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Conceptos tácticos: Superioridades

The Coaches' Voice
Conceptos tácticos: Superioridades
Redacción
The Coaches' Voice
Publicado el
enero 30 2023

¿Qué son las superioridades?

Las superioridades en el fútbol se producen cuando un equipo tiene más jugadores que el contrario en una zona específica del campo. La superioridad puede producirse tanto cuando un equipo tiene el balón como cuando no lo posee.

Cuando está en posesión, la superioridad se genera cuando los jugadores se alejan de su posición inicial. Por ejemplo, cuando los extremos se desplazan a las zonas centrales o los centrocampistas hacia la línea de banda. Esto garantiza que un equipo tenga más de un jugador en esa zona.

Sin balón, las superioridades defensivas se producen cuando un equipo tiene más defensas que atacantes rivales en una zona específica del campo. Esto es más común en el tercio defensivo, donde los atacantes pasan la mayor parte del tiempo en inferioridad numérica simplemente porque los equipos tienden a tener más defensas que atacantes.

¿Cómo se puede crear una superioridad?

Hay muchas maneras de generar una superioridad. Un ejemplo es un lateral en un 4-3-3 que se desplaza hacia dentro para sumar un cuarto jugador al centro del campo, lo que casi siempre generará ventajas numéricas en el centro del campo rival. Los cuatro jugadores forman un mediocampo en cuadrado, con el lateral invertido junto al pivote, y los interiores más arriba para recibir más cerca de la línea de fondo rival (abajo).

Los tres jugadores restantes de la defensa entonces se reajustan para cubrir todo el campo. Este papel ha sido especialmente destacado en el Manchester City de Pep Guardiola, con Kyle Walker, João Cancelo y Oleksandr Zinchenko desempeñando el rol. Phillip Lahm también actuó  especialmente bien en el rol de lateral invertido con Guardiola en el Bayern Múnich.

Otra forma de generar una superioridad es a través de un único pivote que se coloque junto a los dos centrales para formar una línea de tres, a menudo después de que un lateral se haya desplazado al centro del campo (abajo). Esto genera una ventaja numérica contra dos delanteros centro, lo que significa que es más fácil llevar el balón al centro del campo, y también permite a los laterales presionar hacia adelante.

Fernandinho, Fabinho, Rodri, Toni Kroos, Kalvin Phillips y Sergio Busquets son expertos como pivotes, pero también son capaces de bajar a la línea de fondo y hacer progresar el juego desde allí.

La superioridad más habitual es un dos contra uno en la banda contra un lateral rival. Cuando un extremo ataca, un desdoblamiento del lateral de su equipo genera una superioridad en la banda. El jugador que tiene el balón puede dar un pase a este compañero, o utilizar el desdoblamiento de su compañero como señuelo para alejar al rival del balón, y luego disparar a puerta o centrar.

El Liverpool ha sido un ejemplo de la generación de superioridades por las bandas, con las sociedades de Mo Salah y Trent Alexander-Arnold en la derecha, y Sadio Mané y Andy Robertson en la izquierda. Sociedades no sólo capaces de generar situaciones de 2 contra 1 con rapidez y facilidad, sino que también castigando al rival aprovechándose de ellas.

La utilización de un delantero centro que se descuelga a zona del mediocampo es otro método habitual para crear una superioridad en el centro del campo. Es poco probable que los defensas centrales sigan este movimiento, a pesar de que crea una ventaja numérica central en la parte alta del campo. Lionel Messi ha sido muy eficaz en este sentido, jugando como falso nueve en los equipos excepcionales del Barcelona durante años. Karim Benzema también lo ha hecho con eficacia en el Real Madrid, generando una superioridad en el centro del campo, pero luego girando y buscando las carreras de los extremos. La selección española también ha tenido un gran éxito con Cesc Fàbregas jugando como falso nueve para generar ventajas en el centro del campo (abajo).

Las superioridades defensivas son más comunes cuando un equipo utiliza un bloque bajo. Los extremos que retroceden pueden evitar que sus rivales generen situaciones de 2 contra 1 frente a sus laterales, y de hecho pueden crear una ventaja defensiva si el lateral rival decide no adelantarse. Las superioridades defensivas también son muy comunes en los espacios alrededor de los defensas centrales, especialmente con muchos equipos que sólo utilizan un delantero centro, que se vería superado en número por dos o tres centrales.

¿Cuáles son las ventajas de crear superioridades?

Las superioridades generan opciones de pase para el jugador en posesión del balón y obligan a los defensas a decidir si se quedan con el portador del balón o siguen la carrera del rival. Esto ayuda a los equipos a subir y a penetrar en el último tercio de campo más rápidamente.

