JOSÉ MOURINHO
Roma, 2021-2024
La confirmación del regreso de José Mourinho a la Serie A como sucesor de Paulo Fonseca en la Roma supuso su vuelta a la cultura futbolística en la que vivió su mejor temporada en 2009/10.
Entonces era el entrenador del Inter de Milán, al que tan memorablemente inspiró al triplete: Serie A, la Copa de Italia y la Liga de Campeones. Casualmente fue la Roma -dirigida entonces por Claudio Ranieri, su predecesor en el Chelsea-, el equipo al que derrotó en la final de esa Copa de Italia y al que ganó ese Scudetto por dos puntos.
Después de su etapa en la Premier League con el Chelsea, Manchester United y el Tottenham, la Roma le ha ofrecido a Mourinho un viaje al pasado. Un proyecto semejante al que tuvo en el Porto o el Chelsea donde, con conjuntos basados en el colectivo, dibujó equipos capaces de instaurarse en la elite de Europa.
“Hablamos de tiempo, proyectos, trabajo. Los títulos no son palabras, como palabra es demasiado fácil de decir. Podría haber sido una promesa muy fácil, pero la realidad es otra cosa. Los títulos vendrán. La sociedad no quiere el éxito aislado, quiere llegar a lo más alto y quedarse ahí”, señaló el entrenador portugués en su presentación con la Roma.
Estilo de juego:
La Roma reflejaba una vez más las principales ideas desarrolladas por el entrenador portugués en sus equipos, partiendo desde su tradicional 4-2-3-1 en fase ofensiva. Liderado por el poderoso Tammy Abraham y apoyado en los extremos por Lorenzo Pellegrini, Nicolò Zaniolo y Henrikh Mkhitaryan.
El doble pivote en el mediocampo suele adoptar posiciones más abiertas que en sus anteriores equipos. Pero sin dejar de facilitar el avance de sus laterales, donde Rick Karsdorp, en la derecha, es una fuente habitual de centros. En el lateral izquierdo Matías Viña, un jugador más veterano, se muestra como un jugador más asociativo, pero menos centros que su compañeros. Esto sabiendo que es probable que Jordan Veretout avance por el pasillo interior izquierdo desde la base del centro del campo y que su extremo izquierdo se desplace a una posición central.
También la Roma ha jugado en un 3-5-2, con sus laterales proporcionando amplitud ofensiva, también con la utilización de un único centrocampista defensivo. En este dibujo, sus interiores avanzan -sobre todo cuando el compañero de ataque de Abraham se retiraba a territorio más profundo- y ofrecían intercambio de posiciones fluidas. Estas contribuyen a la formación de un doble pivote temporal y a un cuadrado en el mediocampo (abajo) dirigido por un mediapunta que apoyaba a Abraham.
La disposición de Zaniolo, principal compañero de ataque de Abraham, a desplazarse desde la línea de ataque de la Roma, habilitaba al delantero inglés a permanecer en una posición alta. Esto con la intención ocupar a los defensas centrales rivales y enlazar con los extremos. Estos atacan la espalda del rival o trazan movimientos interiores.
Cuando Mourinho elegía jugar con interiores más ofensivos, la presencia de jugadores en los últimos metros cerca de su delantero titular se veía aumentada (abajo).
Los laterales también contribuían en los ataques, y se beneficiaban cuando el intercambio de posición en el centro del campo obligaba a los rivales a tener que estrechar sus líneas para protegerse. En esta situación, Karsdorp intentaba llegar al último tercio del campo para buscar después un centro a los jugadores que parten desde segunda línea.
El desarrollo ofensivo de la Roma de la Mourinho guardaba muchos paralelismos con el de su anterior equipo, el Tottenham. El entrenador portugués heredó en los Spurs un ataque que, más allá de Son Heung-min, dejaba aislado en las mayoría de las ocasiones a Harry Kane, y donde Christian Eriksen y Dele Alli aportaban una mínima cobertura defensiva.
Pero la eficacia de Kane era tal, que Mourinho entendía que debía ser la gran referencia en ataque. Como lo fueron bajo su mando otros delanteros: Didier Drogba, Diego Costa y Romelu Lukaku, entre otros. Fue el refuerzo de la capacidad de ataque en las transiciones lo que representó el cambio más influyente de Mourinho en el Tottenham.
De ese modo, Kane se convirtió bajo las órdenes de Mourinho en un enlace en ataque inteligente y eficaz. Esto a través de la conexión con Eriksen, Alli, Son, Érik Lamela, Giovani Lo Celso y otros jugadores que se movían por el interior.
El delantero inglés también trató de ofrecer una opción de pase por fuera, con la intención de seguir contribuyendo a esas combinaciones. Desde esas zonas más retrasadas se le animaba cada vez más a Kane a utilizar su magnífica variedad de pases hacia delante (arriba).
