
Georges Mikautadze
Villarreal, 2025-Presente
Volver a la Champions League tras tres años exigía incorporar fichajes de nivel para afrontar la máxima competición de clubes de Europa con garantías. Y el Villarreal lo ha hecho, reforzándose con jugadores de gran calidad en todas sus líneas, con una lista en la que destaca el delantero Georges Mikautadze, después de un traspaso de 31 millones de euros: la operación más costosa en la historia del club amarillo.
Mikautadze (24 años) llega avalado por su brillante rendimiento en el Olympique de Lyon, donde fue pieza clave en el ataque la temporada 2024/25, con 17 goles y 9 asistencias entre todas las competiciones. Un rol que también desempeña en la selección de Georgia, con la que suma 21 goles en 39 partidos internacionales. A su eficacia en el club francés y con el combinado nacional se une el acierto habitual del Villarreal a la hora de reclutar delanteros y llevarlos a su máximo nivel, como ocurrió antes con Diego Forlán, Giuseppe Rossi, Luciano Vietto o, más recientemente, Nicolas Jackson.
A continuación, nuestros entrenadores analizan las principales virtudes de Mikautadze y el papel que puede desempeñar en el 4-4-2 de Marcelino García.
Movilidad, ocupación de espacios e inteligencia táctica
Mikautadze destaca por su movilidad inteligente y su capacidad para alternar desmarques de apoyo y de ruptura, generando de ese modo constantes líneas de pase fluidas y superioridades posicionales en zonas intermedias.
En el Olympique de Lyon, sus movimientos entre líneas le permitían recibir en espacios libres, atrayendo marcas y abriendo intervalos que favorecían la progresión de centrocampistas y extremos (abajo). Su lectura del juego en tiempo real le permite decidir cuándo acelerar la circulación o filtrar un pase preciso hacia zonas de remate. Esta interpretación aporta dinamismo al bloque ofensivo y obliga al rival a reajustar de forma constante su estructura defensiva.

Mikautadze suele ubicarse en el intervalo entre centrales y pivotes rivales (abajo). De esta forma, realiza anticipaciones ofensivas que habilitan espacios interiores y centrales a favor de su equipo. Es por tanto parte activa en secuencias de paredes o incluso de tercer hombre entre líneas. Así genera también ventajas posicionales para el beneficio de sus compañeros y facilita el cambio de ritmo de juego necesario a la hora de realizar transiciones ofensivas verticales y fluidas.
Al margen de lo señalado anteriormente, su movilidad le permite combinar juego posicional con ataques directos, alternando amplitud y profundidad. En el 4-4-2 de Marcelino ofrecerá al Villarreal un ritmo ofensivo dinámico, explotando los espacios a la espalda de la defensa. Así, le podremos ver realizando movimientos para asociarse con Dani Parejo, Santi Comesaña, Pape Gueye, por el carril central, y con Alberto Moleiro o Tajon Buchanan en sus caídas hacia los carriles interiores.

Asociación con compañeros y juego de combinación
Con balón, Mikautadze es un delantero dinámico y sobresale en el juego combinativo: paredes rápidas, apoyos cortos o incluso asistencias mediante pases filtrados. En el Lyon fue un nexo fundamental junto a Rayan Cherki (ahora en el Manchester City), Corentin Tolisso y Tanner Tessmann. De esta manera, aportaba la profundidad y verticalidad necesarias para superar líneas defensivas, por fuera, con Malick Fofana y Pavel Sulc.
Es un atacante que aporta pausa con la posesión tanto en zona de creación como en la de finalización. Siempre protegiendo la pelota mediante coberturas técnicas para ganar tiempo y habilitar espacios a mediocampistas y extremos que llegan desde segunda línea (abajo).
Generalmente, su capacidad de interpretar los movimientos de sus compañeros acelera la circulación con pases en ventaja imprevisibles para la defensa rival. En los momentos que el Lyon jugó sobre 4-4-2, su sincronización con el otro delantero, como Alexandre Lacazette en el Lyon, y con los extremos, Fofana, Sulc, o incluso Cherki cuando partía por fuera, facilitaron la formación de triángulos de progresión que fijaban rivales y generaban líneas interiores.

Además, su lectura de las coberturas defensivas le permite decidir cuándo acompañar o cuándo ocupar espacios dentro del área (abajo). Y también garantizar equilibrio ofensivo y superioridades colectivas.
En el Villarreal podrá asociarse con mediocentros como Comesaña, Parejo o Gueye, así como con los laterales Sergi Cardona o Santiago Mouriño. Así, potenciará las combinaciones que liberan zonas de disparo y mantienen amplitud y profundidad para el Villarreal en zona de finalización.