Las ventajas numéricas en el último tercio ayudan a crear ocasiones de disparo. Se pueden encontrar movimientos en profundidad sin balón para romper la última línea, o utilizarlos como señuelos para permitir que el portador del balón realice un disparo a puerta.

Como los jugadores tienen que alejarse de su posición inicial para generar superioridades, tendrán diferentes funciones con el balón y sin él. Con jugadores versátiles, los equipos pueden variar su forma de jugar para centrarse en los puntos débiles del rival en cada partido.

El principio de "superioridad para aislar" consiste en que un equipo destina más jugadores a un lado del campo, lo que atrae a más defensas hacia esa zona. En el otro lado del campo, un jugador —generalmente un extremo— permanece abierto en la banda, listo para recibir un cambio de juego en el mayor espacio posible. Si el equipo no puede avanzar por la banda sobrecargada, entonces cambia rápidamente de banda para que su extremo se enfrente a un defensa. Esta estrategia suele utilizarse cuando un equipo tiene un regateador especialmente bueno en la banda. Algunos ejemplos lo han sido Franck Ribéry y Arjen Robben en el Bayern Múnich.

¿Cuáles son las desventajas de crear superioridades?

Para crear una superioridad, un equipo necesita dominar la posesión durante el tiempo suficiente para que sus jugadores puedan realizar los movimientos necesarios para situarse en sus nuevas posiciones. Esto significa, por tanto, que los jugadores deben sentirse cómodos con el balón, potencialmente ante una presión. Así, corren el riesgo de perder el balón si no son lo suficientemente buenos.

Se necesitan jugadores polivalentes. Por ejemplo, no todos los delanteros centros pueden descolgarse para recibir y generar una ventaja en el centro del campo, y no todos los pivotes se sienten cómodos retrocediendo a la línea de fondo para actuar como un tercer central. Sin esta versatilidad, es difícil aprovechar cualquier superioridad.

La principal razón para no utilizar una superioridad, sin embargo, es que cualquier superioridad en una zona significa por definición que un adversario está libre en otra parte. Si el balón es cedido, el equipo rival podría tratar de sacar partido de ello o de aprovechar cualquier espacio que se haya dejado en la transición, o mediante un contraataque.

¿Qué deben hacer los jugadores para aprovechar una superioridad generada por su equipo?

El objetivo de crear una superioridad es permitir que el equipo avance por el campo lo más rápida y eficazmente posible, por lo que es importante aprovecharla. El fútbol es un deporte de pocos tantos y las ventajas numéricas en el último tercio son poco frecuentes, por lo que cualquier equipo con ventaja numérica en posición de ataque debe hacer todo lo posible para castigar a sus adversarios y sacarles partido.

Por lo tanto, las carreras hacia delante de los jugadores de apoyo son muy importantes. Esto disuadirá a cualquier defensa de enfrentarse al portador del balón y, por tanto, le dificultará retrasar el avance del equipo atacante.

El momento de soltar un pase también es muy importante cuando se busca a un corredor en una situación de superioridad. Los pases frontales pueden realizarse con mayor rapidez, lo que dificulta la reacción del defensa y su movimiento hacia el corredor una vez realizado el pase. Esto es importante cuando se ha creado un 2 contra 1 en la banda ante un lateral (arriba). La calidad y sincronización del pase deben dar al corredor la mejor oportunidad posible de controlar el balón sin ralentizar la jugada.

¿Qué deben hacer los defensas ante una superioridad?

Al defenderse de una superioridad por fuera, los defensas deben utilizar la línea de banda como un defensa adicional siempre que puedan. Es decir, los defensas deben utilizar la orientación y el ángulo con el que se acercan a su oponente para guiar el juego lejos de la portería y hacia la línea de banda. El objetivo debe ser forzar el juego del contrario hacia el banderín de esquina, una zona menos peligrosa del campo, y lo que significa que el jugador que tiene el balón tiene más probabilidades de volver atrás. Esta situación dará tiempo a otros defensas para replegarse, momento clave que puede convertir un 1 contra 2 defensivo en un 2 contra 2.

Si se enfrenta a una superioridad por dentro, el defensa tiene que dar prioridad al balón sobre cualquier corredor, y tratar de retrasar el avance del portador del balón tanto como sea posible. Otra táctica sería intentar forzar al portador del balón hacia su pie más débil.

Alternativamente, cuando un equipo ya está establecido en su bloque defensivo (arriba), puede responder a cualquier superioridad central que el rival logré crear en un lugar muy específico con un marcaje al hombre agresivo. Es decir, puede que los jugadores tengan que seguir a sus rivales hasta zonas en las que normalmente no llegarían para asegurarse de que el rival no pueda seguir avanzando.

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