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Dejar algo para el futuro

Dejar algo para el futuro
Getty Images
Redacción
Javier Ramírez-Musella
Publicado el
6 de febrero 2024

fernando batista

Seleccionador de Venezuela, 2023-Presente

Cuando tomé la decisión de venir a Venezuela, muchos amigos me dijeron que estaba loco por cambiar a Argentina por una selección que históricamente es la última de Conmebol.

Yo venía de dirigir a la selección argentina Sub-23 en los Juegos Olímpicos de Tokio y aún tenía contrato por un año y medio más con la AFA (Federación de Fútbol de Argentina), en la cual estaba muy bien, muy cómodo.

Pero a veces hay que tomar retos y esos cambios nos hacen fuertes.

Además, por lo general, en el lugar donde me toca estar siempre me gusta dejar algo para el futuro.

Por eso, he tomado muchas decisiones en mi carrera. 

Armenia, Argentina y Venezuela desde 2021. Son tres los países y selecciones en los que Fernando Batista ha trabajado. Eva Marie Uzcategui/Getty Images

Cuando aún era jugador de Argentinos Juniors a mí me gustaba ser curioso, preguntar y anotar los entrenamientos que uno iba haciendo. Tenía un cuadernito en el que siempre iba escribiendo, a mi manera, lo que hacíamos. Y si tenía alguna duda, iba al otro día y le preguntaba con respeto al entrenador.

Creo que cuando empecé a hacer eso, como que ya se me había despertado la idea de que algún día sería entrenador. También ayudó el papel que tenía como jugador. Debuté como volante por la derecha —hoy se le llama interior—, pero era lo que en Argentina llamamos el número 8. Luego jugué en todas posiciones del medio. Y ya los últimos años de mi carrera fui lateral y hasta central. Fue algo bueno poder ubicarme en puestos diferentes.

"EN VENEZUELA Hay trabajo por hacer, pero talento para hacerlo"

Eso sí, tuve claro que cuando comenzara como entrenador, lo quería hacer desde infantiles. Desde chicos de 13 años, con continuidad a juveniles. ¿Por qué? Me parecía que me iba a servir mucho como experiencia para el futuro. Uno tiene que partir desde las bases.

En 2004 San Lorenzo de Almagro me abrió las puertas para dirigir en sus divisiones inferiores. Allí estuve cuatro años que recuerdo con mucha gratitud. 

Fernando Batista tomó la dirección de la selección de Argentina Sub-20 y Sub-23 de 2018 a 2021. Fran Santiago/Getty Images

En 2008 volví a Argentinos Juniors, un club al que quiero mucho. Pasé a tener intervención en la parte de coordinación, primero de tres años en infantiles y, hasta el 2016, también de juveniles. Fue una especie de dirección deportiva. Ese año mismo, se armó una comisión normalizadora en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y comenzaron a buscar quién podía hacerse cargo de las selecciones juveniles. Para la Sub-20, eligieron a Claudio Úbeda. A mí me sumaron a ese proyecto, por toda la experiencia que tenía a nivel juvenil. 

Con Claudio comenzamos a trabajar para jugar el Sudamericano en Ecuador; luego clasificamos para jugar el Mundial en Corea del Sur en 2017. Casi que hicimos una familia con la selección. Cuando llegaron Jorge Sampaoli y Sebastián Beccacece, ellos asumieron la adulta y la Sub-20 hasta finales de 2018. Así que nosotros no seguimos.

"en el lugar donde me toca estar siempre me gusta dejar algo para el futuro"

A la espera de encontrar trabajo, apareció Armenia. No solo era un cambio, sino también un enorme salto en lo personal. La Federación me invitó una semana para ver todas las instalaciones, la Selección, la metodología, cómo trabajaban. Querían que empezara a darle un cambio a las juveniles de Armenia.

Estuve como coordinador de la Sub-20, la Sub-17 y la Sub-15, así como entrenador de la Sub-20. Y la verdad me gustó mucho. A veces uno pone en la balanza a muchas cosas, lo que es bueno y lo malo. En Armenia, como intento hacer siempre, pensaba dejar algo para el futuro.

