Álvarez hacia dentro en su desmarque de apoyo, para que Rüdiger quedara también libre de marca y así conectar entre centrales. Desde ahí, el Real Madrid podía llegar a zona de creación con el balón controlado (abajo).
Ataques rápidos vs contraataques
En el último tramo del encuentro, el ritmo de juego aumentó vertiginosamente. El Atlético de Madrid buscaba llegar al área rival de manera rápida por fuera. Lo hizo cuando conseguía conectar con De Paul, que varió su posición con Llorente para tener un mejor pase directo sobre Rodrigo Riquelme (también entró en el segundo tiempo).
Cuando Correa se hacía con el balón, Llorente fijaba a Vinícius en la línea medular. Esto mientras que Riquelme realizaba un primer desmarque de apoyo para atraer a Ferland Mendy y, en segunda acción, atacar su espalda para aprovechar el espacio libre generado.
De esa manera, los de Simeone evitaban pérdidas de balón innecesarias y generaban incertidumbre en el área rival (abajo).
Tras los cambios de Ancelloti en la recta final y con 1-0 a favor, el Real Madrid pasó a utilizar un bloque bajo. Este se basó en acumular defensas en el eje central con tres zagueros y evitar el 2x1 por fuera doblando laterales.
Así, los visitantes podían impedir los centros laterales del Atlético de Madrid y aprovechar los robos de balón por fuera para salir rápidamente a la contra con Endrick (abajo).
El objetivo era aprovechar la velocidad del atacante brasileño con sus desmarques de ruptura ante la adelantada zaga del Atlético de Madrid. Sin embargo, su toma de decisión no fue la acertada. Esta se precipitaba a la hora de finalizar sin buscar el 1x1 cerca del área rival.
Un déficit que dio vida a los rojiblancos, que, como hemos señalado, empató del derbi a falta de tres minutos con el gol de Correa.
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Redacción: The Coaches' Voice en español
