final Liga de Campeones 2021-2022
28 de Mayo, Estadio de Francia (París)
Liverpool y Real Madrid se citan por tercera vez en una final de la Liga de Campeones —antes Copa de Europa—. Los Reds ganaron en la final de 1981, precisamente en París, también sede de la final de 2021-2022. Un gol de Alan Kennedy a falta de diez minutos para el final del partido bastó para que el equipo inglés se llevara el título.
Hubo que esperar a 2018 para ver un nuevo duelo entre ambos en una final. En esta ocasión el triunfo fue para el Real Madrid (3-1) y el protagonismo de Gareth Bale, autor de los dos últimos goles del Real Madrid.
Así, la final de la Liga de Campeones 2021/22 en el Estadio de Francia acabará con el empate en finales de Liga de Campeones entre Liverpool y Real Madrid. Son dos de los grandes equipos en la máxima competición europea: 6 títulos para los Reds y 13 para el equipo blanco.
Si hablamos de los entrenadores, Jürgen Klopp y Carlo Ancelotti acumulan una gran experiencia en estas citas. Klopp disputó una final de la Liga de Campeones con el Borussia Dortmund y lleva dos con el Liverpool. Mientras tanto, Ancelotti es el primer entrenador en llegar a dirigir cinco finales de la máxima competición europea: 3 con el AC Milan y 2 con el Real Madrid.
¿Cómo ha sido el camino del Liverpool y el Real Madrid a la final de la Liga de Campeones?
El camino a la final de la Liga de Campeones 2021/22 ha sido muy diferente entre el Liverpool y el Real Madrid. Los de Klopp con números casi inmaculados desde la fase de grupos. Allí sumaron 6 victorias en 6 partidos ante rivales como el AC Milan, Atlético de Madrid y Porto. Igualmente fiables han sido en las eliminatorias directas —ante Inter de Milán, Benfica y Villarreal—, con 4 victorias, un empate y una derrota.
Unas cifras que contrastan con las del Real Madrid, con 3 derrotas en la fase de eliminatorias, algo insólito para el club español en la máxima competición europea.
¿Cómo ha sido posible entonces que los de Carlo Ancelotti hayan llegado a la final de la Liga de Campeones con esos números? La clave del equipo blanco no ha estado en la regularidad en su juego, como sí el Liverpool. Estuvo en la explosión en momentos muy puntuales y en cortos espacios de tiempo. PSG, Chelsea y Manchester City sufrieron esos minutos de explosión de los de Ancelotti para caer eliminados en increíbles remontadas en el Santiago Bernabéu.
Sí es común en ambos equipos su efectividad en la zona de finalización en la edición 2021/22 de la Liga de Campeones: 30 goles del Liverpool (2,5 de tantos por partido) por los 28 del Real Madrid (2,3 de media).
¿Cuáles son los sistemas de juego empleados por el Liverpool y el Real Madrid?
El Liverpool de Klopp es reconocible por su 4-3-3 de partida. Una disposición que se hace flexible y variada en su fase ofensiva en relación con los movimientos de sus jugadores. Es habitual ver en los Reds a sus laterales posicionados en último tercio de campo rival. Allí se suman los dos extremos, el delantero e incluso alguno de los dos interiores descolgados cerca del área. De esta manera, el Liverpool orquesta una variante ofensiva en 2-2-6 para dar mayor fluidez y verticalidad a sus acciones ofensivas en zona de finalización.
En fase defensiva, el 4-3-3 los Reds también muta. Especialmente cuando adelanta sus líneas de presión posicionándose en campo rival con sus laterales en profundidad y cercanía a la primera línea de creación del juego rival.
El Real Madrid de Ancelotti tiene igualmente el 4-3-3 como dibujo habitual. Aunque el entrenador italiano introdujo una variante en las eliminatorias para igualar las líneas ofensivas del sistema empleado por los equipos rivales. Esa variante es la flotabilidad de Fede Valverde, quien pasa de falso extremo en fase de ataque, a ser un centrocampista más en fase defensiva. Esto hace que el sistema pase a un 4-4-2 en rombo.
En los momentos de mayor necesidad, Ancelotti echa mano del pragmatismo utilizando a Eduardo Camavinga. Esto para sostener a las estructuras defensivas del equipo en los momentos sin balón, siendo el jugador francés un factor determinante.
Camavinga, pese a su juventud, tomó el mando en el mediocampo, en sustitución de Casemiro, para reforzar a su equipo con un doble pivote junto a Valverde. Así da total libertad a los interiores, sobre todo a Luka Modric, para llegar al área rival. Una disposición que deja al Real Madrid en un 4-2-4.
¿Cuáles son los principales rasgos ofensivos del Liverpool y el Real Madrid?
Sin olvidar los momentos de ‘heavy-metal’, como Klopp define el estilo de fútbol que le gusta, el Liverpool es un equipo que domina el partido a través de la posesión; una media del 60% en la Champions League 2021/22. Pero siempre con la intención de imprimir velocidad y verticalidad a su juego ofensivo a través de transiciones vertiginosas.
Para ello, Trent Alexander-Arnold y Andrew Robertson se posicionan muy arriba y en amplitud para buscar vías de progresión por bandas. Esto junto con los extremos en posiciones interiores o atacando la espalda de la última línea defensiva rival. Así el Liverpool es un equipo difícil de gestionar: maneja una gran cantidad de variantes ofensivas, como también la circulación de jugadores en fase de ataque.