Asimismo, los movimientos del delantero Spur también habilitaron a los atacantes exteriores a correr más hacia adelante, a menudo tomando incluso posiciones más adelantadas que las del propio Kane. Una situación ofensiva que no ocurría antes en el Tottenham (abajo).
Flexibilidad táctica
Como Abraham en la Roma, Kane era el principal generador de las ocasiones de gol, incluso en los momentos donde no atacaba en transiciones, persiguiendo el delantero del Tottenham posiciones desde las cuales proporcionar el toque final a la jugada.
Mientras, el doble pivote en el mediocampo de los Spurs habilitaba a Matt Doherty, Serge Aurier y Sergio Reguilón -todos ellos buenos pasadores- a atacar con amplitud desde los laterales (abajo) durante los periodos más largos de posesión. En gran medida por la constante cobertura defensiva que proporcionaban Moussa Sissoko, Pierre-Emile Hojbjerg, Harry Winks y Tanguy Ndombélé en ese doble pivote.
Ndombélé y Sissoko también actuaron como un tercer centrocampista, con un rol más ofensivo que constribuyó a formar un triángulo en la zona central que reforzó el dominio de los Spurs en fase de posesión.
La variabilidad posicional y su capacidad física Ndombélé, por otro lado, facilitó al equipo adaptarse sin problemas de su 4-2-3-1 a un 4-3-3. Incluso podían pasar a un 4-3-1-2 cuando el jugador francés avanzaba junto a Kane.
Hojbjerg también una de las figuras claves del Tottenham de Mourinho dentro del 4-3-3 o 4-2-3-1. El internacional danés se retrasaba para dar apoyo a sus dos defensas centrales en la salida de balón y facilitar el avance de los laterales. En el caso de moverse desde el doble pivote en lugar de permanecer en esa posición y buscar la cobertura a la espalda de sus laterales superpuestos, su compañero de mediocampo proporcionaba protección en la base del centro del campo. Esto también con la ayuda del mediapunta.
Tanto en el 4-2-3-1 como en el 4-3-3, y como es habitual en los equipo de Mourinho, la amplitud en el Tottenham era proporcionada por sus laterales, y con los extremos en movimientos hacia el interior (abajo). El lateral derecho lo hacía a menudo operando como un enlace creativo desde el centro del campo al ataque. Adaptando su posición dependiendo de si el equipo estaba sobre en un 4-3-3 o en un 4-2-3-1 en el que ya había un mediapunta.
Desde el perfil izquierdo, Son se movía hacia el interior con la intención de realizar carreras en profundidad en un intento de operar más cerca de Kane. Una sociedad, Kane-Son, que se fortaleció con el paso de los partidos para convertirse en una de las duplas más amenazantes de la Premier League.
Fase defensiva y presión:
Una constante de la gestión de Mourinho es su capacidad para adaptar la naturaleza de su entrenamiento y la estrategia que persigue a los jugadores que tiene a disposición. Quizá sólo en el United no lo ha hecho en la misma medida que ha demostrado anteriormente en diferentes ligas y competiciones.
En el Porto, la agresividad en la presión tras pérdida demandada por Mourinho contribuyó a gran parte de su éxito. Como también la capacidad para contraatacar después de anular los ataques de transición del rival, lo que contribuyó al éxito del equipo portugués en la competición doméstica y Europa.
En su primera etapa en el Chelsea, los interiores que recuperaban el balón se utilizaban para dinamizar la amenaza ofensiva que suponían los atléticos jugadores de banda: Damien Duff, Arjen Robben y Joe Cole, Mientras, los potentes delanteros eran apoyados por esos extremos en los últimos metros desde segunda línea.
En sus dos temporadas en el Inter, el equipo optó principalmente por protegerse en un bloque bajo extremadamente organizado, gestionando la presión del oponente para desgastarlo mental y estratégicamente.
A una defensa con jugadores muy experimentados se unía un ataque igualmente con futbolistas de una dilatada trayectoria (arriba). El Inter carecía de la energía y la juventud del Porto, y de la velocidad y la ferocidad del Chelsea, por lo que era incapaz de mantenerse tan arriba durante tanto tiempo como esos equipos. Ante eso, Mourinho optó en el equipo interista por una disposición en bloque bajo con menos desgaste para los jugadores, que tanto éxito le dio.
Al llegar al Real Madrid, y heredar un ataque con jugadores más jóvenes (abajo), desarrolló un equipo basado en las transiciones, especialmente agresivo cuando contragolpeaba desde su propio campo. Un Cristiano Ronaldo en plenitud era apoyado por futbolistas como Ángel Di María, Gonzalo Higuaín o Karim Benzema.
4-2-3-1, el dibujo más utilizado
En los Spurs existían elementos de muchos de sus clubes anteriores. La profunda organización defensiva mostrada contra otros equipos punteros de la Premier League evocaba su etapa en el Inter.
