Fernando Gago: Variables tácticas

Muchos ya intuían en Fernando Gago un futuro entrenador durante su etapa de jugador. Había actuado en clubes tan destacados como Boca Juniors y Real Madrid. El excentrocampista argentino dio el paso como técnico en Club Atlético Aldosivi. Allí dirigió 26 partidos con un balance de 7 victorias, 3 empates y 16 derrotas. En el Torneo 2021 de la Liga Profesional, Aldosivi firmó un buen arranque, pero el equipo no pudo sostener el nivel exhibido provocando su salida.

A finales de ese mismo año llegó su firma por Racing Club, con el objetivo de revitalizar el juego y los resultados del equipo. Solo ocho meses después de su llegada, Gago extendió su contrato con La Academia aunque su ciclo terminó en septiembre de 2023. Ya para ese mes de diciembre se comprometió como nuevo entrenador de Chivas en México y ahí estuvo hasta octubre de 2024, cuando Boca llamó a su puerta.

“Entiendo que muchas veces lo importante sea el resultado, pero también hay formas de llegar a ellos. Para mí es muy bueno seguir en el club. Estoy muy cómodo, estoy más tiempo acá que en mi casa y eso lo disfruto", señaló el entrenador. También ha proyectado un importante cambio en el fútbol base del club. “Queremos adaptarlos a una idea de lo que yo pretendo en cada entrenamiento, en cada juego. Tratar de que se den los procesos de maduración sin cortarlos. Tengo que buscar que los procesos sean cortos de tiempos de adaptación a entrenamientos".

Estilo de juego:

Durante su proceso en Racing Club, al igual que en su etapa previa en Aldosivi, Gago ha podido plasmar su idea futbolística desde el principio, bajo un sello distintivo.

En ese sello está el valor que le otorga a la posesión del balón. Esto se ve reflejado en la determinación y rapidez con que sus jugadores buscan recuperarlo de manera inmediata, tanto en el momento posterior a la pérdida como después de un reinicio de juego con una presión alta y agresiva.

El objetivo en ambas intervenciones es tomar la iniciativa del juego lo más pronto posible.

En relación a las estructuras de juego, en Aldosivi el esquema más utilizado fue el 4-3-3. El mismo dibujo principal que en Racing Club (abajo), con el mediocentro Aníbal Moreno y dos interiores, que salen de la terna entre Leonel Miranda, Carlos Alcaraz o Matías Rojas.

Como alternativa táctica, Gago puede disponer un posicionamiento invertido del triángulo de mediocampistas. Allí ubica a dos jugadores en el rol de mediocentros y un mediocampista ofensivo por delante.

En Racing Club se evidencian mecanismos para evitar los intentos de presión del rival. Esto le permite circulaciones de balón eficientes y le otorga tiempo al equipo para posicionarse en el campo. Esto con una buena ocupación de los carriles y en la búsqueda permanente de ubicar o realizar desmarques a espaldas de los mediocampistas rivales. Un desarrollo que tiene la intención posterior de profundizar siempre que haya un buen contexto para hacerlo.

Todo esto lleva a Racing a ser un equipo con una media de la posesión del balón por encima del 60%.

Laterales avanzados

En su paso por Aldosivi, con un presupuesto en la plantilla inferior al de Racing Club, Gago pudo plasmar la misma idea de juego con un modelo y patrones similares al de La Academia. Un equipo donde los laterales Facundo Mura, Jefferson Mena, Gonzalo Piovi presentaban la tendencia a combinar y superar la línea rival con balón. Esto, además de desdoblar en el momento de la recepción o conducción de los extremos o los interiores.

Es recurrente ver en los equipos de Gago a ambos laterales sumados al ataque de manera simultánea. Así forman la estructura de la cobertura preventiva ante una posible pérdida de balón solamente con los centrales y el mediocentro.

A nivel general, los equipos del entrenador argentino no se adaptan y modifican en demasía su matriz de juego en función de las características de su rival. La intención principal es mantener su estilo independientemente del oponente.

En Racing Club, dentro del modelo ofensivo, priman los principios del juego de posición. Hay distintos métodos de ataque, pero todos provenientes desde una determinada distribución de los jugadores sobre el campo de juego. Así, se intenta generar contextos propicios para progresar en el campo a partir de generar superioridades numéricas en la iniciación y conseguir ventajas posicionales. Siempre con la cantidad de jugadores necesarios en su estructura de inicio.

Esa estructura está formada por los centrales y el mediocentro, con este último jugador a la espalda de la primera línea defensiva del rival. A ellos se suman los laterales, variando su posicionamiento y altura según la situación lo necesite. La estructura puede verse alterada cuando la iniciación es baja, ya que el arquero Gabriel Arias también participa en la circulación del balón.

Dentro de las demandas de Gago se añade la velocidad de circulación, el manejo de los perfiles para el control de balón orientado y una alta capacidad para combinar. Conceptos que tienen repercusión en su elección de los jugadores, tanto en la construcción de la plantilla como en las alineaciones de cada partido.

El tercer hombre

Otras de las características de Racing Club es el concepto del tercer hombre como herramienta muy utilizada en todo momento de la fase ofensiva. En la iniciación de los ataques, este concepto es ejecutado para descomprimir las presiones agresivas del rival con el fin de orientar el juego hacia un sector del campo y luego progresar por otro lado.

Una acción, además, que tiene la intención de desgastar a la primera línea defensiva. De esta manera, se genera espacio para que los encargados de comenzar los ataques puedan tomar buenas decisiones y, por ende, darle un buen destino a su próximo pase.

