champions league 2021/22 grupo e, 14 de septiembre 2021
Müller (34)
Lewandowski (56, 85)
Barcelona y Bayern Múnich volvían a enfrentarse en la Champions League después del contundente 8-2 de los alemanes en los cuartos de final de hace dos temporadas. En esta ocasión el duelo no fue tan desigual, pero el Bayern demostró de nuevo que está por encima del Barcelona.
Thomas Müller adelantó a su equipo a la media hora de partido para romper el esquema defensivo que había trazado Ronald Koeman en un Barcelona con importantes bajas. En la segunda mitad, el equipo dirigido por Julian Nagelsmann controló el partido y amplió su ventaja con un acertado Robert Lewandowski, autor de dos goles.
5/0
DISPAROS / A PUERTA
17/7
48%
POSESIÓN
52%
537/472
PASES / COMPLETADOS
577/507
9/1/0
FALTAS / AMARILLA / ROJA
13/2/0
Fase de posesión: Barcelona
El Barcelona se desarrolló sobre un 5-3-2, con Ronald Araújo, Gerard Piqué y Èric García formando la línea de tres atrás y Sergio Busquets como centrocampista defensivo. Sergi Roberto, Frenkie de Jong, Pedri y Jordi Alba se situaron en línea en mediocampo por delante de Busquets y en apoyo de la dupla atacante, Memphis Depay y Luuk de Jong. Un dibujo que buscó superar el 4-2-3-1 del Bayern Múnich en su fase defensiva, protegida la zaga alemana por los centrocampistas Joshua Kimmich y Leon Goretzka.
La idea del juego del Barcelona estuvo basada en protegerse atrás y atacar a través de transiciones, aunque los locales no fueron capaces de disparar ni una sola vez sobre la portería de su rival, señal de la distancia a la que se encuentra el equipo de Koeman de la elite europea, entre ellos el Bayern.
El equipo alemán presionó con energía e intensidad de manera individual, forzando a los jugadores del Barcelona a jugar en largo o a cometer errores técnicos. En esa presión individual, los extremos cerraban la salida de los centrales exteriores del Barcelona, sumado a la marca de Lewandowski sobre Piqué y Marc-André ter-Stegen. En la línea de atrás, Müller se emparejaba con Busquets, mientras Pedri y De Jong eran cubiertos por Goretzka y Kimmich. El Barcelona presentó problemas en el desarrollo de su juego ante la intensidad del Bayern en su presión, optando por pases arriesgados entre líneas para conectar con sus jugadores. Esto llevó al equipo alemán a recuperar la posesión en campo rival, generando así situaciones de gol. Para encontrar una solución, el Barcelona desplazó a mediocampo a uno de sus delanteros para buscar la conexión con uno de los centrales exteriores.
La razón de eso era atraer al extremo del Bayern para que presionara al centro de la zaga, mientras que el otro centrocampista iría a la marca sobre uno de los centrocampistas del Barcelona con balón. Una situación que provocaba dudas en los centrales del equipo alemán, quienes consideraban demasiado arriesgado salir tan lejos de su zona pare cerrar los espacios. De este modo, el equipo de Koeman consiguió generar ventajas numéricas de dos contra uno en los espacios intermedios para ayudar a la progresión del balón. El Bayern trató de contrarrestarlo simplemente con la intensidad de su presión individual, como también bloqueando los ángulos de pase que pudieran encontrarse hacia el hombre libre.
El Barcelona trató de atacar con sus laterales, quienes proporcionaban la amplitud, y con sus delanteros y centrocampistas centrales buscando enlazarse en ataque. Un desarrollo que dejaba atrás a los tres centrales y a Busquets ante las posibles recuperaciones del Bayern. En el desarrollo ofensivo, el equipo de Koeman buscó con frecuencia cambiar el balón a los laterales y enviar centros al área, pero ninguno de ellos generó oportunidades de gol. En realidad, la mejor versión de los locales llegó cuando adoptaba estrategias similares a las de antaño, jugando a través de pases rápidos a un solo toque en el centro del campo, sumado con movimientos del tercer hombre a la espalda de los rivales que ofrecían profundidad y carreras en ataque de los laterales y delanteros. No obstante, el Barcelona tampoco consiguió generar situaciones de peligro a través de este desarrollo.
Fase de posesión: Bayern Múnich
El Bayern Múnich operó con un dibujo 4-2-3-1. Benjamin Pavard, Dayot Upamecano, Niklas Süle y Alphonso Davies conformaron la defensa de cuatro. Leon Goretzka y Josh Kimmich actuaron en el mediocampo, con Jamal Musiala, Thomas Müller y Leroy Sané apoyando a Robert Lewandowski en ataque.