La gestión de las transiciones defensivas por parte del Tottenham, así como la presión agresiva y más amplia y su deseo de proteger los puntos débiles que en ella se encuentran, reflejaron al Porto. Del mismo modo, su potencial de contraataque, sus apoyos más amplios y su potencia a la hora de lanzarse al ataque en torno a un punto de referencia se asemejaban a lo visto en el Real Madrid.
El uso continuado del bloque medio y bajo se complementaba con centrocampistas replegados y un doble pivote especialmente conservador que buscaba proteger los espacios alrededor de sus laterales.
El 4-2-3-1 (abajo) era el dibujo más habitual en los Spurs cuando defendían con un bloque medio -incluso cuando atacaban con un 4-3-3- y contaba con dos extremos que se movían a posiciones estrechas para cubrir los pasillos interiores e intentar forzar a los oponentes a salir por fuera, donde, si eran superados, su doble pivote se movía para presionar.
En los movimientos de los laterales para presionar y bloquear los centros rivales, el extremo derecho realizaba la cobertura defensiva a la zona central, y el extremo izquierdo, generalmente Son, seguía buscando proporcionar una amenaza de transición, y por lo tanto se resistía a retroceder demasiado.
Asimismo, el delantero y el mediapunta que cubrían el carril central también contribuían a veces en la presión cuando los rivales intentaban jugar por el centro del campo, situación en la que el mediapunta se desplazaba atrás para proporcionar cobertura si un centrocampista defensivo se había saltado a la presión.
Forzar al rival salir por fuera
En la Roma, Mourinho también se adaptó a las características defensivas de su equipo, en este caso para jugar generalmente en un 4-2-3-1 en bloque bajo y medio. Dibujo en el que su mediapunta suele ser mantenerse más profundo que el de los Spurs, como también el doble pivote, mientras los extremos se repliegan hacia la mitad defensiva para apoyar a sus laterales.
De nuevo existe en la Roma el deseo de forzar a los rivales a salir por fuera. Pero el posicionamiento de sus extremos y de sus centrocampistas defensivos hace que a menudo lo hagan con una línea de cuatro muy cerrada en el centro del campo. Algo que a veces hace que la Roma defienda sobre con un 4-4-1-1 o un 4-4-2, sobre todo cuando está posicionado en un bloque bajo.
Sólo cuando su mediapunta retrocede al centro del campo, su línea de mediocampo ofrece una amplitud similar a la que se veía en los Spurs. El hecho que haya un poco más de espacio entre las líneas, significa que los delanteros de la Roma se meten más hacia dentro. Esto aumenta el espacio por fuera de su bloque defensivo. Por lo tanto, exige que los extremos cubran mayores distancias para apoyar a los laterales.
El papel de los centrales exteriores
Bajo una defensa con tres centrales y dos carrileros, un mediocampo estrecho de tres unidades y dos delanteros, el objetivo era tratar de bloquear el acceso del rival a los pasillos centrales (arriba). Sus laterales avanzan para presionar y, si sus dos delanteros aprendían a forzar más eficazmente el juego hacia un lado del campo, ofrecían mayor seguridad defensiva.
Sus centrocampistas centrales, por su parte, conseguían con regularidad evitar que el rival puede adentrarse por dentro. Pero cuando esto ocurría, hubo veces que sus dos delanteros permitían a los rivales hacer un cambio de juego, para ejecutar después el balance defensivo hacia esa zona del campo donde ha llegado el balón.
La ausencia de un doble pivote hacía que sus defensas centrales exteriores tengan que presionar en el centro del campo (abajo). Si los rivales avanzaban por el centro, o si uno de los centrocampistas de la Roma se ve tentado a avanzar, esos centrales exteriores eran especialmente asertivos a la hora de avanzar y saltar a la presión. Del mismo modo, hubo ocasiones en las que uno de ellos ayuda temporalmente a formar un doble pivote por delante de la zaga.
El hecho de que los centrales exteriores ofrecieran una presencia por bandas cerca de su portería también significaba que los interiores de la Roma pudieran salir a la presión en las zonas amplias. Una situación que a su vez facilitaba que los defensas centrales exteriores contribuyesen en el centro del campo y preservaran la deseada tripleta de centrocampistas de Mourinho y, en última instancia, la compacidad.
El uso ocasional -y atípico- de una línea defensiva de cinco significa que la zaga de la Roma podía sacrificar regularmente a un jugador para que contribuya a su presión en el centro del campo, y complementaba los esfuerzos de los dos delanteros para forzar la salida por fuera de los rivales. Un situación en la que el centrocampista central y el lateral más cercano a la jugada podían combinarse para recuperar la posesión.
Todo ellos dispositivos y estructuras, tanto en ataque como en defensa, donde Mourinho buscaba obtener de los jugadores de la Roma el mayor rendimiento posible.
Redacción: The Coaches' Voice en español