Al concretar el fichaje de Manuel Ugarte por más de 55 millones de euros, el Manchester United sumó su quinta adquisición de la ventana de transferencias de verano de 2024, que incluyó también a Leny Yoro y Joshua Zirkzee. Ugarte luce como un fichaje más que necesario para Erik ten Hag, que suma una pieza importante para el mediocampo, zona en la que el equipo no ha sido capaz de encontrar el equilibrio necesario para aspirar a ganar grandes títulos. El internacional uruguayo llega a Old Trafford después de ser incluido en el equipo ideal de la Copa América 2024, y ganar la Ligue 1 y la Copa de Francia con el PSG en la 2023/24.
Nacido en 2001, Ugarte creció en Montevideo, donde se incorporó a su primer club profesional, el Centro Atlético Fénix. No tardó en debutar con el primer equipo, convirtiéndose en el futbolista más joven de este siglo en jugar profesionalmente en Uruguay, con 15 años y 233 días.
Tras un breve paso por el Famalicão portugués en 2021, fichó por un grande de la Primeira Liga, el Sporting Clube de Portugal. Jugó 85 partidos en dos temporadas, para luego pasar al PSG donde siguió brillando. A continuación, nuestros entrenadores con licencia UEFA analizan su juego en su paso por Francia y Portugal, para conocer qué pueden esperar de él los aficionados del United.
Análisis técnico
Manuel Ugarte es un centrocampista defensivo diestro, con posibilidad para jugar tanto como pivote único o en un doble pivote. Destaca por ser un jugador con una alta actividad en los duelos, intercepciones y su capacidad para recuperar la posesión. Tenaz y agresivo, ofrece una protección ideal por delante de la línea de fondo, en particular de la defensa central. Cuando el adversario busca el espacio entre líneas, Ugarte se defiende muy bien en el 1x1, protegiendo aún más la zona central del campo.
Es ágil en los cambios de dirección y se adapta bien al movimiento del balón, especialmente cuando los atacantes rivales intentan combinar en la zona central. Esto le permite ajustar su posición, cambiando a menudo su marca o el espacio que está ocupando. En estas acciones salta con agresividad en la presión para encarar, interceptar o competir por ganar los segundos balones.
Su predisposición de intentar recuperar la posesión es evidente incluso cuando su rival le ha superado inicialmente en un 1x1. También lo hace así en la cobertura después de un error o una mala colocación de un compañero. Así, Ugarte tiende a recuperar el balón más que los compañeros a su alrededor. No se rinde fácilmente, y llega a los duelos con la agresividad adecuada (abajo).
Defendiendo más arriba
Las contribuciones sin balón de Manuel Ugarte también han sido notables más arriba. Aunque es raro verle presionando alto en la primera línea, sí que cubre y protege la espalda, como parte de la segunda línea de presión. Aquí también se adapta bien, reconociendo cuándo cambiar de oponente, desplazarse a un nuevo espacio o saltar hacia delante para añadir un jugador más a la presión. Es capaz de bloquear las líneas de pase hacia los rivales centrales, y lo suficientemente inteligente como para reposicionarse y competir por los balones sueltos.
Otro de sus puntos fuertes es su capacidad para bloquear la salida del área rival. El primer trabajo de Ugarte en este sentido es limitar o temporizar los contraataques rivales, a menudo saltando hacia el balón cuando sus compañeros, situados un poco más atrás, adelantan su posición para proteger el espacio. En estas situaciones, Ugarte ha demostrado que puede temporizar el avance del portado de balón rival, no necesariamente recuperando la posesión, pero sí menudo impidiéndole avanzar (abajo).
Debido a su naturaleza agresiva en esos momentos señalados, también recuperará la posesión en la parte alta del campo. Esto evita que sus compañeros tengan que correr hacia atrás, al tiempo que facilita los contragolpes de su equipo en campo rival. Su agresividad también puede provocar faltas, pero cuando se producen en la zona alta del campo, al menos anula los contraataques rivales.
Con el balón, la capacidad de Ugarte para recibir ante la presión directa le ayuda a mantener la posesión. Puede eludir a los rivales de varias maneras, como girando con el balón hacia el lado seguro y utilizando sutiles movimientos, con los que disimula sus intenciones (abajo). Aunque no es un centrocampista capaz de romper varias líneas en conducción, puede jugar a la espalda del bloque rival o superarlo con precisión. También mantiene la posesión y puede ayudar a controlar la construcción.
