Entrevistas Tiempo de lectura: 16 min

Más que un trabajo

Más que un trabajo
Clive Brunskill/Getty Images.
Redacción
The Coaches' Voice
Publicado el
17 de junio 2024

Slaven Bilic

Croacia 2006-2012

Cuando nombré a Luka Modric capitán de la selección croata Sub-21, nunca pensé que acabaría ganando un Balón de Oro.

Mentiría si dijera que sí, pero es cierto que tanto yo como mi ayudante, Aljosa Asanovic, vimos algo especial en Modric desde el primer día. Estaba obsesionado con el fútbol, absolutamente concentrado en cada toque de balón.

Y sigue siendo así.

Slaven Bilic saludando a Luka Modric
En el estreno de Slaven Bilic como seleccionador nacional, Modric marcó su primer gol con Croacia en la victoria por 2-0 a domicilio contra Italia. Fabrice Coffrini/AFP/GettyImages

Cada jugada es importante, sobre todo con los más jóvenes, pero también lo es con jugadores veteranos y profesionales. Veo cuando algunos futbolistas cometen un error y dicen: "No pasa nada, no pasa nada". Pero eso no se puede hacer.

Sí, el fútbol es un juego en el que la gente comete errores, pero son matemáticas. Yo les digo a mis jugadores: "En la primera parte, tendremos el balón unas 25 veces. Si, con esas 25 veces, vamos a perder el balón, a fallar el pase, unas 15 veces, tendremos problemas, ¿sabes? Así que hay que ser responsables. No tengas miedo, pero ten cuidado con lo que haces".

"A MODRIC LE DIMOS LA CAPITANÍA DE LA SUB-21 DESPUÉS DE SÓLO UN PAR DE PARTIDOS, LO QUE NO ERA NORMAL"

Enseguida vimos lo concentrado que estaba Modric, lo decidido que estaba a convertirse en jugador. Tenía calidad, por supuesto, pero vimos en él algo especial, en cuanto a carácter.

Le dimos la capitanía de la selección Sub-21 después de un par de partidos, algo que no era normal. Era dos años más joven que la mayoría de sus compañeros y, por entonces, no era un tipo que hablara mucho. Pero se erigió en líder sobre el terreno de juego, no gritando, sino asumiendo responsabilidades: "Dame el balón bajo presión. Si tienes miedo, yo no lo tengo. Voy a ayudar a todos a entrar en el partido".

Fue una buena generación de jugadores para Croacia. Vedran Corluka llegó cuando yo entrenaba a la Sub-21. Mario Mandzukic jugó con la Sub-21 después de que yo me convirtiera en seleccionador, y hubo otros, como Ivan Perisic, unos años más jóvenes. A todos ellos les hice debutar con la selección.

Slaven Bilic saludando a Vukojevic
Durante su etapa como seleccionador de la Sub-21, el equipo de Slaven Bilic ganó su grupo de clasificación para el Campeonato de Europa, antes de hacerse cargo de la selección absoluta de Croacia. Richard Heathcote/Getty Images

La selección Sub-21 fue un buen trabajo que me gustó mucho. Era ideal para mí en esa etapa de mi carrera como entrenador. No es como ser seleccionador absoluto, en el que estás bajo presión todos los días. Cuando eres seleccionador nacional, se puede decir que es el segundo cargo más importante después del primer ministro o presidente. Hay que soportar una gran presión, gastar mucha energía respondiendo preguntas y gestionando situaciones.

Con la selección Sub-21 no hay tantas preguntas que responder. Puedes concentrarte casi por completo en el trabajo. Cuando eres seleccionador absoluto, hay un poco de política de por medio, sobre todo, en países como Croacia. Los clubes de Croacia viven de la venta de jugadores, y se duplica su precio si juegan en la selección. Incluso en Arabia Saudí, donde dirijo ahora, preguntan: "¿Por qué el seleccionador nacional convocó a este jugador y no a este otro?".

Y siempre se fabrican historias: "Zlatko Dalic convoca a este jugador por esto, por aquello...". Puedes gastar mucha energía ocupándote de estas cosas, pero, aun con eso, sigue siendo un trabajo de primera.

