Entrevistas Tiempo de lectura: 13 min

Somos una familia, con letras mayúsculas

Somos una familia, con letras mayúsculas
Fotografía: Sergio Cueto.
Redacción
Héctor García
Publicado el
20 de mayo 2025

Luis de la Fuente

España, 2022-Presente

No hay ningún gran logro sin sufrimiento.

Este equipo está preparado para superar cualquier contratiempo, para luchar contra cualquier adversidad o disfrutar de los momentos en que se pueda disfrutar en el terreno de juego. Pero siempre con máxima responsabilidad, profesionalidad y sentido de equipo.

Ese fue el mensaje que les dimos a los jugadores poco antes de saltar al campo para jugar la final de la Eurocopa 2024 contra Inglaterra, en el Olímpico de Berlín. Un mensaje, sin embargo, que no era nuevo para ellos, porque todos lo tienen muy interiorizado.

España no estaba en el grupo de grandes favoritas antes de arrancar la Eurocopa 2024. Un mes después, la historia fue bien distinta para la selección de Luis de la Fuente. Julian Finney/Getty Images

Como entrenador, tengo claro que el fútbol es de ellos: de los futbolistas. Ellos son los grandes protagonistas de todo lo que pasa en el campo. En mi caso, la labor más importante que hice en la Eurocopa fue seleccionar a buenos jugadores. A jugadores que se adaptaran y se integraran en una idea con naturalidad, sin que surgieran conflictos para interpretar y adaptarse a diferentes planteamientos. Y, sobre todo, conociendo bien la materia prima. Algo de lo que nosotros somos expertos.

"Todo lo hacemos buscando el beneficio del equipo"

Los jugadores que estuvieron en la Eurocopa, en su gran mayoría, habían estado con nosotros desde hace mucho tiempo y sabíamos cómo interpretaban y desarrollaban cualquier planteamiento, tanto en fase ofensiva como defensiva. Asimismo, en el camino a la Eurocopa —la fase de clasificación— fuimos construyendo un equipo en base a conocer bien a estos jugadores y desde una apuesta de futuro.

Una apuesta sincera, sin ninguna pose ni nada impostado, simplemente siendo fieles a nuestros principios futbolísticos, que no es otra cosa que dar oportunidad a los jugadores que lo demandan por su capacidad, su categoría, su calidad y su talento.

Luis de la Fuente explica en la entrevista con Coaches' Voice la gran fortaleza de España: la unión del equipo. Fotografía: Sergio Cueto

La apuesta por los jugadores más jóvenes solo es fruto de un conocimiento muy profundo del fútbol base español, de la cantera de los clubes, porque hemos trabajado con ellos. Y seguimos trabajando y teniendo mucha relación con estos jugadores en las diferentes categorías donde están participando. Es lo que hemos hecho a lo largo de todo este tiempo que llevamos.

Entre los más jóvenes, por supuesto, llaman mucho la atención Nico Williams y Lamine Yamal. Dos futbolistas en los que confiábamos mucho en la Eurocopa porque sabíamos cómo se desempeñaban en las funciones que les queríamos pedir.

"La victoria ante Italia nos dio el impulso que necesitábamos para empezar a sentirnos capaces de ganar esa Eurocopa"

No les pedimos nada nuevo para ellos: “Sentíos cómodos, seguros y tranquilos a la hora de poder desplegar todo el potencial futbolístico que tenéis”. En una exigencia táctica y técnica del nivel de la Eurocopa, creíamos que era lo mejor para su desarrollo, para su rendimiento y, por supuesto, el beneficio del equipo.

Todo lo hacemos buscando el beneficio del equipo. Ese es el leitmotiv de cualquier planteamiento, de cualquier exigencia y solicitud: el beneficio del equipo. Eso es lo más importante.

Lamine Yamal (izquierda) y Nico Williams (derecha) aportaron dinamismo, juventud y alegría al equipo español. Ambos tuvieron un papel estelar en la Eurocopa desde los extremos. Alex Grimm/Getty Images

Como responsable de la selección absoluta, también apostamos por los jugadores más veteranos que siguen demostrando cosas. No miramos la edad de los jugadores. Se vio con Jesús Navas, con 39 años en la Eurocopa. Jesús no solo estaba a un nivel fantástico, sino que fue también uno de los mejores cuando tuvo que jugar.

Con ese grupo llegamos al primer partido de la Eurocopa contra Croacia con la tranquilidad de haber hecho bien las cosas durante la concentración. Yo soy de una manera de pensar en que, precisamente en los momentos de máxima exigencia, hay que desdramatizar situaciones que puedan generar estrés a los futbolistas. Sí que estén dentro de la responsabilidad y la exigencia que hay que tener, pero tranquilos.