En esa circulación de jugadores está el papel que interpretan los interiores. Uno de ellos, Thiago Alcántara, ayuda tanto en la salida de balón desde atrás como en el desarrollo de la posesión en la zona intermedia o metros finales. Mientras el otro interior —Henderson o Naby Keïta— se posiciona en los intervalos entre el central y el lateral rival, provocados por la movilidad del delantero centro para atraer a los centrales rivales.
El Real Madrid de Ancelotti se defini como un equipo peligroso en las transiciones ofensivas.
Allí se dispara utilizando pocos toques para llegar a la portería rival. Karim Benzema es el jugador que activa esos contragolpes. Se apoya principalmente en Vinícius Júnior, quien atrae a los defensores en sus conducciones, liberando al francés en la zona de finalización del Real Madrid.
En las remontadas, Ancelotti generó superioridades sobre los carriles exteriores con la sociedad extremo-lateral muy profunda para buscar centros al área rival. También con Modric en posiciones muy adelantadas y entre líneas. Desde ahí, el centrocampista croata conecta con los delanteros, como sucedió en el partido de vuelta ante el PSG o el Chelsea.
¿Cuáles son los principales rasgos defensivos del Liverpool y Real Madrid?
El Liverpool se identifica por defender hacia adelante, achicando espacios. Así, posiciona su zaga en el mediocampo. Esto con la intención de robar en el inicio de juego rival lo antes posible y contratacar con rapidez para aprovechar los espacios que el rival genera en su proceso de reorganización defensiva. Esta actitud tan agresiva viene facilitada en gran parte por sus centrales.
Virgil van Dijk e Ibrahima Konaté son jugadores físicamente muy potentes, que realizan constantes coberturas y ayudas a sus laterales cuando estos avanzan de zona, como también la gestión de los balones a su espalda. Puede que se vean superados en un primer envite —recepción del atacante o giro—, pero su velocidad y potencia en los duelos individuales les permite ganar el balón en muchas ocasiones en la segunda parte de la acción de juego.
Fabinho es un jugador fundamental para el sistema de juego que emplea Klopp. El mediocampista brasileño sabe prever las acciones que van a ocurrir cuando el equipo rival tiene la posesión del balón. De esta manera, se encuentra siempre en la cobertura sobre sus interiores cuando estos últimos salen a banda para presionar.
El jugador brasileño, en ocasiones, también retrasa su posición para fortificar la zona central en defensa del Liverpool, cuando el equipo necesita asegurar un resultado.
Ancelotti ha gestionado la fase defensiva del Real Madrid en relación con el perfil de sus jugadores, sobre todo sus centrocampistas. Es por esto que apuesta por un equipo ubicado en bloque medio, o incluso en bloque bajo. Todo depende de lo que demande el juego y evitando grandes desgastes a Casemiro, Modric y Kroos en sus recorridos sin el balón.
De ese modo, el Real Madrid no es un equipo que utiliza la presión alta en la salida de balón del rival de manera general. Más bien busca temporizar en la zona intermedia o incluso en campo propio. Ello con la clara intención de aprovechar los espacios que general el rival en su mitad de campo. Una vez ahí, poder activar así con más facilidad su peligroso contragolpe tras robo de balón en campo propio.
De esta manera sus centrales, Eder Militão y David Alaba, están ubicados con mayor comodidad para defender los envíos directos frontales de los rivales. A la vez, no generan espacios a su espalda, sabiendo que esto es una de sus debilidades defensivas.
¿Qué factores de cambio tienen el Liverpool y el Real Madrid?
En una final, como han señalado ambos entrenadores, tan importante son los jugadores iniciales como las posibles sustituciones. Klopp cuenta con una gran amplitud de plantilla, a la que ha dado presencia durante toda la temporada.
Pero es en ataque y los interiores donde el Liverpool tiene más herramientas para cambiar la dinámica de un partido. Esto se vio, por ejemplo, en el segundo tiempo de la eliminatoria de semifinales ante el Villarreal. La entrada de Jordan Henderson y Luis Díaz dio la vuelta a un 2-0 en contra para ganar el partido (2-3). Naby Keïta o Diogo Jota son esos principales recambios de Klopp de cara a la final de la Liga de Campeones; jugadores que encajan dentro de ese 4-3-3, pero ofrecen matices diferentes a los futbolistas que están sobre el césped.
A lo largo de la temporada, Ancelotti no solo ha encontrado un equipo regular, sino también los posibles cambios. Casi con un recambio fijo por línea. De cara a la final de la Liga de Campeones, la única incógnita del Real Madrid está en saber quién será el extremo derecho: Rodrygo o Fede Valverde. Jugadores que, aunque ocupan la misma posición, cambian el dibujo y el perfil del equipo, sobre todo en la fase defensiva si hablamos del uruguayo.
No obstante, si uno se queda fuera de partida, a buen seguro, dependiendo de la necesidad del partido, será un recambio para los siguientes minutos, como también lo es Eduardo Camavinga.
En los momentos en que el centrocampista francés ha salido del banco, ya sea actuando como interior o pivote defensivo, ha cambiado la dinámica del encuentro a favor de su equipo, también aportando un alto valor en las recuperaciones y ofreciéndose como lanzador de los ataques.
Ancelotti, en el caso de que David Alaba parta en el once inicial, tendrá la baza de Nacho para poder sustituir tanto a un central como a un lateral en ambas fases de juego.
Como se ha visto en los momentos que el Real Madrid necesitaba remontar, Ancelotti apostó por dar entrada a Nacho como central y situar a Alaba como lateral izquierdo. Mientras, si se trata de proteger un resultado, Nacho podría entrar como tercer central para proteger el centro de la defensa o dar relevo a algunos de los jugadores de la zaga para mantener la intensidad defensiva.