"FUE UNA SORPRESA PORQUE TENÍA 37 AÑOS, EN ESA ÉPOCA JOVEN PARA UN TRABAJO DE ESA ENVERGADURA"

Cuando me dieron el puesto de seleccionador nacional no fue un shock, pero sí que me sorprendió. Fui al Mundial de Alemania 2006 como scout de Croacia. Por aquel entonces, nuestro seleccionador nacional era el padre de Niko Kranjcar, Zlatko Kranjcar, tristemente fallecido en 2021. Era un tipo espectacular, muy popular, y un delantero legendario en su época de jugador en el Dinamo de Zagreb.

Sí, es verdad, Croacia no pasó de la fase de grupos en ese torneo, pero no fue un desastre. Perdimos 1-0 contra Brasil, y empatamos con Australia y Japón. Yo estaba allí viendo a nuestros rivales.

Después, volví a casa y me preparé para las siguientes rondas de clasificación de la Sub-21.  Cuando despidieron al seleccionador, me preguntaron si quería hacer yo el trabajo. Fue una sorpresa, porque yo tenía 37 años, una edad temprana en ese entonces para un puesto de esa envergadura.

Equipo de Croacia posando antes de vencer a Inglaterra en la clasificación a la Eurocopa de 2008
La alineación de la Croacia de Slaven Bilicen su victoria por 2-0 contra Inglaterra en 2006 contaba con Modric (nº 14), de 21 años, Vedran Corluka (nº 5), de 20, Niko Kranjcar (nº 19), de 22, y Eduardo (nº 22), de 23. Alex Livesey/Getty Images

Pero yo quería el puesto, no lo dudé y dije que sí enseguida. Había algunos jugadores en la plantilla, como Nico y Robert Kovac, con los que había jugado. Eso podría resultar un poco incómodo, pero siempre iba a decir que sí.

Hoy en día, la Sub-21 juega en lugares distintos a los de la selección absoluta, pero entonces jugaban en los mismos países que los mayores. Era una estructura brillante para los jugadores jóvenes. Cuando yo era seleccionador Sub-21, teníamos los mismos países en nuestro grupo de clasificación que la selección absoluta, así que viajábamos juntos.

Si Croacia jugaba contra Suecia el sábado, nosotros lo hacíamos el viernes contra Suecia Sub-21. Ambos equipos volamos en el mismo avión el jueves. Después de que jugaran los sub-21, esperábamos a los mayores -los niños podían ver a las estrellas- y volábamos juntos de vuelta.

"CONOCÍA AL EQUIPO, COMO SI LO DIRIGIERA. ESA ERA MI VENTAJA"

Así era cuando yo era jugador. Veías a los grandes jugadores, los grandes partidos, y soñabas con dar el salto. Era una parte crucial del desarrollo. Los jugadores jóvenes hablaban en el avión con las estrellas, les hacían preguntas... Eran compañeros, básicamente. Eso significó mucho para los chicos. Con este nuevo sistema, en el que están separados, eso ha desaparecido.

Yo también veía los partidos de la absoluta con mis jugadores. No quería que despidieran al seleccionador, pero como joven entrenador que intenta mejorar, veía los partidos y pensaba: "Sí, esto está bien, pero quizá esto lo haría de otra manera". Inconscientemente, estaba más preparado para el puesto de seleccionador de lo que lo habría estado otro entrenador extranjero. Esa era mi ventaja.

Slaven Bilic (derecha) saludando a la afición croata durante su etapa como jugador
Ocho años antes de convertirse en seleccionador nacional, Slaven Bilic fue central en el equipo croata que acabó tercero en el Mundial de 1998. Clive Brunskill /Allsport

Cuando me hice cargo de la selección absoluta, algunos jugadores importantes se retiraron, como Dado Prso, que fue un gran delantero para Croacia. Fue un reto, pero yo creía en la situación, y no me sorprendió que lo hiciéramos bien.