Finalización y llegada desde segunda línea
Mikautadze combina instinto goleador con creatividad ofensiva, apareciendo entre centrales y mediocentros rivales para rematar tanto dentro como fuera del área. Su timing y capacidad de anticipación le permiten superar defensas compactas, sobre todo en bloque bajo, convirtiéndose en un recurso imprevisible en la definición.
En el Lyon se caracterizó por su llegada desde segunda línea, ya fuera en fase de ataque cuando Fofana llegaba a zona de finalización por el carril interior o con Cherki tras conducciones diagonales hacia dentro (abajo). Esta movilidad obligaba a los centrales a dividir su atención, liberando espacios para el extremo opuesto o incluso para la llegada a la frontal de Tessmann o Tolisso. De esta manera, multiplica las variantes de remate de su equipo y las propias. También potencia las segundas jugadas y refuerza la verticalidad del ataque.

En el Villarreal se podrá ver su alta anticipación en los rechaces tras tiros exteriores de Parejo, remates de Gerard Moreno y Ayoze Pérez o tras ganar duelos a sus defensores directos por anticipación ofensiva previa. En estas acciones perfila el cuerpo de manera óptima para generar peligro y fortalecer su presencia ofensiva cerca del área rival, justo donde a Marcelino le gusta ser decisivo, tanto en primeras como en segundas acciones de remate.
Presión tras pérdida y contribución defensiva
Aunque su rol principal es ofensivo, Mikautadze aporta un gran valor en fase defensiva. Mantiene orden en la presión organizada y en el cierre de líneas de pase, ralentizando las transiciones rivales y propiciando recuperaciones en campo contrario.
En el Lyon destacó por su implicación. Algo que permitió sostener un bloque medio-alto sólido tanto como delantero centro único en un 4-2-3-1 como en el 4-3-3 junto a Lacazette y Cherki o Fofana. Así puede colaborar con los mediocentros Tolisso o Tessmann, y los laterales, para proteger espacios interiores y frenar la progresión rival. Su trabajo reduce la exposición defensiva del equipo y convierte cada recuperación en una oportunidad de transición rápida (abajo).

En el Villarreal, su presión puede ser selectiva, es decir, acosando a determinados jugadores en función de la acción. Su anticipación defensiva podrá generar ataques inmediatos, explotando carriles exteriores y espacios interiores. Es un delantero que combina físico, lectura táctica y timing, bien sea interceptando balones en zonas clave o convirtiéndose en punto de inicio de ataques directos o combinativos. Así, puede transformar la presión en un arma ofensiva junto a Gerard Moreno o Nicolas Pépé, aumentando la eficacia colectiva, tanto en defensa como en ataque, de manera exponencial.
¿Cómo puede encajar en el 4-4-2 de Marcelino García en el Villarreal?
Si analizamos el papel que puede ejecutar Mikautadze en el 4-4-2 del Villarreal, el delantero georgiano puede actuar como '9' de referencia —en el Lyon lo hizo así, aunque bien es cierto que fue principalmente en un 4-2-3-1— o como segundo punta, junto a Pépé o Gerard Moreno.
En cualquiera de esas dos posiciones, sus desmarques de ruptura a la espalda del central cercano a la zona activa y sobre el intervalo central-lateral rival (abajo, como hacía en el Lyon) facilitarán que un atacante sostenga la posesión. Esto mientras él abre espacios diagonales e interiores para que jugadores de segunda línea —Moleiro, Buchanan, Gueye y Comesaña— puedan llegar a zona de remate.
Una función que reforzará la progresión vertical del Villarreal, como también mantener amplitud y mejorar la fluidez ofensiva.

En los momentos defensivos, se puede adaptar a la presión intensa que demanda el técnico Marcelino García. Y puede hacerlo junto a su compañero de línea, bien sea Pépé o Gerard Moreno. Mikautadze puede ser capaz de acosar al pivote rival o bascular hacia un costado activo para cerrar líneas y forzar cambios de orientación menos precisos. Esta dualidad en la presión incrementará la solidez del 4-4-2 del Villarreal en bloque medio y bloque alto. Además, facilitará transiciones controladas (abajo, acción que realizaba en el Lyon). Es decir, valorar mejor la desorganización rival y ejecutar ataques variados: posicionales, directos o rápidos por fuera.
De igual modo, su asociación con los laterales, los mediocentros y los atacantes exteriores le dará al 4-4-2 del Villarreal capacidad para alternar entre juego directo y posicional, pero siempre manteniendo constante amenaza en la zona de definición y contribuyendo al ritmo ofensivo y al control del juego.

En definitiva, Mikautadze es un jugador que elevará el potencial ofensivo del Villarreal porque aporta múltiples recursos con balón y alta eficacia en la definición, pero también una notable implicación en la presión.
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