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El mismo de siempre

Héctor García
El mismo de siempre
Fotografía: Independiente del Valle
Redacción
Héctor García
Publicado el
febrero 7 2023

martín anselmi

Cruz Azul, 2023-Actualidad

Como dice Marcelo Bielsa, el éxito nos deforma. Y yo creo lo mismo. Quiero tener claros los objetivos que persigo, pero también de dónde vengo.

Mi comienzo como entrenador estuvo marcado por un hándicap: no fui futbolista profesional. Por lo tanto, no formaba parte de ese mundo.

Mi mayor acercamiento a la élite había sido durante el primer año del curso de entrenador. Por entonces, me emocionaba mucho la forma en la que el Athletic Club de Bielsa se enfrentaba a los rivales. Recuerdo especialmente su partido contra el Manchester United en Old Trafford, en la eliminatoria de octavos de Europa League de la temporada 2011/12.

Marcelo Bielsa, entrenador del Athletic Cub en 2012, en la eliminatoria ante el Manchester United.
El Athletic Club de Marcelo Bielsa ganó 2-3 al Manchester United en la ida de los octavos de final de la Europa League, en marzo de 2012. Getty Images

Me emocionó tanto ese duelo que ahí decidí que tenía que viajar desde Argentina a Bilbao para ver la final de la Copa del Rey que los de Bielsa jugaron esa temporada contra el Barcelona de Pep Guardiola.

El problema era que para pagar el pasaje necesitaba vender mi moto. Hubo que elegir, y opte por el viaje. Ese año también el Athletic llegó a la final de la Europa League.

"para empezar como entrenador necesitaba la ayuda de alguien, y yo la encontré en Francisco Berscé"

Por aquel entonces, una de las personas con la que viajé a España, tenía relación con Claudio Vivas, asistente de Bielsa en esa etapa. Y tres noches antes de la final, Claudio nos llamó para invitarnos a cenar a su casa.

La verdad es que se portó muy bien con nosotros. No solo nos regaló entradas para el partido ante el Barcelona, sino que también nos facilitó acceso a los entrenamientos previos al partido.

Un viaje a Bilbao en 2012, después de tener que vender su moto para pagar el billete de avión, fue el primer contacto de Anselmi con el fútbol profesional. Getty Images

Cuando me recibí de entrenador al año siguiente, era consciente de que para empezar a trabajar en Argentina necesitaba sí o sí la ayuda de alguien. Y yo tuve la suerte de encontrarla en Francisco Berscé.

Él había sido mi profesor en la escuela de técnicos y trabajaba en la quinta división, con Independiente de Avellaneda. Yo por entonces tenía una imprenta como negocio. Durante el curso, Francisco me pidió que le imprimiese un talonario de facturas.

Y un año después, se dio un momento que lo cambió todo. Por eso siempre digo que en la vida ‘nada nos pasa por casualidad’. Francisco volvió a contactar conmigo para que le reimprimiera ese talonario de facturas y yo le dije que sí, que pasara unos días después para buscarlo.

"me emocionaba la forma en la que el athletic club de bielsa se enfrentaba a sus rivales"

Ese día, mientras yo supervisaba la llegada de una nueva máquina para la imprenta —nos había salido una fortuna—, lo vi acercarse a buscar las facturas y tuve que tomar la decisión de mi vida: la imprenta o el fútbol.

En un segundo la tomé. Me olvidé de la máquina —mi hermana se hizo cargo— y me fui a hablar con él.

Francisco Berscé (a la derecha) es una persona de gran influencia en la carrera de Anselmi. 

Le ofrecí filmar los entrenamientos, poner los conos o cualquier cosa que me acercara a mi pasión por el fútbol. A los dos días, Francisco me dijo que Independiente lo autorizaba, pero que era un trabajo sin sueldo.

No importó. Se me abría por primera vez una puerta.

Por entonces, mediados de 2014, Gabriel Milito trabajaba en el reserva (segundo equipo) de Independiente, y con Francisco nos pusimos a analizar los diferentes rivales, con viajes a la cancha de cada equipo. Finalizado el trabajo, Francisco le entregaba a Gabi un DVD de cada rival, que luego él mostraba a sus jugadores.

Sin embargo, aquello duró poco. Tras ese semestre, Gabi se fue de Independiente y a Francisco lo fueron bajando de categoría. Yo, mientras, me quedé sin mi trabajo.