El Barcelona varió su estructura en 5-3-2 en su fase defensiva, en una estrategia que fue inconsistente y pasiva a lo largo del partido. Inicialmente, pareció que Pedri y De Jong se encargarían de presionar a los dos centrales rivales con Depay en la vigilancia de Kimmich, el mediocampista del Bayern más atrasado. Sin embargo, a medida que el encuentro avanzaba Pedri retrasó su posición hacia el mediocampo de tres, y tanto Depay como De Jong intentaron ocuparse de Kimmich, Upamecano y Süle al mismo tiempo, sin realmente afectar a ninguno de los tres.
El enfoque de las marcas de ambos equipos sin el balón fue un factor clave en el resultado del partido. El Barcelona quedó regularmente fijado en una defensa de cinco, permitiendo el fácil progreso hacia las bandas del Bayern. El equipo alemán fue muy hábil para atraer al Barcelona hacia un lado del campo mientras generaba superioridades hacia el lado lejano para dar un simple paso en diagonal al espacio intermedio que eliminara la línea de mediocampo local.
El Bayern buscó utilizar a Kimmich como mediocampista más retrasado, mientras que Goretzka operó en un rol más avanzado. El Barcelona pareció estar obsesionado con Kimmich, muchas veces colocando a tres jugadores a su alrededor (dos delanteros y un mediocampista), a pesar de no haber presión en el portador del balón. Esto simplemente permitió al Bayern mover el balón hacia otra parte, dejando fuera de acción a tres jugadores sin mayor dificultad. De manera constante el Bayern pudo crear y encontrar un hombre libre en el mediocampo. En su desarrollo con balón, los visitantes dejaban caer a Müller a una zona ancha y a Sané hacia el espacio intermedio. Esto sucedía ya que el Barcelona había comprometido sus mediocentros en la presión a Kimmich y Goretzka y el carrilero a presionar al lateral, lo que dejaba a Busquets con mucho terreno por cubrir, teniendo que lidiar con los movimientos hacia atrás de todos los cuatro atacantes del Bayern; así escoger el jugador a marcar en el momento correcto siempre iba a ser difícil.
Además de la naturaleza pasiva del trabajo defensivo del Barcelona, el primer gol del Bayern fue otro indicador de lo débil que es el conjunto de Koeman en estos momentos. No presionar a Müller mientras buscaba disparar a puerta fue una cosa, pero si cabe aún más errada fue la decisión de García de darle la espalda al tiro, provocando que con su desvío el balón se hiciera imposible de atajar por Ter Stegen.
Si bien el Bayern controló el mediocampo durante el transcurso del partido, la renuencia del Barcelona a actuar agresivamente sí significó que la defensa de cinco permaneciera intacta. Así las cosas, la habilidad del Bayern para combinarse en el último tercio tenía que ser extremadamente eficiente para crear oportunidades claras de gol. El movimiento y las ideas estaban presentes en su ataque pero la gran cantidad de efectivos en el área penal hizo que el espacio fuese limitado, llevando a muchas situaciones caóticas en las que los disparos resultaron bloqueados, desviados y atajados. De ahí la naturaleza del tercer gol del Bayern.
Los cambios realizados por Koeman inyectaron más energía al equipo, y la calidad del juego sin balón mejoró después de que el partido ya había quedado sentenciado. La principal diferencia fue el nivel de presión sobre el balón y que la presión resultaba también respaldada por la siguiente línea. Esto impidió que los jugadores de ataque fueran habilitados fácilmente y dificultó al Bayern ganar impuso en posesión. Aun así, persistía la sensación de que el Bayern podía haber subido un par de velocidades en cualquier momento si sentían que era necesario, y terminaron imponiéndose a su rival jugando a media máquina.
Entrenadores:
"Jordi Alba estaba enfermo el día antes del partido por la noche, De Jong jugaba su primer partido... En la vida hay que ser realista. La gente joven ha demostrado que tiene futuro y hay que recuperar gente, pero de momento esto es lo que hay", señaló Ronald Koeman en sala de prensa. "El Bayern es un equipo que lleva mucho tiempo con estos jugadores. En dos o tres años nuestros futbolistas jóvenes van a estar mucho mejor. Es dificilísimo aceptar la situación, pero hay que ir mejorando cosas", añadió el entrenador del Barcelona.
"En los primeros minutos cambiamos cosas y tuvimos más oportunidades que al principio. Hemos creado oportunidades y hemos tenido buena posesión de la pelota", analizó el entrenador del Bayern Múnich. "Son partidos que quedan en el recuerdo cuando son positivos. Estoy feliz, pero no puedo ahogarme en alegría. Podríamos haber estado mejor", destacó Julian Nagelsmann.