GRAHAM POTTER
Brighton 2019-Presente
La gradual transformación del Brighton a un equipo con un alto grado de adaptabilidad y variabilidad, a la par de sus constantes progresos, ha reforzardo la reputación de Graham Potter como uno de los entrenadores de moda en el fútbol inglés. Acompañado por el trabajo del director técnico Dan Ashworth, los métodos de Potter -por los que fue admirado en su paso por el Östersunds y el Swansea City- han seguido evolucionando en la Premier League.
Pep Guardiola es una de las personalidades más destacadas que han expresado su admiración por Potter, quien tenía apenas 44 años cuando relevó a Chris Hughton en el Brighton, en mayo del 2019. “Estamos frente al mejor entrenador inglés del momento”, destacó Guardiola después de un choque entre el Manchester City y el Brighton. “Como espectador, me gusta ver a estos equipos. Me gusta ver jugar al Brighton. En mi época de jugador me habría gustado jugar en este equipo”, añadió el entrenador citizen.
Estilo de juego:
El Östersunds, equipo al que Potter llevó de la Cuarta división sueca a la Primera, estaba principalmente ordenado en un 4-4-2, pero su deseo de tener fluidez significó que, de manera habitual, adoptasen diferentes estructuras. Sus mediocampistas de banda mantenían sus posiciones, pero el intercambio de posiciones con los dos jugadores por delante implicaba cambiar constantemente a un 4-2-3-1, con los laterales en un rol más conservador. En otras ocasiones, contra equipos posicionados en bloque bajo en defensa, el sistema variaba a un 4-2-4 (abajo), donde los laterales tomaban altura.
Los tareas individuales que le daba a sus jugadores también variaban. Por ejemplo, Saman Ghoddos, quien venía del Brentford, solía jugar por banda izquierda o como delantero, asociándose con los jugadores de banda. Ken Sama, quien después iría al Watford, y Hosam Aleks, en la izquierda y derecha respectivamente, demostrarían la preferencia de Potter por jugar con extremos a pie natural y atacando por fuera a los laterales rivales.
En cada una de sus tres temporadas en la Primera división sueca, el Östersunds registró el mayor número de regates en ataques uno contra uno, pero con pocos centros al área, debido a una preferencia por combinar en corto, utilizando pases en profundidad y pases diagonales a la espalda de los rivales. Su estilo ofensivo y el uso de dos jugadores en primera línea de ataque, permitían que los futbolistas de banda intentaran mantener la posesión. Un desarrollo donde el delantero más cercano al balón se acercaba a ese centrocampista de banda, mientras el centrocampista del otro lado del campo ocupaba el espacio habilitado por ese delantero con el objetivo de contar siempre con atacantes arriba.
El 4-2-3-1 se convirtió en el sistema más utilizado por Potter en su única temporada al frente del Swansea. La presencia de un doble pivote le dio cobertura a sus sus laterales ofensivos, poniendo el foco en los pases cortos y en construir una posesión a lo largo de ese doble pivote, forzando a la vez a los demás jugadores a intercambiar posiciones. Durante la temporada 2018/19, el equipo galés registró el segundo lugar en cantidad de pases, y el menor número de desplazamientos en largo en toda la Championship. Sus interiores, entre los que destacaba Leroy Fer, canalizaban la posesión en los pasillos internos y, desde ahí, hacia afuera. En cambio, evitaban avanzar. Ese papel en ataque estaba destinado para sus extremos, el mediapunta y su delantero centro.
Martin Olsson era el lateral zurdo titular, hasta que el diestro Kyle Naughton lo reemplazó, y atacaba desde atrás del también diestro Daniel James. Connor Roberts regularmente avanzaba desde el lateral derecho para ofrecer carreras en profundidad sin balón. De cualquier forma, ambos laterales regularmente alternaron diferentes perfiles (abajo) a lo largo de toda la temporada.
De esta forma, se promovían las conexiones por zonas interiores. Cuando esas combinaciones se daban, el lateral se movía hacia adentro y penetraba en el ataque gracias a regates diagonales o trazaban movimientos sin balón como lo hacían los centrocampistas de banda del Östersunds. También como ocurría en el equipo sueco, en el Swansea varias jugadores -Wayne Routledge, Barrie McKay y Nathan Dyer- se desarrollaban en diferentes roles ofensivos. El extremo y el lateral intercambiaban sus posiciones, igual que el extremo y el mediapunta, contribuyendo a que el Sweansea fuera un equipo de carácter ofensivo.
Ambos sistemas, el 4-4-2 y el 4-2-3-1, también han sido utilizados en el Brighton. Pero con la línea de tres en defensa, sobre un 3-4-1-2, de manera más habitual. Los dos delanteros se ocupan de los centrales rivales y son habitualmente apoyados por un mediapunta (abajo) –casi siempre, Leandro Trossard – y un doble pivote.
No obstante, Potter ha variando los roles de sus jugadores, tal vez en busca de un intercambio de posiciones que lo favorecieran frente a cada oponente. Tanto Pascal Gross como Alexis Mac Allister han sido utilizados como mediapuntas; y Neal Maupay, su delantero centro, ha sido emparejado con Aaron Connelly y Danny Welbeck. Los atacantes habitualmente se orientan hacia fuera para apoyar el avance del extremo, y un volante defensivo también puede correr hacia adentro si el Brighton no es capaz de generar el juego de la manera paciente en la que lo hacía el Swansea de Potter.