Gabriel Milito, durante su paso por Independiente, tuvo un papel importante para el desarrollo de Anselmi. Demian Alday/Getty Images

Por suerte, poco tiempo después apareció de nuevo la ayuda de Francisco, quien me recomendó para Excursionistas, un club en la Cuarta División argentina allá por 2015. Ese fue mi primer trabajo como entrenador principal y uno de los más felices de mi vida. Me tocaba hacerme cargo de los chicos que habían nacido en el '97. Esos chicos fueron los primeros como entrenador, los que más disfrute.

No teníamos una cancha en la que entrenar, lo hacíamos en un parque a diez cuadras de las instalaciones del club. Agarrábamos todo el material y ahí, en el parque, nos tocaba pelearnos con el paseador de perros de turno para que se fuese a otra zona o con algún entrenador personal para que nos dejara un espacio. Me compré cintas y otras cosas para marcar el terreno durante los entrenamientos. Había que usar mucho el ingenio y eso me enamoraba.

"tuve que tomar la decisión de mi vida: la imprenta o el fútbol"

Dónde hacíamos de local no había tribunas, pero sí un árbol. Así que se me ocurrió que mi esposa podía grabar los partidos desde ahí. Antes de cada partido, la ayudaba a subir al árbol, con el trípode y la cámara para filmar.

Recuerdo que, en los primeros partidos, ella no se sentía cómoda y luego incluso discutíamos en casa porque a veces se perdía algunas jugadas. Enfados que apenas duraban nada: mi esposa siempre ha sido y es fundamental para mí en todo lo que he hecho.

Anselmi ha tenido un largo y diferente recorrido. Analista, asistente y primer entrenador. Fotografía cedida por Martín Anselmí

Estaba muy contento en Excursionistas, pero año y medio después volvió Independiente a mi vida. Y no pude negarme. Gabi asumió el primer equipo a mediados de 2016 e invitó a Francisco a formar parte del cuerpo técnico, quien a su vez propuso mi nombre para ir de analista.

Milito me dio la posibilidad de trabajar por primera vez en el fútbol profesional. También me abrió mucho la cabeza. A mí me gustaba el fútbol posicional, y él había jugado cinco años en la madre del fútbol posicional: el Barcelona de Guardiola. Venía con todo eso vivido desde adentro y charlar con Gabi el día a día y ver cómo planificaba los partidos era un poco como estar con Guardiola.

Milito fue dirigido por Pep Guardiola en la exitosa etapa del entrenador en el Barcelona. Denis Doyle/Getty Images

Cuando terminó la etapa en Independiente, me fui con Francisco como su asistente en Atlanta, club de tercera categoría del futbol argentino. Allí tuvimos que armar un proyecto de cero, donde la idea era empezar a competir con jugadores jóvenes. Así que nos recorrimos las reservas de varios clubes de Primera División y armamos un equipo completo que, al año siguiente, ya sin nosotros, terminó ascendiendo.

Finalizada la temporada 2017/18, le comuniqué a Francisco que quería iniciar mi carrera como entrenador o salir de Argentina. Veía que ahí no era un fútbol compatible con lo que era yo: los tiempos son muy cortos para un entrenador, y, como dije, es muy difícil trabajar sin haber sido futbolista profesional. Por otro lado, siempre fui un poco lanzado en las decisiones, confiando o creyendo en mí y que algo iba a ocurrir.

"a mí me gusta mucho el fútbol posicional, y gabriel milito había jugado cinco años en la madre del fútbol posicional: el barça de guardiola"

Lo siguiente que pasó fue viajar a Ecuador en marzo de ese 2018. Ahí, a través de gente con la que había tenido relación, como Hernán Pellerano en Independiente de Avellaneda o Juan Martínez en Atlanta, fui consiguiendo reuniones con diversos entrenadores.

También conseguí una con Roberto Olabe, quien había sido Jefe de Estrategia Deportiva de Independiente del Valle.

Roberto Olabe, ahora director deportivo de la Real Sociedad, es una de las piezas claves del éxito de Independiente del Valle. Jasper Juinen/Getty Images.

Durante la charla, le mostré a Olabe movimientos que utilizaba en los equipos en los que trabajé. Y hubo uno que le llamó la atención. De manera resumida, en ese movimiento el interior desciende a doble medio para generar un espacio, y si lo consigue, el lateral debe ingresar a la posición de interior. Y sino; es porque queda libre para jugar un 2 contra uno (interior-lateral) contra el volante rival. Se trata, en definitiva, de encontrar espacios cuando las líneas defensivas están muy juntas.

Olabe agarró entonces su ipad y se puso a dibujar movimientos y debatir cosas conmigo. De esa charla no surgió nada concreto, pero sí después en la reunión que tuve con Jorge Célico.

