bryan zaragoza
Bayern Múnich, 2024-Presente
En un fútbol cada vez con menos regateadores, Bryan Zaragoza mantiene la identidad de los extremos tradicionales del pasado. Es decir, un jugador de talla pequeña (mide 1,64 metros), pero con una enorme capacidad de desborde, a la que acompaña un talento tan natural como espontáneo, aprendido —como él mismo ha revelado — en la calle.
Todo eso lo ha convertido en el jugador con más impacto en los primeros meses de la temporada 2023/24 en España, con actuaciones tan brillantes como ante el Barcelona en la novena jornada de la Liga, en la que marcó dos goles. Su juego también le ha llevado a la selección española de Luis de la Fuente.
Nuestros entrenadores analizan el juego del joven futbolista de 22 años, quien fue firmado en diciembre del 2023 por el Bayern Múnich aunque quedó cedido al Granada hasta febrero de 2024.
Principales características
Extremo diestro, Zaragoza puede jugar por ambas bandas. Es un jugador veloz, serpenteante e imprevisible cuando encara a su marcador. Estas características le vienen dadas en gran parte por su tren inferior potente, que le hace ser además decisivo en los primeros metros de su carrera o conduciendo el balón. Es un jugador que destaca en partidos donde el rival facilita espacios a la espalda de la última línea e intervalos entre los defensores (abajo).
Sumado a su fuerte tren inferior, se añade un centro de gravedad bajo, algo que le permite dominar el balón y al adversario mediante fintas o regates con su pie derecho.
Su gran técnica individual en velocidad y capacidad de regate tiene un gran impacto en el colectivo ofensivo de sus equipos, ya que genera muchos desajustes sobre los dispositivos defensivos rivales. Si los defensores saltan al acoso, Zaragoza puede atacar sus espaldas. Mientras, si los defensores deciden temporizan, pueden verse expuestos a ser encarados y superados en el mano a mano ante el hábil extremo del Granada.
De ese modo, los entrenadores rivales deben preparar muy bien cómo será el planteamiento defensivo para neutralizarlo.
Con balón
El primer control es una acción vital en el juego de Zaragoza, ya que lo ejecuta con el esférico siempre orientado para elegir la siguiente opción, sin necesidad de tener que añadir más toques para conseguirlo, algo que ralentizaría su juego.
Esa siguiente opción puede ser un pase de seguridad hacia el compañero más cercano para asegurar la posesión y, a la vez, dar continuidad al ataque o iniciar él mismo la arrancada hacia la portería rival desde el carril exterior buscando la profundidad (abajo). Realiza las conducciones de manera rápida y sencilla, siempre con el balón pegado al exterior de su pie derecho y con pequeños toques.
Cuando el defensor está cerca, Zaragoza le enseña el balón para hacerle dudar, momento justo para valorar por dónde salir en progresión. Si lo hace por fuera, adelanta y levanta suavemente el esférico para eludir la posible entrada del defensor y superarlo. En cambio, si su salida es por dentro, protege el balón con el interior del pie derecho para cambiárselo a su pie izquierdo y dejar atrás así al marcador.
Mientras, en las situaciones que se encuentra rodeado de rivales y le resulta imposible avanzar, tiene una alta habilidad para encontrar al hombre libre mejor situado en zona de remate.
Una vez en los metros finales, Zaragoza ha mejorado en el disparo a puerta desde las inmediaciones del área rival. Se muestra más efectivo en el tiro a puerta cuando parte desde el sector izquierdo y en diagonal hacia portería rival, perfilado para golpear el esférico con el empeine interior al ángulo más alejado del portero (abajo).
Si dispara desde la banda derecha, busca sorprender al portero con un tiro con el empeine exterior del pie derecho para buscar el ángulo más alejado del portero.
Gestión de los espacios
Zaragoza es también una amenaza constante en los espacios a la espalda del dispositivo defensivo rival. Espacios que ocupa y aprovecha en situaciones de ataque combinativo o en rápidas transiciones ofensivas desde campo propio.
Su ubicación previa a la recepción del balón es el detalle táctico que determinará su posterior verticalidad, ejecutada a través de conducciones superiores, regates y pases diagonales que sirven como asistencias. Pero Zaragoza también puede temporizar el ataque de su equipo si no vislumbra espacios, con el objetivo de sumar más compañeros en ataque. Esta acción la realiza generalmente conectando con el lateral, central o pivote más cercano con un pase en corto y seguro.