Asimismo, el entrenador inglés también ha optado por un 3-4-2-1, en el cual los dos interiores apoyan a un único delantero y forman un cuadrado en el mediocampo. La habilidad del Brighton de variar su estructura en mitad del partido le ha facilitado a sus delanteros romper líneas mediante rápidas combinaciones.
Esas combinaciones también le ayudan penetrar a través de bloques bajos defensivos, donde los defensores centrales apoyan a sus atacantes. A lo largo de la temporada 2020/21 Ben White, quien después se fue al Arsenal, tuvo un notable impacto cuando lo hacía desde su lado derecho, mientras que Dan Burn atacaba por la izquierda y sumaba poderío aéreo en el área rival.
Con el doble pivote y el interior más cercano moviéndose por fuera para dar apoyo a esas combinaciones, los jugadores al otro lado del campo se movían hacia adentro para acercarse al delantero centro. Pese a tener un dibujo diferente, el desarrollo en ataque del Östersunds era similar.
Fase defensiva y presión:
El Östersunds habitualmente utilizaba un 4-4-2 en los momentos sin balón (abajo); independientemente de la estructura en ataque. Así, si por ejemplo el equipo estaba estructura en un 4-3-3 en fase ofensiva, uno de los extremos se retrasaba al mediocampo y el otro se mantenía junto con el delantero centro para pasar al 4-4-2 en defensa. Un desarrollo en el que los dos atacantes se enfocaban en bloquear la línea central rival, obligándolos a jugar hacia afuera. Para ello curvaban sus movimientos mientras la pelota pasaba a través de la línea defensiva rival, solo atacando al que tenía la pelota si había posibilidad de ganarla.
Los mediocentros cubrían el espacio adelante de los centrales rivales y solo presionaban los pasillos interiores cuando el interior más lejano al balón estaba lo suficientemente cerca para ayudar a proteger las áreas centrales del campo. Si un centrocampista de banda estaba fuera de posición y un mediocampista entonces se veía obligado a moverse por fuera, el otro jugador de banda debía ir en su apoyo.
Por bandas, solían utilizar una estrategia defensiva de marcas individuales, como el Leeds de Marcelo Bielsa. Pese a que tenían una aproximación de marcaje en zona, que incluía temporizar en vez de presionar, sus laterales y centrocampistas de banda seguían a sus rivales muy de cerca. Ese último jugador presionaba por fuera, mientras los mediocentros mantenían sus posiciones, momento en el que el lateral del Östersunds salía de la línea de fondo. Desde aquí defendían la zona interior, pero seguían siendo muy agresivos en la presión individual. Cuando el centrocampista de banda del equipo de Potter mantenía su posición, el lateral se mantenía en la línea defensiva, posicionado cerca de los dos defensores centrales.
Pese a comenzar con un 4-2-3-1, en el Swansea Potter se defendía con un 4-4-2, con su mediapunta avanzando para formar una línea de ataque de dos. También, algunas veces, se estructuraban sobre un 4-4-1-1 donde el mediapunta mantenía su posición para apoyar a su doble pivote frente a una línea rival de tres centrocampistas. Cuando era ese el caso, los extremos partían con mayor profundidad, desafiando a los rivales a avanzar hacia adelante sin la presión intensa del 4-4-2.
En el Östersunds, cuando un lateral avanzaba por delante de su línea defensiva, tenía menos espacio por cubrir en el centro del mediocampo, con lo cual los rivales tenían la tentación de hacer rápidas combinaciones y trabajar la posesión en el centro, especialmente si el centrocampista de banda no se movía a buscarlos de vuelta. En el Swansea, sin embargo, la presencia de un mediapunta (arriba) significaba que uno de los mediocentros tenía la libertad de moverse para apoyar a la línea de fondo, liberando a los laterales y extremos para presionar y, potencialmente, recuperar en campo contrario.
El creciente número de opciones ofensivas de Potter ha hecho que el Brighton pueda utilizar sus antiguos, y preferidos, sistemas defensivos, así como una línea de fondo con cinco jugadores, donde sus laterales se replegan. Un desarrollo en el que su doble pivote protege los espacios delante de la línea defensiva. Mientras, sus dos interiores se mueven en espacios amplios para impedir pases a los delanteros y, con presión, intentan mantener el balón cerca de la línea. Los extremos, de igual forma, tienen la libertad de presionar hacia adelante y habitualmente son apoyados por un mediapunta o por un delantero.
Las bases de este esquema defensivo se podían ver ya en el Östersunds, donde el lateral, en vez del extremo, era el que presionaba hacia afuera. También está la opción de que un volante defensivo se desplazara a lo largo y apoyara la presión del equipo de Potter, como habitualmente pasaba cuando el mediapunta no lo hacía o había perdido su duelo.
Si bien el equipo rival puede tener la posesión por largos lapsos de tiempo, el Brighton prefiere cambiar a un 5-4-1 o, si comenzó con dos delanteros, a un 5-3-2 (abajo). Esto lo acompaña con un bloque medio o bajo, con el cual se enfoca en llevar la posesión a lo ancho. Potter constantemente exige a los dos mediocentros que cubran mucho terreno –especialmente al lado al cual cambia el juego– y a su centrocampista ofensivo a que retroceda para apoyarlos.
Haciendo eso, motiva a los oponentes a avanzar a territorios exteriores, lo cual habilita espacio a la dupla de ataque para contraatacar una vez que el Brighton recupera la posesión.
Redacción: Héctor García