"en argentina es muy difícil trabajar sin haber sido futbolista profesional"

Jorge, quien era el director de selecciones juveniles de Ecuador por aquel entonces, había trabajado en la Universidad Católica de Ecuador y me comentó que había una oportunidad de entrenar la reserva de ese club. En Católica (temporada 2018/19) tuve un aprendizaje fantástico. No solamente en lo futbolístico, sino en el cambio que significaba vivir en otro país como Ecuador y ya con Lorenzo, mi primer hijo, en nuestra vida.

También conté con el apoyo de Santiago Escobar, entrenador del primer equipo, que me abrió las puertas y me trató de manera extraordinaria.

Cercanía con sus jugadores y un extenso perfil táctico definen a Anselmi como técnico. Fotografía cedida por Martín Anselmí

Al finalizar el semestre, me llegaron dos ofertas. Una de Perú, de Real Garcilaso y la de Independiente del Valle en Ecuador.

En Perú me ofrecían ser el jefe del fútbol formativo, y, a su vez, el entrenador de la Reserva. A priori, parecía un desafío y un proyecto muy ambicioso. Así que decidí aceptarlo.

Yo pensaba que podría implementar mi metodología de trabajo. Sin embargo, rápidamente me di cuenta de que sería imposible y a los tres meses me fui.

"con miguel ángel aprendí ser mejor líder y persona"

Regresé a Argentina. De nuevo a la casilla de salida, pero mucho peor, porque ya no tenía la imprenta y tampoco dónde vivir. Ahí mi suegra nos salvó y nos abrió las puertas de su casa.

Por suerte, esos momentos tan duros solo duraron tres meses. Miguel Ángel Ramírez fue nombrado entrenador de Independiente del Valle —yo lo había conocido antes en una charla de seis horas, también gracias a la intermediación de Olabe— y me ofreció ser su asistente.

Miguel Ángel Ramírez llevó a Independiente del Valle al título de campeón de la Copa Sudamericana Conmebol en 2019. Getty Images

El fútbol es así. Ese 2019 comencé trabajando en Perú, con todo lo que después me tocó vivir, y lo terminé ganando una Copa Sudamericana con Miguel. Estuvimos juntos dos años en Independiente del Valle antes de irnos a Brasil, al Internacional de Porto Alegre.

Conocer a Miguel y a Independiente, es un antes y un después en mi carrera como entrenador. Con él aprendí a ser mejor líder y persona. Y el club se transformó en mi casa; en mi segunda familia.

"el trabajo de un entrenador puede ser bueno o malo más allá del resultado"

Me costó mucho tomar mi propio camino, pero era algo que ya el cuerpo me lo estaba pidiendo. Así que cuando terminamos la etapa en Inter, cada uno fue por su lado.

Mi primer trabajo como entrenador principal llegó en Unión La Calera en Chile. Yo creía que íbamos por buen camino, pero me tocó salir a mitad de año después de vivir varios vaivenes. De todos modos, siempre voy a estar agradecido al equipo Cementero.

Ellos me dieron la posibilidad de dar primer paso en el fútbol profesional.

Unión Calera, en Chile, fue el primer paso como entrenador principal de Anselmi en la elite. Fotografía cedida por Martín Anselmi

Tras esa experiencia, una vez más, el fútbol volvió a sorprenderme. Casi inmediatamente después de mi salida de Chile, volví a Ecuador, a mi casa.

Esta vez como entrenador de Independiente de Valle, y esa historia ya muchos la saben: terminamos ganando la Copa Sudamericana 2022. Ante Sao Paulo, en la gran final. Y un mes más tarde la Copa Ecuador. Dos títulos en el mismo año.

"mi familia me hace ser el mismo de siempre"

Después del partido ante Sao Paulo en la final de la Copa Sudamericana, se hizo muy viral la opinión que di en la rueda de prensa a un periodista que me dijo que la planificación había sido excelente.

Yo le contesté que había sido buena porque habíamos ganado. Pero si no lo hubiéramos hecho, también habría sido la misma. Y, quizás, él habría pensado que era mala.

Anselmi fue campeón de la Copa Sudamerica Conmebol 2022 con Independiente del Valle. Diego Lima/AFP via Getty Images

Mi intención con esas palabras era explicar que no hay que analizar los procesos o los partidos en función del resultado. Influyen en la opinión y la contaminan. El trabajo puede ser bueno o malo más allá del resultado.

Por eso cuando perdemos, los entrenadores estamos muy solos y en ese momento son fundamentales las personas que tenemos a nuestro lado en el día a día. En mi caso, ellos son muy importantes para mí en este camino. Bárbara, mi esposa, y mis dos hijos: Lolo y Lucca.

Estén lejos o estén cerca, me hacen ser el mismo de siempre.