Fernando Batista no logró llevar a Argentina a las medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero sí dejó un importante elenco de jugadores que se proclamaron campeones del mundo en 2022. Masashi Hara/Getty Images

Fueron nueve meses allí, viviendo en el predio. Me encantaba. Fue una experiencia el empezar a armar selecciones competitivas, de buscar también en la diáspora armenia a ese jugador que también pudiera recomendar para la selección mayor. La verdad que fue un año hermoso en un país que, si bien no tiene la tradición futbolística de otros miembros de la UEFA, me dio una linda oportunidad. No me arrepiento, conté con el apoyo de mi familia y si no duró más fue porque a los nueve meses volvió a surgir la posibilidad de regresar a Argentina. 

La AFA me llamó y ahí pudimos estar otra vez, ya como primer entrenador, con las Sub-20 y Sub 23, desde finales de 2018 hasta el 2022. Teníamos una ilusión muy linda. Pero después surgió todo lo que sabemos: estuvimos un año sin competencia por la pandemia, pero a pesar de eso fueron años muy buenos. De hecho, esa etapa yo la divido en dos: los resultados y el proceso. 

"EN ARGENTINA El proceso fue bueno más allá del resultado"

Lógicamente, cuando uno dirige una selección, lamentablemente siempre están los resultados. Y digo ‘lamentablemente’ en el buen sentido, porque a veces, a pesar de esos resultados, tiene que haber un proceso. Y hay ciclos que terminan cortándose por una derrota puntual. 

Por eso insisto en que fueron buenos años. Cuando vos estás en una Sub-23 o una Sub-20, trabajando más allá de ese resultado de cada torneo, tenés que trabajar para la selección mayor y estar buscando constantemente talentos. Armando y afianzando, y que cada jugador que le toque estar en las juveniles pueda tener la mayor cantidad de partidos posibles para que el día de mañana, cuando les toque ir a la mayor, sientan lo menos posible ese impacto.

Julián Álvarez (izquierda) y Alexis Mac Allister (derecha) fueron dos de los muchos jugadores jóvenes que promocionó Fernando Batista en su etapa en Argentina. Clive Brunskill/Getty Images

Nos fue bien en el Sudamericano 2019, en el Panamericano 2019, en el Preolímpico 2020 ganamos la medalla de oro… Solo nos quedó la espina en los Juegos Olímpicos de Tokio. 

Pero a mí me gusta mirar de manera global. En el proceso tuve la posibilidad de elegir a Julián Álvarez, a Alexis Mac Allister, a Nicolás González, a Enzo Fernández. Todos fueron campeones del mundo. También Gonzalo Montiel, Cristian ‘Cuti’ Romero, Lisandro Martínez y Nahuel Molina. Los cuatro estuvieron alguna vez conmigo. Igualmente, Exequiel Palacio y Lautaro Martínez. No elegimos mal, ¿no? Jeje.

"EN EL FÚTBOL TIENE que haber un proceso. Y hay ciclos que terminan cortándose por una derrota puntual"

Ahí se ve que el proceso fue bueno más allá del resultado. Entonces, en lo personal, el trabajo en esos cuatro años fue muy bueno. Ya después el título, que es esa frutilla del postre, lo queríamos todos y no se dio. Eso sí, ver crecer a muchos de esos jugadores es una alegría, porque uno sabe los que lucharon. 

En todo caso, yo venía de los Juegos Olímpicos de Tokio, aún tenía contrato por un año y medio más con AFA, en la cual estaba muy bien, muy cómodo. Pero cuando surgió la opción con José Pekerman, de ser parte de un cuerpo técnico en Venezuela, lo comencé a pensar.

José Pékerman y Fernando Batista en un partido de Venezuela
Fernando Batista llegó a Venezuela de la mano de José Pekerman (derecha). Después de la renuncia de Pekerman en marzo de 2023, Batista tomó el mando de la selección. Pablo Porciuncula - Pool/Getty Images

A veces, en fútbol tenemos que tomar decisiones y a veces las decisiones hay que pensarlas bien. Y siendo sinceros, desde el primer día la idea me gustó mucho. Quizás porque yo en ese momento había jugado varias competiciones ya con Argentina y a uno le pica siempre ese bichito de querer más, de seguir aprendiendo.

Así que, la verdad, me costó poco tomar la decisión de ir a Venezuela. Primero porque sabía que a ver ir a un país especial futbolísticamente. Todavía hoy es el único de los equipos de Conmebol que nunca se ha clasificado para un Mundial adulto y estaba esa espina de decir: ‘Hay trabajo por hacer, pero talento para hacerlo’.