"No les pedimos nada nuevo a Nico y Yamal: «Sentíos cómodos, seguros y tranquilos a la hora de poder desplegar todo el potencial futbolístico que tenéis»"

El de Croacia fue un partido muy difícil, donde tuvimos enfrente a un grandísimo rival. También fue un partido con un gran significado para nosotros: ganar 3-0 nos dio tranquilidad. Pero después venía la prueba de fuego: Italia. Un momento para refrendar las buenas sensaciones. Debíamos exigirnos lo mejor para poder competir ante una superselección.

Creo que ese partido nos dio ese impulso que necesitábamos para empezar a sentirnos capaces de ganar esa Eurocopa. Italia es un rival muy duro con grandes individualidades y jugadores de una gran experiencia internacional. Y en el que creo que demostramos una de nuestras mejores versiones. Terminó 1-0, pero sentimos que habíamos ganado no solo el partido, sino también prestigio, y que ya nos sentíamos más importantes de cara al futuro.

Italia fue el primer campeón del mundo al que España ganó en la Eurocopa. Después derrotó a Alemania (cuartos), Francia (semifinales) e Inglaterra (final). Kevin C. Cox/Getty Images

Había que cerrar la fase de grupos con el partido contra Albania. Ya estábamos clasificados para octavos, pero era otro partido muy importante para la mentalidad y la moral del grupo, para dar importancia a todos los jugadores que habían venido a la Eurocopa. Es decir, gestionar bien a un colectivo que necesitaba seguir sintiéndose muy importante.

Eso se hizo desde el convencimiento, además, de que no queríamos regalar nada. No era una rotación solamente por dar descanso a algunos jugadores y premiar los méritos contraídos por otros para poder jugar también. Simplemente, desde la apuesta ganadora, estábamos convencidos de que cualquiera de los jugadores que tenían que jugar este partido podía ganarlo.

"La fortaleza de un equipo reside en comportarse de igual manera independientemente del momento que atraviese"

Independientemente de los rivales que se podían suceder en caso de ir superando eliminatorias, afrontamos el partido como si fuera el último. Los octavos de final fueron ante Georgia, un rival al que conocíamos muy bien. Nos habíamos enfrentado a ellos en la fase de clasificación, con dos resultados contundentes a favor, pero sabíamos que en esta ocasión iba a ser totalmente diferente. Y así fue.

Quizás no tuvimos un arranque del partido muy acertado. Nos costó el ritmo e intensidad del partido hasta que, en un momento, cuando ya íbamos 0-1 en el marcador, recuerdo que Rodri tuvo un comportamiento magistral. Paró unos segundos el balón en el mediocampo para decir: “Señores, calma”. Así fue como el equipo de nuevo volvió a crecer.

España perdía 1-0 ante Georgia en los octavos de final. En medio del campo, Rodri tomó el balón y pidió calma a sus jugadores. Después de eso, La Roja ganó el partido 4-1. Kirill Kudruyavtsev/AFP vía Getty Images

Volvimos a generar ocasiones, volvimos a materializar goles, pero necesitábamos quizás esa pausa que, ante la urgencia del resultado en contra, no habíamos tenido hasta ese momento. Fue lo que nos llevó a seguir creyendo en nuestra forma de actuar.

Y en cuartos, Alemania. Nada más y nada menos que la anfitriona. Algo que nos motivaba, especialmente porque en la historia nunca había ganado España a un anfitrión en ningún campeonato. Y nosotros, dentro de nuestras conversaciones, siempre lanzábamos también mensajes subliminales para que la gente fuera captando esta idea.

"Rodri paró unos segundos el balón en el mediocampo para decir: «Señores, calma». Así fue como el equipo de nuevo volvió a crecer"

Fue un partido durísimo con todos los componentes de una cita tan importante: un rival muy fuerte, con una presencia física muy importante y en un ambiente muy hostil. Alemania jugaba en casa. Ellos tenían muchas ilusiones de ganar el campeonato en casa. Y, desde luego, se encontraron enfrente a una España que le plantó cara. Fuimos muy superiores en el contexto general del encuentro, pero atravesamos grandes dificultades.

Una de ellas fue la lesión de Pedri, que nos sacó un poco también de esa primera parte de control que habíamos tenido sobre Alemania. La incorporación de Dani Olmo nos aportó dinamismo, otras características que queríamos imponer al rival. Poco a poco fuimos madurando para pelear contra un rival muy poderoso que nos exigió rendir, trabajar y llegar hasta el límite de nuestras fuerzas físicas.

España superó grandes rivales y también complejas adversidades, como fue la lesión de Pedri ante Alemania en los cuartos de final. Clive Mason/Getty Images

Si en algo destaca Alemania es en un poder físico excepcional, además de futbolistas de gran calidad técnica. Pero que nos exigieron competir al límite de nuestras posibilidades físicas. Eso fue lo más duro del encuentro. Además de tener que jugar una prórroga, que nos empataran en los últimos minutos y pasar tantos momentos de dificultad. Nosotros también tuvimos otras ocasiones, como una clarísima de Ferran, con la que podríamos haber dejado el partido sentenciado.