El antiguo extremo del Granada también ha crecido en su juego sin balón, facilitando espacios a sus compañeros con sus desmarques. Lo puede hacer trazando diagonales interiores que atraen defensores para generar un espacio a su lateral en profundidad.
Sistemas
Sus capacidades de juego le permiten participar en cualquier sistema ofensivo, aunque se muestra más peligroso principalmente en el 4-4-2, 4-2-3-1 o incluso el 4-3-3.
No obstante, todos esos sistemas deben tener matices ofensivos para favorecer su talento individual. Esto pasa principalmente por generarle situaciones de baja densidad, que le permitan afrontar situaciones de uno contra uno. También es un jugador que saca un alto provecho de los desmarques de ruptura en diagonal de algún compañero de línea posterior, lo que le habilita el camino interior partiendo desde el carril exterior.
Adaptable a diferentes sistemas, el contexto de partido que más potencia sus virtudes es el de ida y vuelta, en los que hay más espacios y situaciones de contragolpe. Aquí, el extremo puede explotar su velocidad, verticalidad y capacidad de desborde.
En resumen, a mayor descontrol, más protagonismo de Zaragoza.
Como extremo
Zaragoza es un extremo puro diestro, pero que puede jugar en ambos perfiles. Si lo hace como extremo derecho, es decir, a pierna natural, muestra dos acciones principales.
En una de ellas, tras recibir ya perfilado y ganar algo de distancia sobre su marcador, suele encararle hacia afuera, realizando conducciones de balón con su pierna derecha y con continuos cambios de ritmo y dirección que dificultan una acción defensiva. Su objetivo en esta acción es ganar línea de fondo, principalmente hasta dentro del área rival para realizar un centro lateral raso o medio hacia un compañero en el área o a un jugador que llega desde segunda línea (arriba).
Otra acción habitual de Zaragoza como extremo derecho es buscar el engaño con un primer desmarque de apoyo y uno posterior de ruptura sobre la espalda del defensor. Justo ahí, y dependiendo del ángulo que tenga a su disposición, puede valorar el centro lateral o un tiro a portería.
Cuando juega como extremo izquierdo, su agresividad aumenta, ya que prioriza el recibir el balón al pie y encarar a su oponente directo buscando atacar el espacio lateral-central por donde penetrar en conducción sobre el área (arriba).
En esa acción de desborde como extremo izquierdo, a pierna cambiada, es un jugador letal si el defensor no tiene ayudas, ya que utiliza muy bien su cuerpo para realizar fintas, cambios de dirección y de velocidad que le otorgan una ventaja sobre el defensor. Después, valora la dirección del tiro en función de la posición del defensor y portero, buscando el palo largo con el empeine interior, o el palo corto con el empeine exterior.
Sin embargo, a veces cae en pérdidas de balón innecesarias cuando realiza desmarques de apoyo interiores desde la banda para recibir al pie. Esto se debe principalmente a que no realiza adecuadamente la cobertura sobre el balón, además de ejecutar un primer contacto con el balón demasiado frontal, lo que que facilita la acción que a su marcador e impide su progresión.
Sin balón
Zaragoza muestra algunos déficits defensivos, sobre todo en los duelos defensivos en el uno contra uno, ya sea en campo propio y rival. En estas acciones, no orienta adecuadamente la primera presión hacia fuera, como tampoco el posterior acoso sobre los carriles exteriores.
Además, en la parte de táctica colectiva sin balón, debe mejorar su lectura táctica a la hora de decidir cuando debe saltar sobre el poseedor del balón en los carriles interiores o central. Esto es clave para evitar que le superen por la espalda y exponer a su lateral a situaciones de dos contra uno en bloque medio o alto (abajo).
No obstante, sus entrenadores son conscientes de que Zaragoza no es un extremo al que se le puede exigir un desgaste en defensa, algo que mermaría toda su frescura y descaro en ataque. Así lo hizo Paco López en el Granada (también anteriormente Aitor Karanka) y Luis de la Fuente en la selección española, quienes buscan facilitar todas las condiciones a un extremo de los de antes que brilla en el fútbol presente.
Puedes conocer a más jugadores y su juego en The Coaches' Voice Análisis/Jugadores.