"siempre le digo a los jugadores que el partido comienza cuando uno llega a la cancha"

Fue algo hermoso haber tomado esa decisión. Porque sigo pensando en un equipo que tiene muy buenos jugadores. Lógicamente, después, en el fútbol no hay nada seguro, pero hay muchas cosas para hacer y, como siempre, yo quiero dejar algo, en la mayor y en las selecciones juveniles.

Por eso, cuando llegué a Venezuela solo le pedí al presidente de la Federación, Jorge Giménez, que me permitiese hacerme cargo también de la parte juvenil, porque es algo con lo que siento pasión. 

Jugadores de Venezuela antes de un partido de eliminatorias
Fernando Batista lidera a Venezuela con el objetivo de construir un equipo sólido, capaz de llegar a la clasificación para su primer Mundial, en 2026. Daniel Apuy/Getty Images

Nuestro primer torneo fue el Maurice Revello, el antiguo Esperanzas de Toulón. Ahí Venezuela fue por primera vez y alcanzamos la final contra Francia. La ganábamos y nos la remontaron sobre el final. No sé si en esa final tenía que ganar Venezuela, pero recuerdo haberle dicho a los chicos que lo dieron todo e hicieron lo que había que hacer para ganarla. Ahí pensé que ese podía ser el puntapié inicial para lo que queríamos. Hay una camada interesante.

Luego vino la oportunidad de asumir la selección mayor y, la verdad, fueron sensaciones raras. Primero, por la salida de José en su momento, porque lógicamente fue la persona que había iniciado todo el proyecto. Después, el presidente de la Federación me ofreció continuar con el proceso. Lógicamente, lo pensé.

"Yo no miro a los rivales, sino a nosotros mismos"

Algo que tenía muy claro era que yo ya estaba preparado para un cambio de esta magnitud. Cuando uno empieza a dirigir una Sub-23, como me tocó en los Juegos Olímpicos con Argentina, ya empiezas a tener entrenamiento con jugadores que están en la elite, que están en los mejores equipos del mundo. 

Entonces la oferta de ser el seleccionador de Venezuela me agarró justo en una etapa en la que me siento preparado. Estoy en una edad buena, con muchas ganas, con un gran grupo de trabajo, con un gran grupo de jugadores y, principalmente, de seres humanos. 

Fernando Batista en un partido de Venezuela
Fernando Batista espera en 2024 consolidar el juego y los resultados de Venezuela, tanto en las eliminatorias para el Mundial como en la Copa América. Gabriel Aponte/Getty Images

Cuando empezaron las eliminatorias para el Mundial 2026, me preguntaron cuáles serían los rivales que competirían por los cupos con Venezuela. Pero yo no miro a los rivales, sino a nosotros mismos. Porque tenemos que partir de ahí para saber cómo vamos a competir y qué es lo que queremos para Venezuela.

Pongo un ejemplo. Venezuela es un equipo que había recibido muchos goles claves en momentos cruciales de partidos. En los primeros cinco minutos de un tiempo, o en los últimos diez minutos.

"vamos con humildad, sabemos quiénes somos… Pero miedo no le tenemos a nadie"

Es un dato que lo hemos verificado y lo trabajamos junto con el cuerpo técnico. Se lo hemos mostrado a los jugadores de muchos partidos, no solo los que les ha tocado a ellos; incluso de selecciones anteriores que habían fallado en los que yo denomino ‘los minutos fatales’, porque era una desconcentración inicial o era una desconcentración final, por descanso, por cansancio o por falta de atención.

Lo seguimos trabajando, incluso desde el coaching, con especialistas.

Fernando Batista en un partido de la Vinotinto
Fernando Batista ha dirigido hasta la fecha diez partidos a la selección de Venezuela, con un balance cinco victorias, cuatro empates y una sola derrota. Edilzon Gamez/Getty Images

Yo siempre le digo a los jugadores que el partido comienza cuando uno llega a la cancha, cuando nos estamos cambiando. Ahí ya empieza el partido, no cuando el réferi toca el silbato. Porque si uno piensa ahí y entras dormido, bueno… lo pagas. Tenemos que trabajar mucho en lo anímico, en lo mental.

Por eso dije que para Venezuela, su primer rival, es la propia Venezuela. Nosotros vamos con humildad, sabemos quiénes somos… Pero miedo no le tenemos a nadie. 

De cara al futuro, solo pensamos en trabajar y visualizar ese sueño que tenemos todos: ver a Venezuela compitiendo en un Mundial. Es un sueño importante. Pero tenemos mucho por hacer y yo mucho por aprender para ser mejor entrenador.