Nos tocó un grupo difícil para la clasificación de la Eurocopa 2008. Era una Rusia nueva, con Guus Hiddink al mando. También Inglaterra, a la que aún no habíamos ganado en tres enfrentamientos anteriores. Israel, Macedonia, Estonia y Andorra completaron el grupo. Israel siempre llega a la fase de clasificación con la esperanza de que sea su momento y Macedonia era nuestro rival de la antigua Yugoslavia.

"LOS JUGADORES JÓVENES SON GENIALES. APORTAN ENERGÍA Y NO TIENEN MIEDO DE ARRIESGAR"

Empezamos bien, con un empate muy positivo en Rusia, y luego ganamos 7-0 a Andorra. Más tarde ganamos a Inglaterra en casa y a Israel fuera, y eso nos dio el impulso. Nos convertimos en un equipo muy popular, porque pusimos a unos cuantos jugadores jóvenes de la Sub-21 directamente en el once titular.

Como Corluka, que tenía 20 años y jugaba de lateral derecho, a pesar de no haber actuado nunca en esa posición. Croacia siempre solía jugar en un 3-5-2, lo que significaba que producíamos carrileros, pero no laterales. Así que Corluka era una buena opción, por su resistencia, habilidad e inteligencia. Además, yo lo conocía de mi etapa en la Sub-21, lo que volvía a ser una ventaja para mí.

Vedan Corluka y Wayne Rooney en un Croacia-Inglaterra
Corluka fue 103 veces internacional con Croacia y fue clave en la defensa del equipo de Slaven Bilic. Luego se convirtió en segundo entrenador de Zlatko Dalic con la selección. Ben Radford/Getty Images

La gente preguntaba: "¿Qué te dio la fuerza para poner a jugadores como Modric, Eduardo o Corluka directamente en el once titular?" Los conocía. Había vivido prácticamente dos años con ellos, así que supe enseguida que podían hacerlo. Tenían mucha confianza y sabían que yo creía en ellos. Por ejemplo, Eduardo pensaba: "No tengo que marcar en la primera parte para demostrar mi valía. No me va a sustituir si no marco, porque me conoce". Fue como una tormenta perfecta en sentido positivo: para ellos, psicológicamente, pero también para mí.

Los jugadores jóvenes son geniales. Aportan energía y no tienen miedo de arriesgar. Son entusiastas y levantan a todo el equipo, pero necesitan piedras angulares. Todo está bien cuando todo sale, pero los jugadores jóvenes necesitan pilares cuando las cosas se ponen difíciles. Un partido es como la vida: en 90 minutos tienes de todo, también altibajos, así que necesitas pilares.

Modric era genial, por supuesto, pero necesitaba a Niko Kovac. Niko, que tenía treinta y tantos años, era el capitán y tenía experiencia. Y congeniaron. Lo mismo con Robert Kovac y Corluka. O Eduardo, con quien fuera su pareja en la delantera: Ivica Olic, Mladen Petric o Ivan Klasnic. Teníamos los ingredientes perfectos para mi filosofía y mi forma de entender un equipo.

"TIENES ESTOS POCOS MOMENTOS -CRUCES DE CAMINOS- QUE PUEDEN CAMBIAR LAS COSAS"

En el primer partido de la fase final de la Eurocopa 2008, jugamos contra la coanfitriona, Austria. Aunque marcamos enseguida, fue un partido nervioso. En la segunda parte atacaron, atacaron y atacaron. No pudimos marcar un segundo gol para matar el partido, pero ganamos.

El segundo partido fue un gran encuentro contra Alemania. Fue uno de esos duelos que son un momento clave en tu vida. Si tienes suerte, la vida te durará 100 años; cada año es importante, pero tienes estos pocos momentos -cruces de caminos- que pueden cambiar las cosas.

Puedes decirle a un jugador: "Eres el mejor, eres esto, eres aquello". Y ellos confían en ti, ¿verdad? Pero hasta que no tienen pruebas, no confían plenamente en lo que dices. Cuando obtienen pruebas de los grandes partidos, es cuando las cosas pueden cambiar. Ese fue el partido contra Alemania. Ganamos 2-1, y fue la prueba.

