imanol alguacil
Real Sociedad, 2018-Presente
La Real Sociedad vuelve a la Champions League diez años después de su última participación. Un logro que llega como consecuencia del trabajo que Imanol Alguacil lleva haciendo al frente del equipo desde 2018, y que ha sido especialmente brillante en la temporada 2022/23 con la cuarta plaza en la clasificación de la Liga. En la gestión del técnico se suma también la conquista de la Copa del Rey 2019/20, después de ganar en la final al eterno rival, el Athletic Club, y la consolidación de un proyecto con una gran presencia de los jugadores de la cantera.
“La Real Sociedad es muy buen equipo, un equipo muy bien trabajado, al que es muy difícil encontrarle puntos débiles. Imanol tiene muy bien trabajada la faceta defensiva, y es difícil marcarles un gol, encaja muy poco. Ofensivamente también están muy bien trabajados”, señaló José Mourinho antes de la eliminatoria contra el equipo vasco en los octavos de final de la Europa League 2022/23.
La Real ha subido el siguiente escalón competitivo en la temporada 2023/24, para ponerse a prueba ante los mejores equipos (Inter de Milán, Benfica y RB Salzburgo en la fase de grupos) en la máxima competición europea. Nuestros entrenadores analizan las principales claves táctica de Alguacil en una Real de Champions.
Flexibilidad táctica
La Real de Alguacil tiene como principal sello de identidad un claro y versátil juego combinativo, en el que las asociaciones entre jugadores les hace dominar los partidos desde el control del balón. Alguacil utiliza como sistemas principales el 4-3-3 (abajo) y 4-2-3-1 en fase de ataque.
Equipo de gran rendimiento defensivo a nivel general, destacó en la temporada 2022/23 en este apartado del juego, siendo uno de los clubes menos goleados de la Liga, permitiendo apenas 35 tantos. Solo el Barcelona, con 20, y el Atlético de Madrid, con 33, encajaron menos goles.
Ese alto rendimiento de la Real en defensa llega como consecuencia de su comportamiento ofensivo. Y es que los mecanismos con balón a la hora de construir el ataque le hacen gozar de una gran profundidad, siempre posicionándose lejos de su portería rival, pero también con los jugadores muy cercanos entre ellos, algo que facilita la presión tras pérdida y la recuperación de balón.
En relación con el 4-2-3-1, Alguacil lo utiliza principalmente en partidos en los que no modifica su estructura defensiva. Pero sí el carril central, con un doble pivote cerca de los centrales.
Sobre ese 4-2-3-1, el doble pivote es clave para dar consistencia a la fase defensiva y neutralizar al máximo la transición ofensiva del rival. La disposición cercana entre ambos jugadores del mediocampo cierra el camino más rápido del rival (abajo). Esto además de ganar tiempo para que los dos extremos puedan reagruparse y estar en disposición de ofrecer una ayuda defensiva.
Juego interior
Alguacil demanda el juego interior en su fase de ataque. Para ello, junta a jugadores asociativos de gran nivel técnico-táctico con la intención de asegurar la posesión y hacer que el equipo rival se comprima por dentro. Una vez ahí, la siguiente acción busca generar situaciones por fuera de uno contra uno por donde poder avanzar.
Esas estructuras interiores se forman mediante los desmarques de apoyo a la espalda de la línea del mediocampo rival (abajo). David Silva o Mikel Oyarzabal interpretaron esos desmarques ofensivos en la 2022/23. Mientras que la amplitud en los costados es ocupada por los laterales, jugadores que tienen un largo recorrido.
En la 2023/24, Oyarzabal mantiene los desmarques de apoyo, a los que se suman Brais Méndez y Mikel Merino. Estos dos últimos jugadores han asumido el rol que realizaba Silva, cada uno de ellos actuando por sus respectivos carriles.
El trivote en el mediocampo
En el inicio de juego, la Real presenta como punto básico la movilidad ofensiva del trivote del mediocampo para generar una línea de pase con el portero o los centrales abiertos. Para ello, el equipo busca en la circulación de balón que los tres componentes de mediocampo guarden una simetría equilibrada y escalonada.
Respecto a los movimientos del trivote, el pivote, Martín Zubimendi, se posiciona a la espalda de la primera línea de presión rival. Esto, mientras los dos interiores se escalonan sobre los espacios de los extremos-interiores rivales. De esta manera, el pivote sorprende a los jugadores rivales en la presión y los interiores facilitan que sea el pivote el jugador quien se identifique como hombre libre para recibir.
El pivote de la Real, Zubimendi, también es liberado de marca por el trabajo de la línea de ataque de la Real. Esta tiene la función de fijar a la última línea defensiva rival. Además, como es característico en el planteamiento de Alguacil, un lateral gana altura desde la amplitud, mientras que por el otro es el extremo quien da la máxima amplitud (abajo).
Robos en campo rival
En fase defensiva, la Real suele defender en bloque medio-alto, estructura que le facilita recuperar balones en zona de inicio y creación rival. Asimismo, la organización de la estructura del mediocampo en rombo es esencial en el momento de la recuperación. Esto, ya que acosa al poseedor del balón rival tras ser orientando este previamente hacia uno de los flancos. Por otro lado, los posibles receptores del oponente quedan rodeados por el bloque del mediocampo.
Una vez recuperado el balón, se busca al jugador libre alejado sobre el lado débil del rival, el cual se suele quedar descolgado a la espalda del lateral. Justo donde queda en situación de uno contra uno y con amplios espacios por recuperar. De esta forma, la Real cambia el ritmo de su juego y sorprende a su rival en su transición ofensiva directa sobre los flancos.
Conexiones destacadas
Las superioridades ofensivas están muy presentes en cada una de las fases y momentos del juego de la Real. Superioridades que llegan a través del entendimiento de sus jugadores. En la 2022/23, la pareja Silva-Kubo fue clave para conseguir la clasificación para la Champions.
Silva, con su juego de pases y asociativo, hizo crecer el impacto del extremo japonés en situaciones de uno contra uno desde los carriles exteriores (abajo). A su vez, la versatilidad ofensiva de Kubo hizo que Silva tuviera que recorrer menos metros para llegar a la zona de finalización.
En la 2023/24, Takefusa Kubo destaca más en su faceta goleadora y asociativa desde el flanco derecho. La ausencia de Silva (retirado en agosto de 2023) le ha obligado a encontrar a otros compañeros con quien relacionarse de manera efectiva en el campo rival. Bien sea para asociarse a través de triangulaciones para generar posteriormente espacios interiores, como también para aprovechar los desajustes en la última línea defensiva rival.
Desde su posición natural de extremo derecho, el japonés lanza desmarques diagonales en apoyo tras realizar triangulaciones con sus dos principales socios en la 2023/24: Méndez y Merino (abajo). Los tres jugadores se relacionan con pases cortos y desmarques de apoyo y ruptura, que desordenan a los defensores rivales cercanos al balón. Justo ahí, Kubo cambia de ritmo para aprovechar el espacio entre entre el lateral y el central rival. Allí llega a zona de finalización con el balón pegado a su pie izquierdo.
No cabe duda de que el papel de Kubo y las sociedades que forma en ataque tienen un alto valor en los planteamientos de la Real. Pero esto no ocurre de forma aislada, sino dentro de un perfecto entramado colectivo elaborado por Alguacil.
Puedes conocer más sobre Imanol Alguacil y su perfil táctico en The Coaches' Voice Análisis/Entrenadores.