Filipe Luís
Flamengo, 2024-Presente
Del campo a tomar el mando de Flamengo en menos de un año. Filipe Luís cerró su dilatada carrera como jugador en 'Fla' en noviembre de 2023 y se estrenó como entrenador del primer equipo el 6 de octubre de 2024, con una victoria en la liga brasileña ante Bahía (2-0). Entre medias, tuvo breves experiencias al frente de los equipos Sub-17 y Sub-20 del club brasileño.
Desde entonces, la carrera como técnico del que fuera lateral izquierdo del Atlético de Madrid y del Chelsea, entre otros equipos, ha sido fulgurante, con dos títulos en tan solo unos meses: la Copa (2024) y la Supercopa de Brasil (2025). Pero también ha destacado por su estilo de juego y sus principios tácticos. “Estoy muy contento por cómo va todo y espero poder evolucionar cada vez más, aprender cada vez más, para poder ser mejor entrenador cada día”, ha señalado el joven técnico en una entrevista divulgada por Flamengo.
A continuación, nuestros entrenadores expertos analizan las principales características del perfil táctico de Filipe Luís, el técnico revelación en Brasil.
Adaptación táctica
Filipe Luís es un entrenador flexible en el sistema de juego de Flamengo, jugando principalmente con un 4-2-3-1 (abajo) con dos delanteros en punta, o en ocasiones con el 4-4-2, combinando aquí a un delantero con el extremo izquierdo Henrique Pinto o adelantando la posición del mediocentro ofensivo Giorgian de Arrascaeta. También, en función del partido y del objetivo, emplea sistemas más arriesgados, como el 3-4-3, con línea de tres centrales.
No obstante, la flexibilidad de Filipe Luís no se limita a la elección del sistema inicial. Durante el transcurso del partido, realiza ajustes constantes en función del marcador y de las acciones del rival.
En ocasiones, ha modificado una defensa de cuatro para pasar a una línea de tres, con la intención principal de superar la presión alta del rival. Ante equipos que presionan alto, pero de forma fragmentada, demanda a su equipo una circulación rápida del balón entre los tres centrales para conectar rápidamente con los pivotes Everton Araújo y Carlos Jonás Alcaraz en el carril central (abajo). Con esa rápida circulación, Flamengo consigue tanto superioridad numérica como posicional para avanzar a campo rival.
Un entrenador que potencia el juego por las bandas
En su etapa como jugador, Filipe Luís fue un lateral izquierdo de carácter ofensivo (Deportivo de La Coruña, Atlético de Madrid, Chelsea o Flamengo, como equipos más destacados), un principio que ha trasladado a su rol como técnico. Así, demuestra una clara preferencia por un estilo ofensivo en el que las bandas juegan un papel fundamental.
Bajo su dirección, los laterales de Flamengo, Wesley Vinícius, Guillermo Varela, Alex Sandro y Ayrton Lucas, no solo cumplen funciones defensivas, sino que se convierten en piezas clave en la generación de juego ofensivo. Filipe Luís demanda a los laterales una constante proyección en amplitud, lo que aporta profundidad y superioridad numérica en ataque, permitiendo intercambios de posición con los jugadores de zona central, como De Arrascaeta, Michael Richard Delgado, Matheus Gonçalves o Alcaraz. Los movimientos constantes por las bandas y por el centro buscan desorganizar la defensa rival y generar espacios de finalización en zonas de remate (abajo).
Además de la amplitud, Filipe Luís también utiliza el juego interior para complementar el ataque por las bandas. Los extremos deben realizar desmarques de apoyo en los carriles interiores partiendo desde las bandas. Con esto, Flamengo consigue espacios para que los laterales se incorporen en profundidad, como sucede generalmente con Wesley Vinícius en zona de finalización (abajo).
El control del mediocampo
Si las bandas son fundamentales en el juego ofensivo de Filipe Luís, el centro del campo es el motor que impulsa a Flamengo.