Slaven Bilic y sus jugadores celebran el triunfo croata sobre Alemania
Slaven Bilic y sus jugadores celebran la victoria sobre Alemania en la Eurocopa 2008. Clive Rose/Getty Images

Mi objetivo era ganar la Eurocopa 2008. Es decir, todos los países que se clasificaron querían ganar el campeonato, pero yo realmente confiaba en que podíamos hacerlo. Cuando jugaba con Croacia en la Eurocopa 1996, perdimos contra Alemania en cuartos de final porque no nos los creíamos. Necesitábamos esa derrota para ganarles en el Mundial de 1998.

En 2008, teníamos un buen equipo. No había nadie a quien no pudiéramos vencer. Puede que sobre el papel hubiera equipos mejores, pero en 90 minutos podíamos ganar a cualquiera. Eso es lo que nosotros, yo y el cuerpo técnico: Asanovic, Robert Prosinecki, Nikola Jurcevic y Marijan Mrmic- queríamos inculcar a los jugadores.

"LA GENTE TODAVÍA ME PREGUNTA POR EL PARTIDO DEL PAVO. LOS PENALTIS Y AQUEL GOL"

En aquella época, Xavi y Andrés Iniesta dominaban a los mejores centrocampistas. Antes del partido contra Austria, le había dicho a Luka: "No digo que seas mejor que Xavi, pero creo de verdad que estás a ese nivel. Ahora es tu momento. No te sientas presionado, pero acepta la presión. La gente espera mucho de ti, y tú puedes hacerlo".

Y lo consiguió. Después ganamos a Polonia en nuestro último partido del grupo, para sumar tres victorias de tres. De repente, todo el mundo que seguía al equipo estaba muy emocionado. Antes del partido de cuartos de final contra Turquía, había 200.000 croatas en la ciudad, porque Zagreb está a sólo unas horas de Viena. Era un hervidero.

Hinchas croatas en Austria
Aficionados croatas se reunieron en la Stephansplatz de Viena, durante la Eurocopa 2008. La selección de Slaven Bilic movió a la gente. Dean Mouhtaropoulos/Getty Images

La gente todavía me pregunta por el partido de Turquía. Los penaltis y ese gol. No sé cómo sucedió. Fuimos un poco mejores que Turquía, e intentamos cambiar los jugadores y la formación. Empezamos con un 4-2-3-1, luego terminamos con un 4-4-2, con dos delanteros, pero no creamos mucho y ellos tampoco.

Fue un partido complicado, típico de las fases de eliminatoria directas. Cuando marcamos en el minuto 119, lo celebramos. La gente dice que perdimos porque lo celebramos y perdimos la concentración. He visto a muchos entrenadores celebrar un momento así y no perdieron. Pero bueno, perdimos, así que dirán eso.

"NO DIGO QUE HUBIÉRAMOS GANADO LA EUROCOPA, PERO CREO DE VERDAD QUE ESTÁBAMOS EN ASCENSO"

Recuerdo decir a los jugadores: "Escuchad, chicos, queda un minuto. Concéntrense. Van a volcarse arriba y buscar balones en largo. Concentrémonos. Cuando tengamos el balón, jugad hacia las bandas. No juguéis por el centro, jugad por fuera".

Pero por desgracia encajamos un gol. Inmediatamente después llegaron los penaltis, y fue muy difícil. Me di cuenta enseguida cuando hablé con mis jugadores, que la psicología para ellos era como: "Dios mío, penaltis". Mientras que los turcos decían: "¡Sí, penaltis!"

Perdimos, y fue un duro golpe. No digo que hubiéramos ganado la Eurocopa, pero creo que estábamos en ascenso.

Luka Modric y Darijo Srna se lamentan tras caer en penales en la euro 2008
Darijo Srna se agarra la cabeza mientras Modric saluda a la afición tras la desgarradora derrota de la Croacia de Slaven Bilic en la tanda de penaltis de cuartos de final de la Eurocopa 2008. Jamie McDonald/Getty Images

Se aprende. En aquel torneo, ganamos los dos primeros partidos y en el tercero, contra Polonia, descansaron los titulares. Turquía no lo hizo, porque tenía que ganar su último partido del grupo.

