ROBERTO DE ZERBI
Olympique de Marsella, 2024-Presente
Graham Potter había sido vinculado con tantos puestos de alto perfil mientras estaba al frente del Brighton que no fue una sorpresa para el club cuando el Chelsea lo llamó en septiembre de 2022. Para entonces, el director ejecutivo del Brighton, Paul Barber, y el presidente, Tony Bloom, llevaban tiempo pensando en quién sería el próximo entrenador de su equipo. Así, el cotizado director técnico italiano Roberto De Zerbi resultó designado apenas unos días después de que se confirmara la marcha de Potter.
Y ese camino duró dos temporadas.
De Zerbi se abrió su propio camino paso a paso. Su trabajo con el Benevento le valió para fichar por el Sassuolo en 2018. En sus tres temporadas allí, ayudó a consolidar al equipo en la Serie A con un fútbol vistoso y con muchos goles. Un notable trabajo que le llevó después al Shakhtar Donetsk, con una breve participación en la Liga de Campeones por primera vez en su carrera.
Al final, sólo dejó ese puesto debido a la guerra de Ucrania. De Zerbi es prácticamente desconocido en el fútbol inglés, pero los directivos del Brighton lo tenían hace rato en la mira. "Nos ha impresionado especialmente lo que hizo Roberto con el Sassuolo. Allí logró instalarse entre los primeros puestos de la clasificación con un club relativamente pequeño", dijo Barber tras confirmarse el nombramiento.
"No es ningún secreto que nuestro presidente está constantemente observando a los posibles entrenadores de todo el mundo como parte de nuestra planificación. Pero Roberto era nuestra opción número uno y el único candidato con el que hablamos. Creemos que es la persona ideal para la cultura y la técnica del Brighton & Hove Albion. Es la persona adecuada para continuar con el progreso del club y trabajar con este extraordinario grupo de jugadores", añadió el dirigente del club inglés.
Tras dos campañas con puntos altos y otros que no tanto, De Zerbi emprendió nuevos destinos. Esta vez sería a la Ligue 1 francesa, específicamente al Olympique de Marsella.
Estilo de juego:
De Zerbi apuesta por equipos basados en el dominio de la posesión de balón, centrándose mucho en la construcción de juego desde el portero. Así, por ejemplo, el Sassuolo registró la mayor cuota de posesión de la Serie A en la 2020/21 y la tercera más alta en la 2019/20. En la accidentada temporada ucraniana de 2021/22, el Shakhtar Donetsk de De Zerbi también fue el mejor equipo en cuanto a dominio de la posesión.
Una idea de juego estructurada sobre el 4-2-3-1 como principal dibujo. Aunque con la excepción de un 4-3-3 al inicio de la campaña 2018/19, poco después de hacerse cargo del Sassuolo.
El doble pivote en el mediocampo es clave en la construcción de juego desde atrás. Tanto en los saques de puerta como en el juego abierto, De Zerbi posiciona el doble pivote retrasado para intentar atraer al rival (abajo). A continuación, su equipo busca jugar en corto, animando aún más al rival a presionar. Esto antes de trasladar el balón por fuera y, normalmente, buscar a los laterales, posicionados cerca de la línea de banda.
El portero actúa como un tercer central en la salida de balón, lo que permite a los laterales avanzar más. Una vez que el balón se desplaza, el siguiente paso es conectar con el delantero centro o mediapunta. Uno de estos dos se habrá acercado al balón. La posición retrasada del doble pivote habilita un espacio en el centro del campo para que el delantero o mediapunta reciban el balón en esa zona. Esto mientras los laterales se colocan arriba y abiertos para bloquear a los laterales contrarios.
Ese mismo espacio habilitado en el centro del campo permite al delantero y mediapunta intercambiar sus posiciones libremente. También que uno de ellos reciba un balón directo por encima de la presión rival del portero o de un central. De Zerbi prefiere que sus equipos mantengan el balón a ras de césped. Aunque no le importa que jueguen con balones por encima de la defensa rival si esta es su mejor vía para salir desde atrás.
Si el oponente opta por con una presión alta y empuja a un jugador más alto en la presión sobre el portero, entonces el pase por encima de la presión rival es una opción en la salida de balón. Así, los jugadores de su línea defensiva deben tener la capacidad y la confianza de recibir bajo presión cerca de su propia portería. Del mismo modo, sus atacantes deben ser capaces de fijar a los defensas centrales y retener el balón de espaldas a la portería para dar lugar a una segunda jugada.
Intercambio de posiciones por fuera
Una vez en campo contrario, De Zerbi quiere que sus jugadores ocupen tantos los espacios interiores, como los exteriores sobre la zaga rival. Esto suele implicar una línea frontal de cinco jugadores (abajo), con intercambio de posiciones por bandas. Ellos proporcionan apoyo en zonas avanzadas para el delantero centro y el mediapunta.
Cuando los equipos de De Zerbi dominan el balón durante largos periodos, el rival suele caer en un bloque más profundo. Por ende, el juego de ataque suele requerir intrincadas combinaciones en espacios reducidos. Los equipos de De Zerbi sólo atacan realmente con velocidad cuando han sacado al rival de su zona y han roto con éxito su presión, o en un contragolpe tras recuperación de balón.
El doble pivote apoya por detrás de la línea de pase. Así ocupan posiciones que le permiten cubrir en las zonas anchas y permitir el avance de los laterales. Los ataques se valen tanto de las progresiones como de los repliegues. Allí, los laterales de De Zerbi son capaces de conducir por el exterior para centrar, recortar hacia dentro antes de buscar el segundo palo con un centro o incluso disparar a puertas ellos mismos.