"Todo lo hemos ganado con trabajo. Nos lo hemos ganado todo con esfuerzo, sacrificio, superación, trabajo colectivo, solidaridad"

Éramos conscientes de que nos iban a llevar hasta el límite de los 120 minutos, exigiendo entonces lo mejor de todos nosotros. ¿Qué mejor manera de ganar un partido de esta exigencia que en un minuto clave —el 119—, el último de la prórroga, donde el castigo moral al rival y el poco tiempo para reaccionar hacían ese momento el ideal, después de haber soportado las tremendas acometidas del rival?

Fue una ejecución de una jugada de ataque fantástica. Con un pase desde la banda de Dani Olmo, que recortó hacia el interior para centrar con la derecha. El gesto técnico de Mikel Merino para cabecear ese balón es excepcional. Mikel es un gran especialista, uno de los mejores rematadores del mundo.

Con 1-1 en el marcador y a falta de unos segundos para terminar el partido ante Alemania, Mikel Merino firmó un gol antológico de cabeza, con Dani Olmo como asistente. Carl Recine/Getty Images

Si Alemania fue un rival que tenía más dominio del juego, Francia, en las semifinales, se sentía mucho más cómoda con espacios para atacarlos con velocidad y verticalidad con sus jugadores de ataque.

Sabíamos que el partido iba a ser totalmente diferente, y teníamos una baja muy importante: la de Dani Carvajal. No hubo ninguna duda en incorporar a Jesús Navas para jugar contra Kylian Mbappé, quien iba por su lado. Siempre hemos dicho, por el bien de la salud del grupo y por la gestión del colectivo, que todos los futbolistas tienen que sentirse importantes.

"No miramos la edad de los jugadores. Se vio con Jesús Navas, con 39 años en la Eurocopa"

Jesús mantuvo un nivel altísimo, compitió de manera excepcional. Siempre con concentración y dando salida en la fase ofensiva por banda, como es su especialidad. Realizó un partido completísimo y, como dije, todos los jugadores se sintieron importantes en este grupo tan consolidado y unido que mantuvimos durante toda la Eurocopa.

Para mí, la fortaleza de un equipo reside en comportarse de igual manera independientemente del momento que atraviese, o, por lo menos, que se note poco. De eso somos especialistas. Jugamos siempre con la misma intención, de la misma manera, explotando las condiciones futbolísticas de cada jugador, independientemente del rival, la situación o el momento del partido. Somos fieles a esa idea, a ese principio, y apostamos por ello hasta el límite.

Con solo 17 años, Lamine Yamal fue la gran estrella del partido de semifinales ante Francia con el gol del empate. Un tanto que llevaba su firma: el disparo al ángulo más alejado con la pierna izquierda. Frank Fife vía Getty Images

Fue lo que demostramos en este partido, superando un gol en contra de Francia. El equipo no bajó los brazos, siguió con la misma idea, y eso nos llevó a dos golazos, especialmente el recordado de Lamine, que empató el partido. Luego hubo que seguir trabajando para contrarrestar y atacar las condiciones del rival. También en este partido volvimos a sacar lo mejor de nosotros para superar a una superpotencia futbolística.

"Este equipo está preparado para superar cualquier contratiempo, para luchar contra cualquier adversidad o disfrutar de los momentos en que se pueda disfrutar en el terreno de juego"

Durante el camino a la Eurocopa, en el cuerpo técnico siempre fuimos conscientes del verdadero potencial del equipo; lo conocíamos muy bien. Pero obviamente nadie se puede comprometer antes de iniciar un campeonato de este nivel a ganar nada. Solo estábamos comprometidos a entregarnos al máximo, dejarnos todo en el campo y exigir esfuerzo, dedicación, compromiso, querer ganar y ser mejores cada día. Pero sin esa obligación que a veces bloquea el potencial futbolístico de algunos. Sabiendo que muchos de ellos no tenían experiencia en compromisos de este calibre.

El Olímpico de Berlín fue testigo del triunfo de España en la final ante Inglaterra (2-1). La cuarta Eurocopa en la selección española. Stu Forster/Getty Images

En la final contra Inglaterra sabíamos que estábamos ante una oportunidad histórica. El equipo estaba mentalizado y llamado a hacer algo tan importante y grande como lo que consiguió. Porque, como dije, nadie le ha regalado nada. Todo lo hemos ganado con trabajo. Nos lo hemos ganado todo con esfuerzo, sacrificio, superación, trabajo colectivo, solidaridad. Un ejemplo de valores y compromiso que da fortaleza y permite sentirse seguro de conseguir cualquier objetivo.

Somos una familia, con letras mayúsculas. Pero no solo formada por jugadores o cuerpo técnico, sino por todos los componentes de la expedición que dan la fortaleza, seguridad, convencimiento y energía para superar todas las dificultades.

Eso es lo que hicimos para ganar la Eurocopa. Y lo seguiremos haciendo.

Luis de la Fuente