Pivote único
En el PSG, Ugarte actuó como pivote único en el 4-3-3 de Luis Enrique. En la campaña 2023/24, el internacional uruguayo registró el segundo mayor número de duelos defensivos de la Ligue 1, ayudando a proteger la zaga del PSG. También ocupó el tercer puesto entre los jugadores del PSG con más intercepciones, limitando el acceso del rival por delante de los centrales. Su capacidad para cortar y recuperar la posesión, cuando los delanteros centro rivales intentaban enlazar con corredores desde el centro del campo, también contribuyó a restringir la capacidad de los adversarios para explotar este espacio.
Como el PSG de Luis Enrique a menudo enviaba a sus laterales hacia delante, las acciones de Ugarte les daban tiempo para recuperarse. A menudo, lo hacía con el apoyo de al menos uno de los interiores (abajo). El inconveniente de su agresividad defensiva entre líneas es que fue el jugador del PSG que más faltas cometió en 2023/24.
El club francés promedió un 64,6% de posesión en la temporada 2023/24 de la Ligue 1, y Ugarte fue clave como único pivote. Realizó un gran número de pases en todas las zonas del campo. Ayudando así a conectar un lado con el otro, a menudo a través de pases cortos pero sencillos. Esto fue especialmente útil, ya que los principales atacantes, como Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé, podían recibir el balón con más frecuencia.
Cuando Mbappé se desplazaba a las zonas centrales, o partía desde ahí, los pases de Ugarte ayudaban a desequilibrar a los centrocampistas rivales. El uruguayo generaba espacios al desmarcarse de sus rivales, lo que permitía a Mbappé actuar en espacios algo más amplios. La recepción de Ugarte también le ayudó a evitar la presión y a encontrar compañeros que se abrían o avanzaban, como los interiores o los laterales. En esas acciones, el centrocampista uruguayo atraía a los rivales con su primer toque, para después conectar con los jugadores que avanzaban.
Doble pivote
En el Sporting, Manuel Ugarte actuó en el doble pivote, en una estructura 3-4-3, tanto en 2021/22 como en 2022/23. En esta última campaña, registró el mayor número de duelos defensivos de toda la Primeira Liga, y el mayor número de intercepciones del Sporting. Aunque jugó menos en la temporada 2021/22, fue el jugador con más intercepciones por 90 minutos jugados y el segundo con más duelos defensivos, solo por detrás de João Palhinha.
Como parte del doble pivote, Ugarte a menudo tenía un compañero más detrás de él, en el trío en la defensa. Esto le daba más libertad para saltar al ataque, presionar y batirse en duelo. Operar con un compañero más en el centro del campo también le permitía defender más arriba y durante más tiempo. Conectando así con la primera línea cuando recuperaba el balón. En comparación con el 4-3-3 del PSG, en el Sporting era más versátil en sus duelos, con licencia para abarcar más terreno.
Con el balón, Manuel Ugarte tenía un central más abierto para conectar con los laterales que avanzaban. También tenía más compañeros centrales en el 3-4-3, en comparación con el 4-3-3 del PSG. Por ello, a menudo enlazaba con el mediapunta entre líneas y con el delantero centro cuando era posible. Jugadores como Pedro Gonçalves, Marcus Edwards y Trincão recibían el apoyo de Ugarte, sobre todo, cuando buscaban combinar y conectar con los centrales rivales (abajo).
El compañero de Ugarte en el mediocampo central —a menudo Hidemasa Morita— también buscaba correr hacia delante. Morita añadía un jugador más entre líneas, pero también intercambiaba su posición con uno de los mediapuntas o con un lateral. En esos momentos, Ugarte se convertía temporalmente en un único pivote, con tres centrales a su espalda. Este movimiento solía producirse cuando el Sporting jugaba contra un bloque bajo. Un momento en el que Ugarte también se descolgaba en profundidad para dar pases cortos y sencillos con los que hacer circular el balón. Al mismo tiempo, también se posicionaba para defender cualquier contraataque.
Todas las cualidades analizadas por nuestros expertos señalan a Manuel Ugarte como el centrocampista que el United necesita para alcanzar la solidez en ambas fases de juego.
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Redacción: The Coaches' Voice