Países Bajos se enfrentó a Rusia en cuartos de final en la misma situación. Habían ganado sus dos primeros partidos y sus jugadores descansaron en el último encuentro del grupo. Rusia no lo hizo, y venció a Países Bajos.

"INGLATERRA ESTABA LOCAMENTE MOTIVADA CONTRA NOSOTROS, PORQUE LES HABÍAMOS GANADO EN LA FASE DE CLASIFICACIÓN PARA LA EUROCOPA 2008"

Portugal ganó sus dos primeros partidos y luego dio descanso a sus jugadores. Alemania tuvo que ganar a Austria porque perdió contra nosotros. No dieron descanso a ningún jugador y aplastaron a Portugal en cuartos de final.

Tienes a mucha gente experta discutiendo contigo sobre lo que vas a hacer la semana que viene, pero cuando tienes ritmo, cuando estás en la cresta de la ola -física, psicológicamente, todo va bien-, no lo pares. Sobre todo, si se trata de un campeonato corto. Es diferente si vas a dar descanso a los jugadores durante tres semanas y ellos se recargan adecuadamente. Pero si están jugando lunes, jueves, lunes, jueves, lunes, entonces paras el jueves, pero vuelven a jugar el lunes de todos modos. No es suficiente para que se recarguen.

Mandzukic a punto de marcarle a Italia en la Euro 2012
Mario Mandzukic, pieza clave del equipo de Slaven Bilic, marca a pase del italiano Gianluigi Buffon durante la fase de grupos de la Eurocopa 2012. Christof Koepsel/Getty Images.

Después de la Eurocopa, sufrimos un duro golpe al no clasificarnos para el Mundial de 2010. Estábamos cambiando el equipo, incorporando a la nueva generación, y teníamos un grupo difícil. Inglaterra estaba muy motivada contra nosotros, porque les habíamos ganado en la fase de clasificación para la Eurocopa 2008. Contra Ucrania no tuvimos suerte, pero asumo la responsabilidad.

Sin embargo, conseguimos cambiar de generación y tuvimos una Eurocopa 2012 realmente buena, en la que tuvimos la mala suerte de perder contra la campeona, España, con un gol en el minuto 88.

Seis años después, fui comentarista del Mundial de 2018. Del once que jugó con Croacia en la semifinal contra Inglaterra, solo dos jugadores no jugaron cuando yo era el seleccionador.

"Inglaterra estaba muy motivada contra nosotros, porque les habíamos ganado en la fase de clasificación para la Eurocopa 2008"

Dije a los medios ingleses antes de ese partido que éramos un equipo experimentado. Inglaterra sólo tenía un jugador que había estado en el Mundial anterior, mientras que el equipo de Croacia había crecido. Modric, Corluka, Ivan Rakitic... estaban allí en 2008. Sintieron la decepción de Turquía en 2008, de no clasificarse en 2010, de España en 2012, de quedarse fuera de los octavos de final en 2014. En la Eurocopa 2016 perdieron contra Portugal, a la postre campeona, al final de la prórroga. En 2018, estaban preparados para todo, como individuos y como grupo.

"ESTOY MUY ORGULLOSO DE MI ETAPA AL FRENTE DE CROACIA. FUE MÁS QUE UN TRABAJO"
Slaven Bilic y su cuerpo técnico en la Eurocopa 2012
La Croacia de Slaven Bilic ganó 42 partidos, empató 14 y perdió sólo nueve durante sus seis años en el cargo. Bryn Lennon/Getty Images

En cuanto a mí, seis años no era poco tiempo para hacer el trabajo. Sólo Miroslav Blazevic, el legendario Dalic -que ha hecho un trabajo tremendo- y yo hemos dirigido a Croacia durante seis años o más.

Estoy muy orgulloso de mi etapa al frente de Croacia. Fue más que un trabajo. Después de dirigir a la selección, no importaba a quién dirigiera después, nunca sería un trabajo de esa envergadura. Ni siquiera el Real Madrid, porque Croacia es mi país.

Slaven Bilic