El concepto del tercer hombre también es bien empleado por los centrales cuando el mediocentro se encuentra libre. Pero si la línea de pase directa hacia el mediocentro está cerrada, los centrales optan por un pase vertical a un interior, que previamente se ha descolgado desde segunda línea a posiciones más retrasadas. Esto para combinar con el mediocentro posicionado de frente al arco rival, a espaldas de la primera línea de presión y en buenas condiciones para seguir progresando (arriba).

Las conducciones y pases con ventaja para superar la primera línea son una demanda en los centrales y mediocentros de los equipos que dirige Gago.

Otro aspecto característico en Racing Club es cómo mantiene el posicionamiento por fuera y generar línea de pase a espaldas de los mediocampistas y los interiores opuestos a la zona del balón. Esto permite los cambios de orientación en diagonal para poder atacar el lado débil del rival después de una basculación (abajo).

Asimismo, La Academia sabe sacarle provecho a la alternancia en los movimientos entre los interiores y los extremos. Cuando el extremo desciende por la banda, el interior rompe a espaldas de la última línea rival. Mientras, si el extremo mantiene amplitud y altura fijando al lateral rival, es el interior quien busca el espacio para recibir entre líneas (abajo).

Las diferentes características individuales y la polivalencia de muchos de los futbolistas de Racing Club —principalmente los que juegan en las posiciones de laterales, interiores y extremos— le permiten cierta versatilidad en fase ofensiva. De este modo, no siempre se repiten los mismos patrones. Pero sí se mantiene un orden y se respetan posicionamientos, como también las distancias entre jugadores y principios tácticos que dan fluidez a los ataques.

La ambición ofensiva del equipo se muestra en cada finalización por las bandas. All la ocupación del área generalmente incluye hasta cuatro jugadores, más una o dos unidades en la zona del posible rechace.

En Racing Club, el modelo ofensivo se caracteriza por generar aproximaciones y situaciones de gol con mayor variabilidad respecto a Aldosivi. Así, La Academia no solamente llega al área rival desde ofensivas asociados, sino también desde juego directo a espaldas de la última línea. De esta forma aprovecha la velocidad de jugadores como Enzo Copetti, Tomás Chancalay y Nicolás Oroz.

También en diversos pasajes de partidos, Racing Club opta por contraatacar tras la recuperación posterior, organizado el equipo sobre una defensa en bloque medio. Aquí, tanto el delantero centro como los interiores y extremos se desprenden y atacan los espacios con velocidad y determinación.

Fase defensiva y presión:

Los equipos de Gago apuestan principalmente por una estructura 4-1-4-1 en todos los momentos de su fase defensiva, con diferentes movimientos en la presión en función de la situación de juego.

En Racing Club, ante los saques de portería del rival, ubica a Copetti centralizado con la intención de orientar el juego del rival hacia una banda. La capacidad física, velocidad y resistencia del delantero pone en aprietos a sus rivales sin tantas herramientas tácticas para disuadir este tipo de presión (abajo).

Mientras, los interiores y los extremos se ubican como una segunda línea de presión, ocupando zonas con tareas reactivas dependiendo de la situación del balón. A su vez, los interiores se mantienen en vigilancia de los mediocentros rivales. En caso de que el rival disponga de un solo mediocampista central, uno de los interiores toma la marca de ese jugador y el otro se inserta a la altura del mediocentro defensivo, Moreno.

Al otro lado del campo, el extremo opuesto al balón bascula hacia la zona central, listo para a saltar a la presión sobre el receptor rival en un posible cambio de orientación del rival. La intención de este movimiento es sorprender y recuperar para generar un buen contexto en el contragolpe.

Intercambio de marcas

Cuando Racing Club armaba su estructura defensiva en bloque medio o bajo, el inicio de la presión era liderada por el delantero centro junto a uno de los interiores, mientras los extremos se mantenían cerrados cerrando línea de pase por dentro y en vigilancia de los laterales rivales.

El intercambio de marcas era algo frecuente entre lateral y extremo. Así, por momentos estaban emparejados con su marca, y en algunas situaciones el extremo quedaba en zona y el lateral toma la marca del lateral rival. Esto favorecía el contraataque después de la recuperación, ya que los extremos quedaban en ventaja posicional con respecto a los laterales rivales.

Era difícil encontrar pasajes prolongados de Racing Club, como también pasaba en Aldovisi, donde el equipo se organizara en una defensa zonal, ya sea en bloque medio o en bloque bajo, con el objetivo de contener el avance y cubriendo líneas por detrás.

El rol de mediocentro en La Academia, ejecutado como hemos señalado por Moreno, era uno de los más importantes en fase defensiva. Este jugador estaba en permanente lectura táctica sobre la situación de juego y el contexto, realizando los relevos en las transiciones defensivas, además de acompañar a la presión de los interiores cuando se desprenden del bloque.

En la presión junto a los interiores, el mediocentro de Racing Club se insertaba entre los centrales cuando era necesario dar apoyo frente a los delanteros rivales. Aquí, Moreno quedaba sin una marca fija entre líneas y recorría el ancho del campo para interceptar pases filtrados o temporizar los ataques ante una situación inestable (abajo).

Defender en espacios amplios

En consecuencia del estilo de juego pretendido, Racing Club podía quedar descompensado defensivamente cuando los rivales planteaban un juego de contraataque e intentaban aprovechar los espacios que dejan los laterales lanzados en ataque. Espacios que quedaban expuestos cuando la presión tras pérdida no logra temporizar el ataque rival. Esto podía hacer que los centrales y el mediocentro se vieran obligados a disputar duelos defensivos en espacios amplios.

En conclusión, un estilo de juego basado en la posesión y atrevido son las principales bases del libro de estilo de Gago, las cuales le llevaron a tener la perspectiva de construir un proyecto de futuro en Racing Club, en Chivas y, ahora, en Boca Juniors.

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