CHAMPIONS LEAGUE 2022/2023 GRUPO c, 13 DE SEPTIEMBRE 2022
Lucas Hernández (50)
Sané (54)
El Bayern Múnich hizo valer su pegada para llevarse la victoria ante un Barcelona que mereció mucho más. Los de Xavi Hernández dejaron atrás sus últimos desigualados duelos ante el equipo alemán —desde el 8-2 en los cuartos de final de la Champions League 2019/20 o las derrotas por 3-0 en los partidos de la 2021/22— para firmar una brillante primera mitad en el Allianz Arena. Sin embargo, el Barça no fue capaz de traducir su dominio en goles.
Sí los hizo el Bayern en el arranque de la segunda mitad. Lucas Hernández asestó de cabeza el 1-0 para a continuación firmar el 2-0 Leroy Sané en una perfecta transición de los locales. El Barcelona intentó recuperarse de los dos golpes, y estuvo cerca de recortar distancias para meterse de nuevo en el partido. Sin embargo, a los azulgrana les faltó nuevamente contundencia en la definición.
Un aspecto que Xavi Hernández, entrenador del Barcelona, señaló en rueda de prensa: "Hemos creado siete ocasiones y no hemos hecho gol. Orgulloso porque les hemos superado, pero el primer gol fue un error de marca. Debemos mejorar en las áreas". "La primera parte fue del Barcelona y la segunda nuestra. La diferencia es que hemos sido más eficaces", señaló por su parte Julian Nagelsmann, entrenador del Bayern, en relación a la clave del partido.
Las claves tácticas
Bayern Múnich:
Cargar el ataque por la izquierda
El Bayern Múnich utilizó una estructura de 4-2-3-1. Alphonso Davies superó a menudo a Raphinha en el uno contra uno, especialmente cuando conducía el balón hacia delante. En este lado izquierdo, Sadio Mané se estrechaba por dentro, apoyando a Jamal Musiala como mediapunta por detrás del único delantero centro Müller (abajo). Leroy Sané completaba el frente de ataque por el lado derecho, con Joshua Kimmich y Marcel Sabitzer actuando como doble pivote muy conservador.
Aunque el Bayern se mostró muy activo en torno a Busquets en lo que respecta a los movimientos de ataque, sólo amenazó en el primer periodo durante los momentos de transición. Allí sacó partido del posicionamiento alto de los mediocentros del Barcelona. Sin embargo, a medida que avanzaban hacia los últimos metros, los locales no encontraban un último definitivo pase de gol. Varios jugadores se encontraron a menudo en espacios similares debido a su estrecha línea de ataque.
Laterales por dentro
El juego ofensivo del Bayern en la primera parte siguió careciendo de amplitud. Esto debido a que en los momentos en los que encerraban a los visitantes en un bloque bajo, los laterales Davies y Noussair Mazroui, que sustituyó a Pavard al principio del partido, hacían cobertura por dentro junto al doble pivote (abajo). Posiblemente, conscientes de la amenaza en las transiciones que representaban los laterales del Barcelona.
A pesar de que la línea de ataque del Bayern intercambiaba roles constantemente, seguía teniendo problemas para profundizar. Si bien sus combinaciones de ataque eran rápidas y directas, carecían de movimientos de engaño por parte de los compañeros situados por fuera, y de intercambios sutiles para liberarse mutuamente al entrar en el área.
Conexiones en las zonas amplias
En la segunda parte, los laterales del Bayern mantuvieron la amplitud de manera más sostenida. Con el apoyo cada vez más amplio de Musiala, y ocasionalmente de Müller, el Bayern combinó bien por fuera ante el centro del campo del Barcelona (abajo). Con más apoyo de los laterales, que complementaban a los extremos, las combinaciones de pases del Bayern tenían ahora los movimientos y los intercambios de posiciones para aislar al rival y luego generar superioridades frente a la defensa visitante.
El segundo gol del Bayern fue un magnífico ejemplo de sus combinaciones de calidad unidas a la amplitud para estirar la línea de fondo, con el doble pivote aún apoyando por detrás, listo para cambiar el juego hacia el extremo del lado opuesto.
Las carreras de Goretzka hacia adelante
Goretzka fue introducido en el descanso, y brindó al Bayern un doble pivote defensivamente sólido. Junto a Kimmich, ambos jugadores cubrieron bien el acceso al centro, puesto que el Barcelona ya no penetraba por el medio mediante pases verticales como antes.