Bajo su dirección, los centrocampistas deben ser jugadores versátiles, adaptarse a los espacios libres que ofrece el rival y ser capaces de realizar pases verticales para distribuir con precisión hacia los carriles exteriores, además de recuperar la pelota cuando sea necesario (abajo). También deben tener la capacidad de realizar desmarques de apoyo y escalonamientos ofensivos.
Una vez que los centrales hayan conducido la posesión hasta superar la primera línea defensiva rival, los dos pivotes del mediocampo habilitan la línea de pase con Alcaraz en zona interior. Con balón, Alcaraz es el jugador con espacio y tiempo suficiente para buscar al lateral del lado activo en profundidad.
En el mediocampo, como ocurre en la salida, el joven técnico brasileño apuesta por una circulación de balón fluida y precisa. La misma está basada en pases cortos y seguros en zona de creación, pero sin renunciar a opciones más arriesgadas, como un pase en profundidad cuando la situación lo requiere. La movilidad es clave para generar espacios y crear oportunidades de gol.
Giorgian de Arrascaeta es uno de los jugadores con más movilidad en la disposición ofensiva de Filipe Luís. El jugador uruguayo conecta en movimientos de apoyo con Everton Araújo para habilitar el espacio y la línea de pase para Gerson Santos da Silva. Este último, con un toque, habilita en segunda instancia al delantero.
Una vez con balón en campo rival, el delantero ejecuta un pase en profundidad a Michael Richard Delgado de Oliveira, al mismo tiempo que los atacantes se incorporan a zona de remate desde segunda línea (abajo).
Transición rápida y el juego directo
Cuando Flamengo recupera el balón, la prioridad de Filipe Luís es clara: atacar con rapidez y decisión. Esto, a la vez que con verticalidad para explotar los desajustes defensivos del rival.
El técnico de Flamengo fomenta un estilo de juego directo, con pases largos y precisos que buscan sorprender a la defensa rival. De esta forma, pueden aprovechar los espacios generados tras la pérdida del balón (abajo). La coordinación entre los jugadores es fundamental para que las transiciones sean fluidas y efectivas. El objetivo final de estas acciones es que los atacantes principales reciban el balón en condiciones óptimas para finalizar con ventaja.
Además de la velocidad, la estructura colectiva es esencial en las transiciones de Filipe Luís. Los jugadores deben moverse de manera sincronizada y ocupar los espacios adecuados para recibir el balón. Los mediocampistas desempeñan un papel clave en las transiciones. Esto debido a que son los encargados de conectar el juego y distribuir el balón hacia los delanteros (abajo).
La combinación de velocidad, precisión y organización convierte al Flamengo del técnico brasileño en una amenaza constante. Es capaz de transformar una recuperación en una oportunidad de gol en cuestión de segundos.
La defensa como pilar fundamental
Influenciado por su paso por equipos como el Atlético de Madrid y Chelsea, y bajo la tutela de Diego Simeone o José Mourinho, Filipe Luís es un entrenador que prioriza una estructura compacta y bien organizada en fase defensiva. Allí se combina la presión alta con el repliegue en campo propio.
La protección del técnico brasileño no se limita a la línea de cuatro, sino que involucra a todo el equipo en coberturas y basculaciones. Así, líneas compactas, presión organizada en su 4-2-3-1 y disciplina táctica son las claves para evitar que el rival encuentre espacios.
La presión es coordinada e inteligente, evitando entradas imprudentes y buscando recuperar el balón con varios jugadores cerca de la zona activa. Un ejemplo de esta estructura de presión tiene a Erick Pulgar como protagonista. El jugador chileno presiona al receptor del balón, con el delantero listo para recuperar la posesión y aprovechar la superioridad numérica para finalizar con ventaja (arriba).
También en fase defensiva, Filipe Luís otorga gran importancia al control de los centros laterales rivales y a las jugadas a balón parado. La organización en estas acciiones es crucial para minimizar los remates rivales y mantener la portería segura (abajo).
En definitiva, Filipe Luís muestra rasgos muy señalados en sus primeros momentos como entrenador: solidez en fase defensiva y un modelo de ataque basado en la movilidad de sus jugadores y el protagonismo de los laterales.
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