De Zerbi suele jugar con extremos a pierna cambiada, como han sido Domenico Berardi, Jérémie Boga, Tetê, Manor Solomon, Pedrinho y Marlos. Estos jugadores constituyen una amenaza directa para la portería, y se desplazan hacia el interior cuando el juego se desarrolla en la banda contraria.
Un planteamiento que facilita que los pasillos interiores estén siempre ocupados. Son ellos quienes dan apoyo al delantero y mediapunta, y ofreciendo un potencial de combinaciones en corto para romper la última línea del rival. Además, el equipo tiene la posibilidad de generar ventajas numéricas sobre los centrales contrarios cerca de la portería.
En los momentos en que la defensa rival se cierra por dentro para hacer frente a las unidades que tiene el equipo de De Zerbi en el centro del campo, aparecen espacios para los laterales que se desdoblan en la banda. Cuando un extremo se queda por fuera —y al hacerlo aleja al lateral contrario del central—, los laterales de De Zerbi se ven animados a realizar carreras en profundidad en el espacio entre el lateral y el central contrarios.
Con el doble pivote manteniendo su posición y muchos jugadores comprometidos en ataque, los equipos de De Zerbi ejecutan una agresiva presión tras pérdida en los espacios centrales cuando ceden el balón.
Fase defensiva y presión:
El Sassuolo presionaba de forma muy agresiva bajo el mando de De Zerbi, al igual que lo hacía el Shakhtar. Desde la estructura 4-2-3-1, el mediapunta cubría al pivote contrario. También el delantero centro presionaba a lo ancho del campo con el objetivo de bloquear el juego en un lado del campo. Dinámica acompañada por los laterales, que se cerraban por dentro y presionaban en la zona central. En la medida de lo posible, el objetivo era forzar al rival jugar hacia el centro del campo. Es allí donde a De Zerbi le gusta desplegar a los agresivos recuperadores de balones.
También en fase defensiva, el doble pivote toma una función destacada, formando una pantalla en la zona central para impedir el avance del rival. Pero siempre que un centrocampista central rival se descolgaba más atrás, uno de los jugadores del doble pivote era libre de seguirlo (abajo). También se esperaba que los laterales saltaran hacia delante para presionar en la banda. Por ello, De Zerbi requiere jugadores extremadamente atléticos en esas posiciones.
Como las zonas centrales son la clave de la agresiva presión de De Zerbi, los defensas centrales seguirán con facilidad a un delantero centro que descuelgue en posiciones retrasadas. Un jugador del doble pivote ocupará el puesto de central cuando sea necesario. Esto a la par de también seguir a los centrocampistas rivales que penetran en el corazón de su equipo.
Se trata así de un enfoque en la presión en fase defensiva, pero que puede variar y adaptarse en función del rival.
Conceder demasiadas ocasiones
A pesar de animar a sus jugadores a defender con una presión agresiva e intensa, los equipos de De Zerbi -en particular el Sassuolo- conceden demasiadas ocasiones. En la 2019/20, el Sassuolo, octavo en la clasificación, tuvo el séptimo peor registro defensivo de la Serie A, recibiendo además el mayor número de goles de cabeza de toda la liga. La temporada anterior —la 2018/19— el Sassuolo terminó 11º, pero fue el quinto equipo que más goles recibió en la liga. Su fútbol orientado al ataque aporta goles, pero con ello llegan demasiadas oportunidades en contra en el otro extremo del campo. Esto es algo que debe mejorar en el Brighton.
Los rivales tuvieron a menudo éxito por las bandas, atacando el espacio dejado por los laterales que habían saltado para presionar alto. Esto explica, al menos en parte, el elevado número de goles de cabeza que recibieron. Incluso cuando no se movían mucho y el extremo replegaba para la presión, los pasillos interiores del Sassuolo eran vulnerables a las carreras en profundidad de los centrocampistas rivales.
El equipo encajó un número importante de goles tras estas carreras y los centros al área (abajo). Este problema se agravaba cuando un miembro del doble pivote se desplazaba para apoyar una presión alta o intentar una recuperación en el centro del campo. Asimismo, el Sassuolo tenía dificultades cuando el rival jugaba alrededor de su presión alta y luego volvía rápidamente al interior, al espacio que había dejado el doble pivote.
Con los laterales listos para saltar a la presión siempre que había una oportunidad —y a menudo intentando robar uno o dos metros moviéndose antes para anticiparse a un pase—, el Sassuolo se veía perjudicado con demasiada frecuencia por los pases a los pasillos exteriores. Igualmente, con el doble pivote o los centrales saltando para presionar el balón en cada oportunidad, dejaban un espacio a sus espaldas para que el rival lo aprovechara.
Por lo tanto, era habitual ver a los defensas centrales del Sassuolo ser un poco más conservadores en su campo, centrándose en cambio en la protección de los espacios centrales frente a la portería. Sin embargo, esto provocó otros problemas, al abrirse espacios entre los laterales y los centrales. Aquí, una vez más, los centros al área les perjudicaron.
De Zerbi ha tenido mucho éxito en su carrera de entrenador hasta la fecha. Su estilo de juego, algo así como un enfoque de alto riesgo y alta recompensa, le ha permitido ir progresando en su carrera. Sustituir a un entrenador como fue un gran reto, pero más allá de si consigue o no triunfar, indudablemente con su apasionante estilo de fútbol De Zerbi brindará entretenimiento en cualquier destino en el cual esté.
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