Con una ventaja de dos goles, el Bayern pudo plantarse atrás, atrayendo a los jugadores del Barcelona hacia adelante, antes de explotar espacios mucho más grandes en la transición.
Una de las claves fueron las carreras hacia delante de Goretzka desde el doble pivote tras una recuperación de balón (abajo). Este jugador adicional permitía a uno o a los dos extremos a la vez atacar con mayor amplitud, estirando de ese modo la línea de fondo del Barcelona y generando más espacios por donde conducir el balón, o deslizar carreras en amplitud más adelante.
Cuanto más presionaba el Barcelona, más espacios quedaban disponibles para que el Bayern contraatacara, con las carreras de apoyo de Goretzka con y sin el balón, aprovechando estos espacios, al mismo tiempo que ayudanba a la línea de ataque a intercambiar posiciones y moverse a la espalda de la línea de fondo del Barcelona.
Barcelona:
Triángulos por bandas
El Barcelona se estableció bajo un 4-3-3, con una buena gestión de la posesión y construyendo sus ataques principalmente por fuera ante la primera línea de presión del Bayern. Lo hizo a través de la sociedad lateral-interior-extremo, con Busquets como único pivote, conectando a los dos centrales en triángulos en las bandas (abajo).
Ousmane Dembélé y Raphinha ocuparon posiciones amplias para recibir alrededor del exterior de la línea defensiva del Bayern, así como para atacar su espalda, con Pedri y Gavi a menudo recibiendo en posiciones altas dentro del pasillo interior. También ocuparon los dos interiores espacios por fuera de la pareja de doble pivote del Bayern.
Variantes en ataque
A medida que avanzaba la primera mitad, el Barcelona generó las mejores ocasiones de gol, pero no logró aprovechar ninguna. Su perfil ofensivo derecho mantuvo el mismo enfoque basado en la sociedad lateral-interior-extremo (abajo), pero por la izquierda los visitantes adaptaron su ataque, con Marcos Alonso empujando hacia adelante para superponerse a los espacios más allá de la línea de fondo del Bayern. Al mismo tiempo, Dembélé se cerraba por dentro con una ameanaza de regate particularmente fuerte dentro del pasillo interior.
Pedri, por su parte, caía profundamente en la cobertura, pero también ofrecería carreras hacia adelante a través del pasillo interior izquierdo, pero, a diferencia de Dembélé, sin el balón. Estos movimientos e intercambio de posiciones le dieron a Raphinha, y especialmente a Lewandowski, buenas opciones en el área rival, con un Barcelona que debería haberse adelantado en la primera mitad por la calidad de sus ocasiones.
Doble pivote
Frenkie de Jong fue introducido en el segundo periodo para formar un doble pivote más permanente, ya que los dos laterales del Barcelona pasaron a presionar hacia adelante en reacción a los dos goles rápidos del Bayern (abajo). Dembélé se desplazó al lado derecho, con Ferran Torres atacando por la izquierda cerca de Robert Lewandowski y Pedri como un mediapunta más central jugando entre las líneas.
El Bayern, posicionado en un bloque bajo en defensa durante más tiempo, atrajo al Barcelona hacia adelante. En los momentos en que de Jong también se unía al ataque, aunque daba a los visitantes más unidades para atacar, el equipo de Nagelsmann podía responder con incisivos contraataques. El bloque bajo del Bayern y el doble pivote mejorado sin balón también fue muy difícil de romper, con sólo una ocasión importante de Pedri desde el 2-0.
Christensen, principal salida
A lo largo de la primera mitad, y en el segundo periodo, Andreas Christensen llevó el balón hacia adelante en el centro del campo, aprovechando la incapacidad de Thomas Müller para igualar físicamente estas conducciones (abajo).
Esta vía liberaba a uno de los tres centrales del Barcelona o ayudaba a encontrar los pies de la primera línea de ataque. Pero en el segundo periodo, con Leon Goretzka en el doble pivote, el Bayern priorizó la cobertura de los accesos centrales, impidiendo que jugadores como Christensen conectaran con la línea de ataque con tanta frecuencia.
Aunque la conducción del central del Barça ayudó a conectar con interior en el extremo —especialmente cuando Busquets estaba fuertemente marcado— y a dominar el balón en ciertos tramos, el equipo de Xavi se vio obligado a construir sin la penetración central en la primera línea que necesitaba. Una vez que Christensen fue sustituido, la construcción del Barcelona careció de esa conducción central, lo que dificultó aún más el avance ante el bloque replegado del Bayern.
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Redacción: The Coaches' Voice